-CAPÍTULO 45-MA-LICIA
#Martín
—Martín Sotelo. ¿Cómo has estado?— Se me acerca Guillermo Druet, uno de mis viejos socios con su esposa del brazo. —Me dijeron que estuviste delicado de salud. ¡Qué bueno ver que te encuentras mejor! Estábamos muy preocupados por ti pero con todo lo que estabas atravesando era mejor guardar distancia hasta que todo pase. Espero no estés resentido con nosotros.
—No, no para nada. Estuve muy delicado de salud pero aquí retomando mis actividades desde hace algunos meses. — ofrezco un sonrisa.— Estoy muy entusiasmado porque Ortega&Sotelo van a entrar en los negocios de tecnología, hemos comprado un par de acciones en Apple recientemente.
—Martín ¡Eso es grandioso!. — veo a la esposa de Guillermo acercarse a mi con una sonrisa cómplice a darme un beso en la mejilla y cogerme por los hombros — ¡Te ves grandioso! ¿Cómo esta Alicia? ¿Cómo va el embarazo? Me comentaron nuestros amigos en común que se la ve hermosa y el negocio va viento en popa. No hay nada que decir. Los Ortega y Sotelo en cuanto a los negocios son los mejores.
—Gracias por tus palabras. Bien, ella esta bien— me limito a decir. — Como ustedes saben mi divorcio fue uno de los más sonados del país. Así que, nuestra relación, en lo que pueda la ayudaré. Por algo siempre fuimos amigos. Nos conocemos desde que tenemos uso de razón.
—Eso es bueno. —comenta Guillermo. — No todas las separaciones son en paz. ¿Cuándo tú hijo?
—Es una niña. — lo corrijo y saco mi celular del bolsillo buscando la ultima imagen que me mando Alicia del ultrasonido y se la muestro. —Tiene treinta y nueve semanas, esta bien desarrollada y el peso es excelente.
—¡Wow! Sotelo.—bromea Guillermo, a lo que no puedo evitar reír.
—En lo que pueda ayudaré. Me encanta esto de ser padre— les comento a ambos. — Alicia siempre ha sido una buena persona y como saben todo ya que mi vida privada en mi circulo intimo era publica. — los miro — cometí errores que estoy tratando de corregir poco a poco. El cambio comienza con uno mismo.
—Eres grandioso, Martín. Ojala las cosas entre ustedes dos se puedan arreglar algún día. Todos cometemos errores pero siempre esta la opción de corregirlo. Saluda Alicia de mi parte. —Guillermo y su esposa se despiden de mi. y no puedo evitar observar el ultrasonido con una sonrisa tonta en mis labios.
Sin pensar en nada más, miro la hora en mi teléfono y marco el numero de Alicia que me contesta al cuarto tono.
Como siempre nunca saluda, solo deja la linea abierta esperando que sea el primero en emitir palabra.
— ¿Cómo están?—le susurro imaginándome que quizás se demoro en contestar porque debió estar dormida. Leí en un articulo de futuros padres que tengo que hablarle bajo y con cariño, siempre tratar de que se sienta cómoda con lo que le digo, Así la bebe se sentirá segura y tranquila.
—Bien. — me contesta. — Hoy tuve un día movido, la nueva colección de ropa llego hace una semana pero el lanzamiento será dentro de unos días. Me están ayudando ya que no tengo energía para todo lo que tengo en mente organizar. Deberías pasarte por ahí, me ayudarás mucho con la imagen. Te haré llegar una camisa de botones como te gustan de regalo por la ayuda. Es la última que haré, de aquí me tomaré unas vacaciones. —Me deja contento saber que me necesita por la influencia que tengo en su línea de prendas para caballeros y más contento me siento al saber que al fin se tomará un descanso en sus ultimas semanas antes de que nazca la bebé— Creo que me harían súper bien unas vacaciones por Grecia. ¿Ese era tu destino favorito cuando te ibas huyendo de todo, verdad? ¿Con quien era que te ibas? Ya no me acuerdo mucho de su cara.
Me iba con Emilia.
Siempre me lo recuerda.
—No comiences con eso, MA licia— le contesto, haciendo énfasis en la letra M. — El hecho que me levante hace un año preguntando por la persona que por poco arruina mi vida, no significa que puedes coger y hacer recuerdo de todo. No había acomodado mis ideas, con terapia lo conseguí. — Resoplo y pongo mi cara de indignado— Claro que iré al lanzamiento que vas a tener. No me tienes que enviar nada, Lo hago porque te aprecio por sobre todas las cosas. A las personas les toca algunas veces cometer errores para aprender y espero que también ese mensaje este en tu cabeza. Espero estén muy bien, Regreso en varios días. ¿Quieres que vayamos a comprar lo último que te hace falta? Me encantan esas cosas, Ya hice una lista anoche en el hotel sobre la nueva colección de muebles para arreglar la habitación.—Todo rosado y de princesas. la heredera de los ortega va a nacer.— Yo me ofrezco como tributo para pintarla—bromeo— He visto colores tendencia e imágenes que podría poner.
Y es verdad, he visto colores pasteles, he preguntando a los encargados de la tienda de pintura sobre como combinar los mismos creando un ambiente de paz que le permita dormir tranquila por las noches.
—Que bueno.— me responde y sé que no le interesa—¿Puedes enviármela a mi correo? Haré que Jaime vaya a comprarlos. No te preocupes por la pintura. es algo que puedo resolver. Mi madre me mando algunos nombres de empresas que se dedican a eso.
No entiendo porque nunca deja que la ayude.
Siempre me hace recuerdo de mis pecados.
—No. no, claro que no.— me acomodo los lentes, ofendido ante su rechazo— Podemos ir o bueno sino te sientes bien, puedo ir yo mismo. Me encanta cuando las vendedoras se me acercan con ojos llenos de corazones como caricatura pensando que soy el mejor hombre de todos.
Y es verdad, pero me gusta más la sensación de crear un ambiente para alguien que todavía no viene a este mundo y ya una parte de ti le pertenece.
—Pero no lo eres.— me contesta con su voz marcada por la rabia.
—No lo soy, es verdad.— De nada vale seguirle el juego.
Tengo que mantenerla tranquila, así me saque de casillas.
—¿Qué es lo que quieres entonces?
—Llego el Viernes. Te paso recogiendo, nos vamos a comer todas esas cosas que he visto por tus fotos de instagram que vives comiendo. Es sorprendente que tu cuerpo se mantenga super bien. Bien invertido mis dolares en esos años.— me siento orgulloso de la broma idiota que sale de mi voz porque es lo que se me ocurre para evitar que siga con sus indirectas.
—Cállate, Idiota. — escucharla me hace reír. —también me alimento saludablemente.
Es verdad, Hace poco compre el catalogo de su negocio en donde posaba con las prendas que diseño para embarazadas, se la veía grandiosa.
Recordarlo me hace reír todavía más
—Espero estés muy bien Alicia, no olvides que cuentas conmigo en todo el proceso. Estoy ahi y siempre me va a encantar estarlo. Desde que me entere me he suscrito a paginas. No sabia hasta ese entonces que tenia un espíritu tan blanco y limpio. Te aviso cuando llegue. No quiero que me vuelvas a dejar afuera de tu departamento esperando por ti.
—Como quieras.
—Te mando un abrazo, cuídate mucho.— le cuelgo y vuelve aparecer en mi teléfono la imagen del ultrasonido.
—Bien, pequeña Martina. Así tú madre no quiera verme, siempre me tendrás.
y regreso a la conferencia.
[***]
#Alicia.
A&O es la marca con la que registre mi negocio de prendas de vestir. Me dedico junto a un grupo de diez mujeres a crear diseños, cortes y modelos que vayan de acuerdo a lo que exige el mercado, aunque muchas cosas prefiero imponerlas. La moda es así. Es un hecho que siempre me gusto la ropa, los accesorios, al no saber hacer nada porque durante algunos años fui la esposa de alguien que no me amaba, la persona a la cual querían hacer daño para quedarse con lo que tenía, lo que lleva tener en apellido que tengo en este país. Ser catalogada por mi madre, una persona que siempre estuvo a la cabeza de todo pero que eso no fue impedimento para que también mi padre le fuera infiel, como alguien que solo debe seguir ordenes para poder hacer algo bien, alguien débil.
Puedo decir que valió la pena cada día que me quede sin dormir por tener todo listo para mostrar esta colección. Esto es parte de mis sueños. Aprendí con dolor, que sino veo la oportunidad, creo una puerta que me lleve a ella.
Me canse de sentir miedo.
Me canse de ser la persona a la que todo el mundo puede manejar a su antojo.
La colección de ropa masculina que vamos a mostrar es una de las más esperadas de los últimos meses. Es mi despedida hasta que regrese por un tiempo prudencial. Como plan B dejo un vídeo donde agradezco a todos los presentes por su asistencia. Todos saben que no estaré en la ciudad para ese entonces.
Cuando comienzas a ver pasar los días, en mi caso, sientes que todos tus miedos se acumulan uno a uno. Tienes tus razones para tomar las decisiones que tomaste. Tienes toda una vida para coger y querer cambiar algo que sabes que esta mal, pero estar a punto de traer una vida a este mundo si estaba fuera de todos mis planes.
Nunca me imagine pasar por esto, no después de lo que me paso con Martín.
Pero paso.
Hice de esto una oportunidad.
Sin embargo, me levanto moviéndome de un lado al otro. Aquí estoy con dolores de muerte. Mientras trato de marcar el numero de mi madre. Una punzada en el corazón me golpea al ver que son las dos de la mañana y por mas que reviso en el calendario, todavía no era la hora.
No tenia que ser así, me faltan un par de semanas.
Trato de levantarme y caminar hacia el baño, pero el liquido que corre por mis piernas se siente como una señal que comience a recoger lo que ya he tenido listo un par de semanas atrás. No hay habitación lista. No hay ropa de diseñador esperando por ella. El desfile de la línea de caballeros era mi prioridad ya que era la despedida de lo que más amo hacer hasta nuevo aviso.
Miro mi cara en el espejo del baño preocupada porque no tengo ni una gota de maquillaje. No puedo dar a luz de esta forma. Agrego con una brocha un poco de color a mis mejillas y brillo labial, me ato el cabello en un moño alto. Busco la ropa que me voy a poner sin importarme estar haciendo un charco de agua grande en el piso.
¿Seré la única persona que quiere ir a traer una vida al mundo vestida de la mejor forma?
Hay cosas que nunca cambian.
Mi celular comienza a sonar en la cama, mientras llevo el conjunto para embarazadas hacia la cama, lo primero que alcanzo a escuchar son los gritos de mi madre.
―¡¿Qué paso Alicia?! Estoy en una reunión de mi club de lectura. Recuerda que donde me encuentro la diferencia horaria es abrumadora.
―Ya va a nacer.― apretó los labios. tratando de calmar el dolor que comienzo a sentir en mis caderas.
―mmm ya veo. ― murmura. ― pues bien, llama al padre. Espero que pueda ayudarte.
―Pensé que estabas aquí.― No presto atención a sus palabras hirientes. No es el apoyo que me debe dar en este momento, debe dejar a un lado el enojo que siente hacia mi. Es mi madre después de todo.― Me dijiste que viajabas la próxima sema...na. ― sujeto mi vientre con fuerza, comenzando a sentir unas contracciones.
―No. Mis amigas me dijeron para viajar lo más pronto. Alicia tengo que colgar, me mandas una foto cuando nazca. Te mando un beso. Estamos conversando y me cuelga.
Me siento en la cama tratando de tranquilizarme.
Siempre me ha tocado ser fuerte
Llama al padre. Espero que pueda ayudarte.
Mando un mensaje con una simple línea al numero del cual me escribió hace dos días.
Va a nacer
No espero respuesta. Pero me sorprendo al ver que mi celular comienza a vibrar con una llamada entrante.
Martín.
―Dime. ― contesto. ― En este momento no estoy para juegos ni bromas. Estoy pasando por una situación difícil.
―¿Es verdad que va a nacer?― Se escucha agitado como si estuviera corriendo. ― Trata de responder Si o No. ¿Tienes dolores?
―No hace falta que vengas. Olvida lo que dijo mi madre.
―No puedo. Ella es dura pero se preocupa por ti así no parezca. Acabo de ingresar al carro directo al aeropuerto para coger el avión privado. Me demoro un par de horas. Espero que puedas esperar por mi. No me quiero perder este momento. ¡Dios! ― exclama ― Faltaban un par de semanas, en la aplicación que descargue del celular sobre las semanas de embarazo, la acabe de revisar y si faltaban unas semanas, por eso viaje.
―No hace falta. ― escucho como gruñe en la línea pero no me puedo burlar en este momento. Siento como la cadera se me parte en dos.
―No me importa Alicia.
―Como quieras. Si no te dejan entrar no es mi culpa.
Termino la llamada. Me pongo el conjunto. Agarro el bolso y la pañalera. Reviso mi celular por ultima vez.
Espero algún día me puedas perdonar.
Lo único que hago, una vez que pongo el celular en silencio, no sin antes mandarle la dirección de la clínica privada a Martín, rindiéndome, porque es la única persona que me puede hacer compañía en ese momento porque nadie vendrá por mi. Todos tienen sus problemas, sus viajes, si vida. Es coger y avanzar por los pasillos directo al ascensor.
Hay personas que están a miles de kilómetros y en un momento así te ponen como prioridad.
Hay otros que están cerca y te dan la espalda.
Si, algún día me estarás pidiendo perdón de verdad. Esto es solo el comienzo. ―pienso. ― mientras veo las puertas del ascensor cerrarse.