Cuando podíamos ser (Dedicado...

By juan_ordonez

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Saúl y Nala son dos adolescentes que viven en la misma ciudad, dos jóvenes diferentes pero unidos en la misma... More

Cuando podiamos ser
Dedicatoria
Saúl & Nala
Cap. 1 ¿Café o chocolate?
Cap. 2 Libros y más libro
Dedicado A ...
Cap. 3 Feliz navidad
Cap. 4 El primer mensaje
Dedicado A ...
Cap. 5 Girasoles
Cap. 6 Presentaciones formales
Dedicado A ...
Cap. 7 Miedos
Cap. 8 Ascensores
Dedica A ...
Cap. 9 Cartas para tí
Cap. 10 Mensajes formarles
Dedicado A ...
Cap. 11 Pizza mi favorita
Cap. 12 La noche
Dedicado A...
Cap. 13 Chispas
Cap. 14 Sueños que no se cumplen
Dedicado A ...
Cap. 15 Regresar
Cap. 16 Canciones para dedicar
Dedicado A...
Cap. 17 Felíz Cumpleaños
Cap. 18 Sueños que si se cumplen
Dedica A ...
Cap. 19 Mesa para dos
Cap. 20 Lo que era obvio
Cap. 21 Cuando podíamos ser
Cap. 22 Buenas notas
Cap.23 Horarios fallidos
Cap. 24 Sensaciones sanadoras
Cap 26. El segundo beso (Especial aniversario)

Cap. 25 El último avión (Final)

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By juan_ordonez

Nala

- ¿Cómo que fuera del país, de que hablas? -pregunte.

Esto es un golpe bajo supongo, no estoy enterada de nada pero sin embargo me asusta escuchar que Saúl se irá afuera de su hogar, aunque no se muy bien a qué lugar, supongo que será lejos.

- Saúl fue aceptado en la universidad de Inglaterra, así que tendrá que irse … son dieciséis horas de vuelo -respondió Darwin.

¿Cómo es esto posible? Me siento feliz por él por que después de tantas charlas dónde mencionaba su miedo al futuro, ha podido conseguir lo que tanto había soñado … poder estudiar en la universidad, aunque no se si hará lo que desea.

La felicidad no es duradera, porque a cambio debo dejarlo ir nuevamente, aunque talvez nunca lo tuve.

- ¿Y yo porque no sabía nada? -pregunte, mi voz se empezaba a quebrar.

- El nos pidió que no te dijéramos nada, no te quiere cerca a esto y no quería despedirse de ti -respondió.

Wou … entonces Saúl no me quiere cerca, solo quiero despedirme, solo quiero que no se vaya, no quiero que él se convierta en mi Alison y que después en el futuro se me haga triste no poder verlo en persona. No es como si nunca lo fuera a ver nuevamente, solo es esa extraña sensación de vacío y ahogo.

- Nala lo siento mucho -dijo Flora que escucho toda la conversación.

- No puede irse así, no puede marcharse como si nada, no puede …

- Si puede Nala -agrego ella.

- No, no puede -respondí.

Enojada, furiosa y demás tome camino para salir de la terraza.

- Nala espera -grito mi mejor amiga.

- ¿En qué aeropuerto Darwin?

- Nala en realidad no se si es buena idea -contesto él en un tono inseguro.

- Dímelo -respondí segura y firme.

- Aeropuerto Julio 19.

Pisos.

Baje al piso 19, ahí se encontraba el apartamento de Saúl … pero tocar esa puerta negra significaba volver a escuchar su voz y eso me daba miedo, pero ahora el temor es mi peor "enemigo", me acerque y con bastante fuerza di tres golpes a la puerta.

- ¡Saúl! -grite, sin pensar en que los vecinos podrían estar durmiendo.

Los tres golpes se convirtieron en seis, después pasaron a doce y por último a una ronda de gritar su nombre … pero la puerta aún no se abría.

Me siento estafada, son emociones de enojo que hacen sentir engañada y sin embargo no puedo … abrieron la puerta.

- Ellos ya se fueron, Yo tuve que volver pero ya se encuentran en el aeropuerto -respondió la hija mayor de Rosa (la esposa de Gustavo)

- ¿Entonces ya tomó el avión? -pregunte.

- No creo … sus amigos fueron con él y supongo que están haciendo el chequeo.

- Gracias -dije mientras corría al elevador.

Cuando salí a la entrada del edificio empezó a llover, ¿Cuál era mi plan? Ni siquiera existe, creía que ir a mi casa y pedirle a mis padres que me llevarán seria una buena idea, no quería despertar a los papás de Flora y mucho menos incomodar. Llegar a mi hogar sería demasiado tardado y el tiempo no es suficiente para que el primer avión a Inglaterra espere mi llegada.

- ¿Nala que estás haciendo? -pregunto Flora que apareció de la nada a mi lado y con una sombrilla en su mano.

- Solo quiero despedirme, solo quiero decir adiós -empecé a llorar, me senté en el primer escalón de la entrada y la lluvia empezó a mojarme.

No sé que tan largo es el hilo rojo, no he tenido la oportunidad de ver con una lupa si aún seguimos atados al otro. La enseñanza que Saúl dejo en mi vida fue ¿No temerle al amor? Aún no se que he aprendido, talvez la lección fue mal tomada o quizás aún no llega.

- Nala talvez ya todo termino ¿No? -Flora puso la sombrilla sobre mi, se sentó a mi lado y tomo de mi brazo en manera de consuelo.

"Espero que no" pensé.

Un monstruo amarillo se posicionó frente a nosotros (un taxi) bajo la ventana y el conductor nos hablo desde su puesto.

- ¿Tú eres Nala? -pregunto, en ese instante llegó un mensaje de Daniel.

Daniel
Ánimo despídete, toma al taxi y llega lo más rápido al aeropuerto.

04:30 AM

No sé que me da más miedo, si llegar al aeropuerto y que Saúl ya se haya marchado o montarme en un taxi En medio de la madrugada.

- ¡Vamos Nala! -dijo mi mejor amiga en tono de motivación, se levantó de las escaleras y en un rápido movimiento tomo de mi brazo para subir al taxi.

"Al aeropuerto Julio 19, lo más rápido Por favor" dijo ella, pero lo que más me parece extraño es que el conductor ni siquiera se pregunto que hacían dos adolescentes tan temprano en la madruga queriendo ir a un aeropuerto. La lluvia golpeaba las ventas del auto y los semáforos iluminaban los charcos de agua con sus luces de colores, aún existía rastro de la navidad y las decoraciones de la ciudad estaban Presentes todavía.

Las ciudades no descansan y eso me queda claro, porque a pesar de ser tan temprano los autos aún seguían con vida en las carreteras, las personas salían de los antros y otras cuantas entraban a restaurantes.

- Al parecer acaba de despegar -comento el taxista al aire.

Sin importarme la lluvia saque mi cabeza por la venta, moje mi rostro todo para ver el avión que se encontraba en el cielo, me asusté y empecé a creer que talvez ese era el vuelo de Saúl … pero las posibilidades de que fuera así eran bajas.

- ¿Podría acelerar por favor? -pregunto Flora.

Primer avión.

- Es aquí, ya hemos llegado -el conductor nos abrió la puerta bastante afanado -Espero logré lo que quieres lograr en este lugar -agrego.

- Gracias -respondí.

Sin sombrilla en la mano y ni un poquito de frío salí corriendo, los escalones parecían ser un reto pero estaba dispuesta a cruzarlos para tomar el primer avión. Quisiera escribir mil cartas para que así las llevará en su equipaje y nunca se olvidará de mi, y aunque nunca había echo una estaba más que dispuesta a arrancar montañas de hojas para decirte las cosas que no te dije cuando podía y que ahora que te vas, quiero decirte una y mil veces.

Al llegar me encontré con una imagen De personas que corrían de un lado al otro, dónde las maletas grandes y pequeñas parecían ser accesorios de alta costura y que la voz de la chica que informaba sobre los vuelos se asemeja a la voz de Dios. Encontrar al "chico del museo" dentro de este lugar iba estar difícil, empezando por los tres pisos que tiene el sitios y el montón de tiendas y restaurantes en dónde él se puede encontrar.

- ¿Y el plan? -pregunte.

- ¿Acaso existe? -pregunto Flora.

- Encontrarlo va a ser imposible

- Ya deja de llorar Nala -comento ella - Hay pocos minutos así que corramos al letrero … lo más probable es que nos diga en que piso se encuentra el vuelo de Saúl -agrego.

Flora salió de primera, pues parecía conocer el aeropuerto de pies a cabeza.

Mientras corría me pude dar cuenta de que yo no era la única que quería despedir a alguien, más bien, las despedidas en este lugar parecen ser decoración (obvio), familias, amigos, novios, esposos, crush, quienes pudieron ser y no lo fueron (como es mi caso). Relaciones a distancia que abecés son tachadas de ser falsas y engañosas, pero la pregunta es ¿Esto es cierto? Supongo que quién ama o quiere una persona lo hará sin importar los kilómetros, las horas, continentes, países, reinos.

Aunque las despedidas abecés pueden ser fallidas, no todo es de color rosa, Carlos y Lucas se despidieron porque uno de ellos debía volver a casa al finalizar las vacaciones, en cambio Vanesa y Karla tuvieron que decir a adiós porque ambas se estaban haciendo daño … daño a su corazón.

Al llegar no encontramos con un metro gigante, era de color negro y sus letras cambiaban de un momento al otro.

- Veo el nombre de muchas países, pero ninguno es Inglaterra -le dije a Flora mientras la miraba un poco confundida.

- No entiendo porque, se supone que ya casi despega -agrego ella.

- ¿Eso no quiere decir que talvez ya se fueron? -pregunte.

- 04:40 AM -respondió ella mientras veía su reloj - Lo dudo un poco, no creo que sean tan puntuales.

- Dame tu teléfono -dije mientras extendía mi mano.

Flora sin pensar y dudar me entrego su teléfono, se muy bien que ya no hago parte de su lista de contactos pero sin embargo dudo mucho que le niegue una llamada a Flora, así es voy a llamar a Saúl.

Llamando …

"El número que usted ha marcado se encuentra apagado"

Dijo la voz de la mujer que se encuentra dentro del teléfono.

- Ahgg en dónde carajos puedes estar -grite desesperada mirando al cielo.

"El vuelo a Inglaterra ha abierto sus puertas, Por favor pasajeros del vuelo #5 ubicarse en el segundo piso, gracias"

Exclamó la voz mágica del aeropuerto.

Mi mejor amiga y yo nos miramos sorprendidas entre si, tomamos las escaleras eléctricas para esquivar las personas, pues una avalancha de pasajeros venía tras nosotros.

En el último escalón pudimos notar que el lugar estaba lleno de tiendas, sillas y salidas de vuelo. Pero ahí estaban ellos, un montón de personitas juntas, desde la distancia pudo distinguir a Lara y eso me lleno de emoción, significaba que mi búsqueda había terminado pero ahora comenzaba la siguiente fase, el reencuentro.

Está vez nos acercamos a ellos de manera lenta y suave, mi corazón estaba mil y puedo jurar que nunca había palpitado de manera tan rápida. Cada vez me encontraba más cerca, poco a poco fueron notando mi presencia, la primera persona en voltear a verme fue Felipe y después cada uno me notó.

Sin embargo me llevé la sorpresa de que los rostros de todos fueron de aceptación, bienvenida, acogedoras h amables, tanto así que la madre de Saúl me dio su mano y me llevo junto a su hijo, él se  encontraba de espaldas mirando la salida de su vuelo.

- ¿Sabías que el Alzheimer no es una enfermedad de la memoria, si no de las emociones? -dije mientras observaba su mochila y guardaba la esperanza de que se diera la vuelta.

- No sabía … al fin de cuentas, en ocasiones, es mejor no acordarse de nada -respondió él mientras se giraba lentamente.

Lo abracé.

"El segundo beso me supo a lágrimas"

_____________________________________

Saúl

El segundo beso me supo a lágrimas, como un amor similar a una telenovela ella llego en el momento más adecuado. Nala apareció de la nada en el aeropuerto y ver su rostro frente al mío me sorprendió bastante.

Eran las 3 AM cuando mi familia y amigos empezaron a bajar mis maletas, el vuelo (al que yo llamaría destino final) partiría a las 5 Am, todos conmovidos y bastante apurados empezamos a listar los últimos detalles para mí viaje, fue inevitable no despedirme de este lugar que fue mi hogar por dieciséis años y que ahora será la fuente de recuerdos melancólicos, se sintió extraño cerrar la puerta de mi habitación y ver qué los cuadros, luces y plantas ya no se encontraban ahí.

Creo que nunca me habían preparado para decir adiós, sin embargo siempre había soñado con crecer y ser una persona "grande", mi excusa era que la vida sería mejor y que daría conciertos por todo el mundo gracias a mis giras, hoy en día me doy cuenta de que el crecer no resultó ser tan magnífico como creí y que mi voz no era adecuada para ser cantante.

La familia de Violeta había llegado a mi hogar, todos partiríamos al mismo tiempo pero en diferentes autos, así nuestros familiares y amigos podrían decir adiós a ambos.

- ¿No falta nada en tu equipaje? -pregunto Alison.

- Supongo que no … bueno las cosas que mamá encuentre después las enviará a Inglaterra por correo -respondí.

- Yo regreso y tú te vas, que irónica es la vida -agrego mi amiga.

Solté una pequeña carcajada y en un acto de cariño la abracé, en realidad las últimas horas se han tratado de abrazos, besos y despedidas.

Mi abuela se ve triste, pues dice que mi partida hará una revolución de emociones dentro de ella y que la nostalgia y sensación de "soledad" podrían matarla, siempre respondo que esa es una exageración y que mi ausencia en esta ciudad no es motivo de muerte, aunque es entendible que el sentimiento de tristeza se encuentre dentro de su cuerpo. Mi mamá había comprado algunos snacks para el vuelo, me encantaba la idea de que mi madre había cortado las zanahorias en forma de dinosaurios, pues me hacía sentir mimado y pequeño.

- ¿No piensas despedirte de ella? -pregunto Alexander que llegaba por detrás de nosotros.

- ¿Te refieres ah? -pregunte.

- Si; me refiero a la otra mitad del hilo -respondió.

- Es cierto -comento Alison - Deberías llamarla o poner un mensaje ¿No crees? -agrego.

- No … lo único que creo es que quiero hacer esto menos triste, supongo qué después de todo este tiempo sin hablar, a Nala le dará igual si me voy o me quedo -respondí en voz baja.

- Hablando de tiempo, quiero que veas esto -Alexander saco una caja de su espalda, era pequeño pues cabía en su mano.

- Esto es para ti -quito la pequeña tapa y saco lo que había en el interior, era un reloj de color negro - Si te sientes solo o bajo presión envíame un mensaje por aquí, el otro reloj lo tengo yo y de manera inmediata sabré que no estás bien -agrego.

Supongo que mi mejor amigo olvidó por unos minutos que los mensajes de texto existían, pero obviamente no iba a despreciar su detalle.

- Gracias -le dije mientras lo abrazaba fuertemente.

La lluvia empezó a caer sin ningún tipo de aviso previo, era algo suave, pero sus gotas caían tan rápido que te producía dolor.

Todos juntos bajamos en el ascensor (incluyendo a Violeta) guardábamos silencio por alguna razón pero todos nos encontrábamos abrazados de manera grupal. Lara pidió sentarse junto a mi en el auto, mis padres solo llevarían a unos cuantos (Felipe, Alexander y Lara) mientras los padres de Violeta se harían cargo de los demás (Daniela, Alison y Darwin) este último nos estaba esperando dentro del auto, pues él había llegado de sorpresa.

Mi padre guardo la última maleta en la caja trasera del auto y me permitió conectar mi teléfono al estéreo, mientras tanto Gustavo llevaría a su esposa y a mi sobrina, pues la hija mayor de Rosa debía volver a casa, y junto a Gustavo mis abuelos también lo acompañarían.

- ¿Me llevas contigo? -me pregunto Lara en forma de broma.

- Me temo que no, no alcanzamos a empacar tu equipaje … lo siento -respondí mientras me reía.

- Deberías esperar a mi graduación para poder irnos juntos -agrego ella.

La ciudad aún se encontraba iluminada, el frio que entraba por la ventana provocaba que mis mejillas se pusieran de color rojo y la iluminación de la ciudad parece romper en magia y los árboles al borde del camino brillan.

Pasaportes.

Al entrar al aeropuerto me sorprendí, si soy honesto esta es la primera vez que me subo a un avión, en la lista de mis miedos se encuentra una escena bastante específico y todo se resume al morir mientras una de estas cosas cae al suelo pero supongo que no es el mejor momento para pensar en eso.

Empecé a hacer fila mientras mis padres bajan mi equipaje, era extraños imaginar que todas las personas que se encontraban aquí estaban despidiendo a alguien o que en el mejor caso una bienvenida era el motivo de la presencia de cada uno, delante de mí se encontraba una linda joven que llevaba puesto una chaqueta enorme y por mi espalda un señor bastante mayor.

- ¿Preparado? -pregunto Darwin que se hizo a mi lado, fuera de la fila.

- ¿Porque tienes que preguntar eso? -respondí.

- No te veo muy contento ¿acaso sucede algo?

- Bueno supongo que se trata …

Su teléfono empezó a sonar y con una seña me pidió disculpas, se alejó de mí para contestar su llamada sin embargo creí que eran sus padres quien le hablaban tan temprano en la mañana. Después de unos minutos la chica de la chaqueta grande se encontraba frente al mostrador, la fila ya casi terminaba.

Se me hace gracioso recordar los sitios en donde alguna vez estuve, nunca creí que mi siguiente destino sería ir a Inglaterra, supongo que ya supere mi miedo al futuro (o eso me gusta creer) al parecer estoy cumpliendo mi sueño y me siento orgulloso de mi mismo, es una sensación gratificante y es imposible no tener una sonrisa de punta a punta a pesar de ser está una despedida.

Al final de cuentas la chica que se encontraba frente a mí se dirigía a Japón, su motivo era conocer a su madre y el señor, viajaría a otra ciudad dentro del país, pues quería visitar a sus ñetos por el año nuevo.

Tomamos el equipaje y subimos a la segunda planta del aeropuerto, aún no nos comunicaban en que puerta sería nuestra salida, veo a todas estas personas a mi alrededor y pienso en lo importante que ellos son para mí y el como cada uno me dejo una enseñanza y aporto algo en mi vida, creo que el simple de echo de querer despedirse de mi habla bastante de ellos, de su cariño y sus sentimientos.

Quizás si falta una persona, talvez debí despedirme, puede ser injusto para ella y apuesto a que se enojara apenas vea mi primera foto con el Big Ben. Solo pienso en el montón de cartas que te escribiría si tuviera  letra bonita, conmigo llevo el bolígrafo de color rosa pastel que compre para decirte lo que sentía en una hoja de papel, está asegurado y protegido por mí.

Tengo miles de pedazos de mi corazón por toda la ciudad y hoy los quise encontrar, decidí rebuscar y recordar aquellos momentos de felicidad que tanto amaba y solía necesitar. Aquel muelle o feria donde tu risa era algo especial, ese museo y la pizzería dónde de tu belleza pude disfrutar, no puedo olvidar aquel colegio y ese campo de girasoles que nos vieron juntos estar, la puerta de tu casa que presencio el beso más hermoso que alguien pudo dar, ese supermercado y el ascensor que de nuestros encuentros fue testigo.

Y ese CD que es el resumen de lo más bonito que alguien me ha dicho, tu recuerdo no es agridulce; tu recuerdo tiene un sabor a chocolate, al más dulce y delicioso que puede haber, mi imaginación siente tus abrazos que para mí son la firma perfecta de tu cariño y que si soy honesto "amo tus abrazos".

Vuelvo a este lugar, no tengo la intención de verte pero si quiero preguntar ¿cómo estás?, hablarte del amor y de lo lindo que es poderlo encontrar, quiero decirte que aún te aprecio y que eso no va a cambiar. Prometo que mis besos mejoraron y que ya no tienen  sabor a licor y tampoco a una despedida final, que ahora pueden saber a cariño y a humildad.

Tengo un vuelo que aún me espera para regresar pero quería preguntarte ¿Podemos hablar?

Quiero recordarte que un pedazo contigo aún está, tengo miedo de pedirlo de regreso porque lo muerte puede revivir, por qué tus ojos me pueden conquistar, porque mi tratamiento me puede fallar; no soy quien para negarme a poder "amar" pero si puedo entender que no estará bien, que no puedo interferir y que quererte es algo que presente siempre estará.

"El vuelo a Inglaterra ha abierto sus puertas, Por favor pasajeros del vuelo #5 ubicarse en el segundo piso, gracias"

Las bocinas del aeropuerto empezaban a hablar y afortunadamente nos encontrábamos frente a esa puerta, me puse de pie y Violeta se posicionó a mi lado, ambos vimos como la puerta de nuestro futuro se abría de par en par.

- ¿Estás listo? -me pregunto Violeta.

- No … creo que no, pero estoy ansioso de dar el siguiente paso -respondí - ¿Y tú? -pregunte.

- Estoy nerviosa, pero me siento preparada -respondió.

Veíamos como las personas entraban pero ninguno de nosotros dos dábamos el primer paso.

- ¿Sabías que el Alzheimer no es una enfermedad de la memoria, si no de las emociones? -esa voz … esa voz era de Nala.

Después de intercambiar algunas palabras ella se atrevió a abrazarme, se me había olvidado lo bien que se sentía el tener a Nala entre mis brazos y lo delirante que era el olor de su perfume.

- ¿Entonces no pensabas despedirte? -pregunto ella.

- ¿Cómo llegaste aquí? -respondí.

- Espero algún día contarte esa historia pero ahora creo que no es el momento -dijo ella.

Fijé mi mirada en mis amigos y mi familia, todos estaban viéndonos, parecíamos protagonistas de alguna película, me sorprendió el echo de que mi madre se veía alegre y feliz con este reencuentro.

- Entonces ¿Aún estamos conectados? -pregunte.

- No lo sé, te vas a dieciséis horas de mi

- Inglaterra, es extraño decir eso -comente.

- ¿Literatura? -pregunto ella.

- Sí, si es eso … lo logré -Nala sonrió de punta a punto y aplaudió en gesto de celebración, me dio el segundo abrazo.

¿Esto es ser maduro? Parece que nunca nos hubiéramos alejado y que en cambio cada día nos hubiéramos conocido más. Me siento seguro frente a ella, me siento feliz, vulnerable, protegido y ansioso.

- ¿Enserio quieres irte? -Nala empezó a cambiar su tono de voz.

Esa pregunta fue compleja, supongo, porque la respuesta no vino de inmediato a mi cabeza.

- Sí, si quiero … supongo

- Lo siento, discúlpame por lo que dije -ella empezaba a hablar del pasado frente a una puerta del futuro.

- Te disculpo… creo que todo se trató de orgullo, solo tengo dieciséis años así que no se como funciona esto de las disculpas -dije, Nala se soltó a reír y tomo mi mano derecha.

- No quiero decir adiós aún -agregue.

Empecé a llorar, de manera suave y sutil, ella al verme apretó mi mano y sus ojos empezaron a humedecer.

- No te vayas por favor -dijo Nala y se lanzó a mi.

Me beso, pero yo también lo hice, ambos nos estábamos besando, está vez nuestros labios no tenían sabor a cereza (bueno los míos) sabían ha despedida, a tristeza, a consuelo. Eso es increíble, porque había olvidado lo bien que se sentía tener sus labios junto a los míos y lo emocionante que era nuestra fluidez mientras nos besábamos.

- Quédate, quédate por mi … porque cuando podíamos ser no lo fuimos y ahora podemos serlo y quiero serlo -agrego Nala mientras me abrazaba.

¿Quedarme?

- No, no Nala -respondí.

Ella se alejó, sorprendida por mi respuesta.

- No dejaré mis sueños por tú, no cambiaré mi futuro por este sentimiento, no cortaré las cartas del tarot para jugarme está oportunidad -mi voz empezaba a recomponerse.

Violeta se acercó a mi y con su mano me dio un señal de que entraría al vuelo.

- cuando podíamos ser no lo fuimos y ahora tampoco agregue.

Nala apretó mi mano más fuerte aún, tratando de evitar que diera un paso a aquella puerta.

Eso es algo que ya decidí pero, ¿Está bien? No debo mirar atrás, es un triste amor no correspondido y si dejo de caminar lo volveré a recordar, no voy a romper en llanto, eso fue lo que en este momento pensé.

Pero ella está ahí, viéndome partir lejos de este lugar.

Ambos sabíamos que este momento, algún día iba a llegar, el avión me está esperando y es eso lo que me hace daño en este momento, quiero conectar todo aquello que habíamos deseado y que talvez no se pierdan en antiguos recuerdos, mi mano la tienes tú.

- Oye; ¿Esto es lo que significa un adiós? -le pregunté a Nala, ella se soltó a reír.

- Nunca había dicho adiós -respondió.

- Me debo marchar, seguro que lo entiendes … al igual que sabes que eres muy dulce -le dije.

- Mi mano has de soltar -agrego ella.

- Conocerte me hizo feliz … te quiero mucho, gracias; adiós -solté a Nala de la mano sin voltear a ver atrás, pues reuní todo mi valor para este momento.

Empecé a caminar a la puerta, nervioso y asustado.

- Escucha … -dijo Nala en un intento de hablar, pero al ver que no voltee se rindió, pero la distancia entre tú y yo era de cero.

Supongo que ahora puedo llorar, palabras ya no hacen falta, así que por favor abrázame fuerte.

El año que viene para estas fechas, ¿En qué me habré convertido yo?, ¿En que te habrá convertido tú?.

Fin.

---------------
Carta para ti

Si llegaste a este punto de la historia quiero darte infinitas gracias por haberla leído, inspirada en echos reales que me llevaron a escribir por primera vez algo sobre amor.

Espero que te haya gustado y que en cada capitulo te sintieras emocionado e intrigado por este drama, en mi experiencia personal haber escrito cada capítulo fue una aventura asombrosa y un descubrimiento personal maravilloso

Prometo mejorar cada vez mas para que puedan disfrutar de mas historias.

Cuando podíamos ser nos habla del efecto que las personas tienen en nuestras vidas y el como cada una nos deja una enseñanza, deseo que mi intención de transmitir sentimientos e ideas haya funcionado y que está historia fuera de tu agrado.

Muchas más historias vienen en camino así que sigue pendiente por alguna novedad, mientras tanto próximamente publicare una nueva historia en wattpad.

Gracias por todo esto

Cuando podíamos ser
Juan Ordoñez

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