Despertó aturdido encontrandose en la cama, ¿se quedó dormido?, talló sus ojos y con cuidado se levantó.
Miró por la gran ventana de su cuarto hacía el helado jardín, vió a una chica pelinegra jugando con un pequeño cachorrito blanco, una débil sonrisa se dibujó en su rostro, la bolita de pelos estaba bien.
Se sentía muy débil, casi no había comido nada, si seguía así colapsaría, necesitaba comer algo, aunque realmente no tenía hambre.
(...)
-¡Hijo fuiste aceptado! -exclamó su padre, la alegría brillando en sus ojos.
Por el contrario Seonghwa ni se inmutó.
-Ya hablamos de esto, no vuelvas con lo mismo, fuiste aceptado y vas a estudiar, te graduarás y serás un excelente ingeniero, fin de la historia. Esa es mi última palabra.
-Ya no soy un niño al que puedes manejar papá, soy mayor de edad y haré lo que quiera. Suficiente tengo con cargar con todo el teatro de matrimonio.
-Mi intención nunca ha sido obligarte a nada, además mi único objetivo es velar por tu seguridad -SeongHwa volteó los ojos.
-Si claro. ¿Por cierto, de verdad le creíste a ese señor lo que te dijo del supuesto enamoramiento de su sobrino por mí?
-Porque no tendría que haberle creído.
-Dejame informarte que te engañó, todo era un plan porque tiene algo en su contra, lo odia.
-¡Ohhh eso sí que me sorprende! -exclamó riendo, Seonghwa frunció el ceño, no encontraba lo chistoso por ningún lado- entonces HimChan lo inventó todo, esto explica la actitud de ese niño, pobre.
-Basta, no sabes por lo que ha pasado, lo he visto sufrir demasiado por esto, si fuese sabido que...
-Cómo sea -le interrumpió- lo hecho está hecho. Volviendo a lo que te decía al principio, empezarás este lunes tus clases, durarás un tiempo casado, para así disimular, luego te divorcias y asunto arreglado, no entiendo porque tanto drama.
-Quiero el divorcio ahora mismo y no quiero estudiar -Hyukjae suspiró ya cansado.
-Hijo vete a la casa y piensa bien las cosas, ya no me hagas perder la paciencia.
El chico salió furioso de aquella oficina, cerrando la puerta de un golpe.
(...)
-Hola, tú debes ser HongJoong, ¿verdad? -preguntó la sonriente chica cuando lo vió acercándose al jardín.
-Hola, si soy yo -dijo con una débil sonrisa.
-Mucho gusto, me llamo Yuna, soy la hermanita de SeongHwa -sonrió ante lo último.
La muchacha era muy amable, le invitó a sentarse con ella y desayunar.
HongJoong aceptó, mientras cargaba al cachorrito, y jugaba con él.
Ella le contó que se había encariñado mucho con la bolita de pelos, pero que realmente su dueño era SeongHwa.
-Sabes debo admitir que la noticia de la boda de mi hermano me sorprendió mucho, apenas llegué ayer de un viaje de la escuela, por eso no asistí, disculpa -dijo luciendo triste.
-Tranquila, no pasa nada. No sé si sabrás, pero esa boda...
-¡SeongHwa oppa! -gritó ella cuando vió al pelinegro entrar a la casa.
El chico solo la saludó de lejos, luego miró a HongJoong, y siguió su camino.
-Mmm que raro, parece que no está de buen humor, en fin, HongJoong me encantaría seguír hablando contigo, pero voy a salir con mi novio, nos vemos luego, ¿va?
Él asintió tranquilamente.
-Que te vaya bien.
Ella le sonrió, tocó la cabezita del cachorro, y se marchó, el animalito comenzó a llorar queriendo safarse, apenas le soltó se fue corriendo a la habitación de su dueño, lo que le causó mucha ternura.
Subió al cuarto dónde dormía, y se sentó en el frío suelo, miraba hacía un lugar indeterminado, mientras su cabeza daba vueltas, necesitaba estudiar, divorciarse, y seguir adelante, pero al mismo tiempo se sentía tan cansado.
Miró de nuevo aquella fotografía, sus padres sonriendo mientras lo abrazaban, ellos de seguro no querrían verlo así, pensó en miles de soluciones, y empezaría con la primera.
Se levantó decidido, se abrigó, y salió de la habitación, topándose con SeongHwa.
-¿A dónde vas?
-Necesito hablar con mi tía.
-¿Y cómo se supone que irás? -preguntó enarcando una ceja.
-Caminando supongo, no sé, ya veré como hago -contestó y quiso irse, pero él le detuvo.
-Te llevaré -sus dedos temblaban sobre la suave piel del contrario, quien le miró confundido- al fin que no estoy haciendo nada -deshizo el leve toque.
HongJoong un tanto sorprendido por su actitud asintió.
-Gracias.
En todo el camino ninguno decía nada, el silencio reinando, hasta que fue el más bajo quién decidió preguntar algo que desde el primer momento quiso saber.
-¿Cuando nos divorciaremos?
Seonghwa no dijo nada de inmediato.
-Guardaremos las apariencias por un tiempo, después ya podremos divorciarnos, no te preocupes, no será mucho tiempo.
(...)
Salió de su casa más tranquilo, su tía le había dicho que si le ayudaría con sus estudios; una tranquila sonrisa se veía en su pálido rostro.
SeongHwa le dijo que lo buscaría, pero no sabía cómo avisarle, así que decidió tomar el metro.
Se dirigía hacía la parada, cuando al pasar por un parque se quedó mirando a dos personas, estos se estaban besando.
-YeoSang -murmuró sorprendido.
Era el rubio con otro chico pelinegro a quién no conocía. Estaba tan concentrado que no lo vió, por lo que siguió su camino un poco desconcertado, jamás pensó que olvidaría tan rápido a SeongHwa, pues nunca le había visto tan estusiasmado. Pero al parecer si lo había olvidado, ¿o no?, era muy triste darse cuenta que nunca le conoció realmente.
(...)
-Te amo -susurraba el chico en los labios contrarios mientras le besaba, haciendo sonreír al contrario.
-Lo sé JongHo -dijo acercándose más a él, tomando el control del beso.
-Me quiero casar contigo -su expresión era muy seria, lo que hizo reír nervioso al rubio.
-No seas tan radical, somos muy jóvenes para eso, bueno al menos yo sí -siguió riendo y el pelinegro lo miraba sin inmutarse.
-No estoy jugando, todo lo tomas como una broma, y no es así -se notaba lo enojado que estaba.
-Está bien, no te enojes, te prometo que lo pensaré, pero ya no me presiones.
Le miró con el ceño fruncido, pero luego sonrió.
-Eres muy bello -dijo mientras lo volvía a acercar a él.
YeoSang lo había conocido en el parque un día mientras se ejercitaba, ya hacía dos años, se cayeron muy bien, tanto que en pocos días estaban saliendo.
JongHo no vivía allí, había llegado del extranjero. Su padre era dueño de una panadería, y él lo ayudaba en el negocio, se encargaba de la administración.
Estaba muy contento por su relación con el rubio, lo amaba, al principio todo había permanecido en secreto, pero ya después JongHo se cansó y YeoSang tuvo que aceptar que se diera a conocer su relación, aunque realmente no era así, porque habían muchas personas que no sabían.
-Mi amor perdóname por no haber asistido a tu graduación, se me hizo muy difícil llegar, el viaje a Busan duró más de lo que quise.
-JongHo olvídalo. Ya lo superé, aunque debo admitir que me hiciste mucha falta -su rostro reflejaba tristeza, pero internamente agradecía que no haya asistido.
-¿Y tu amigo HongJoong? Tienes rato que no hablas de él -preguntó extrañado, y más cuando vió a YeoSang fruncir el ceño demostrado su molestia ante la pregunta.
-Ni me hables de ese. Ya no es mi amigo.
-Oh, ¿y eso porque?
-Que importa, si sigues hablando de él me voy a poner celoso -JongHo sonrió ante lo dicho, y le tomó de la cintura acercándolo más para volver a besarlo.
(...)
El tiempo pasó y ya Seonghwa se estaba desesperando, quedaron en que lo llamaría para recogerlo, pero el tiempo avanzaba y nada.
De repente le vió llegar. De inmediato frunció el ceño.
-¿Por qué no me llamaste?
-Es que no tengo celular y no me acordé de pedirle a mi tía prestado su teléfono, pero tranquilo, nadie de los vecinos me vieron bajar del metro, la parada no está tan lejos, caminé muy poco.
Sin decir nada más subió las escaleras. Seonghwa solo lo miró alejarse, algo andaba mal.
Una vez en su cuarto se quedó estático, de verdad quería desaparecer, se sentía tan patético.
Su vida no tenía sentido... Sentía que ya no tenía fuerzas para continuar, sus sueños fueron destruidos, su fortaleza quebraba.
Tomo un taxi, el que pagó con un poco de dinero que su tía le proporcionó.
Le pidió que le llevara al puente SeongJu.
«Lo siento, no puedo ayudarte, de ahora en adelante tienes que continuar solo, de verdad quisiera que las cosas fuesen distintas, quizás si tus padres vivieran no tendrías porque estar pasando por todo esto»
El viento era fuerte, frío, sus cabellos se movían debido a la corriente helada.
Miró hacia abajo, divisó el gran río Han, y un escalofrío recorrió su cuerpo.
Su vista se dirigió a la fotografía en sus manos y más lágrimas comenzaron a salir.
«Eres un niño estúpido, no sabes cómo te odio»
«Cuando tus padres regresen les diré que te portaste muy mal, que me faltaste al respeto y que por eso te reprendí»
-Perdónenme por favor, todo es mi culpa...
«Mami, mami... mi tío es muy malo, me pegó y yo no hice nada, por favor lleguen rápido...»
Recordó lo feliz que era cuando ellos vivían, el día en el que conoció a YeoSang y la forma tan horrible en la que lo trato después, los abusos que sufrió en la escuela, las humillaciones, a su mente vino también ese chico al que quiso mucho y se burló de él.
Subió lentamente las barandas de aquel puente, quizás lo catálogarían de cobarde o valiente, quién sabe, de lo que si estaba seguro era de se reuniría con sus padres.
Estuvo a punto de lanzarse, de liberarse de su sufrimiento, su corazón latiendo de miedo, pero al mismo tiempo luchando con éste.
Cuando pensó que su cuerpo se estrellaría contra el suelo, y que pasaría a la historia cómo otro más que se quitó la vida, alguien le jaló muy fuerte y le atrajó de nuevo al piso alejándolo de la orilla.
-¡Suéltame! -gritaba entre el llanto- ¡Quiero morirme!
-¡No te voy a soltar! -lo abrazaba con todas sus fuerzas- ¡HongJoong que pretendías hacer! -exclamó desesperado.
-SeongHwa mi vida no tiene sentido, quiero irme con ellos -seguía llorando sin cesar, y el contrario le abrazó con desesperación.
-La vida es muy valiosa y por nada debes atentar contra ella -dijo sosteniendolo muy fuerte contra él. Su débil cuerpo se detuvo, cediendo ante el abrazo.
Así se quedaron un largo tiempo. SeongHwa sólo le acariciaba el cabello con suavidad, y devoción, cómo si quiera que con ese gesto todo el mal por el que pasó se alejara.
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Senya 💜🌙