"Reservaste aquel tren nocturno por una razón
Para que puedas sentarte sobre este dolor"
...
Estoy junto a los chicos en la sala común, tuvimos que venir aquí ya que los slytherin estaban en la enfermería y no queríamos otra pelea. Dorcas le está reparando los lentes a James y Lily está junto a Remus charlando.
—Golpeaste bastante a Lucius, Sirius—le habla mi hermano a este—Se lo merecía.
—Claro que si—dice pasando una de sus manos por el corte de su ceja, esta todavía sangra—Espero este quejándose del dolor.
—Ten, ponlo en tu ojo—le doy la cosa que me entrego madame Pomfrey para el ojo de Sam—Cuando se enteré de esto mamá te regañara hasta el día que cumplas dieciocho.
—Ya no soy un niño pequeño Ophelia—dice Sam mirándome, Sirius me sonríe a causa de eso.
—Ya lo oíste Ophelia, no lo es—dice sonriendo Sirius, niego con la cabeza con una sonrisa también.
—Iré a buscar a John, necesito contarlecomo que golpee a Liam— dice Sam poniéndose de pie.
—Oye— le hablo, este me mira—No quiero que golpes a nadie más ¿me entendiste?.
—Si Ophelia — responde, se voltea y sale de la sala común.
—Nunca te vi golpear a alguien—habló mientras preparo las cosas que me entrego madame Pomfrey para curarlo, no es tan difícil curar a alguien.
—No tendrías que haberlo visto nunca—dice mirándome.
—Lucius si se merecía esos golpes—rio, él también lo hace.
—Sam es genial — dice Sirius.
—Lo sé— asiento con la cabeza mientras trato de limpiar el corte de la ceja—Tal vez le gustaría oírlo de ti cuando él esté presente.
Al pasar la seda con desinfectante por el corte de la ceja nuestras miradas se encuentran, otra vez siento esa corriente eléctrica a través de mi cuerpo.
—Eres una buena amiga Ophelia—dice Sirius con una pequeña sonrisa, esa frase cae como un balde de agua fría sobre mi.
Lo comprendí, Sirius nunca me verá como algo más, nunca lo hará porque para el siempre seguiré siendo Ophelia, su amiga.
—No es nada — digo con mi vista baja—Tu eres genial.
Comienzo a limpiar la otra herida, pero en todo ese proceso me mantengo callada, la verdad es que no deseo nada más en este momento que estar sola.
—¿Como estuvo el día con Ross?—pregunta, levanto mi vista.
—Nada mal—trato de sonreír—Es un gran chico.
—A pesar de que tuve que hacerlo solo, no fue tan difícil aprender las plantas—suelta una risa—Hoy tu compañera de cuarto, Lydia, se acerco a hablar y tengo que admitir que es bastante agradable.
—Oh si— asiento con la cabeza mientras termino de limpiar la herida—Al parecer le gustas.
–Oh—sonríe—No lo vi venir.
—Hay muchas cosas que no ves venir, Sirius—le doy una rápida mirada.
—Tal vez —asiente con la cabeza.
—Listo—dejó todas las cosas a un lado—Ahora te ves mucho mejor.
—Gracias —este se pone de pie—Si me disculpas tengo que hablar con Marlene.
—Adios— me despido, me pongo de pie y voy hacia donde está James.
—Dorcas los reparo— dice James mientras observa sus lentes—Y Lily me preguntó si me encontraba bien.
—Eso es genial James—trato de sonreír—Traten a la próxima de evitar una pelea, Sam es impulsivo. Tengo cosas que hacer, te veo luego.
—Oye Ophelia...—dice, pero no me detengo.
Salgo de la sala común y voy en dirección a los jardines, suelo tener ahí un lugar secreto en donde me siento a pensar, creo que me merezco un momento a solas, lo necesito.
Ni siquiera se porque sus palabras me hieren, soy algo tonta al permitir que esto me duela, desde el principio sabía que no tenía que sentir algo más, pero supongo que no puedes evitar que te guste alguien y más alguien como Sirius.
Tomo asiento y miro el paisaje.
—Te encontré —toma asiento junto a mi John—Fui a la sala común y James me dijo que te acababas de ir, debí suponer que estabas aquí.
Este es el lugar que suelo compartir con John, es nuestro lugar secreto que fundamos hace años.
—Supe de la pelea, Sam se ve bastante emocionado por haber golpeado a Lucius y Liam—dice John mirándome, estoy abrazando mis rodillas.
—Ya ni siquiera se nada de ti, tienes mejores cosas que hacer —lo miro, este me mira.
—Solo estuve algo ocupado, nada más—dice mirándome—Pero tranquila que no me iré nunca.
—Eso es lo que temo— me encojo de hombros.
—Recuerdo que solemos venir aquí cuando algo de los dos tiene algo en mente—dice John—¿Que hay en tu mente Ophelia?.
—Nada —niego con la cabeza —Solo quería sentir algo de paz.
—Ophelia— me da una mirada—Esta bien si no deseas contarme, pero todo estará bien ¿si? Sea lo que sea.
Este abre sus brazos, me acerco a él y me rodea con los suyos mientras apoyo mi cabeza en su pecho.
—Eres un gran amigo John— digo mientras me abraza—Nunca dejes de ser mi amigo, nunca te marches.
—Planeó quedarme bastante tiempo, el suficiente para molestarte —dice, soltamos una risa.