Never Let Me Go || Sirius Black||

Ocho.

"Agradable pero traviesa, un corazón que es puro"

...

Camino hacia el cuarto de Lily y las demás, ya es de noche, me gusta pasar tiempo con ellas ya que mis compañeras de cuarto siempre han sido algo insoportable.

No ha pasado mucho tiempo desde el evento en el lago negro y me gustaría saber cómo se siente realmente Lily, es horrible que te llamen de esa manera.

Al llegar a su puerta la golpeó una vez, enseguida escuchó un pase.

—Hola—saludo mientras abro la puerta.

—Hola, pasa Ophelia—oigo decir a Lily, debe estar al fondo del cuarto.

—¿Que hacen?— pregunto mientras camino hacia el pequeño sillón café, tomo asiento.

En un sillón que se encuentra un poco más allá noto a Dorcas leyendo un libro, al parecer las demás chicas no están.

—¿Y las demás?— pregunto.

—Alice y Mary fueron a comer al gran comedor—responde Dorcas sin mucho interés mientras lee su libro—Y la última vez que vi a Marlene fue hablando con Sirius.

¿Sirius y Marlene? Nunca antes los vi hablar, creí que a ella no le agradaba.

—¿Y qué hay de genial esta noche?—pregunto, Dorcas mueve su libro.

—Nada, la verdad está bastante aburrido—Lily mira a Dorcas, pero esta no parece estar sumida en su libro.

—Lily...—me pongo de pie y me acerco a ella—James quería saber cómo estabas, la verdad no es tan tonto como crees.

—Lo lamento Ophelia, pero no es mi agrado—dice mientras dobla algo de su ropa—No deseo hablar con él ni con Snape.

Ella me cuenta de que Snape la estuvo esperando toda la noche anterior afuera de la sala común para hablar con ella y pedirle disculpas, pero ella no pudo perdonarlo y tal vez nunca lo haga porque una persona que es tu amigo nunca te trataría así.

—Lo sé, lo lamento Lily—le sonrió—No mereces gente así, eres increíble y mereces gente increíble.

—Tu también lo eres— me sonríe—Y bueno ¿que haremos?.

Miro a Lily con el ceño fruncido, no entiendo muy bien de lo que lo que habla.

—¿De que hablas Lily?—le pregunta Dorcas bajando su libro.

—De que debemos hacer algo, la noche está bastante aburrida— le sonríe a Dorcas, se acerca a ella—Oh vamos, Dorcas.

Lily la abraza mientras apoya su cabeza en su hombro, Dorcas la mira.

—¿Que quieres hacer Lily?—le pregunta Dorcas soltando un suspiro.

—Salgamos, vayamos al exterior a recorrer—la mira con una sonrisa, el rostro de Dorcas cambia completamente—No sabemos cómo son los jardines de noche.

—¿Estas demente Lily?— le pregunta.

—¿Que opinas tú Ophelia?— ahora Lily me mira a mi.

—No estaría nada mal — me encojo de hombros, Dorcas niega con la cabeza.

—Vamos Dorcas — Lily la toma del brazo y la sacude un poco—Hasta podrías divertirte.

Esta nos mira unos segundos.

—Está bien— deja su libro a un lado—Pero si nos descubren les juro que no les hablaré por todo el resto del año escolar que queda.

—No pasará nada—Lily se pone de pie—Vamos.

Las tres salemos del cuarto y bajamos las escaleras hasta la sala común, al llegar vemos a algunos alumnos, pero no están ninguna de las chicas. Salemos de la sala común y caminamos sigilosamente por el pasillo, a esta hora solo se permite ir al comedor así que si Filch te encuentra en otro pasillo te castigan. Llegamos a las escaleras y las bajamos.

—Recemos porque Peeves este ocupado—nos susurra Lily.

Estamos a punto de ir hacia un pasillo, pero retrocedemos rápidamente al escuchar pisadas, es Filch con su gata.

—No puede ser—susurra Dorcas, parece asustada.

Nos da una mirada, permanecemos en silencio, luego de un rato de estar parado ahí Filch por fin se marcha junto a su gata, con Lily reímos.

—Lily, Ophelia, basta, manténganse en silencio si no quieren que nos descubran—nos regaña Dorcas.

Luego de salir de la escuela finalmente llegamos a los jardines, caminamos hacia los extremos de Hogwarts que están bastante cerca de la casa de los gritos.

—No es lindo el anochecer, las estrellas—gira en círculos Lily mientras mira al cielo.

—Si—Dorcas también contempla el cielo.

Inhalo el aire del exterior, se siente tan bien. Es increíble el cielo de noche y mucho más la luna, al parecer hoy es luna llena.

Luego de estar un buen rato nos ponemos de pie para irnos. Pero de repente escuchamos algo, es un aullido.

—¿ Oyeron eso?—pregunto mirándolas.

—Si, el aullido de un lobo—dice Dorcas.

—Hay que irnos—dice Lily, comenzamos a caminar de vuelta al colegio.

Nunca en m vida había oído el aullido de un lobo, se suele decir que los lobos pueden ser fatales, pueden matarte o transfórmate en uno de ellos con su mordida.

Volvemos a oír el aullido, pero ahora se escucha mucho más cerca que antes. Comenzamos a correr, pero de repente en nuestro camino se cruza un animal negro.

—Tranquilas— me posiciono adelante de las chicas mientras apunto al animal con mi varita—Creo que este no es el lobo.

—Es un perro —dice Dorcas detrás de mi.

Sigo apuntado al perro, este se queda quieto mirándonos por unos segundos para luego irse, con las chicas volvemos a correr hacia el colegio.

Al entrar subimos rápidamente las escaleras sin que nadie nos vea, al llegar a la entrada Dorcas le da la clave y enseguida entramos, en la sala común ya no hay nadie, todos deben estar dormidos.

—Estuvo cerca —habló con la respiración agitada.

—¿De donde habrá salido un lobo?—pregunta Lily también con la reparación agitada.

—No lo sé, pero hay que tener mucho cuidado—Dorcas nos mira