Té para tres (TERMINADA)

Par manuumooreno

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(Completa) Nuevos comienzos, dos palabras, 15 letras, miles de significados, tres personas y un solo deseo: e... Plus

A D V E R T E N C I A
P E R S O N A J E S
001- Azafata
002- Colette con una t
003- Accidente de escalera
004- Tout Mon Amour
005- La malteada
006- Trato
007- Amor del Universo
008- ¿Bicicleta?
009- Té para tres
010- Vestido arruinado
011- Un primer beso
012- Mi pareja
013- Lavanda
A N U N C I O
014- Noches de McDonald's
016- El malvado roedor
017- La primera navidad con Eli
018- El mundo es un lugar pequeño
019- Nadie la escogería
020- Nuestra pasión
021- El desastre
022- La reglas
023- Ataques de pánico
024- Todos tenemos dudas
025- Un girasol
026- Lirios
027- Lauren en la fiesta
028- Olivia en la fiesta pt.1
028- Olivia en la fiesta pt.2
029- Colette en la fiesta
030- Vomito
031- San Valentín con Eli
032- Lágrimas y caricias
033- Banda de Rock
034- Controladora y compulsiva
035- Besitos
036- Malteada de chocolate
036- Malteada de chocolate pt.2 (+16)
037- Me tienes miedo
038- ¡¿Besaste a quién?!
039- Esta es la historia de un chico...
040- Chica rubia
041- Las mentiras
042- Doctor Collins
043- La primera cita
A N U N C I O
044- Finanzas
045- Dibujando Estrellas
046- Desayuno con Antoine
047- Batman y Burbuja
048- Burbujas de jabón
048- Burbujas de jabón pt.2
049- Nuevo compañero de piso
050- ¡Noah!
051- La foto robada
051- Londres
053- Tu novio
054- El chico inglés
055- La presentación
056- La noche cambia
057- Es el momento correcto
057- Es el momento correcto pt. 2 (+16)
058- El pueblo
059- Una vieja historia
060- La historia de Eli
060- La historia de Eli parte 2
061- Daisy Murphy
062- Acción de gracias
063- Cántame al oído
063- Cántame al oído pt. 2 (+16)
064- Guerra de pintura
064- Guerra de pintura pt. 2 (+16)
065- La banda
065- La banda pt.2
066- Parte 1: Engaños
066- Parte 2: Mentirosa
N O T A F I N A L
Epílogo
A N U N C I O
Capítulo Especial TPT

015- Besos con sabor a duda

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Par manuumooreno

Colette

El viernes pasado casi se salvó de la temible cena del año, sin embargo el viernes siguiente no tiene tanta suerte. Por eso se encontraba parada frente a uno de los restaurantes más costosos de todo Nueva York.

Colette se miró una vez más en el espejito que sostenía en su mano, rectificó que su cabello estuviera perfectamente peinado y su labial perfectamente puesto. Respiró hondo antes de entrar al restaurante.

Apenas sus ojos se posaron en el rostro de aquella mujer, sus palmas comenzaron a sudar y sus piernas a temblar. Colette se repetía una y otra vez que todo estaba bien.

"Respira hondo, Colette. No hay nada que ella pueda hacerte" se repetía la asustada Colette a si misma.

Apenas los ojos de la mujer se posaron en ella, una mueca parecida a una sonrisa se apareció en el rostro de la mujer. Colette esbozo su mejor sonrisa, aquella que había practicado ante el espejo meses antes. Llegó a la mesa en sus mejores galas, con un lindo vestido vino tinto y unos tacones negros de aguja, además de un pulcro y simple maquillaje.

Los pasos de Colette eran seguros y fuertes, aunque por dentro estuvieran llenos de dudas y temor.

-Colette- la saludó la mujer con su potente labial rojo.

-Madre- la saludó Colette sentándose frente a ella.

Esa mujer era María. María era actriz, una muy famosa. María era una mujer exitosa, rica y joven. María era latina, exactamente Colombiana. María era bajita, con el cabello y los ojos tan oscuros como el carbón, con una perfecta piel tostada. María era lesbiana, aunque aun no lo admitiera. María era la madre de Colette.

Y así comenzó la noche más temida para Colette.

-Te presento a Rob- dijo María señalando al hombre que se encontraba a su lado.

-Un gusto, Rob- Colette saca a relucir sus buenos modales.

-El gusto es mío Colette- le dijo el hombre con una sonrisa. Colette casi sintió lastima por el hombre.

-Nos casaremos en primavera- María le mostró su gigantesco anillo de diamantes.

A Colette no le sorprendía para nada conocer al nuevo novio de su madre, pues traía uno nuevo cada año. A pesar de que Colette sabía que su madre era lesbiana, María se empeñaba en hacerle creer al mundo lo contrario. Por eso se había casado tantas veces, usaba a los hombres para su beneficio, luego los desechaba y se conseguía uno nuevo, así seguía el ciclo interminable. María y Colette solo se veían tres veces al año, en el cumpleaños de Colette, en su cena anual y en la boda de su madre, con diferentes hombre claro está. María en sus 39 años de vida se había casado 8 veces, una de ellas claramente con el padre de Colette.

-Felicidades- dijo Colette con falso entusiasmo. Ya estaba pensando en el vestido que usaría para la boda. ¿Dónde sería esta vez? ¿Praga, Grecia, Colombia? Posiblemente en alguna isla griega, su madre no se había casado en Grecia antes.

-Gracias- respondió María con el mismo entusiasmo que su hija- Podrías llevar a ese novio tuyo a la boda, no me molestaría. ¿Cómo es que se llamaba?- le preguntó María sin siquiera levantar la mirada de la carta.

En este punto creo que ya está clara la poca participación que tuvo María en la vida de Colette, era casi inexistente, aparte de tarjetas de cumpleaños y costosos regalos para sus cumpleaños y navidad, María nunca fue una parte fundamental en la vida de Colette.

Por eso María no sabía lo que Dean le hizo a Colette, no sabía que ya no estaban juntos, ni porque Colette lloraba todas las noches. María no sabía nada sobre Colette. Y Colette tampoco quería que lo supiera.

-Ya no estamos juntos- aclaró Colette, cerrando rápidamente los ojos ahuyentando posibles lagrimas- Lo dejamos al comienzo del verano.

-Una lastima- dijo María sin mucho entusiasmo- ¿Quieres ordenar vino, amor?- el hombre a su lado asiente y María sigue hablando- Igual nunca me cayó bien- miró a Colette y le sonrío con una sonrisa tan falsa como las de Colette.

-Solo lo viste una vez- aclara Colette.

-Tengo buen ojo para los hombres- le guiñó un ojo a su prometido y siguió concentrada en leer la carta del restaurante.

-Y para las mujeres- masculla Colette bajito.

María le dedicó una fuerte mirada y la pateó por debajo de la mesa. Colette aguanta las ganas de llorar.

-¿Pedimos ya?- su madre sonríe abiertamente y Colette se obliga a hacer lo mismo.

De camino a su casa, en el taxi, Colette no podía dejar de pensar en cada uno de los comentarios que María le había hecho.

"No deberías tocar tanto el violín, hace que tus manos se vean feas y maltratadas" dijo refiriéndose a sus dedos maltratados.

"Deberías dejar crecer tus uñas, esas no son las manos de una señorita" dijo frente a sus uñas cortas, que dejaba así para poder tocar al violín.

"Tienes que ir al gimnasio, no te ves bien gorda" dijo frente a los kilos demás que Colette tenía, ella sabía que debía bajar de peso. Colette tenía un espejo en casa.

"Deberías conseguir un novio que si te ame" dijo frente a la corta explicación que Colette dio del porque estaba soltera.

A Colette le costaba creer que esa mujer fuera su madre. Siempre se había preguntado que había visto su padre en ella, además de lo físico claro, porque María era hermosa por donde la miraras, pero vacía y podrida por dentro.

Cuando era pequeña creía que sus padres se habían amado y que ella había sido creada con amor, sin embargo no hay nada mas alejado de la realidad. Colette no era más que una simple transacción, una garantía que su madre había adquirido sobre su padre y sobre todo un error. Un error del que su padre se había tenido que encargar solo. Si tenías dudas de cómo sería la hija de una latina y un francés, Colette es la respuesta. Su metro cincuenta y seis y su cabellera negra eran claramente heredados de su madre, sus ojos grises y su piel tan blanca como la nieve eran de su padre, y por ultimo, su contextura gruesa, era producto de sus antepasados latinos, pues tanto su madre como su padre eran perfectamente delgados y esbeltos.

Colette prácticamente había sido criada por su padre, su madre se fue cuando ella tenía un año y medio, con la excusa de querer explorar el mundo y seguir con su carrera, María decía que era demasiado joven para ser madre y tenía toda la razón. María tenía 19 años cuando Colette nació y a Colette le gustaría decir que fue una increíble madre a pesar de su edad e inexperiencia, pero sería una gran mentira decir eso.

El primer recuerdo que tiene de su madre es a los 4 años, cuando la llevó al centro comercial para su cumpleaños, le compró todo tipo de regalos y dulces, de esos que su padre no le dejaba comer. Colette amaba a esa María, la que cumplía todos sus caprichos, sin embargo María no daba nada sin algo a cambio. Ese mismo día Colette conoció a Rodrigo, el segundo esposo de su madre.

Colette no logró contener las lagrimas mucho más y rompe a llorar en el taxi.

Nada podía ir peor en la noche de Colette hasta que abrió la puerta de su habitación.

Colette no sabía como sentirse al respecto, pues había ignorado al chico toda la semana y pensaba ignorarlo para siempre, pero se lo encontró en el ultimo lugar que pensaría, en su propia habitación. Volvía a ser viernes y ambos se encontraban en el mismo lugar, juntos.

-Colette- fue lo único que Thomas dijo. Como si su nombre fuera lo único que tuviera que decir.

Había pasado una semana desde el pasional e incomodo momento entre Thomas y Colette.

Se habían besado. Un beso, bueno, fueron varios.

Eso no era poca cosa, al contrario, era mucho mas de lo que Colette podía manejar. Colette no sabía si ese beso le había importado tanto a él como a ella, porque si había significado para Colette. No por Thomas, claro está, sino por él, por Dean. Colette no creía posible que su nombre apareciera una y otra vez cada vez que besaba a otro chico, bueno, no había mas chicos, en realidad al único que había besado después del suceso de Dean había sido Thomas, el lindo camarero con sonrisa tierna. Tan desafortunado como Dean.

Colette no podía mirar a la cara a Thomas, porque... ¿Qué chica se largaba a llorar por mas de tres horas después de besar a un chico? Exacto, solo Colette hacia tal cosa.

-¿Qué haces aquí?- Colette se sentía atacada por el hecho de que Thomas la estuviera esperando en su habitación.

-Olivia me dejó entrar- responde el chico intentando que Colette lo mirara a los ojos.

-¡Ay Dios!- exclamó Colette- Dime que no le constate nada- Colette podía sentir como la mano derecha comenzaba a temblarle.

-No, no. Claro que no- le rectificó Thomas y Colette apartó la mirada- Me estas evitando- el muchacho espera una respuesta.

Colette suspira y se sienta en su cama. Thomas se sienta junto a ella. Colette sujeta su mano derecha con fuerza, para que esta deje de temblar.

-No es así- Colette contrataca.

-Si, si es así. Pasé por aquí varias veces y no estabas, además te vi en la cafetería varias veces esta semana y en ninguno de esos momentos quisiste...- el muchacho habla rápido.

-¿Podrías callarte?- lo cortó Colette-¿Dónde esta Olivia?- Colette intenta de cambiar de tema sutilmente.

-Se fue- me muestra las llaves que tiene entre las manos- me pidió traer sus cosas y ella no sabe que sigo aquí.

-Ni va a saberlo- Colette mira a Thomas a los ojos y el chico le sostiene la mirada.

Se siente electricidad y tensión en el aire. Chispas vuelan por toda la habitación debido a la mirada entre estos dos.

Colette sabía que su rostro delataba que había estado llorando, sin embargo el chico parecía omitir ese detalle, porque la miraba intensamente, había deseo en sus ojos.

-Tampoco va a saber esto- le dijo Thomas antes de posar suavemente sus labios sobre los de la chica.

El beso que Thomas le estaba dando a Colette se podía definir con una palabra: duda. A Colette no le gustaban los besos que sabían a duda, por lo que se acercó al chico rápidamente trepando encima de él y el beso así dejo de saber a duda.

Colette le aceptó el beso con gusto, después de todo un clavo saca a otro clavo ¿No es así?

Thomas ya no la besaba con suavidad y duda, ahora la besaba con urgencia y pasión.

De pronto Colette se encontró sentada encima de Thomas que estaba apoyado contra la pared. Ambos besándose con fuerza y urgencia. Colette sentía las manos de Thomas serpenteando sobre su cintura, las suyas jugaban con los salvajes rizos del muchacho. La sensación de sus leguas unidas era de lo más exquisita. Cada beso generaba más incertidumbre y ambos estaban hambrientos por respuestas.

Por primera vez en meses, Colette no pensó en aquel chico que le partió el corazón. Por primera vez, se sentía tranquila.

En el intento de Colette de sacarle la camiseta a Thomas, este la apartó con tanta suavidad que jamás se hubiera creído que la estaba besando salvajemente segundos antes.

-¿Qué- que ocurre?- dijo Colette entre jadeos.

-Tu rostro- Thomas le tomó el rostro con suavidad y Colette se percató de que las lagrimas recorrían su rostro.

Estaba llorando.

Colette se apartó bruscamente de encima de Thomas, casi violentamente. Esta vez, Colette no corrió hacia el baño. Se enjuagó las lagrimas y reacomodó su ropa.

-Será mejor que te vayas- Colette no era capaz de mirar a Thomas a los ojos.

-¿Colette que sucede?- el chico llegó hasta ella- Mírame- el chico le tocó el rostro suavemente y ella se apartó como si la hubiera golpeado- Colette, dime que te sucede.

-Dije que te vayas- dijo Colette entre susurros.

-Colette- Thomas insiste.

-¡Vete!- grita Colette.

Thomas recogió su chaqueta y zapatos, y salió por la puerta principal sin hacer ruido, tal como un fantasma.

Colette soltó el aire contenido y se permitió llorar abiertamente.

--.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Hola, hola. 

Este capitulo fue muy revelador, ¿No les parece?

Ya sabemos algo muy importante de la vida de Colette... María, su madre.

Poco a poco iremos descubriendo cada secreto que guardan los protagonistas. 

Anuncio:

¡Ya tengo otro actor para el reparto!

Él es *redoble de tambores*

Matthew Daddario como: Michael Collins

Este actor es reconocido por su papel como Alec Lightwood en Shadowhunters, también lo podrán haber visto en la película La lista de no besar de Naomi y Ely.

Alguien me recomendó a este actor en el capítulo anterior para Michael y debo decir que es ¡perfecto!, encaja muy bien con la descripción en mi cabeza. Me lo imaginaba con los ojos azules y una mirada mas seductora como la de Ian Somerhalder (Que era mi segunda opción por cierto) Pero este actor me encanta.

¿Que opinan?

¡Estoy escribiendo otro libro aquí en Wattpad! Se llama Dame un segundo, pueden encontrarlo en mi perfil. Este lo estaré actualizando más seguido puesto que ya he escrito más de la mitad del libro. Estoy segura que les gustará si les interesa un poco más de ficción y aventura, sin embargo también tiene bastante romance. Si quieres conocer al hermoso Nicholas Campbell y a la enigmática Emily Lineker tienes que leerlo.

No olvides seguir las cuentas de mis personajes en Instagram:

Instagram Olivia: olivia.murphy.tpt

Instagram Lauren: laureen.tpt

Pueden seguirme en Instagram donde estaré subiendo contenido extra del libro. manuela_moreno.wattpad

Y si aún no me sigues en TikTok es momento de hacerlo: manuthereader

Gracias por leer mi historia.

-Manu<3

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