Cuando por fin le di los datos a Elliot se decidió a regresar a la casa nightray pero Leo y Celim estaban demasiado relajados hablando con Gil y Alice.
— Oigan, tenemos que irnos ya —Dijo Elliot con seriedad—
— Ahh... ¿tan pronto? —preguntó Celim haciendo un puchero—
— Por dios, Elliot, deja que Celim continúe divirtiéndose —Le reclamé—
— cállate, tu solo eres un Bezarius... ¡y no tienes que decirme qué hacer y qué NO hacer!
Elliot se estaba ganando problemas aun que yo no era capaz de ganar los conflictos que siempre iniciábamos. Él ser insultado por ser un Bezarius no era lo que me importaba si no el como le hablaba a Celim y por eso me enfurecí.
— ¡El ser un bezarius no tiene nada que ver con la forma en la que le hablas a Celim!
— ¡¡Cierra la boca!! —dijo mientras me daba un empujón—
Leo se acercó con intención de separarnos de la pelea pero Celim llego primero que él.
— V..Vamos Elliot, no le hables así, no te ha hecho nada... —Dijo en voz baja—
— ¡¡Él es un Bezarius y con eso me vasta para odiarlo!! —Exclamó—
— ¡Pero no tienes por qué gritarle!
— ¿¡Ahora estás de su lado!?
— Elliot, por favor... —suplicó celim—
— ¡ESTE NO ES TU ASUNTO, VETE! —Gritó mientras se zafaba de las manos de Celim de manera brusca—
Todos fijaron su mirada en Celim y en Elliot mientras que ella estaba apunto de llorar. Jamás creí que Elliot seria capaz de gritarle semejante cosa.
~POV ELLIOT~
Sin darme cuenta le había gritado a Celim, ella estaba tan sorprendida y triste que estaba apunto de comenzar a llorar. No tenia caso el disculparme ya que lo que había hecho no se arreglaba solo con un perdón. Leo saco a Alice, Gilbert y a Oz de la habitación dejándonos solos para arreglar el problema, y solo pude sentirme culpable mientras trataba de apoyar mis manos sobre sus hombros.
— C..Celim...yo... —tartamudeé—
Cuando intenté tomar su mano derecha, ella se negó con enfado y tristeza, lo que me hizo sentir aún peor. Sentía que el vinculo de amistad que tenia con ella se estaba rompiendo en pedazos, y como pensé que jamás podría volver a tener la oportunidad de estar a solas con ella, le quite las manos del rostro, le limpie las lagrimas y la besé. Al principio se sobresalto, pero al final cedió. Nos separamos por la maldita falta de aire y nos miramos fijamente.
— E...Elliot —Murmuró sonrojada—
Solo sonreí. Ambos estábamos a punto volver a besarnos, pero Oz entró abriendo la puerta de golpe, haciendo que los demás entraran.
— ¡HEMOS LLEGADO! —Exclamó Alice—
Si ellos no hubiesen entrado, puede que hubiésemos podido estar cerca nuevamente. O tal vez... mucho mas cerca.
— Maldita mente lujuriosa... —Pensé disgustado—
La mirada de Celim me volvía loco. Sabia que sus ojos me pedían otro beso y posiblemente algo más pero no podía debido a que todos estaban presentes.