—nombre...
Pronuncio el chico tan solo entrar en, la que aparentaba, el despacho del ojirojo.
El mencionado nos miró con el ceño fruncido y después regreso su mirar a algunos documentos.
—estoy ocupado.
Dijo sin desapartar su mirada de las hojas en sus manos.
Hoy en la mañana, cuando desperté no estaba el rubio, pero apareció el peli morado, y me llevó, con el hasta aquí. El chico que parecía como una frágil muñeca, hizo un puchero, mientras fruncía el ceño disgustado.
El empezó a acercarse al escritorio del demonio negro, quien ignoró nuestra presencia.
Entre más se acercaba, más me aferraba a su camisa. El chico en el escritorio daba miedo.
—nesecito su nombre.
—estoy ocupado.
Ah, este chico no me agrada.
¿Cual es mi nombre? Parecerá ridículo pero ni yo lo recuerdo, mi madre no solía llamarme por el, en cambio me llamaba por apodos infantiles o cariñosos. Así que también tengo la duda.
—¡no te tomará mucho tiempo!— grito el chico agudizando su voz.
—aah...—suspiro el pelinegro. Saco de su cajón unas hojas y finalmente hablo— no dice...
¿No dice? ¿¡Cómo no va a decir?!
El chico siguió intercambiando de hojas, pero al final termino negando y volviendo a repetir lo ya dicho.
—solo ponle nombre ¿Cuál es el problema?
Estaba en shock, el demonio dijo que no tenía nombre, pero estoy segura que tenía nombre hace tan solo un día mi madre me lo dijo... ¿Que rayos? ¿Por qué no lo recuerdo? Pero incluso si lo recuerdo, no puedo hablar, no tendría quien entienda los pocos balbuceos que puedo emitir.
—¿Puedo? — pregunto el niño de porcelana.
— solo hazlo, no me importa y al resto tampoco.
Dijo y regreso su vista a los documentos que estaba leyendo antes de que nosotros interceptamos su concentración.
El peli morado se le quedó viendo unos segundos y después, en seguida, salió corriendo conmigo en brazos a quien sabe dónde.
En poco tiempo llegamos a lo que yo supongo, era su cuarto.
—te dejare tan linda como una muñeca.
Dijo mientras me acomodaba en su cama y se iba a buscar algo.
Observe su cuarto.
Era tan aburrido y de colores opacos y fríos, nada adorable a lo que imaginé de su parte. Aún así, su cama era bastante cómoda, me pregunté el porque tenía esas horribles ojeras con una nube en la cual dormir todas las noches. Le quitaban parte de su ternura.
El chico regreso poco después, sin nada en sus manos.
—creo que lo mejor sería darte un baño primero.
En mi opinión, darme de comer sería la mejor opción ¡Tengo hambre!
El me tomo en brazos y después se dirigió al baño en su recámara.
Para mí sorpresa, el agua estaba ya preparada.
El chico empezó a desvestirme.
Instintivamente me altere. En mi vida pasada era toda una mujer, el hecho que ahora sea una bebé no quita el echo que no me siento ni en lo más mínimo cómoda en que un hombre me cambié ¡Que vergüenza!
Empecé a moverme quisquillosa ¡no quiero!
¡Detente! ¡Es incómodo!
El chico no era síquico, ni era conciente de mis pensamientos y deseos. Prosiguió y al final, terminó bañandome. Por supuesto, con bastantes dificultades porque no quería que lo hiciera.
Resignada me recosté en su cama, ahora sólo tenía el pañal puesto, lo cual era sorprendentemente cómodo y refrescante.
Cómo mi cuerpo aún no era lo suficientemente fuerte para hacer grandes movimientos no tuve otra opción más que mover involuntariamente las manos y estirar mis extremidades dentro de lo que lograba antes de parar por no conseguirlo... Tal vez debería de ejercitarme un poco más y tomar fuerzas, estar acostada todo el día empieza a ser fastidioso, debería andar de aquí para allá en cambio.
—Eres difícil de manejar... —llego el chico que antes se había retirado para ir a quien sabe dónde volvió con lo que parecía ropa— sería mejor si no tuvieras movimiento como una verdadera muñequita... ¿Verdad Teddy? —hablo con el oso de peluche en sus brazos.
El sutil tono de voz mezclado con un inusual brillo en sus ojos me hizo estremecer, de repente sentí que el tierno chico tenía a su alrededor una peligrosa aura que solo me hizo temer hasta dejar de moverme y frenar mi respiración lo más posible.
—Como una muñequita~ —tararío mientras observaba los vestidos que había dejado a mi lado.
Intente ocultar mi presencia, la agitación en mi corazón gritaba mi temor.
El desvío la mirada hacia la mía.
Sonrió como niño.
—Estos vestidos están muy feos, debería hacer nuevos. —concluyo por si mismo—pero por ahora solo vamos a ponerte estos.
Tomo un vestido morado que ya tenía la sensación de haber utilizado antes. Era lila, con pequeñas florecitas al término de la falda.
—Aiko... Chihiro, Haruko, Jin, Masako, Nozomi, Reiko, Hoshi~ ¿Que nombre debería de ponerle Teddy? Hay muchos —Hablo en susurros mientras ponía gentilmente el vestuario en mi.
De repente me sentí como una mascota.
Puso suavemente una banda de flores blancas, que conbinabá con las flores al raz del vestido pastel, sobre mi cabeza.
Y antes que pudiera hacer algún otro movimiento mi estómago rugió.
Tengo hambre... Por dios, no puedo contener mis necesidades ni en lo más mínimo.
—Supongo que tienes hambre—el muñequito ladeó la cabeza curioso, sonrió. —vamos a alimentarte.
El ambientes antes tensó volvió a ser agradable ante su inusual emoción.
Solté una risa involuntaria cuando sentí un pequeño cosquilleo al momento en que este me levantó.
Salimos de su habitación y navegamos entre los pasillos.
—Es difícil movernos rápido por qué aún eres pequeña, de seguro será peligroso, Teddy lo afirma —hablo conmigo de cosas que no comprendí del todo.
Me límite a balbucear unos cuantos sonidos en respuesta.
—aaa... Ah eo... —él me miro y sonreí, en respuesta el me devolvió una pequeña sonrisa.
Antes de darme cuenta otra vez estábamos en frente de la puerta del despacho del pelinegro.
El de ojos violetas entró sin siquiera tocar, y antes de que el demonio negro soltara cualquier regaño el muñequito hablo.
—La bebé tiene hambre, no puedes matarla de hambre ¿Verdad Teddy?
¿Por qué habla tanto con su oso de peluche?
—aaah... —soltó un suspiro.—Vallamos a comer de una vez todos.— respondió resignado.
El chico de pelo morado salió de la habitación y camino tranquilamente por los pasillos, no escuché al otro joven siquiera salir de su despacho.
—la comida debería de estar en media hora o 45 minutos, suele ser así... vallamos a jugar un poco.
Me estaba acostumbrando a su voz baja e infantil y empezaba a ser cómodo.
En silencio lo único que se escuchaba era el sonido de sus zapatos tocando el suelo y mi respiración, recostaba mi cabeza en su hombro mientras mi mano izquierda insistía en aferrarse a la tela de su ropa.
Miraba a todos lados espectadora de lo sorprendentemente rica que era está casa, había detalles dorados por dónde sea que mirara, mi anterior familia era adinerada, pero no se podía comparar en lo más mínimo a esto.
Vasto con distraerme un instante para no darme cuenta cuando otro chico se apareció.
—are~ are~ —un chico de sombrero apareció al lado del pelimorado —¿a donde llevas a la niña?
El más pequeño gruño por lo bajo y respondió fastidiado.
—No te importa.
Ouh... Tal vez no son los hermanos más unidos...
—Quiero jugar con ella—sin rodeos el de sombrero habló.
—No, Laito, yo voy a jugar con ella.
—Pero yo también quiero.— dijo con un fingido tono de lástima.
Laito... Así se llamaba este chico.
—Yo gane.
Laito dejo de lado su sonrisa socarrona para poner un semblante serio.
Era amenazante. Aferre aún más mi mano a la ropa del muñequito.
Cuando el castaño amenazó con iniciar una pelea solté un quejido.
—awu... Ahg...
—mmmm? Parece que no te quiere, vete.
El menor amenazó.
—are~ are~— bufo y me miro, volvió a sonreír.
Era apuesto... ¿Por qué todos son atractivos?
—imposible, no me conoce, ¿no puede odiarme no es así pequeña?
—io.... —logre soltar.
—asumiré eso como "Laito está en lo correcto"
Y nuevamente, una tensión se sintió en el aire.
—¿Que hacen ahí parados como estúpidos?
Nuevamente, sin aviso llegó alguien, por mi posición no supe quién era.
—Kanato se a adueñado de la niña, no quiere que juegue con ella —hablo como una víctima.
Oooh... supongo que Kanato es el pelimorado.
—par de idiotas ¿Por qué se están peleando por una bebé humana? Aún no es comestible. —me estremecí nuevamente, que tonterías están diciendo?
—Ayato, "Él" dijo que no era para comer... —Kanato hablo— entonces es para jugar. Y yo la gane.
Enfadado el chico protesto, yo solo escuché alterada la conversación.
¿Cómo que comestible? ¿COMO QUE COMESTIBLE?
—Awu, awwa —balbusé
Kanato asumió que estaba incómoda y me recostó en su brazos y tuve acceso al lunático que me llamo comestible. Era el pelirrojo.
él miro con superioridad a sus dos hermanos.
—es absurdo pelear por esa cosa, ni que fuera tan divertida.
¡Ey!
Kanato lo fulminó, miro el osito que tenía colgando en su mano y avanzo sin más, emprendiendo nuevamente marcha, los otros dos lo siguieron.
—¿A donde vas Kanato-kun?— con un ligero toque burlón hablo Laito.
¿Kun? ¿Dónde e escuchado eso? ¿Será su apellido? Es normal hablar por su nombre completo a las personas cuando estás molesto...
—Ayato dijo que no peliaramos, no voy a pelear contigo, así que vete. —susurro Kanato.
—¿Desde cuándo le haces caso a Ayato?
—No me dio una orden, no le estoy haciendo caso, solo hago lo correcto, los bebés se rompen con facilidad, como las muñecas de porcelana, Teddy lo a visto por sus propios ojos.
Otra vez una sensación sofocante me inundo, un miedo irracional al tono leve del chico al decir cosas como esas, mi corazón se aceleró ante la sensación de temor.
Los tres chicos repentinamente me miraron, un brillo que intérprete como peligroso hizo acto de presencia en los ojos verdes de los que caminaban al lado de Kanato, y este tampoco fue la excepción.
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Cuánto tiempo... Demasiado, exageradamente demasiado xd
Bueno, les traigo un capítulo, vi a una personita que leyó mi otra novela, y después vino a leer está novela, lo cual me emociono mucho.
Escribí está novela cuando tenía 13 o 14 años, y la otra "ángel o demonio" a los 11 o 12, la verdad no recuerdo a qué edad pero por ahí vamos xd
Tal vez, como ya se dieron cuenta, no siga las historias... Osea, si quiero, pero no sé cómo seguir xd
O bueno, si se, pero no puedo... No sé explicarlo 😞
El último capítulo que escribí fue en el 2020, ya han pasado casi 2 años, y pues han sucedido muchas cosas, como el hecho que mis gustos cambiarán, claramente crecí, y mi forma de pensar no se quedó atrás, también, desde la pandemia siento que estoy en un hoyo enorme :'v
Supongo que estar encerrada me a vuelto un poco loca.
No se si seguir, la verdad, tal vez lo haga, pero no prometo nada, la última vez que dije que esperarán un próximo capítulo fue hace 2 años 😫
En dado caso que siguiera, quieren darle un nombre a la rayis?
Díganme si quieren que siga xd
No se si siga actualizando "ángel o demonio" como les dije, esa historia la empecé a escribir durante mi última etapa de niñez, así que me trae conflicto por qué no es para nada lo que soy ahora, y a demás que hay uno que otro comentario que me hizo sentí mal....
Bueno, eso es todo, espero leer sus comentarios :)
Hasta la próxima princesas (si es que hay próxima) ❤️