Fanxing se despertó de golpe mientras dos pequeños niños saltaban sobre su cama, Jingyi y Zhen de casi 4 años de edad habían llegado por arte de magia a su recámara y no dejaban de molestarlo para que se levantara a jugar con ellos. En cuestión de minutos, los tres empezaron a jugar un rato hasta que uno de los pequeños empezó a reírse por el ruido que hacía su estómago. Mientras tanto, Zhan iba de camino al aeropuerto para recibir a Yibo... escuchaba una de sus canciones favoritas con una gran sonrisa dibujada en sus labios... de pronto una llamada detuvo la música en el reproductor.
Fanxing.- Hola papá... por qué no me esperaste, quería acompañarte...
Zhan soltó una carcajada.- Qué... ya te dieron miedo los mellizos?
Fanxing lloriqueó.- No se están quietos... no sé cómo demonios terminaron en mi recámara ni cómo se bajaron de la cuna!!
Zhan.- Pues entonces prepárate, parece que recargan la pila todas las noches así que te espera una larga... larga mañana...
Fanxing.- De verdad no sé cómo lo haces Zhan... son muy traviesos y además atiendes la casa y los proyectos que de trabajo que te llegan...
Zhan.- Bueno, Lulu también me ayuda además tus hermanos siempre juegan con Ling así que entre los dos nos organizamos mientras Yibo va a la mina...
En ese momento un grito agudo se escuchó al otro lado de la línea, Jingyi y Zhen se estaban peleando por un juguete.-De-debo colgar... estos dos se van a matar...- dijo Fanxing sorprendido.
Zhan.- No... no lo harán... solo encuentra otro juguete y ya está... eh, por cierto, ya les diste de desayunar?
Fanxing.- Demonios... no lo había pensado... qué debo prepararles?... Me distraje jugando con ellos...
Zhan.- No te preocupes, dejé todo listo en la cocina solo prepara los vasos con la fórmula... las instrucciones y cantidades te las dejé escritas en una hoja sobre la barra... también dejé algo para ustedes tres...
Fanxing.- Ok... entonces los llevaré abajo para desayunar con ellos...
Zhan.- En cuanto terminen por favor cámbiales el pijama, la ropa está sobre la cómoda de su recámara...
De repente Jingyi se abrazó de la pierna de Fanxing.- Tengo hambre hermano...
Zhen.- Yo igual... a qué hora llega papá... o Lulu?
Zhan sonrió al escucharlos.- Fanxing, pon el altavoz...
Los mellizos sonrieron al oír la voz de Zhan en el teléfono, de una forma muy dulce les explicó que ya pronto verían a su papá en casa... en ese momento Fanxing le dejó el teléfono a uno de ellos para poder cargarlos y bajar con ellos para desayunar. Los niños platicaron un rato con Zhan y su hermano mayor sonrió al ver todo lo que les había preparado. Una vez que colgaron, los sentó en la barra y destapó la charola, había fruta con miel, huevo con jamón y un poco de pan tostado, los vasos entrenadores ya tenían la medida de agua y solo faltaba agregar la leche. A un lado, la cafetera estaba llena y el aroma era maravilloso.
Los tres empezaron a desayunar y a reírse, en otro tiempo, todo esto habría sido una gran alegría para Nana; sin embargo, un año después de que Zhan y Yibo se reconciliaron en Mónaco ella sufrió un infarto y los médicos no pudieron ayudarla. En realidad los niños estaban felices de que por fin su hermano mayor estaba en casa, ya había terminado sus estudios en la universidad y ahora se disponía a ayudar a su abuelo como pasante en el corporativo de los Jiang.
Casi cuando terminaban de desayunar el pequeño Ling entró por la puerta trasera de la cocina y detrás de ellos sus padres. Lulu se acercó a Fanxing y le preguntó si necesitaba algo más, le chico solo contestó que se las arreglaría para cambiar a los mellizos. Un rato después, Fanxing subió con los niños a su recámara, encontró las cosas tal y como Zhan le había dicho. Ling los seguía de cerca y no paraba de hablar para que se dieran prisa. Después de cambiarlos, los llevó al baño para que se lavaran los dientes.
Fanxing sonrió satisfecho cuando los tres salieron corriendo de la recámara, él regresó a la suya y encontró algunos mensajes de su tía Ziyi, cosa que le hizo sonreír. Así que le llamó de inmediato.
-Hola... cómo estás?- preguntó.
Ziyi.- Muy bien... corriendo con algunas cosas de mi hija, estamos por llegar al festival navideño de su escuela...
Fanxing.- Mis hermanos salieron de vacaciones hace un par de semanas y acaban de bajar a jugar con Ling...
Ziyi sonrió.- Siguen igual de traviesos...
Fanxing.- Son peores... ahora hasta se escapan de la cuna...
Ziyi.- Qué esperabas... dos cabezas piensan mejor que una...- dijo soltando una carcajada.
Fanxing.- Ya no te burles... son un par de demonios...
Ziyi seguía riendo.- Y bien, van a necesitar que llevemos algo para la cena de navidad?
Fanxing.- Creo que no, déjame preguntarle a Lulu... cuándo llegan?
Ziyi.- Yo creo que en una semana... según tu abuelo pasaremos las dos fiestas allá...
Fanxing.- Y la abuela también viene?
Ziyi.- Si... ya está más que animada...
Fanxing.- Me alegra... quiero que estén todos aquí...
Ziyi.- Y puedo saber por qué?
Fanxing suspiró.- Mmm se pierde la sorpresa... no voy a decirte hasta ese día de la cena...
Ziyi.- Aish... te pareces a Zhan cuando haces eso!!
Fanxing.- Qué esperabas... aprendí del mejor...
Mientras tanto, Zhan esperaba impacientemente a Yibo en el aeropuerto... los minutos se le estaban haciendo eternos pues habían pasado dos semanas desde su partida a la sucursal de Alemania. Las cosas marchaban mejor que nunca en aquel lugar, solo que había sido invitado a participar en una convención de negocios. Aun cuando querían viajar juntos con los niños, las agendas no se acomodaron por los pedidos de oro y plata de las empresas de Yizhou y los embarques especiales con las joyas de la línea navideña.
Se levantó y empezó a caminar de un lado a otro por la sala de espera... de pronto unas enormes manos le cubrieron los ojos.- Adivina quien soy?
Zhan empezó a reírse, giró rápidamente y se colgó del cuello de su esposo.- Te tardaste mucho... ya quería que llegaras...
Yibo.- El vuelo se retrasó un poco... lo siento... cómo estás?...Y los niños?
Zhan.- Más traviesos que de costumbre, incluso le dieron mucha lata a Fanxing hoy en la mañana...
Yibo sonrió.- Te extrañé como no tienes idea... ya quería regresar...
Zhan.- Lo importante es que ya estás aquí...
Yibo.- Mmm... oye... puedo preguntarte algo?
Zhan asintió acariciando su cabello.
Yibo.- Podríamos pasar el día juntos... los dos solos...- alzó los hombros- algo así como una cita improvisada...
Zhan sonrió con cierta malicia.- Y a dónde te gustaría ir?
Casi al anochecer, los gemidos que antes eran suaves ahora sonaban cada vez más fuerte entre esas cuatro paredes... Zhan frunció el ceño sintiendo cómo sus caderas se tensaban de nuevo al sentir que Yibo acariciaba su interior, echó la cabeza hacia atrás sobre la almohada dejando al descubierto su cuello... solo bastó un mordisco para encender la llama una vez más y la cama crujía con cada movimiento.
Yibo.- Tenía unas ganas tremendas de estar contigo... de hacerte el amor... te extrañé...- dijo entre jadeos.
Zhan.- Yo también te extrañe... mucho...- respondió con los ojos llorosos.
Yibo suspiró.- Agh... estás bien?
Zhan asintió... se sentía tan feliz en ese momento que estaba a punto de gritar... las emociones lo abrumaban-Bésame... bésame por favor- suplicó al mismo tiempo que los movimientos de Yibo se volvían cada vez más rápidos.
Yibo besó su frente perlada de sudor, sabía que lo que hacía estaba a punto de llevar al límite a Zhan... conocía cada uno de sus gestos y poco a poco las sensaciones se intensificaron. El siguiente movimiento tocó ese punto dentro de Zhan haciendo que perdiera cualquier rastro de cordura y correspondió al beso en sus labios tan pronto como la lengua de su esposo estuvo en su boca... esos suaves gemidos ahogados hicieron que se diera cuenta de que terminaría pronto.
Yibo apretó los dientes jadeando casi sin aliento mientras el cuerpo en sus brazos continuaba retorciéndose, lo besó y mordisqueó hasta el cansancio... el sonido de los cuerpos golpeándose entre sí era tan fuerte que cualquiera en el corredor del hotel podía escuchar desde afuera.
Zhan lloriqueó.- Más rápido... más fuerte... más...
Las lágrimas de placer rodaron por sus mejillas e invitaron a Yibo a continuar su tarea hasta el final... de pronto su cuerpo se tensó al sentir su miembro cada vez más apretado... aceleró el ritmo y presionó un beso en los labios de Zhan gimiendo suavemente en su boca. El cálido líquido lo llenó por completo, la sensación había sido tan intensa que Zhan se sentía mareado y completamente adolorido de los brazos... no tenía fuerzas ni para respirar por lo que solo se dejó acurrucar hasta que su propia respiración se recuperó después de unos minutos.
Yibo ronroneó en un cuello.- Me hiciste falta allá...
Zhan sonrió.- De verdad?... Las cosas no se acomodaron como en otros viajes por eso no fui y los mellizos son todo un reto...
Yibo.- Se parecen a ti...
Zhan.- Creo que si... el otro día los subí a Sultán y estaban felices...
Yibo.- No se espantaron?
Zhan.- No... para nada... cuando el caballo empezó a trotar pensé que gritarían para que los bajara pero solo empezaron a reírse completamente emocionados...
Yibo.- No me sorprende... tu empezaste a montar desde pequeño...
Zhan.- Sabes, después de Fanxing jamás pensé que podríamos ser padres... es una maravilla eso de la maternidad subrogada...
Yibo.- Si... ahora hay una mini versión de cada uno la casa...
Zhan.- Oye... sabes que se trae entre manos Fanxing?
Yibo.- Tampoco te quiso decir a ti?
Zhan.- No... no tengo idea... solo se que quiere decirnos algo pero no sé qué es...
Yibo.- Será necesario preparar la escopeta?
Zhan soltó una carcajada.- No empieces... ya tiene 21 años así que ya sabe lo que hace...
En ese momento, Yibo se estiró a su lado y Zhan pudo notar que algo despertaba lentamente.- Qué intentas... acaso recuperar estas dos semanas que no estuvimos juntos?
Yibo.- Y por qué no... cuando estamos en casa lo hacemos todos los días...
Zhan solo empezó a reírse y se dejó mimar por un largo rato. Unas horas después, Yibo se despertó y al girarse en la cama observó a su esposo enredado en las sábanas descansando tranquilamente, no pudo evitar sonreír al echar un vistazo a las marcas rojizas que empezaban a obscurecerse en su cuello. Con la punta de los dedos siguió suavemente el contorno de su rostro y depositó un ligero beso sobre sus labios mientras se levantaba para ordenar sus cosas. Después de tantos años juntos adoraba verlo dormido a su lado o verlo reír cuando sus hijos hacían alguna travesura, la complicidad era simplemente perfecta y habían encontrado el equilibrio entre el trabajo y las cosas que hacían en casa para disfrutar cada minuto juntos. Ahora no podían durar más de cinco minutos enojados, siempre hablaban en el momento justo sin dejar dudas al aire.
Permaneció observando ese rostro perfecto, Zhan se despertó media hora más tarde y se dieron un delicioso baño juntos. Al salir del hotel, fueron a comprar un poco de comida rápida para llevar a la hacienda. Al llegar, los niños ya estaban impacientes haciendo miles de preguntas a Fanxing ya que sus papás no llegaban como lo había prometido. En cuanto vieron entrar a Yibo y a Zhan, echaron a correr para saludarlos, Yibo los cargó a ambos y trató de responder a la lluvia de preguntas lo más rápido que podía.
Zhan y Fanxing se encargaron de subir la maleta de Yibo y luego bajaron a la cocina para recalentar un poco lo que habían comprado. Yuchen y Lulu se retiraron un poco antes de que llegaran ya que tenían compromiso con los abuelos de Ling. Así que la familia se organizó para disfrutar del resto de la noche viendo películas.
A la mañana siguiente, Lulu se encontró con una agradable sorpresa, los cinco estaban dormidos en las colchonetas en el cuarto de televisión. Zhan estaba recargado sobre el hombro de Yibo y éste tenía a los mellizos encima de él, Fanxing estaba del otro lado abrazando a su hermanito. Así que con mucho cuidado, les tomó una foto para mostrárselas más tarde.
Un par de días antes al festejo de navidad, la familia de Zhan llegó a la hacienda, el señor Fengmian y la Tía Yu llegaron acompañados de Cheng y Ziyi junto con la pequeña Mei. Lulu y Zhan se organizaron rápidamente para subir las maletas a las recámaras, los niños ya andaban haciendo de las suyas en el jardín. Al poco rato también llegaron Yizhou y Nicole junto con Ji Li y Hanna. Yuchen y Lulu también se quedaron al festejo con su pequeño Ling.
Sin duda, ahora todos formaban una gran familia, más allá de los negocios o de las conexiones que pudieran tener, sabían que siempre habría alguien para ayudar y escuchar. Esa familia era por elección. Debido a eso, el día de navidad después de la cena, Fengmian inició la repartición de los regalos que se encontraban debajo del árbol, los que podían arrojarse de un lado a otro fueron un verdadero juego ya que todos tenían que estar a la expectativa de no dejarlos caer o de reaccionar a tiempo para no salir golpeados con las cajas.
Después de aproximadamente dos horas de juegos y risas, Fanxing se levantó y regresó con una caja muy especial. Aclarándose la garganta dijo.- E-esto es para ustedes...
Zhan y Yibo se miraron entre si sin entender. Yibo recibió la caja y de inmediato, Jingyi y Zhen se acercaron para ver que había dentro. Sus rostros se confundieron al encontrar solo tiras de papel y un poco de confeti. Debajo de los adornos había un sobre.
Yibo.- Qué es?
Fanxing.- Solo ábrelo...
Yibo abrió el sobre y empezó a leer los documentos, luego se los mostró a Zhan. Una vez que terminaron de leer, Zhan no pudo contener las lágrimas. Todos los miraban en silencio... esperando alguna respuesta de cualquiera de los tres.
Yibo suspiró.- Estás seguro?
Fanxing.- Bueno... ahora ya soy mayor de edad y la verdad me gustaría que se formalizara mi adopción... creo que no podría encontrar mejores padres que ustedes... a menos que no quieran firmar...
Zhan y Yibo se levantaron para abrazar a su hijo mayor, después firmaron y guardaron los documentos para presentarlos a inicio de año en el tribunal. La noche familiar continuó hasta media madrugada cuando los niños cayeron rendidos después de horas de juegos. Antes de irse a dormir, Fanxing salió al jardín para tomar un poco de aire.
Ahora con 21 años, Fanxing entendía que su abuela había tomado las mejores decisiones para él después de que sus padres murieran y lo había cuidado con esmero. A la edad en que conocieron a los nuevos dueños de la hacienda, Nana quería dejar a su pequeño con personas que pudieran ayudarle a crecer y que no cayera en los vicios de su padre, sin duda, ella supo en poco tiempo que esos dos jóvenes temperamentales eran una de las mejores opciones, de no haber sido ellos, Yuchen y Lulu también podrían haberlo adoptado.
-Solo puedo darte las gracias abuela... por ti ahora tengo una gran familia- al decir eso quemó un poco de papel de dinero para que el mensaje llegara a su destino.