Del entumecimiento soñoliento, que habitualmente sucede durante los paseos de mar, me sacaron sin ceremonia unos niños gorditos de piel negra, que como yo, llegaron a la excursión con el resto de su clase...
Del entumecimiento soñoliento, que habitualmente sucede durante los paseos de mar, me sacaron sin ceremonia unos niños gorditos de piel negra, que como yo, llegaron a la excursión con el resto de su clase...