Cole:
El cuerpo me duele y mi corazón late acelerado. Ha sido solo un sueño. Una pesadilla más bien.
— Cole... el desayuno está listo. — la voz de Haley, como todos los días llega desde la cocina.
Me incorporo observando a mi alrededor, sin querer, mi vista cae en el calendario. Veintiuno de Diciembre.
Mi pesadilla regresa y aprieto los ojos con fuerza. Anoche estuve dándole demasiadas vueltas a los recuerdos y terminé teniendo pesadillas sobre Lili.
Después de haberme duchado y vestido, me dirijo a la cocina donde Haley tiene mi desayuno listo.
—Huele delicioso. — admito tomando asiento.
— ¿Huele? ¡Sabe, delicioso!— corrige con una enorme sonrisa.
Asiento dándole la razón sin haberlo probado aún. Ella cocina tarareando una de sus canciones favoritas. Mientras mastico mi primer bocado, mi vista cae en el teléfono. Esperando que no vaya a sonar.
—¿Sucede algo?— Haley deja caer su plato al lado de mi para tomar asiento.
— No, solo estoy un poco pensativo. — le quito importancia.
— Bien, estaba pensando que quizá podríamos pasar la navidad en casa de mis padres ¿te gustaría? Ellos estarán muy felices de tenernos con ellos, ya sabes que te adoran. — sonríe metiendo un trozo de panqueque a la boca.
Sonrió asintiendo. — Suena bien. Pasemos juntos la navidad.
Su sonrisa se extiende más y observó sus mejillas sonrojarse.
Al terminar de desayunar, bajo hasta el estacionamiento donde me pongo en marcha.
Recordando mi pesadilla, hace años que no hablo con Camila. Tenía entendido que ella y Lili seguían siendo buenas amigas incluso después de ir a diferentes universidades.
Al llegar a la oficina, encuentro a KJ coqueteando con una de mis asistentes.
— Oh, buenos días señor Sprouse. — dice la pelirroja en cuanto me observa.
KJ se gira a mi con una sonrisa. — ¿Hueles eso? Son las fiestas a la vuelta de la esquina. Estoy ansioso de salir de aquí. — me saluda con una mano y camina al lado mío.
— No se de que te quejas. Casi nunca trabajas. — sonrío burlón.
— Auch. — finge dolor en el pecho. — eso dolió, ¿cómo puedes decir eso? ¿Acaso no he sido yo quien te ha ayudado a ganar el caso de los Mantle? — alza las cejas orgulloso.
— Pequeños detalles. — le quito importancia.
Entre cierra los ojos dejando escapar una risa.
— Madelaine y yo iremos a los Angeles a pasar las fiestas. — su comentario hace que lo observe desconcertado. — Ya sé que no esta en tus planes ir a California, pero no debes venir cuando se reúna con las chicas.
A diferencia del resto, KJ es la persona que mejor sabe todo acerca de mi vida y quizá de mis sentimientos. Casi nunca tocamos el tema de Lili o el pasado, pero estoy casi seguro que sabe sobre cómo se siento al respecto.
— No puedo de todos modos. — me niego fingiendo indiferencia. — Ya he aceptado ir a pasar la navidad a casa de los Richardson. — comienzo a ordenar las hojas esparcidas por el escritorio.
— Oh...— comienza un ridículo baile a mi alrededor. — Eso significa que tú y ella van muy enserio. Pasar las fiestas con la familia... — codea mi hombro con complicidad.
— No lo sé, pero por ahora estamos muy bien. No quiero desperdiciar la oporrunidad.
KJ asiente mientras toma asiento al frente de mi. Antes de irnos para las vacaciones de fin de año, debemos dejar todos los casos agendados para inicio de año. El bufete seguramente tendrá mucha demanda el nuevo año.
— Así que... Madelaine también irá. — comento sin elevar la vista.
— Ah, sí. Ella dijo que Camila organizara una pequeña fiesta por... — KJ deja de hablar y regresa la vista a su papelería. — en fin, nada importante.
— Y... no sabes si...
—¿Si Lili estará?— nuevamente alza la vista. — Claro, Camila y ella son inseparables. Seguramente estará allí.
Asiento quedándome pensativo. Tengo muchas ganas de preguntar por ella, después de aquella pesadilla, incluso si no fue verdad, un nudo se encuentra en mi estómago como un mal presentimiento.
—¿Pasa algo? Pareces preocupado. — frunce el ceño desconcertado.
— Esta mañana... he tenido un sueño demasiado extraño.
—¿Sobre qué?
— Sobre Lili. — admito. — Hace mucho tiempo no ha pasado por mis sueños pero esta vez fue diferente. Fue una pesadilla.
KJ asiente. — Bueno... entiendo que la fiesta que organizara Camila es por su cumpleaños.
— Su cumpleaños es hoy. — recuerdo.
— Sí, pero Madelaine dijo que Lili tenía turno en el hospital y por ello lo celebrarían ahora que le diesen vacaciones.
Frunzo el ceño desconcertado ¿Desde cuándo los médicos tienen vacaciones en plena fiestas? Regularmente los hospitales necesitan personal y solo les dan un día para pasar con su familia, nada de vacaciones.
— Claro...
— Si realmente te interesa, puedo preguntar a Cami— se encoge de hombros quitándole importancia.
Niego. — No, es tonto. Solo ha sido un sueño.
— De todas maneras, ya se que tienes tus planes con Haley y eso, pero... puedes venir. Quizá verla te haga bien.
Lo pienso unos momentos, pero niego al final.
— No, está bien. No es necesario hacer una escándalo. — regreso a mi trabajo.
//Forever//
A la hora de salida, KJ y yo tomamos el elevador hablando del último caso que deberíamos enfrentar al regresar al bufete.
Al salir, observó a la pelirroja esperar recostada en su auto.
—Oh, Hola Cole. — sonríe mientras se acerca a mi.
— Hola Mads.— la abrazo.
— Supongo que KJ no ha podido convencerte. — alza las cejas.
Niego con una sonrisa.
— Lo supuse. — lo mira mal. — ¿Hay algo que pueda decir para convencerte?— me observa esperanzada.
— Lo siento, ya tengo planes. — confieso.
Deja salir una bocanada de aire y frunce los labios. — Bien, como quieras. Pero te pierdes de una buena dosis de diversión.
— Ya sé. — asiento con una sonrisa.
— Mads, — KJ llama desde el auto. — El maletero está lleno, ¿dónde voy a meter mis cosas? — se queja.
— Debiste pensarlo cuando no quisiste ofrecerte a llevarme. — se defiende la pelirroja.
— Tenía que venir a trabajar. Seria doble trabajo.
— De todas maneras los chicos no necesitan nada. — le quita importancia. — Nos tenemos que ir o perderemos el vuelo. — se gira a mi nuevamente.
— ¿Se iran hoy mismo?— la observo sorprendido.
— Sí, quiero poder llegar a felicitar a Lili y...— aprieta los labios. — Quiero decir, aún tenemos que recoger las maletas de KJ en su departamento, así que... ya nos vamos. — se despide con un beso. — Adiós Cole.
— Mads. — la detengo antes de que se aleje. — Ella...— alza las cejas. — ¿Ella está bien, cierto?
Su rostro se descompone por un segundo. Agita la cabeza y sonríe.
— Por supuesto, Cole. — fuerza una sonrisa y se aleja.
Su comportamiento logra alterar mis nervios. Ambos se marchan segundos después.
//Forever•Sporusehart//
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