La chica nueva

By Trixmikaelson

4.9K 1.3K 2.2K

Tras 3 años yendo de casa en casa, Katrina se propone empezar una vida lejos de todo aquel que la conoce. En... More

Nota + Personajes
Capítulo 1
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Epílogo
Capítulo extra
NECESITO AYUDA

Capítulo 2

255 55 111
By Trixmikaelson


──Pasajeros con destino a Los Ángeles, les informamos que estamos a punto de aterrizar. Por favor, rogamos que se abrochen el cinturón de seguridad y mantengan sus dispositivos electrónicos apagados. Esperamos que el vuelo haya sido de su agrado y que podamos contar en más ocasiones con su compañía. Buenos días.

Genial, ya me estaba empezando a morir de hambre. Podría haber pedido algo en el avión, pero prefiero esperar un poco y comer por menos dinero. No soy rata, sólo me gusta administrar bien lo que tengo. O por lo menos pretendo hacerlo a partir de ahora.

Kate me había dado casi todos sus ahorros, lo cual era una barbaridad. Dios, en tan sólo un año se había convertido en una madre para mí.

Leonardo me dijo que vendría a buscarme. Para que pudiera reconocerlo, me dijo que buscara a un hombre con una camiseta negra. Really? Como es una prenda tan rara de llevar, se me hará facilísimo saber quién es. Modo ironía on.

Si lo pienso bien, los hombres de la edad de mi padre suelen ir más formales vestidos, así que supongo que sí que será fácil reconocerlo.

Con todos estos pensamientos he llegado a la cinta transportadora de maletas. Creo que me he demorado demasiado, ya que la correspondiente al vuelo de Nashville está llena de gente y no encuentro un solo hueco junto a la máquina.

Tras diez largos minutos, atisbo mi preciosa maleta plateada bajar por la rampa sin ningún tipo de cuidado, como si no le importara salir herida, como si su intención fuera acabar destrozada. Vaya, like mother like daughter.

Estaba poniéndome sensible cuando veo mi maleta alejarse de la zona en la que estoy, por lo que salgo corriendo sin importar a quién me lleve por delante.

Oh, no, está a punto de perderse por el túnel. Llevo ya mucho tiempo aquí, no estoy dispuesta a quedarme más tiempo. En mis 18 años de existencia he descubierto que el tiempo vale oro, y que nunca sabes cuándo se te va a acabar. La muerte llega como un tornado: te lleva en un momento, dejando todo tu alrededor destrozado, y ese todo, en mi experiencia de vida, siempre he sido yo.

── ¡Eh, tú! ── grito al chico que está al final de la cinta, justo por donde está a punto de pasar mi maleta ──. ¡Por favor! ¿Podrías coger esa maleta plateada? Esa grande de ahí ── digo apuntando con mi dedo índice ──.

El chico finalmente reacciona y la coge justo a tiempo. Dios mío, casi me quedo sin garganta. Cuando llego junto al señor X (no sé su nombre, pero su expresión es de incógnita total) intento sonreír para parecer amable y educada. Es alto, tiene el pelo rapado, y es bastante mono, aunque tiene cara de oler mierda, lo cual le resta bastante atractivo.

── Deberías estar más atenta, chica O ── dice entregándome la maleta ──. Tienes suerte de que haya chicos maravillosos como yo por aquí.

── ¿Chicos maravillosos? Chicos sordos, querrás decir. Te ha costado bastante escucharme, o más bien hacerme caso. Por cierto, mi nombre no empieza por O, así que no has acertado, chico desastre.

── La O no es por tu nombre, sino por lo olvidadiza que eres. Esta maleta lleva tres vueltas sin que nadie se digne a cogerla, así que asumo que o te has olvidado de que tenías que coger una maleta, o te has olvidado de dónde venías y por eso no sabías en qué cinta esperar ── dice con una sonrisa de lado ──. Además, con lo alto que eres capaz de gritar, seguro que valdrías para cantante de ópera, así que O es un buen nombre para ti.

Muy a mi pesar, se me escapa una leve risa. Miro hacia abajo para ocultarla, pero él se da cuenta.

── Me alegro de que te guste tu nuevo nombre. Y, ahora, explícame, ¿por qué soy un chico desastre? ── comenta cruzándose de brazos y fingiendo seriedad en su rostro.

── Sólo hay que ver tu atuendo ── digo recorriendo su cuerpo con mi mirada de arriba abajo ──. Vaqueros desgastados y una mancha en la camiseta ── digo apuntando la misma con mi dedo índice ──. Sinceramente, me sorprende que recordaras vestirte antes de salir de casa.

── Vaya, veo que me equivocaba. La O es de observadora ── dice en un susurro ──. Sólo por esta vez no voy a cobrarte por mi amabilidad. Espero que la próxima vez seas tú la que me devuelva el favor.

── Punto número uno: no has hecho nada del otro mundo. Punto número dos: una persona verdaderamente amable no cobra por serlo ­── sonrío con autosuficiencia ──. Ha sido un placer, de verdad, pero no habrá próxima vez.

Comienzo a alejarme caminando hacia atrás.

── Hasta nunca, chico desastre.

Me giro y camino arrastrando la maleta hacia la salida del aeropuerto.

── Hasta la próxima. ¡Y bienvenida a Los Ángeles, O! ── grita Desastre.

Giro la cabeza para dedicarle una sonrisa mientras muevo la cabeza de un lado a otro.

Eso ha sido raro. No suelen caerme bien las personas como él, que te tratan como si te conocieran de antes. Siempre he sido bastante borde con desconocidos, salvo en las fiestas y en las carreras, por supuesto. Ahí mi actitud era más bien chulesca.

Supongo que mi intercambio de palabras con ese chico es mi manera de cambiar y ser una nueva yo.

Una vez fuera del aeropuerto, busco con la mirada a algún cuarentón con una camiseta negra. Dado que no veo a nadie sólo con esa pobre descripción, decido sentarme en un banco a esperar. Saco el móvil y lo enciendo para entretenerme mientras espero a Leonardo. ¿Será tan amable y divertido como papá? Espero que sí. Nadie nunca podrá reemplazarlo, pero los tres "padres" que he tenido desde su muerte daban a cuál más asco.

Decido escribirle a Troy. Sé que había quedado en hablarme él, pero necesito saber que está bien. Le pongo que estoy en Los Ángeles y que lo quiero, pase lo que pase. Aunque tenemos una conversación pendiente, ya que ni siquiera sé si seguimos juntos.

Justo cuando le doy a enviar, un chico se sienta a mi lado. Tendrá unos treinta y pico, pero está para comérselo. Al darse cuenta de que lo estoy mirando, conecta su mirada con la mía y me regala una sonrisa tímida.

Lleva unos pantalones ajustados y una camiseta negra que resalta todos sus músculos. Acabo de llegar aquí y juro que ya amo esta ciudad. Si todos los hombres van a ser como él, me va a dar una rabia tremenda tener novio.

── ¿Esperas a alguien? ── me pregunta.

── Sí, habían quedado en venir a recogerme, pero creo que se han olvidado de mí.

── Vaya, yo nunca me olvidaría de una cara tan bonita ── responde mientras me come con la mirada ──. Yo he venido a recoger a alguien, pero si quieres puedo llevarte a ti también. ¿Dónde vives?

¿Estaba ligando conmigo? Espero que no, no pienso tener nada con alguien estando en una situación indefinida con Troy. Pero, madre mía, lo que me estaría perdiendo.

── Pues no tengo ni idea. Un amigo de mi padre ha accedido a acogerme en su casa porque no tengo dónde caerme muerta, pero ni sé quién es ni mucho menos dónde vive.

Su expresión se contrae y me mira con extrañeza.

── ¿Katrina? ¿Katrina Lodge? ── pregunta incrédulo ──-. Soy yo, Leonardo, el amigo de tu padre.

OH. DIOS. MÍO.

── ¿Leonardo? Oh, disculpa, te esperaba más... mayor.

── Discúlpame tú a mí, te imaginaba más pequeña ── hace una pausa mientras traga saliva ──. Aparentas unos 24, ¿lo sabías?

── Sí, me lo dicen mucho ── digo entre risas ──.

── Bueno, pues encantado de conocerte ── responde para acto seguido darme un abrazo ──. No sabes lo mucho que lamento lo que le ocurrió a tu padre.

Cuando las lágrimas comienzan a juntarse en mis ojos, rompo el abrazo.

── No te preocupes, ya han pasado tres años. ¿Nos vamos?

── Sí, por supuesto. Vamos, tengo el coche por ahí ── dice señalando hacia el aparcamiento a su derecha.

Tres minutos después, estaba entrando en su coche. Era un precioso Mustang rojo, del mismo modelo que el de mi amigo Patrick, sólo que el suyo era negro.

── ¿Te gusta el coche? ── pregunta al ver cómo lo observo con detalle.

── Sí, me trae muchos recuerdos. Yo aprendí a conducir en uno de estos. Me encanta, la verdad.

Le miro y le sonrío. Es una sonrisa sincera. Es extraño, pero me siento muy cómoda a su lado, me transmite mucha confianza.

El resto del viaje continúa con preguntas superficiales para conocer detalles básicos sobre ambos. Unos 40 minutos después, entramos en una urbanización preciosa. Aparcó el coche frente a un portal amplio y se ofreció a llevarme la maleta.

Tras el portal, había un largo y ancho pasillo que conducía a unos ascensores. A su lado, había una puerta que identifiqué como la que daba a las escaleras.

── Vivo arriba del todo, en el ático.

Ocho pisos más arriba y tras miradas disimuladas por parte de ambos en el ascensor, me abrió la puerta de su casa. La primera impresión fue maravillosa. Era un precioso y amplio ático dúplex. Mientras yo caminaba embobada por el salón, él cerró la puerta y se quedó observándome con expresión alegre.

Cuando me giré a verlo con una sonrisa, él me estaba sonriendo de vuelta. Se acercó a mí lentamente y, cuando estaba a un par de pasos, me dijo:

── Bienvenida a casa, Katrina.


Hola chicxs!!! Espero que os guste el capítulo. ¿Qué opináis de Leonardo? ¿Y del chico desastre? Espero vuestras reacciones!!

Besitos, espero que nos leamos pronto <3

Continue Reading

You'll Also Like

472K 56.4K 73
Meredith desde que tiene uso de razón, conoce la existencia de Darek Steiner, aunque ha estipulado una regla bien marcada en su vida: NO ACERCARSE A...
91.7M 8.5M 65
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y paut...
107K 9.4K 31
Eliza Jones y Stella Lambert son el prototipo de: "personas correctas en el momento equivocado", pues sus vidas habían coincidido en preparatoria, cu...
538K 62.7K 15
Harry había pasado por varias injusticias a lo largo de su vida. Había perdido y amado; preguntado y respondido. Pero aquella vez, cuando sabiendo qu...