Aiden

By JaimeMijares

3.3K 445 1.6K

Ethan quedó mentalmente destruido después de pasar por un muy fuerte trauma, y en un intento de mejorar su sa... More

Prólogo
Personajes
Capítulo 1: El nuevo vecino
Capítulo 3: Charlestone es mi territorio
Capítulo 4: Los secretos de Ethan
Capítulo 5: Otro asesinato
Capítulo 6: Pesadillas
Capítulo 7: ¿Quieres ser mi novia?
Capítulo 8: La mentira se volverá realidad si finges lo suficiente
Capítulo 9: La calma antes de la tormenta
Capítulo 10: Feliz cumpleaños, Ethan
Capítulo 11: Psicópata
Capítulo 12: Me gusta su hipocresía
Capítulo 13: ¿Qué debo hacer ahora?
Capítulo 14: Rabia
Capítulo 15: El discurso
Capítulo 16: Tenemos que hablar
Capítulo 17: Manipulador
Capítulo 18: Desde que conocí a Ethan
Capítulo 19: ¿Por qué lo hice?
Capítulo 20: Steve Stevens
Capítulo 21: Fue mi culpa
Capítulo 22: La maldición de Charlestone
¿Qué les parece este dibujo?
Capítulo 23: Esto es increíble
Capítulo 24: Destrúyeme
Capítulo 25: La dura realidad
Capítulo 26: Las cosas empeoran
Capítulo 27: El amor de un padre
Capítulo 28: Confrontación
Capítulo 29: Revelaciones y más revelaciones

Capítulo 2: Isabel

239 33 174
By JaimeMijares

-Hoy nos encontramos aquí reunidos para despedir el alma de Hugo Gutiérrez, un joven ejemplar de nuestra comunidad.

Suspiré con tristeza. Conocí a Hugo, él era, como dijo nuestro líder, un joven ejemplar. Nunca fuimos los grandes amigos, pero siempre hubo entre nosotros una relación cordial.

Siendo hijo único, buscaba ese amor fraternal entre los jóvenes de la iglesia. Obviamente, por ser una comunidad cerrada, era fácil conocernos entre todos, y la muerte de uno nos afecta a todos.

Apreté mis puños con rabia. Rabia porque no es justo que Hugo pase el resto de su existencia siendo comida de lombrices, mientras su asesino estaba libre porque la policía todavía no lo atrapaba.

Era un buen chico. ¿Qué razones podría tener el asesino para matarlo?

Ojalá lo atrapen pronto, una persona tan peligrosa no pude andar suelta en Charlestone.

En lo que termino de pensar, nuestro líder concluye con la despedida.

—...y que en el Cielo el alma de Hugo encuentre consuelo. Amén.

—Amén.—repiten todos.

A continuación, empiezan a bajar el ataúd dónde está el cuerpo de Hugo, hasta que queda a tres metros bajo la tierra.

La madre de Hugo, la Sra. Gutiérrez, lloraba desconsoladamente mientras su esposo la abraza intentando consolarla. Él también llora, más discretamente, intentando ser fuerte por ambos.

La imagen me rompe el corazón, los señores Gutiérrez no merecen sufrir de esta manera. El monstruo que les arrebató a su hijo pagará por esto, yo me asegurare de que pague.

Nos levantamos de nuestros asientos y comenzamos a irnos del lugar.

Algunas personas decidieron quedarse para darles el pésame a los padres de Hugo, yo decidí unirme también.

Me acerqué cuidadosamente a ellos—Lamento mucho lo que le pasó a Hugo,—les dije una vez estuve frente a ellos—Hugo era un buen chico, él no merecía esto.

La Sra. Gutiérrez me dio una sonrisa triste, fingida. Obviamente, la mujer estaba demasiado destrozada para dar una sonrisa auténtica—Ahora está en el Cielo, Dios lo cuida, al menos tenemos ese consuelo.

—Así es.

Mamá y papá también les dieron a los señores Gutiérrez sus condolencias, y empezamos a caminar para irnos.

Mientras caminabamos hacia nuestro auto, una voz aguda me hizo detenerme.

—¡Ethan!—sonreí, conozco esa voz.

—Isabel, hola.—le sonreí abiertamente.

Isabel es mi compañera en el instituto, y mi mejor amiga.

Isabel es una chica hermosa. Con su cabello pelirrojo, y esos ojos verdes que fácilmente te hipnotizan si te les quedas mirando por mucho tiempo.

No es ningún misterio que con su belleza, Isabel tuviera hipnotizados a todos los chicos del instituto.

Más de uno quiso invitarla a salir, pero ella, amablemente por supuesto, los rechazó a todos.

¿Por qué? Porque ella está enamorada de mí.

Nuestra relación de momento es de mejores amigos, aunque ella siente más que una pequeña amistad por mí, y yo lo sé.

La idea de pedir permiso de sus padres para cortejarla pasó por mi mente más de una vez, pero hasta ahora no me he atrevido a hacerlo.

—Es una lástima lo que le pasó a Hugo.—dijo ella con pesar.

—Sí, definitivamente,—le di una pequeña sonrisa en un intento de hacerla sentir mejor—pero no te preocupes, pronto atraparan al asesino, y lo harán pagar.

—¿Tú crees?

—Tengo fe en eso, y la fe mueve montañas, o eso es lo que dicen.

Empezamos a reír un poco de mi intento de chiste.

Tener una amiga como Isabel de verdad es una bendición para mí. Con su optimismo, ella puede hacer sentir mejor a las personas.

Su sonrisa es tan brillante que fácilmente iluminaria la noche más oscura.

—Hola, Isabel.—le saludó mi madre a Isabel.

—Hola, Tamara.—le respondió ella.

Mamá siempre prefirió que la llamaran por su nombre, argumentando que la palabra "señora" la hace sentir vieja.

—Hola, Isabel.—le dijo mi padre.

—Hola, Señor Stevens.—le respondió Isabel. A papá nunca le molestó la palabra "señor".

—Hoy es un día trágico, ¿no creen?—dijo Isabel.

—Esperemos que los padres de Hugo se recuperen de esta pérdida.—dijo papá.

—Oye, Isabel,—le dijo mi madre—¿no quieres venir a almorzar con nosotros?

—Depende.—diji Isabel fingiendo estarlo pensando, aunque yo ya sabía la respuesta—¿Cuál es el menú?

—Haré lasagna.—dijo mi madre con una sonrisa de oreja a oreja.

Isabel sonrió como niño en dulcería—Iré a pedirle permiso a mis padres.

Y se fue.

Inevitablemente sonreí, esa chica vale oro.

—Papá, mamá, olvidé decirles algo a los padres de Hugo. Iré y volveré rápido.

—¿Estás seguro, Ethan? Los señores Gutiérrez necesitan su tiempo para hacer duelo. No queremos asfixiarlos.

Le di una sonrisa tranquilizadora—Prometo ser breve.

Ellos asintieron en aprobación y comencé a alejarme.

Mi intención con los señores Gutiérrez no era precisamente darles más palabras de consuelo, sino sacarles información.

Seguramente la policía ya los entrevistó, pero con suerte yo podría sacarles algún dato que se les pasara desapercibido.

Avancé decidido, pero me detuve abruptamente cuando vi a la persona con la que los padres de Hugo estaban hablando.

Aiden.

Iba vestido muy elegante, con esa traje blanco y negro que lo hacía lucir realmente elegante.

Definitivamente Aiden es atractivo con su ropa de chico malo, pero vestido con ese traje tampoco se veía nada mal.

Pero seamos sinceros, difícilmente haya ropa que a Aiden no le quede bien.

Me les quedé mirando un momento.

Aiden hablaba calmadamente con ellos, probablemente dándoles sus condolencias.

Que Aiden quisiera darles sus condolencias no me molestaba. A fin de cuentas solo lo hace por respeto.

Pero, ¿por qué esperaría que todo el mundo se fuera?

¿Qué tiene que decirles que nadie más lo puede escuchar?

Los padres de Hugo no parecían tener problemas con la presencia de Aiden, aunque por supuesto, también existe la posibilidad de que estuvieran fingiendo para no ser groseros.

Finalmente dejaron de hablar, y Aiden comenzó a alejarse y a caminar en mi dirección. Mierda.

Antes de que Aiden me viera, me alejé, y, tratando de ser lo más silencioso posible, empecé a alejarme para volver con mis padres.

Finalmente llegué con ellos.

—¿Qué dijeron?—mamá me preguntó cuándo llegué con ellos.

—¿Qué? ¿Quiénes?

—Los padres de Hugo.

—Ah sí, recibieron mis condolencias de buena gana.

Mentira, ni siquiera llegué a hablar con ellos.

¿Pero qué les iba a decir? ¿Que no hablé con ellos porque Aiden se me había adelantado y yo no quería toparme con él?

—¿Dónde está Isabel?—pregunté, en parte por curiosidad, en parte para desviar el tema.

—Ya está en el auto, lista para cuando vayamos. Sabes lo enérgica que es.

En eso apareció Aiden.

—Sr. Stevens, Sra. Stevens.

Mamá le sonrió—Llámame Tamara.

Él le devolvió la sonrisa—Tamara, día trágico, ¿verdad?

—Hemos tenido mejores.—concordó mi madre.

—Debemos irnos.—dije yo—Tenemos que almorzar.

—Oye, Ethan,—me dijo Aiden—¿puedo hablar contigo un segundo?

No—Por supuesto.

Mis padres se alejaron para entrar al auto, y yo me quedé a solas con Aiden.

—¿Para qué querías hablar con los padres del chico?—me preguntó.

Eso me puso nervioso. ¿Cómo lo supo?

—No sé a qué te refieres.

Él me sonrió—No soy estúpido, Ethan, te vi. Saliste corriendo cuando viste que ya había terminado de hablar con ellos.

Ya me descubrió. ¿Qué caso tiene mentir?—Quería darles mis condolencias, necesitarán mucho apoyo para sobrellevar esto.

—Ajá.—fue lo que él respondió, evidentemente no me había creído la mentira.

—¿Y a ti qué más te da para qué quería hablar con ellos?—le respondí tajantemente.

—Me pregunto si seré el único.

Sus palabras me confundieron—¿El único?

—El único que te hace comportarte así.

Bufé—No te creas tan especial, si te trato como lo hago es porque eres el único imbécil que se las arregla para acabar con mi paciencia.

—Justo por eso es que me siento especial.

Decidí cambiar de tema. Esto se estaba poniendo incómodo.

—¿De qué hablaban tú y los señores Gutiérrez?

—¿Por qué quieres saber?

Me encogí de hombros—Simple y yana curiosidad.

—Les estaba dando mis condolencias, es todo.

Eso tiene sentido, pero por alguna razón, no le creí del todo.

—Esperaste que estuvieran solos para hablar con ellos, ¿por qué?

Su maldita sonrisa no dejaba su rostro—Estás haciendo muchas preguntas, ¿no te parece?

—Sólo es curiosidad, además, no veo razón para no contestarme.—y en un intento para que se sintiera obligado a responder mis preguntas, añadí:—A menos claro que les hayas dicho algo que nadie además de ustedes tres deba saber.

—Esperé que estuvieran solos porque no conocía al chico y no sabía si mi presencia sería mal recibida. Preferí presentar mis condolencias sólo a los padres.

Eso tiene mucho sentido.

—¿Qué hay de ti? ¿Por qué huiste cuando viste que yo iba caminando en tu dirección?

—No quería que se sintiera agobiados, es todo. Lo mejor era darles su espacio.

—Entiendo.

Luego añadió—Es una lástima lo que le pasó al chico, ¿cierto?

—Sí, Hugo era un buen chico.

—Yo no estaría tan seguro de eso.

¿Qué?

—¿Qué quisiste decir con eso?

Él volvió a sonreirme—Nada importante.

Estaba a punto de abrir la boca para decir algo más, cuando la voz de mi padre me interumpio—¡Ethan, vámonos!

Me giré para mirar a Aiden—Adiós, Aiden.

Y empecé a caminar.

Cuando me subí al auto, mis padres e Isabel me miraron un tanto extrañados.

—¿De qué hablaron tú y Aiden?

—Nada importante. Me dio las condolencias por Hugo.

Mientras viajábamos, Isabel no paró de hablar y contar chistes que nos hicieron reír a todos.

Las palabras de Aiden resonaban en mi cabeza.

"Yo no estaría tan seguro de eso", ¿a que se refería?

Llegamos a casa, y en lo que mamá comenzó a servir el almuerzo, Isabel me habló.

—El recién llegado es bastante guapo, ¿cierto?

Le di una mirada un poco severa—Isabel.

—¿Qué? ¿Me lo vas a negar?

—Sí, es bien parecido, pero—Tú y yo nos vamos a divertir como no tienes ni idea, las palabras de Aiden llegaron a mi mente—hay algo sobre él que... no me gusta.

—No deberíamos juzgarlo sin conocerlo.

—Tienes razón. Tal vez sea una buena persona.—o tal vez no.

Finalmente despedimos a Isabel, y me fui a mi habitación a descansar un poco.

Luego de un rato decidí salir a la acera para pensar un poco mejor, y fijé mi vista en la ventana de la habitación de Aiden.

Que el viva en frente de nuestra casa no sé si es bueno o malo. Bueno porque podré vigilarlo de alguna manera, malo porque no puede ser bueno tener al enemigo tan cerca.

Me fijé y me di cuenta de que Aiden no está haciendo nada que merezca mi atención, por lo que estuve a punto de girarme para entrar devuelta a mi casa, y entonces sucedió.

Aiden se quitó la camisa quedando su torso desnudo a mi vista. Sé que está mal, que no debo ver eso, pero por mucho que lo intento no soy capaz de apartar la vista.

Qué cuerpo.

Resulta que Aiden se había quitado la camisa para hacer ejercicio, obviamente no me perdí de eso.

Bajé mi vista cuando sentí algo duro en mi entrepierna, una erección.

Mierda

Volví a levantar la vista y descubrí que Aiden me estaba mirando con una sonrisa burlona estampada en su cara.

Sin pensarlo dos veces, me giré sobre mi mismo y entré prácticamente corriendo a mi casa.

Cielo santo, qué humillante.

Entré a mi cuarto y me senté en la cama para esperar que se bajara.

Al ver cuánto tardaba, hice lo único que se me ocurrió, masturbarme.

Cerré los ojos y pensé en Aiden, su cuerpo semidesnudo. Sus músculos contrayéndose al hacer ejercicio, el sudor deslizándose por su espalda.

Luego de la eyaculación, di un largo suspiro y me metí en el baño para buscar papel para limpiarme.

Todavía estoy un poco shockeado por lo que acaba de suceder. ¿En serio mi cuerpo reaccionó de esa manera a Aiden? Y se supone que en nuestra religión la masturbación está mal vista.

Con esto sólo queda confirmado lo que yo ya venía sospechando desde un principio: Aiden es un peligro para mí.

Un peligro que tengo que erradicar de alguna manera.

Los toques a mi puerta interrumpen mis pensamientos.

—Adelante.—le digo a la persona tras la puerta para hacerle saber que puede entrar.

Es mi madre.

—¿Estás bien, hijo? Hoy ha sido un día agotador.

Le di una sonrisa para tranquilizarla—Estoy bien, mamá, no te preocupes.

—Si quieres podemos mudarnos a otro lugar más tranquilo.—yo sé por qué lo dice.

—Mamá, tú y papá saben por qué nos mudamos aquí. Charlestone es tranquilo, pero ningún pueblo estadounidense es 100 % libre de crimen.

—Claro.

—Mamá, ¿qué opinas sobre Aiden?

—Parece un buen muchacho, hasta el momento ha demostrado ser educado.

—Sí, tienes razón.

—¿Por qué preguntas sobre Aiden?

—Por nada.—pero lo pensé mejor—Ahora que lo dices, mamá, hay algo sobre Aiden que... no me agrada, como si hubiera algo malo en él.

—Ni siquiera conocemos a Aiden, hijo, es muy pronto para juzgarlo.

—Sí, lo sé, Isabel me dijo lo mismo. Si me detengo a pensarlo, tal vez estoy siendo paranoico. Ya sabes, con todo esto del asesino...

Me dio una sonrisa—Lo atraparan, y tú vas a estar bien.

—Esperemos, ambos sabemos por qué nos mudamos a Charlestone, mi estabilidad depende de la estabilidad de este pueblo, y lo último que necesito es un asesino sembrando el terror.

Ella se acercó y me dio un beso maternal en la cabeza—Todo va a estar bien.

Todo va a estar bien. De verdad quiero creer eso.

Nota de autor

Bueno, ya conocimos a Isabel, la mejor amiga de Ethan.

¿Qué opinan sobre ella? ¿Les gusta el personaje?

Si bien no tendrá demasiada importancia en un principio, se convertirá en un personaje importante con el paso del tiempo.

Una cosa más, para dejar las cosas claras desde ahora. Para que no se molesten conmigo por no actualizar con frecuencia, en mi casa no hay internet, ni Wi-fi, así que tengo que actualizar cuando tengo saldo, que vendría a ser quincenalmete.

En fin.

Lean si les llamó la atención

Voten si quieren

Comenten si les da la gana de hacerlo.

Continue Reading

You'll Also Like

4.3K 396 4
Cómo lo dice el título
6.7K 832 18
Que pasaría si hubiera alguien que quiere eliminar todo lo malo de este mundo, y poder mejorarlo a su manera. Eliminar a cualquier ser que sea una a...
840K 88.5K 8
Han pasado tres años desde que Leigh sufrió a manos de un monstruo. Y ella se ha dedicado a sanar, finalmente, decide dejar atrás Wilson, y empezar u...
1M 108K 43
«Las mentiras terminaron, pero las obsesiones se multiplican». Sinaí cree ser la reina del tablero, y perseguirá a su rey a donde haga falta, aunque...