2 de Abril (Las Malvinas son nuestras, son Argentinas 🇦🇷)
5:28 a.m
Aquel día, Louis se despierta sintiendo un peso arriba suyo, Harry se encontraba dormido con la cabeza sobre su pecho y con las piernas entrelazadas con las suyas; una imagen digna de tenerla enmarcada.
El mayor no quiere moverse de su posición, pero lamentablemente el trabajo llama. Apaga rápido la alarma que vuelve a sonar y se dedica a acariciar el cabello de Harry.
—¿Harold?¿Cariño? — susurra en un intento de levantarlo, recibiendo ni la nada misma por parte del rizado.
—Hay que levantarse, esperamos visitas. — sigue acariciando el pelo de su Sumiso y susurrandole en el oído.
Esta vez sí que obtiene respuesta.
—¿Mm? Ya voy mamá. — habla Harry completamente dormido.
Al ojiazul se le parte el corazón en mil pedacitos al escuchar la contestación del secretario.
—No soy tu madre, cielo. — susurra con algo de tristeza en su voz.
De repente siente como el menor empieza a desperezarse encima de él, por ende, despertándose.
Cuando el ojiverde se despierta, se emociona al darse cuenta que Louis se quedó con él, no se fué.
—Buenos días, amo. — saluda con una voz completamente dormida.
—Buenos días. — contesta sin dejar de acariciar el pelo de Harry.
—Nos tenemos que levantar, ¿No? — dice pasando su mano en círculos por el pecho de Louis.
—Sí, Hazz... Aunque no trmls a trabajar.
—¿Por?
— Precioso, soy el jefe, puedo tomarnos un día libre.
Rueda los ojos. — Oh, lo siento, señor Tomlinson — Murmura en drima de burla.
Pellizca levemente la espalda de Harry.
— ¿Lo siento?¿Te estás burlando de tu amo? — Alza una ceja.
Harry hace una pequeña mueca, sabiendo que puede meterse en problemas, por lo que parpadea varias veces en intento de cautivarlo.
— ¡Lo siento! Lo siento, amo, no lo volveré a hacer, prometido. — ¿Habrá funcionado?
— Te lo dejaré pasar solamente porque vienes comportándote.
— Gracias, amo. — se levanta del pecho de Louis y se acomoda al lado del mismo.
— Bien, bajemos a desayunar. — habla el castaño antes levantarse de la cama e ir hacia la puerta —En diez minutos te espero abajo — mira al rizado y se dirige a su habitación a cambiarse.
El menor asiente. Va a su closet y saca una remera blanca completamente lisa y unos skinny jeans negros, digamos que es su ropa habitual.
Una vez ya cambiado, baja a desayunar tal como le dijo Louis, encontrando al nombrado en la mesa.
—Adelante, toma asiento.
El rizado obedece y nota que un té se encuentra en la mesa.
—Es para tí. Me dí cuenta que te gusta el té, así que preparé uno.
—Gracias, amo. Por cierto, ¿A qué hora le digo a Niall que venga? Ambos borramos la conversación y ahora no nos acordamos — suelta una leve carcajada y niega con la cabeza.
—¿Por qué borras los mensajes? — pregunta dejando su taza de café en la mesa.
—Porque no tengo espacio.
Gran mentira, borra los mensajes porque, si en un descuido, Louis lee el chat que tiene con su amigo, se moriría de la vergüenza. Él no para de hablar de su amo con Niall, y digamos que los apodos que este último le puso a Louis son algo, a quien engaña, muy vergonzosos. Desde, Daddy, Señor Caliente, Domador de Leones, y muchos apodos más. Que ridiculo.
Louis duda un poco de que ese sea el motivo, pero no le da más importancia. Confía en Harry.
—Como digas, dile que venga a las cuatro de la tarde. Así baja un poco el sol. — Murmura con indiferencia.
—Está bien — se gasta a contestar.
El desayuno pasa en un tranquilo silencio, solo se escuchaba el ruido de las tazas al chocar contra los platos de cerámica. Cuando los dos terminan sus respectivas comidas, Louis es el primero en hablar.
—Harry, mañana vamos a tener nuestra primera sesión. Te aviso ahora para no tomarte de sorpresa. — habla con tanta normalidad como si estuviera contando que van a comer en la noche.
Harry se atraganta un poco con su propia saliva al escuchar las palabras de su jefe. —¿N-nuestra primera sesión?
Los nervios empezaron a invadir el cuerpo del rizado.
—Sí, tranquilo no voy a hacer nada muy fuerte por ser tu primera vez.
Estas palabras relajaron un poco al secretario, pero los nervios y las ansias no se irían.
—Bueno, a-amo.
—Se que podemos hacer ahora — Harry confirma que vió como los ojos de Louis se convertían oscuros —¿Te quedaste con hambre?
— ¿Sí? — contesta algo confundido por la repentina pregunta.
—Tu amo sabe que hacer para solucionar ese problema. — habla con un tono lujurioso.
Era increíble como se podía cambiar el ambiente con solo unas palabras,
—¿Qué podría hacer? — pregunta con un toque de inocencia fingida.
—Ven aquí. — llama a Harry.
El ojiverde se para, y camina alrededor de la gran mesa para llegar hacia su jefe.
—Bien, ahora arrodíllate que te daré algo — la lujuria había conquistado por completo el tono de voz del castaño.
El menor hace lo ordenado y ve cómo Louis dirige sus manos hacia el cierre de su pantalón y lo baja mostrando su boxer.
—Chupa y saca el dulce — mira directamente a los ojos de Harry.
El ojiverde asiente para bajar el boxer y ver como el miembro de Louis salta libremente de su encierro.
Todavía no podía creer cómo con tan solo unas simples palabras todo el lugar se había incendiado en llamas.
Primero pasa un solo dedo por todo el largo del miembro para después hacer lo mismo pero con su mano.
—Bien, — suspira — ahora usa tu perfecta boca.
Harry hace lo ordenado y empieza a chupar el miembro de Louis como si fuese lo último que hará en su vida.
— S-Sigue así. — toma con una mano la cabellera rizada de su Sumiso para tener el control de los movimientos.
Harry siente que en cualquier momento se va a ahogar, el castaño lo está haciendo tan brusco que con cada estocada siente como el miembro en su boca choca contra su campanilla, su nariz toca el escaso vello que rodea al pene de su Amo.
—Te encanta chupar la polla de tu amo ¿N-no?
El menor intenta contestar que sí, pero Louis no deja que saque la cabeza de su miembro.
Las vibraciones que manda Harry al intentar hablar se sienten tan gloriosas para el ojiazul.
—Prepara tu b-bella garganta. — habla para correrse en la boca de su Sumiso con un grito de liberación.
En todo ese momento, Louis apego todavía más la cabeza de Harry contra su pene, de manera que ni se le ocurra mover la cabeza.
Una vez ya finalizando el orgasmo, suelta la cabellera del rizado. Este último se aleja un poco para poder toser y poder recuperar el paso de aire por sus fosas nasales.
—¿Está todo bien? — pregunta el jefe de Tomlinson Company.
—S-sí, solo me ahogué un poco. — dice para terminar con su ataque de tos. Realmente le había gustado todo lo que hizo su jefe con él.
Cuando Harry mira hacia abajo, puede ver un bulto en sus pantalones pidiendo a gritos ser liberado.
—Amo, ¿p-puedo correrme? — pregunta con un toque de vergüenza.
—Ven aquí — palmea su regazo.
El secretario gatea hacia el mayor y se sienta en su regazo.
Louis pasa una mano por arriba de su jean y le roba un lloriqueo.
—P-por favor amo. — lucha por no tocarse.
—¿Por favor qué?¿Qué quieres que haga?
—Tócame, tócame por favor. — pide desesperadamente.
—Así me gusta. — golpea levemente el muslo del rizado.
Baja la cremallera del jean y comienza a masajear el bulto por encima de la braga que encuentra sorpresivamente.
—Me encanta que uses bragas. — alaga.
Harry usa bragas porque las siente tan cómodas, además son sensuales y lindas. Las había empezado a usar en ese año cuando su amigo Niall las compró para su cumpleaños, al principio se negaba a ponérselas, pero no se resistió y se enamoró.
Poco a poco le retira las bragas y su miembro salta.
—Tan ansioso esperando el toque de tu amo. — comienza masturbar el miembro de Harry con su mano.
El toque de Louis sobre el pene del rizado se siente tan glorioso, es como estar en la puta gloria.
— ¡Amo! — gime — ¿M-me puedo correr? — pregunta esperando un sí como respuesta.
—Adelante, correte como el buen chico que eres. — lo masturba con mayor rapidez.
Con tan solo escuchar esas palabras, Harry se corre con un grito liberador al mismo tiempo que sus ojos se vuelven blancos para luego volver al verde que tanto lo caracterizaba.
El más joven reposa su cabeza sobre el pecho de Louis e intenta recuperar el aire retenido por sus pulmones.
—Quiero que cambiemos una regla del contrato. A partir de hoy, siempre llevarás bragas. Amo vertelas puestas, ¿Entendido? — acaricia la espalda de Harry.
—Entendido, amo.
—Perfecto, ahora tenemos que ordenar la casa para cuando lleguen Zayn, Liam y Niall. Vamos.
Ambos se levantan y comienzan a ordenar toda la casa.
Perdonen si tarde en subir este capítulo pero tuve un problema con Wattpad y me cambiaba todos los guiones grandes por los chiquitos y no me gusta así :(
Gracias por leer, denle estrellitaa✨