-Sólo os advertiré una cosa: No me subestimen -les dije mientras me recogía el pelo en una coleta.
Respiré profundamente para relajarme mientras pensaba en la cantidad de veces que practiqué anteriormente el saque de Oikawa. Con este cuerpo será bastante más efectivo que cuando entrenaba con mi antiguo equipo. Lancé el balón muy alto y me alejé para coger carrerilla, saltar sorprendentemente alto y golpear fuertemente el balón apuntando al hueco entre Daichi y Nishinoya.
A ninguno de los dos le dio tiempo de reaccionar.
-¡Bien! Tanto entrenar no fue en vano -dije sonriendo.
-Saca casi igual que el capitán del Seijoh... esto va a ser interesante -dijo en voz baja el entrenador Ukai.
-¡Gran Rey! -gritó Hinata emocionado- ¿¡Qué fue eso!? ¡Fue como el saque del Gran rey! ¡Hiciste peow y el balón hizo fiuuuuu y...!
-Wow... Etto, ¿me podría enseñar a sacar como usted, Yachi-senpai? -preguntó casi gritando Kageyama haciendo una reverencia.
-Claro que sí -respondí inmediatamente.
El resto de los chicos del Karasuno estaba sin comentarios, hasta que Tanaka se me arrodilló y dijo:
-¡Eres perfecta! ¡Por favor cásate conmigo!
Y yo sin pensármelo mucho le contesté.
-¿Para cuándo la boda? -dije sonriendo y MUY en serio.
Todos en el gimnasio (excepto Tanaka) se quedaron paralizados de la sorpresa. La palabra correcta sería que estaban impactados.
-¿D-De verdad? -preguntó Tanaka sin poder creérselo.
-Claro que sí bb 737 no por nada me enamoré de tí, y de Nishinoya, de Kageyama, de Hinata, de Daichi, de Suga, de Yamaguchi, de Tsukki, de Asahi, de... -contesté sin bromear en absoluto.
Todos me miraron sonrojados, algunos con una gota de sudor resbalando por su frente.
-¿Qué pasa? Lo dije en serio -les dije.
Afortunadamente, para romper la tensión del ambiente, llegó Takeda-sensei diciendo que irían a Tokyo. Y bla bla bla Nekoma, bla bla bla Fukurodani.
Pero para mí sólo significaba una cosa... ¡Podré conocer a mis demás husbandos de Haikyuu! ¡Bokuto, Akaashi, Yaku, Kenma, Lev, Kuroo...!
Aunque, claro, también están Oikawa, Iwaizumi, Semi, Ushijima, Satori, Goshiki, los gemelos Miya... , sólo que para poder verlos a ellos tendré que esperar un poco más.
No me di cuenta pero como estaba pensando en conocer a mis husbandos y en tener un harem empecé a babear y todos los chicos del equipo me miraron raro.
-... -me limpié la saliva con la manga de la chaqueta- ¿Alguien tiene hambre? ¡Porque yo sí!
-Después del entrenamiento suelo invitar al equipo a picar algo junto a la tienda del entrenador Ukai, ¿quieres venir? -me invitó Daichi. Y yo, sin pensarlo siquiera, le respondí.
-¡Claro que sí!
Uf, creo que el tema de que son mis husbandos lo podremos dejar de lado por ahora. Aunque al parecer había algunos que seguían algo incómodos por lo que les dije; por ejemplo, Yamaguchi seguía algo rojo, Kageyama también y Tsukishima intentaba evitar mirarme a los ojos.
-Bien, ¿seguimos entrenando? ¡Tengo una idea! ¡Juguemos un partido de práctica entre nosotros! ¡Hinata, Kageyama y Tsukki contra Daichi, Sugawara y yo! -propuse. Tsukishima iba a rechazarlo pero en cuanto vió en mis ojos una mirada ardiendo de pasión no pudo hacerlo.
-Está bien -dijeron Sugawara y Daichi. Tsukishima simplemente se colocó en la cancha en silencio pero Hinata y Kageyama gritaron un claro "¡HAI!".
-Esto va a ser interesante... -dijo susurrando Ukai.