Nos dejó un gran legado, fue el personaje, la princesa, la mujer que rompió con los estereotipos, con las reglas machistas, con los ideales tan cerrados, rompió cada barrera que a la mujer se le impone, externó su valor y demostró que una mujer, sin importar si es de la realeza, ama de casa, maestra, etcétera; puede romper el protocolo que hasta nuestros días se nos ha inculcado. No entregarnos a solo un hombre, primero entregarnos a nosotras mismas, querernos, buscar nuestra felicidad, primero yo, luego yo y al final yo.