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Bởi Cinthya-Banderas

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SUSUMU del japonés (ir hacia adelante... en español Seguir adelante) Blake jamas imagino que sufriría el do... Xem Thêm

Capitulo uno
capitulo 2
capitulo 3
capitulo 4
capitulo 5
capitulo 6
CAPITULO 7
CAPITULO 8
capitulo 9
capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
capítulo 14
capitulo 15
Capítulo 16
capítulo 17
Capítulo 18
capitulo 19
capitulo 20
El amor toco mi puerta y el deseo y la pasión entraron por la ventana
capítulo 22
capítulo 23
capítulo 24
Nuevos aires
capítulo 26
un chico extraordinario
1 noviembre 2019
volver a verte
capítulo 30
Parte sin título 31
capítulo 32
Verdades
capítulo 34
capítulo 35
capítulo 36
capítulo 37
capitulo 38
EXTRA 1

Capitulo 13

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Bởi Cinthya-Banderas


La cafetería que solía frecuentar frente a la universidad estaba netamente llena, Naila se encontraba a su lado y Norma frente a ellas aislada de todo el ambiente mientras movía sus dedos con delicadeza por la pantalla de su celular, sin borrar la enorme sonrisa en su rostro; desde que su novio ahora prometido le propuso matrimonio esta no había desaparecido.

Cuatro días habían pasado desde que Aixa vio a Blake y sus hijos, Naila le comentaba que su hermano estaba muy molesto consigo mismo por lo que paso en casa de Aixa y se disculpaba con ella por haberla hecho sentir mal.

Ese día era jueves y Aixa tenía muy presente la promesa hecha a Shun.

—Entonces, iras al evento de mi sobrino— Aixa sonrió imaginando la alegría que le daría a Shun el verla ahí. Aixa dejo su taza sobre el plato plano de porcelana posando la vista en Norma y después en Naila.

—Por supuesto... solo terminare de retocar estas imágenes— apunto a la laptop —y después las llevaré a producción con mi padre.

—Son un gran equipo, tu mamá tiene esta agencia de modelaje y las tomas que hacen tu papá las pone en la revista de moda y cosméticos Lawhorn...

—Ellos son impresionantes. Ya quisiera yo que mis padres tuvieran ese poderío— comento distraída Norma. Dejo su celular en la mesa prestando atención a sus amigas.

—Bien no te quito más tu tiempo... mi siguiente clase esta por empezar— Naila se puso de pie tomo su café y la bolsa con la dona.

—Espero y esta vez sí llegue tu maestro— se burló Aixa —y no te vayas de pinta, recuerda que si quieres trabajar algún día en la empresa de mi madre o padre tienes que tener buena calificación y un registró impecable.

—Eso es cierto. Toma mi experiencia como ejemplo— Norma sonrió recodando las sutiles palabras que había utilizado la señora Tessa para decirle que no le podía dar trabajo por sus malas calificaciones en la universidad.

—Lo tendré presente siempre— se despidió de beso en la mejillas de ambas pero antes de separarse de Aixa susurro para la chica —pero no le digas a nadie que tengo una gran palanca para entrar a cualquier de esas empresas— ambas rieron y se volvieron a despedir ahora con un toque de mano.

Ya en la agencia de modelaje Aixa giro en el silla poniendo su reitera atención en la laptop touch donde trabajaba esta vez; dos chicas modelaban la nueva marca de ropa de la diseñadora italiana Roselin Frigerio, Aixa amaba las prendas de la diseñadora e incluso tenía varias de estas de su nuevo lanzamiento, regalos de Roselin para Aixa.

Las modelos eran hermosas piel bronceada rubias doradas y extremadamente delgadas, miro las últimas fotos que le había dado Julián el fotógrafo que trabajaba para su madre, con una sonrisa coqueta el chico se retiró un par de pasos volviendo a colocarse detrás del trípode con la cámara. Reviso cualquier imperfección que pudieran tener las chicas, apena dando uno que otro retoque.

Se sonrojo al ver las fotos en los trajes de baño que Julián le saco cuando su madre le suplico que saliera, ya que una de las modelos enfermo y no asistió a la sesión de fotos.

—Eres la más hermosa ahí— sobresaltada Aixa giro casi cayendo de la silla. Ahí a su espalda mirando también las fotos se encontraba el mismo chico Julián con su típico tanguito cubriendo su rizado cabello.

—Déjate de estar coqueteando con mi hermanita— ahora el sobresaltado fue el chico a su lado quien despego la mirada de las fotos mirando al hermano de Aixa. Aixa sonrió al sentir los brazos de su hermano en sus hombros y lo siguiente fue unos labios rosando la comisura de los propios.

Giro rápidamente haciendo girar y moverse la silla en la que estaba junto con ella, ahí en su "pequeña" oficina estudio, se encontraban su hermano y su mejor amigo, este último teniendo una gran sonrisa sin despegar la vista de los ojos de Aixa. Alain frunció el ceño molesto; estaba consciente de la atracción mutua del par frente a sus ojos... pero le era inevitable no pensar en que Thomas le rompería el corazón a su hermanita y si eso pasaba el rompería algo más que eso al chico.

—¡Bha!— bufo, paso la mano derecha por su frente lamentando lo que diría a continuación —es molesto estar viendo sus ridículas miradas de corazón cada que se miran... ¡demonios Tom! Pídele una cita a mi hermana. Pero una cosa si te digo le haces daño y te mato— advirtió.

—Jamás le aria daño. Gracias amigo— palmeo su hombro y miro a Aixa quien sonreía ampliamente— me concederías una cita, Aixa.

La chica mordió sus labios, miro el reloj en su escritorio y suspiro.

—Me encantaría... pero, en este momento tengo un compromiso muy importante, y ya voy retrasada— Se levantó, recogió las fotos y las puso dentro de una carpeta para seguido salir corriendo del lugar, no sin antes despedirse de su hermano y dejar un beso en la mejilla de este y Tom.

Estaba casi saliendo de la empresa de su madre cuando una fuerte mano de dedos gruesos se cerró en su cintura susurrando en su oído —Quieres que te llevé.

—Me encantaría Tom.

—A mí me encantas tú y tus tatuajes— beso el cuello donde se alcanzaba a ver a través de la chaqueta de cuero el inicio de uno multicolor en forma de almohadas.

—Si te soy sincera— respondió de igual manera que él. Su aliento caliente aun causando cosquillas en el cuello de Aixa. —te daré una cita solo porque quiero estar cerca de tus tatuajes— ambos caminaron al Lexus LFA que estaba estacionado fuera de la empresa, lo abordaron y Tom manejo al lugar que Aixa le indico.

—Al kid's Gardens— Tom le miro de reojo y le sonrió.

—Que aras en el Kínder ¿alguna donación?

—No— negó —le prometí al sobrino de Naila que lo acompañaría este día...

—¿Algún evento?— Aixa asintió —cuando Shimer estaba en la escuela me tocó ir a esos eventos aunque creo los de kínder son más interactivos.

—Eso creo. Esta es la primera vez que iré a uno.

—Te vas a divertir ya verás.

Las llantas del coche rechinaron cuando Tom paro abruptamente en la entrada del kínder, Aixa tomo su bolsa junto a la carpeta, metió está dentro de su bolso — gracia— susurro inclinándose para dejar un beso en la mejilla del chico al volante, pero Tom fue más rápido, la tomo por la barbilla y la beso suave y delicadamente, paso sus dedos por la línea de la chaqueta acariciando el tatuaje que sobresalió más cuando Aixa envolvió sus brazos en el cuello de su amor platónico.

Abrió los ojos sonriendo a Tom, y dio un paso atrás.

—¿Quieres que pase por ti?

—Me encantaría, te mando un mensaje cuando terminé.

—Está bien— Thomas se volvió a inclinar y beso fugas los labios de Aixa.

La sonrisa en su rostro no desapareció mientras caminaba hacia la entrada del kínder, tenía las mejillas rojas y no precisamente por el frio. Sosteniendo el celular en una mano mientras que en la otra llevaba una pequeña caja de regalo con estampados del hombre araña, se acomodó la blusa y la chaqueta; camino dentro del instituto taconeando las carísimas zapatillas Gucci, maniobrando para no tirar nada se las arregló para mandar un mensaje a su mejor amiga.

Para: Naila♡

De: Aixa☆

Estoy dentro de la institución dime que aula es la de

Shun.

Aixa observo a las madres ir y venir con sus hijos de la mano, sonrió al verse a sí misma en una niña de cabellos castaños claros y dos molotes como Pucca sobre su cabeza, era llevada en brazos por su madre, ambas reían por alguna cosa ajena a Aixa, el recuerdo era lindo.

Su celular sonó en su mano, desbloqueándolo leyó el mensaje:

Para: Aixa☆

De: Naila♡

Está en el aula 3C, subiendo las escaleras por la

dirección, mano izquierda.

Le mando un último mensaje a Naila agradeciéndole, alzó la vista viendo el salón que Naila le había dicho en el segundo piso, 3C leyó en letras grandes adornadas con múltiples stickers de animalitos.

Caminó siguiendo las indicaciones de su amiga de todas formas. Subió las escaleras sintiéndose mal al ver el deterioro de la escuela conforme iba avanzando; después llamaría a su padre para abrir una campaña de ayuda a escuelas de cursos medio y preescolar.

Sonrió a las personas que se atravesaban en su camino, algunas sonreían amablemente pero otras le hacían muecas de desagrado... tal vez tenía alguna mancha en la ropa, se echó un vistazo encontrando todo en orden ¿entonces que era?

Una joven madre de no más de 30 años la saludo entusiasmada, Aixa se sorprendió solo un poco, entusiasmada correspondió al saludo, estaba acostumbrada a todos esos tipos de actitudes que había presenciado en ese momento.

Se detuvo en el salón indicado levantó su mano y golpeo un par de veces la puerta, se corrió un poco al lado para ver a todos los niños con sus madres sentadas en el piso, pero Shun estaba solo, sentado en una de las mesas de madera, con un crayón en su mano garabateaba trazos sin un orden. Aixa hizo una mueca, su corazón se desmoronaba al ver la eminente tristeza que aquel lindo niño dejaba salir a relucir en un par de lágrimas que seco rápidamente.

—Se leee... ¡oh por dios!— exclamó la maestra al ver a Aixa de pies a cabeza.

—Vengo con Shun— dejo ver Aixa antes de que continuara la maestra robándole el valioso tiempo que estaba perdiendo para pasar con Shun.

—Oh, sí, lo siento, puedes pasar... ¡por dios! Es genial que estés aquí Aixa Lawhorn.

Aixa le sonrió a la maestra entrando al aula, esta era muy colorida y llena de dibujos, sonrió al reconocer los dibujos que Shun había hecho incluso pudo observar su nombre escrito en varios de los que reconoció. Se detuvo al lado de Shun y se sentó en la silla junto a él.

—Hola principito— susurro Aixa en el oído del niño. Shun se sobresaltó la miro no creyendo que era ella, y grito su nombre abrazándola fuertemente.

Las madres de familia y los alumnos se voltearon a verlos, muchos de los presentes se sorprendieron al verla ahí, la mayoría la conocía por las revistas y las veces que había salido en comerciales en la tele promocionando la marca de coches de su padre o la agencia de modelaje de su madre.

—Viniste, viniste— canturreaba el pequeño aun abrazado a su cintura.

—Te prometí que vendría... ahora dime que es lo que están haciendo.

Aixa jamás se había distraído tanto como ese día. Eran pasadas las dos de la tarde y no tenía ganas de retirarse del lugar, se la estaba pasando tan bien, la chaqueta de Aixa fue olvidada junto a las cosas de Shun en alguna mesita... Aixa había estado mandando fotos a su mejor amiga para que vieran lo mucho que se la estaba pasando bien Shun.

—¡Aixa! Mira tu ropa— soltó Shun entre risas, el llevaba un delantal de plástico verde y estaba todo cubierto de pintura —woah, me gustan tus dibujos— apunto Shun uno de los tatuajes en forma de panda que Aixa tenia atrás en su hombro izquierdo que quedó al descubierto al quitarse la chaqueta y quedarse en una delgada blusa verde menta que le quedaba algo holgada del hombro izquierdo.

—¿Te gustan?— Shun asintió ampliando su sonrisa que carecía de un diente frontal de leche. —Tengo más, mira— giro el cuello señalando con el índice el colorido diseño de almohadas.

—Woo son muy bellos.

—Sí. Oyes Shun, te he traído un obsequio— hurgo en su bolso donde había metido el regalo para que el niño no lo viera. Lo extendió al niño una vez lo encontró, quien lo tomo entusiasmado.

Aixa carcajeo al ver la expresión de asombro de Shun, quien no dejaba de agradecer por su nueva figura de acción del hombre araña negro. Beso la mejilla de la chica y esta respondió de la misma manera.

—Iré a los sanitarios, Shun— se puso de pie saliendo del salón, camino por el pasillo bajando las escaleras cuando entro al instituto había observado los sanitarios en la plata baja un poco alejado de los salones pero muy cerca del puesto de convivencia.

Saludo a un par de mujeres que estaban dentro de los baños esperando su turno, se lavó las manos, su celular sonó dentro del bolso del pantalón y lo tomo contestando.

Como la estás pasando, hermosa— fue lo primero que escucho al otro lado de la línea. No fue difícil deducir quien era.

No creí que me fuera a divertir tanto.

—Te lo dije— Aixa soltó una carcajada, suspiro como chica enamorada, se mordió el labio al verse en el espejo toda sonrojada y manchada con una infinidad de gotitas minúsculas de pintura que se esparcían por todo su atuendo. Movió su cabello en diferentes ángulos dándose cuenta de lo maltratado que se encontraba este; ya iría después a la peluquería a que le hicieran el pelo, tal vez cuando estuviera en la casa del lago —quieres que vaya por ustedes.

—Sera eso posible.

—Solo si me dejas probar esos dulces labios.

—Es un trato entonces... Tom— lo llamo después de un par de segundos.

—Dime hermosa...

—Hermosa— ambos soltaron sonoras carcajadas, las lágrimas brotaban de los ojos de Aixa, las limpio y prosiguió —lo siento, fue solo un mal chiste... Thomas, me podrías acompañar con tu tatuador esta noche, me ha agendado una cita para dos nuevos tatuajes.

—Te aras un nuevo tatuaje.

—Si— observo sus tatuajes a través del espejo delineando uno de ellos con su dedo —de hecho, ya tengo los diseños listos para esta noche.

Tenías todo preparado para antes del viaje ¿verdad? te acompañare solo porque me are uno también yo.

—Gracias, tengo que colgar Tom. Ven ahora sí...

Una afirmación del otro lado de la línea y lo siguiente fue el pitido característico de una llamada terminada.

Aixa sonrió dando vueltas en el baño, agradecía queeste se encontrara vacío. Entro a uno de los cubículos, hizo sus necesidades, salió,lavo sus manos de nuevo y camino de regresó al salón de Shun.

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