-"Me llamo Ema" ¿Así está bien? Años atrás me hubiese presentado como se presentan las personas normalmente, porque eso era: una persona normal. Era una chica común, con una historia común, y una vida común... Nada extraordinario para elogiar. Apenas comenzaba la universidad, cursaba el tercer semestre de mi encantadora carrera. Tenía encantadores amigos, una encantadora y admirable madre, y un encantador hermano mayor para envidiar. Perdí a mi padre a la edad donde más le necesitaba, por una trágica enfermedad murió dejándome totalmente sola. Desde ese entonces la vida me dejó de parecer tan... "respetable" y la vivía solo por... "vivirla". Sin embargo, mi vida no era tan terrible como pensaba, no estaba tan sola como creía, y tarde me di cuenta que siempre podía ser peor. Un chico mágico y angelical apareció frente a mí una mañana, y fue esa misma mañana donde todo en mí cambió. Él era tan misterioso, me causaba mucha intriga. Y sí, me enamoró enseguida. Me enamoré hasta los huesos. Logró transportarme a lugares a los cuales jamás creí poder ir alguna vez. Que simpático sujeto... Me protegía de todos y de todo, me protegía como a un tesoro, uno muy valioso. Demasiado valioso. Creo que a veces exageraba en su forma de protegerme... pero me cuidaba, no quería que nadie me hiciera daño. Solo él podía hacerlo. Desearía regresar el tiempo atrás. Desearía no haberlo conocido nunca. Desearía haber huido cuando pude. Desearía... Desearía no haber manchado mis manos de sangre por él. ___________ La luz al final de sus ojos, me llevaba directo a la muerte.