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LA PROFESORA
CARA DE SAPO
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Una vez que ambas estuvieron listas, regresaron al compartimiento para dejar su ropa, reunirse con Ernie y correr hacia el primer vagón, el cual estaba destinado para los prefectos, en el trayecto, _____________ luchó con su insignia de prefecta para que se quedara en su lugar, al igual que con su cabello, se tomaría en serio la labor de prefecta, no quería defraudar a nadie. Intentaba hacerse un moño presentable para cuando llegaron al vagón indicado, ahí ya se encontraban los dos Premios Anuales, en espera de los ocho nuevos prefectos de quinto grado.
Finalmente, ____________ se sintió un poco más tranquila en cuanto sus ojos divisaron a Cedric Diggory, que hablaba con una chica de Ravenclaw, quien ____________ supuso sería Meredith Hoover –el otro premio anual–, inmediatamente la azabache dirigió su vista a otra parte mientras intentaba atorar la pequeña trenza que había a un costado de su cabeza con el medio ordenado moño que había logrado hacerse, debía aprender a ser más puntual y a peinarse debidamente, por fin lo logró, justo cuando llegaban el resto de los prefectos, se acomodó un poco el fleco rebelde que había decidido rizarse un poco más de lo normal.
—Gracias a Merlín, no soy la única que se va a tener que arreglar el cabello —bromeó Delly viendo a la pelinegra
Ella la miró mal, aunque luego sonrió, Delly siempre había sido hermosa, pero ese peinado de trenza que comenzaba desde un costado de la cabeza, igual con un pequeño fleco rebelde, la favorecía mucho más, por lo que se veía todavía más hermosa de lo normal, la voz irritante perteneciente a Pansy Parkinson provocó que tanto ____________ como Delly se pusieran de malhumor.
—No sabía que hicieran prefectas a las chusmas —dijo Pansy Parkinson con su característica sonrisa socarrona
—Exactamente, Parkinson, no puedo creer que hayan pensado siquiera en considerarte —dijo Delamine irritada
La chica le lanzó una mirada de odio a la castaña, antes de que la Slytherin dijera algo, ___________ se apresuró a intervenir.
—Ni se te ocurra, Parkinson, mejor concéntrate usar la única neurona que tienes en el cerebro para hacer algo bien por una vez en tu vida, y cierra la boca —habló la azabache con una sonrisa en el rostro
Pansy no dijo nada, su acompañante, Draco Malfoy, no hizo más que mirarlas con desprecio. ¡Qué bien se había sentido callarle la boca a Parkinson! Ernie, que estaba a lado de la pelinegra, chocó los cinco tanto con ella como con Delly, habían aprendido que a veces las palabras educadas herían más que los golpes, aunque Ernie siempre les había dejado en claro que era perfectamente entendible que quisieran golpear a Parkinson y Greengrass, pues esas dos no conocían de límites. Ni tampoco Malfoy, a ____________ le sorprendió que lo hubiesen nombrado prefecto.
—Esas son mis chicas —dijo Ernie en tono pomposo
Delly y ____________ rieron, él e Iegnus les decían así a Hannah, Delly y a la propia ____________, argumentaban que eran las mejores chicas que habían conocido, además de que eran las únicas personas a las que comprendían, querían y defendían al par de chicos, eran una pequeña familia, por eso el apodo.
—Muy bien, prefectos, seguramente ya saben porqué están aquí, y confíamos en que leyeron el reglamento —comenzó Meredith Hoover con aires de superioridad
____________ tuvo que tragarse las ganas de rodar los ojos, los brabucones y las personas que se creían mejores que los demás la sacaban de quicio, pero como había dicho a Delamine en la última carta que se mandaron, se tomaría esto en serio, no era broma, era momento de comenzar a pensar en su futuro y menos en los demás problemas, esto era el primer paso, ¿que si estaba lista? Claro que no, pero, ¿quién alguna vez lo está? Dejó de pensar en cuanto la voz de la delegada de Ravenclaw volvió a oírse en el lugar.
—El primer viernes de clases habrá una reunión a las diez, en el Gran Comedor, para informarles sobre las rondas y los horarios —prosiguió Meredith Hoover con suma elegancia
—Por el momento les pedimos que vigilen cada cierto tiempo los corredores del tren para que no haya problemas, —habló ahora Cedric con amabilidad, como era característico de él— como saben los prefectos pueden quitar puntos a los demás alumnos, salvo entre prefectos, así que espero no haya problemas entre ustedes.
Añadió el ojigris mirando específicamente a Malfoy y Parkinson, ahora sí la pelinegra no pudo aguantarse, rodó los ojos al ver la forma en que Parkinson miraba a su novio, pero sintió la mano de Delamine apretar la suya en busca de darle consuelo, sabía que no tenía de qué preocuparse, Cedric la amaba, pero no podía evitar que el comportamiento de la Slytherin le irritara, especialmente porque era enteramente para joderle la vida a ella. La profunda voz del ojigris la hizo salir de sus pensamientos.
—Al llegar, guiarán a los chicos de primero con el profesor Hagrid, y posteriormente a sus respectivas salas comunes, bien, eso es todo —concluyó Cedric sonriéndoles
Todos asintieron, aunque los dos prefectos de Slytherin bufaron, ___________ paseó la mirada por sus compañeros, obviamente estaban Hermione y Ron, Pansy Parkinson y Draco Malfoy, Anthony Goldstein –quien era el segundo prefecto de Ravenclaw– y Delamine, además de Ernie y ella. Bueno, ___________ tenía que admitir que todos eran buenos estudiantes, excepto que no comprendía qué hacían Malfoy y Parkinson, ahí, aunque claramente le restó importancia.
—Pueden entrar a algún compartimiento o comenzar a realizar las rondas —indicó Meredith Hoover con una sonrisa despampanante
—¿Vamos con Hannah y luego rondas? —inquirió Ernie señalando hacia atrás de él con su pulgar
—Por favor, a ver si volvemos a ver a la señora del carrito, muero de hambre —dijo Delamine suspirando
—Vale, solo saludaré a Cedric y ya los alcanzo —concordó la azabache con una pequeña mueca en los labios, no se sentía con ánimos de sonreír
Alguien se aclaró la garganta detrás de la pelinegra, quien luchó por no sonreír automáticamente, sus amigos le sonrieron pícaramente para después alejarse, dejándola sola con nadie menos que Cedric Diggory. Al girarse, la azabache sonrió completamente, ese era el efecto que el ojigris tenía en ella, no importaba nada, él siempre la hacía sonreír, y además, había extrañado demasiado a Cedric las últimas semanas del verano.
—Me temo que tendré que ponerle una sanción, señorita Brooks —habló el ojigris juguetonamente acercándose a ella
—No hice nada malo, delegado Diggory —dijo la pelinegra siguiéndole el rollo al ojigris— ¿por qué la detención?
—Exceso de belleza —respondió el ojigris con una sonrisa de esas que causaban que las rodillas de la azabache temblaran
Ella soltó una carcajada, en primera para encubrir el hecho de que cuando Cedric se comportaba así, todo en ella comenzaba a temblar, no de miedo precisamente, sino de pánico, porque pese a que llevaban tres años juntos, aún tenía miedo de arruinar esos momentos lindos; y en segunda, porque eso era tonto hasta cierto punto, pero, como ya era costumbre, con Cedric hasta lo más ridículo era lindo.
—Eso ni siquiera existe —dijo la pelinegra riendo
—No, sólo buscaba una excusa para poder quedarme contigo —confesó el ojigris tomándola de las caderas para acercarla a él— te ves muy hermosa con ese peinado, aunque...
El ojigris pasó una mano rápidamente por el cabello de la pelinegra, despeinándola un poco, lo que hizo que ___________ riera.
—Me gustas más así, al natural, sin tanto arreglo, pero de cualquier forma eres hermosa —concluyó el ojigris volviendo a afirmar el agarre en las caderas de la pelinegra
—Te extrañé mucho —dijo la pelinegra pasando sus brazos al cuello del castaño
—Y yo a ti, preciosa, pero... No voy a perder más tiempo —habló el castaño sonriente
La pelinegra frunció el ceño, sin embargo, antes de que pudiera abrir la boca para decir algo siquiera, el ojigris unió sus labios con los de ella, ____________ sintió la familiar descarga eléctrica recorrer su cuerpo desde la punta de los pies hasta el cabello; sintió un zoológico revoloteando dentro de su estómago cuando Cedric comenzó a mover los labios en medio del beso, de verdad le era increíble como Cedric seguía teniendo ese efecto en ella, como aún podía hacerla sonrojar, como aún la hacía sonreír simplemente con mirarla. Sus pulmones comenzaron a rogar por aire, por lo que se separaron lentamente.
—Sabes a chocolate —dijo Cedric relamiendo sus labios
____________ no supo porqué pero eso la puso muy nerviosa, eso siempre la ponía nerviosa, ya sea cuando lo hacía Cedric o cuando lo veía en películas románticas, ni idea porqué pero, así eran las cosas; volvió a la tierra cuando una risa se salió de los labios del ojigris, se había quedado como estúpida mirándolo, su cerebro su había trabado, de nuevo.
—Si, yo... Comí antes de venir... —explicó la azabache como pudo, realmente Cedric bloqueaba sus sentidos
—Bueno, ¿te parece si haces un par de rondas y nos escondemos del resto del mundo por un rato? Quiero abrazarte lo que quede de camino —propuso el ojigris sonriendo
«Maldición Diggory, tu sonrisa...» pensó la pelinegra perdiéndose de nuevo en el rostro de su novio, se forzó a contestar, pues no quería volver a quedarse ahí parada como tonta.
—Claro.
Y así lo hicieron, ___________ fue con sus amigos un rato, hizo unas cuantas rondas, y una vez que se aseguró de que no había problema alguno, acompañó a Delamine al compartimiento dónde seguro estaba Harvey, no era ningún secreto que esos dos también querían pasar tiempo romántico juntos, lo que ___________ apoyaba, ella siempre sería la fan número uno de la relación de Harvey y Delamine, ellos eran la pareja más linda que la pelinegra hubiera visto nunca, ni siquiera Mary Jane Watson y Peter Parker eran tan buena pareja como Delly y Harvey.
Luego se dirigió al vagón donde había acordado verse con Cedric, se pasaron todo el resto del camino abrazados, hablando de cualquier cosa que les pasara por la mente, ____________ aún se sentía mal a veces por intentar seguir con su vida cuando hacía menos de un año, uno de sus mejores amigos se había ido, pero al mismo tiempo, no podía evitarlo, estaba cansada de llorar. Finalmente el tren comenzaba a detenerse, ambos jóvenes se asomaron por la ventana sin dejar de abrazarse.
—Bienvenido a casa —susurró el ojigris en el oído de la azabache
Al escuchar esas palabras y mirar por la ventana al mismo tiempo, un escalofrío recorrió el cuerpo de la azabache, la felicidad se le escapaba de los dedos, las cicatrices se le desprendieron del pecho, las guardaría en un frasco aunque ya no las necesitara, le daría sus pesadillas a Cedric y así él pudiera dejarlas en el mundo muggle, para que cerrara las puertas y no las dejara entrar, aunque eso ya no importaba... Había llegado a casa, de la mano de su persona favorita en el universo.
—Hogar, dulce hogar —susurró la pelinegra admirando la hermosa vista que Hogwarts les regalaba
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—Gracias a Dios, ¡me muero de hambre! —exclamó la azabache una vez que estuvieron sentados en sus lugares del Gran Comedor, a punto de degustar un delicioso banquete de bienvenida
—Si, ya quiero comer papas fritas y estofado —dijo Ernie sobando su estómago
—Por primera vez en seis años... Estoy con ustedes —dijo Hannah mirando los manjares en la mesa de Hufflepuff
—Dios... Amo la vida en exactamanete este momento —dijo ____________ después de masticar el primer bocado de comida
—Todos —dijeron Ernie y Hannah al unísono
El banquete prosiguió de manera normal, todos hablaban del verano, nunca faltaron las miradas despectivas hacia ella, y principalmente hacia Harry, pero a ____________ no le importaba en ese momento, estaba con sus amigos, estaba con su novio, estaba en casa, no necesitaba nada más.
Finalmente, cuando todos hubieron devorado el último bocado que había en sus platos, estos mágicamente desaparecieron, el profesor Dumbledore se levantó de su silla para acercarse al frente de la mesa de profesores, extendió los brazos y los murmullos pararon, todas las cabezas se dirigieron al frente del recinto, la estridente voz de Dumbledore resonó en el lugar.
—Bueno, ahora que estamos digiriendo otro magnífico banquete, les pido un instante de atención, para los habituales anuncios de inicio de año —habló Dumbledore calmadamente mirando a todo el alumnado— los de primer grado deben saber que tienen prohibido entrar al bosque de los terrenos del castillo, y algunos de nuestros antiguos alumnos también deberían recordarlo.
____________ torció los labios, tendría que grabárselo bien en la cabeza porque a pesar de que eso lo sabía de sobra, realmente lo tenía como un dato olvidado, como la mayoría de los miembros del Parlamento Británico, y no es que no le gustara la historia Muggle de Inglaterra, sino que esos, no eran datos relevantes.
—El señor Filch, el conserje, me pide, y según dice ya van cuatrocientas setenta y dos veces, que les recuerde que no deben hacer magia en los pasillos entre clase y clase, así como algunas cuantas cosas que pueden consultar en la larga lista que hay colgada en la puerta de su oficina.
»Este año hay dos cambios en el profesorado. Estamos muy contentos de darle la bienvenida a la profesora Grubbly-Plank, que se encargará de la asignatura de Cuidado de Criaturas Mágicas; también, nos complace enormemente darle la bienvenida a la profesora Umbridge, la nueva responsable de Defensa Contra las Artes Oscuras.
____________ sólo atinó a aplaudir sin ánimos, realmente le encantaba la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, sobre todo cuando Hagrid la impartía, pero había que admitir que la profesora Grubbly-Plank no lo hacía tan mal, los Bowtruckles eran fascinantes. Pero no tenía demasiados ánimos de aplaudir, pues de pronto se escuchó un “ejem, ejem” de quién seguramente era la profesora Umbridge que todos ignoraron de momento.
—Las pruebas para el equipo de Quidditch de cada casa tendrán lugar en...
Todos miraron inquisitivamente a la profesora Umbridge, como no era mucho más alta de pie que sentada, resultaba extraño mirarla, pero se habían dado cuenta de que estaba de pie y que pretendía pronunciar un discurso, McGonagall tenía la boca mucho más delgada de lo normal, al igual que todos los profesores, NADIE había interrumpido a Dumbledore NUNCA. Lo cual asustaba hasta a la propia ____________, era evidente que la profesora Umbridge no tenía idea todavía de cómo funcionaban las cosas en Hogwarts.
Dumbledore sólo vaciló, pero –quizás por mera educación–, le concedió la palabra a la profesora Umbridge, quien era una mujer excesivamente baja, incluso la pelinegra se sentía alta a su lado, la profesora Umbridge tenía una irritante voz cortada de niña pequeña, llevaba puesta una chaqueta de punto color rosa chillante, así como un horroroso gorro tejido del mismo color que la chaqueta. Todo lo que ____________ pudo sentir por aquella mujer fue repulsión, desde su estúpida voz de niñita mimada hasta su horrorosa vestimenta, la mujer volvió a carraspear un “ejem, ejem”, así que todos se callaron.
—Gracias, señor director —dijo Umbridge con aquella irritante voz de niña mimada— por sus, amables palabras de bienvenida.
Nadie movía ni un músculo, por su parte la azabache solamente podía intentar evitar que una mueca de horror se instalara en su rostro, era buena ocultando sus sentimientos, pero a veces, no podía evitar que su rostro demostrara lo que estaba sintiendo, y en ese momento, lo que sentía era aversión.
—¡Bueno, en primer lugar quiero decir que me alegra haber vuelto a Hogwarts! —la bajita mujer sonrió mostrando unos puntiagudos dientes, ____________ abrió los ojos al tiempo que apretaba los labios fuertemente— ¡Y de ver tantas caritas felices que me miran!
La pelinegra no podía quitar su expresión de horror del rostro, no podía ser posible que aquella espantosa mujer fuese a darles clases. ¡Apostaba a qué ni siquiera le gustaban los niños!
—Tengo un mal presentimiento... —susurró la azabache
—Ya somos dos... —susurró Hannah en el mismo tono que ella
—¡Estoy impaciente por conocerlos a todos y estoy segura de que seremos grandes amigos! —siguió la mujer— El Ministerio de Magia ha considerado de vital importancia la educación de magos y jóvenes brujas. Los excepcionales dones con los que nacieron podrían quedar reducidos a nada si no se cultivaran y desarrollaran mediante una cuidadosa instrucción. Las ancestrales habilidades de la comunidad mágica deberán ser transmitidas de generación en generación para que no se pierdan para siempre. El tesoro escondido del saber mágico acumulado por nuestros antepasados debe ser conservado, rebastecido y pulido por aquellos que han sido llamados a la noble profesión de la docencia.
—Es el monólogo más largo que he oído en mi vida —mencionó Ernie aburrido— ¿qué edad cree que tenemos? ¿Cinco?
La pelinegra lo miró con una mueca comprensiva, ella también estaba aburrida, pero el monólogo que había soltado Voldemort en el cementerio hacía unos meses, le ganaba por muy, muy poco al de la profesora Umbridge. A ___________ no se le escapó la mirada cómplice que la profesora Sprout intercambió con la profesora McGonagall.
—Cada nuevo director o directora de Hogwarts ha aportado algo a la gran tarea de gobernar este histórico colegio, y así es como debe ser, pues si no hubiera progreso, se llegaría al estancamiento y desintegración. Sin embargo, hay que poner freno al progreso por progreso, pues muchas veces nuestras probadas tradiciones no aceptan retoques. Un equilibrio, por lo tanto, entre lo viejo y lo nuevo entre permanencia y cambio, entre la tradición y la innovación...
«Vaya cosa...» pensó ____________ entrecerrados los ojos, eso sólo podía significar una cosa, recordaba que Hermione había mencionado algo en vacaciones sobre aquella misma mujer mientras se preparaban para dormir cuando fue la vista de Harry, eso sólo significaba una cosa. Y no era algo precisamente bueno.
—... Porque unos cambios serán para mejor, y otros, con el tiempo, se demostrará que fueron errores de juicio. Entretanto se conservarán algunas viejas costumbres y estará bien que así se haga, mientras que otras, desfasadas y anticuadas, deberán ser abandonadas. Sigamos adelante, así pues, hacia una nueva era de apertura, eficiencia y responsabilidad, decididos a conservar lo que haya que conservar, perfeccionar lo que se debe de perfeccionar y eliminar las prácticas que deberían prohibirse.
Todos aplaudieron débilmente, el señor Filch era el que aplaudía con mucho más vigor que el resto, al parecer medio colegio se había quedado dormido a medio monólogo.
—¡Yupi! Ya me hice vieja —comentó _____________ sarcásticamente mientras dejaba de aplaudir
—¿Qué ha sido todo eso? —inquiró Ernie aburrido
—Gracias, profesora Umbridge, hemos quedado fascinados por sus... Palabras motivacionales —comenzó el profesor Dumbledore
Mientras Dumbledore volvía a hablar, Delamine se escapó cuidadosamente de la mesa de Ravenclaw, apartó a Hannah y ____________ haciendo un hueco para sentarse brevemente en medio de ellas, sin que nadie lo notaste.
—¿Lo han oído? —inquiró la ojiverde viendo a sus amigos
—Lastimosamente —respondió ____________
—Fueron puras tonterías —opinó Hannah levemente molesta
—Pues a mí me ha parecido... Bastante claro —comentó Delly suspicaz
—¿Estás de acuerdo con esa bruja estúpida? —inquiró Hannah sorprendida
—He dicho que me parecen claras sus intenciones, no que estoy de acuerdo con ella —intervino Delamine seriamente— resulta más que obvio lo que pretende esa bruja, considerando lo que dijo el señor Weasley de ella, y si está de parte de Fudge, como nos contó Harry el día de la vista... Está claro lo que pasa aquí.
—Pues no, —intervino Ernie con cara de confusión— no resulta ni claro, ni obvio, yo no entiendo nada, díganme qué está pasando aquí.
____________ intercambió miradas fugazes con Delamine, claramente estaban pensando lo mismo.
—Significa que el ministerio está entrometiéndo sus asquerosas narizotas en Hogwarts —respondió la azabache seriamente
Los cuatro se miraron comprendiendo la situación, definitivamente algo iba a pasar ese año, solo que no sabían si sería positivo o negativo. Pero sus dudas tuvieron que esperar, pues Dumbledore los mandó a dormir, los cuatro suspiraron mientras se levantaba de la mesa.
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—No puede ser... ¡¿____________ Brooks, llegando a tiempo al desayuno?! —exclamó Ernie
—Ya sé, fue sorprendente —añadió Hannah riendo
—Oigan si voy a hacer esto, quiero hacerlo bien —replicó ____________ señalando su insignia de prefecta mientras se intentaba arreglar el cabello
—Si, claro, y el hecho de que Cedric no haya llegado aún no tiene nada que ver, ¿verdad? —inquirió Ernie riendo
—Hablando del novio de Roma —dijo Hannah burlona viendo hacia la entrada del Gran Comedor
____________ dirigió sus ojos hacia donde su rubia amiga veía, no pudo evitar sonreír al ver entrar al ojigris en el lugar, dejó las manos en su cabello que estaba intentando arreglar para que se viese más presentable, aunque todo eso ya no le importaba pues su mente estaba puesta completamente en Cedric Diggory, que acababa de sentarse con sus amigos en la mesa de Hufflepuff, la azabache seguía con la vista perdida en su novio, no se cansaba de mirarlo, Cedric era la cosa más bonita que ____________ hubiera visto jamás; el chasquido de los dedos de Ernie frente a ella la hicieron volver al mundo real.
—Ya deja de babear, manos de mantequilla —dijo Ernie sonriendo burlón
—Cállate, Macmillan —gruñó la pelinegra terminando de medio acomodarse el cabello
—Creo que a alguien le hace falta una buena tanda de besos —dijo Hannah moviendo las cejas de arriba a abajo en un gesto pícaro
Los tres rieron para después apresurarse a desayunar, luego la profesora Sprout pasó a entregarles sus horarios, lo cual desanimó un poco a la azabache, pues ese día tenían pociones el segundo periodo y medio, cosa que ponía de malas a cualquiera; al terminar de desayunar, los tres se reunieron con Delamine que venía acompañada de Terry Boot, cosa que los sorprendió a todos, sin embargo, hablaron durante todo el camino al salón de Historia de la Magia; a la hora del segundo periodo se dirigieron a las mazmorras para la clase de pociones, bajaron escaleras cambiantes y evadieron a Kevin Bletchley junto a sus fieles tontas Daphne Greengrass y Pansy Parkinson. La clase de pociones resultó... Desastrosa.
—Una maldita A, ¡una maldita A! —exclamó la azabache a punto de ponerse a llorar— Snape me odia.
—Ni me lo digas, me puso una A también —dijo Delamine con la voz cortada, estaba a punto de echarse a llorar también
—Si no mejoramos esa nota entonces... —comenzó la pelinegra comenzando a tener un ataque de pánico
—¡Vamos a reprobar los malditos TIMOS! —concluyó Delamine en las mismas condiciones que la pelinegra, parecía que en cualquier momento les iba a dar un infarto
—¡Tranquilas! —gritó Ernie plantándose frente a sus amigas, tomó el brazo de cada una y las zarandeó un poco— ¡Ninguna de las dos va a reprobar, ¿me han entendido?! ¡Tienen todo el año para mejorar! Además, ¡Es una A, no una T, la A significa ACEPTABLE! Pueden subir a la E este mismo trimestre, todos lo sabemos.
Les gritó Ernie zarandeándolas, como esperando que dejaran de decir tonterías, porque, no era secreto que después de Hermione Granger, ____________ Brooks y Delamine Travers eran las más inteligentes alumnas del curso, por lo que el rubio simplemente optó por recordárselos. Ninguna dijo nada, estaban demasiado preocupadas como para formular palabra alguna.
—Van solamente un paso abajo de Granger, ¡pueden lograrlo igual! —las alentó Ernie soltándolas finalmente
—La rubia musulmana... Tiene razón, chicas, es la primer clase, tienen dos trimestres más para mejorar, todos sabemos que lo harán —apoyó Hannah sonriendo
____________ miró a Delamine no muy convencida de las palabras de sus amigos rubios, la azabache sabía que Delly tampoco estaba muy convencida de la situación porque, prácticamente ambas tenían el mismo cerebro, así que solamente asintieron para después dirigirse al salón de DCAO, que estaba en el tercer piso, ellos estaban en el quinto piso, así que habría que atravesar las escaleras que cambian de lugar,____________ nunca se cansaba de ellas, después de todo eran magia, pero a veces si resultaban pesadas.
Una vez en sus lugares del salón de DCAO, Hannah a un lado de Ernie, Delamine detrás de Ernie y ella detrás de Hannah, como siempre, se dedicaron a hablar de cualquier cosa hasta que empezara la clase. De pronto, el ruido como de algo quemándose irrumpió en el lugar, el fastidioso “ejem, ejem” de la profesora cara de sapo –como ____________ había comenzado a llamar a la profesora Umbridge, ya que había oído a Fred y George llamarla así– se hizo presente en el lugar.
—¡Buenas tardes a todos! —dijo Umbridge con aquella irritante voz chillona
La pelinegra automáticamente hizo una mueca de desagrado. Había algo en esa mujer que ____________ no toleraba, todos en Hogwarts sabían que ella era posiblemente una de las personas más tolerantes del Colegio, sin embargo, la pelinegra simplemente no aguantaba a la profesora de Defensa, su sola presencia era intolerable.
—En el futuro, cuando los salude, quiero que se dirijan a mí como Profesora Umbridge, practiquemos una vez —dijo la profesora con una sonrisa irritante— dije: buenos días, niños.
—Buenas tardes, profesora Umbridge —respondieron todos a una misma voz
«Es ridículo, no tenemos cinco años» pensó ____________ rodando los ojos, aquel sentimiento de aversión volvió a instalarse en su pecho. La confusión se podía notar a kilómetros. Es decir, obviamente había que ser educados con los mayores y los superiores, pero Umbridge daba una mala impresión a cualquiera.
—Mucho mejor —respondió Umbridge sonriendo— ahora, guarden sus varitas y saquen sus plumas.
La pelinegra intercambió una fugaz mirada de horror con Delamine, que tenía más o menos el aspecto de alguien a quien le han pedido que torture a un gatito, hicieron caso de lo que la profesora había dicho, guardaron sus varitas, sacaron un pergamino, tinta y pluma.
Hasta ahora, en cualquier clase que les dijeran que guardaran la varita, resultaba ser una clase de lo más aburrida del mundo. Umbridge abrió su bolso, sacó de él la varita mágica más corta que _____________ hubiera visto en su vida, la profesora dio unos golpecitos con ella en el pizarrón, de inmediato se pudo leer en la pizarra:
𝙳𝚎𝚏𝚎𝚗𝚜𝚊 𝙲𝚘𝚗𝚝𝚛𝚊 𝚕𝚊𝚜 𝙰𝚛𝚝𝚎𝚜 𝙾𝚜𝚌𝚞𝚛𝚊𝚜: 𝚛𝚎𝚐𝚛𝚎𝚜𝚘 𝚊 𝚕𝚘𝚜 𝚙𝚛𝚒𝚗𝚌𝚒𝚙𝚒𝚘𝚜 𝚋á𝚜𝚒𝚌𝚘𝚜
—Muy bien, hasta ahora su estudio de esta materia ha sido muy irregular y muy fragmentado, ¿verdad? —afirmó la profesora volviéndose hacia la clase con las manos enlazadas con esmero frente a su cuerpo, ____________ tuvo la impresión de que esas serían las peores clases del año— Por desgracia, el constante cambio de profesores, de los cuales muchos, al parecer, no seguían ningún programa de estudio aprobado por el ministerio...
—Patrañas —masculló Delamine casi sin mover los labios, pero la pelinegra a su lado la había alcanzado a escuchar
—Eso ha hecho que estén muy por debajo del nivel que nos gustaría que alcanzaran en este año tan importante, el año de los TIMOS. Sin embargo, les complacerá saber que ahora vamos a corregir esos errores. Este año seguiremos un programa aprobado por el ministerio, basado y cuidadosamente estructurado en la teoría que hemos seleccionado. Copien esto por favor.
Pidió Umbridge, la mujer volvió a golpear el pizarrón con la varita, el mensaje anterior desapareció para dar lugar al siguiente, que decía "𝙾𝚋𝚓𝚎𝚝𝚒𝚟𝚘𝚜 𝚍𝚎𝚕 𝙲𝚞𝚛𝚜𝚘". ____________ bufó silenciosamente rodando los ojos, para después ponerle un poco de tinta a su pluma de fénix y comenzar a copiar los objetivos del curso:
1. 𝙲𝚘𝚖𝚙𝚛𝚎𝚗𝚍𝚎𝚛 𝚕𝚘𝚜 𝚙𝚛𝚒𝚗𝚌𝚒𝚙𝚒𝚘𝚜 𝚎𝚗 𝚕𝚘𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎 𝚋𝚊𝚜𝚊 𝚕𝚊 𝚖𝚊𝚐𝚒𝚊 𝚍𝚎𝚏𝚎𝚗𝚜𝚒𝚟𝚊.
2. 𝙰𝚙𝚛𝚎𝚗𝚍𝚎𝚛 𝚊 𝚛𝚎𝚌𝚘𝚗𝚘𝚌𝚎𝚛 𝚕𝚊𝚜 𝚜𝚒𝚝𝚞𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜 𝚎𝚗 𝚕𝚊𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚜 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚎 𝚎𝚖𝚙𝚕𝚎𝚊𝚛 𝚕𝚎𝚐𝚊𝚕𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚕𝚊 𝚖𝚊𝚐𝚒𝚊 𝚍𝚎𝚏𝚎𝚗𝚜𝚒𝚟𝚊.
3. 𝙰𝚗𝚊𝚕𝚒𝚣𝚊𝚛 𝚎𝚗 𝚚𝚞ė 𝚌𝚘𝚗𝚝𝚎𝚡𝚝𝚘𝚜 𝚎𝚜 𝚘𝚙𝚘𝚛𝚝𝚞𝚗𝚘 𝚎𝚕 𝚞𝚜𝚘 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚖𝚊𝚐𝚒𝚊 𝚍𝚎𝚏𝚎𝚗𝚜𝚒𝚟𝚊.
Durante los siguientes cinco minutos, el rasgueo de las plumas contra el pergamino fue lo único que se oyó en el lugar, cuando la azabache paseó la mirada por el lugar, pudo notar la inconformidad de dos personas más en el lugar, Harry Potter y Hermione Granger, probablemente la azabache no fuese muy buena socializando, pero era lo suficientemente observadora como para leer el comportamiento humano, de alguna forma la reconfortó saber que ella y Delly no eran las únicas a quienes la profesora Umbridge daba mala espina. Cuando Umbridge notó que todos habían terminado, habló.
—¿Tienen todos un ejemplar de Teoría de defensa mágica de Wilbert Slinkhard? —preguntó Umbridge— Veamos, cuando haga una pregunta, quiero que contesten "si, profesora Umbridge" o "no profesora Umbridge", ¿tienen todos un ejemplar de Teoría de defensa mágica de Wilbert Slinkhard?
—Si, profesora Umbridge —dijeron todos, ____________ sentía como si estuviera bebiendo vinagre
—¡Estupendo! Quiero que abran el libro por la página cinco y lean el capítulo uno, que se titula "Conceptos elementales para principiantes", en silencio, por favor.
Con un resoplido, la pelinegra dejó la cabeza sobre su mano, abrió el libro que había sacado de su mochila, pasó las páginas hasta llegar a dónde se le había indicado, leyó las primeras líneas y tuvo ganas de cerrar el libro fuertemente y arrojárselo a Umbridge en la cabeza, era una verdadera idiotez, el libro no decía nada sobre cómo usar los hechizos de defensa.
La azabache releyó las mismas líneas un par de minutos, entonces decidió que era hora de intervenir, alzó la mano pero la bajó inmediatamente al notar que Hermione tenía la mano al alza. Observó la conducta de Umbridge con una mirada escrutadora, la profesora la ignoró por unos momentos, finalmente decidió que no podía seguir ignorándolo, así que la bruja la miró y sonrió forzadamente, ____________ lo sabía porqué frecuentemente, ella también usaba esa sonrisa.
—¿Querías hacer alguna pregunta respecto al capítulo, querida? —inquirió Umbridge mirando a Hermione
—Eh, profesora, aquí no hay nada sobre cómo usar hechizos de defensa —explicó la castaña educadamente
—¿Hechizos de defensa? —repitió la mujer con diversión— No veo porqué usarían hechizos de defensa en mi clase.
____________ quiso gritar, ¿a caso era que esa mujer no sabía que Voldemort había regresado? Todo estaba cambiando en el mundo mágico, un par de hechizos defensivos nuevos les vendrían como anillo al dedo.
—¿Y de qué nos serviría? Si se supone que nos preparan para la vida real —habló Harry con el ceño fruncido
—Esto es un salón de clases, señor Potter —dijo Umbridge
—Si nos atacan no podríamos defendernos —replicó Harry
—Deben levantar la mano para hablar en mi clase —dijo groseramente la profesora Umbridge
Harry levantó una mano, cerrada en un puño.
—Pero, les pregunto: ¿Quién querría atacar a niños inocentes? —preguntó Umbridge falsamente interesada
—No lo sé, quizás Lord Voldemort —respondió Harry harto de tener la mano alzada, la azabache lo percibía
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¡¡HOLAAAAA!! Si, ya sé, lo hice de nuevo *inserte Oops! I did it again* sorry por eso, pero estaba en finales, me estaban matando y ya por fin soy libre, sólo me están dando calificaciones, la parte menos linda para mis padres...
Pero en fin, ¡ya apareció Umbridge! 🤮🤮 Ya sé que a casi nadie le cae bien, porque me imagino que hay sus excepciones, pero anyway. La cosa aquí es: ¿qué les pareció el capítulo? ¿Creen que la rayis quiera unirse a Harry en el castigo XD?
Bueno hermos@ñas, espero que les haya gustado, que lo hayan disfrutado, voten y comenten si quieren más, no olviden que las amo y Cedric también, soy su fan, bye 💜💜✨✨
------- Travesura realizada -------
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