Miles de chicas a sus pies, trofeos por doquier y notas excelentes. ¿Quién hubiera pensado que Dave Harrison no es el típico chico popular que intenta aparentar? Una rubia empieza a llamar su atención, la chica que había ignorado hasta ahora empieza a meterse en su mente y automáticamente la identifica como una conquista más. Almendra McFarlenn era sólo una rubia que estaba a punto de tomarse su botella de agua cuando un despistado pasó corriendo y botó su bebida al suelo. El ojiazul intentará entrar en su mundo probando todos sus encantos: los típicos coqueteos, roces y sonrisas, sin embargo, ninguno parece funcionar. Entonces cae rendido y su máscara de derrite poco a poco, dejando ver al verdadero chico que se esconde tras esa mirada azul. «Lo que algunos chicos no comprenden es que a veces necesitamos de un terrón de azúcar que nos quite el amargor»
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