(Narrador Omnisciente)
Sentados en la sala de reuniones, estaban los consejeros, Yoongi, Hoseok y Jimin.
Éste último le pidió a su Alfa que lo dejará estar presente, pues el asunto principal tenía mucho que ver con él, por ende exigió estar en dicha reunión.
La pequeña Nari se quedó con Dahyun, mientras Jimin trataba el asunto mencionado minutos antes. El Omega no se sentía del todo bien, pues un malestar empezaba a sentirse en su vientre, razón por la cual se sentó junto a su Alfa, mientras estaban tomados de las manos y se acariciaba su bulto, uno que ya había sido notado por los consejeros.
Los consejeros sabían del embarazo de Jimin, pero no estaban seguros de aquello, pues ni siquiera los reyes han hecho un comunicado informando el embarazo del menor.
- Hemos notado que está embarazado su majestad - Habló el consejero Leeteuk.
- Han observado muy bien - Respondió Yoongi, detestando aquellos cinco hombres que solo llegaban a fastidiar su día.
- No han informado sobre esa maravillosa noticia sus majestades, pero antes de hacerlo, debemos resolver un asunto más importante aún - Dijo Heechul.
- ¿Sobre mi Omega?, Deberían hablarlo ya y así dejaríamos de perder el tiempo - Yoongi empezaba a irritarse ante tanta espera.
- Descubrimos que el Rey Min Jimin... Es un hijo bastardo.
Con aquellas palabras Jimin sintió que toda su alma llegó hasta sus pies, un malestar se acento en su estómago, apretó la mano de su Alfa y lo volteó a ver, recibiendo el mismo gesto de parte de este.
- ¿Un... Bastardo? - Repitió Hoseok - ¿A qué se refieren?, Los padres de Jiminie fallecieron hace un tiempo, no es hijo bastardo, ¿De qué están hablando?
- Descubrimos que sus padres no eran los biológicos, quizá fue adoptado o... Probablemente sólo uno de ellos si era su padre - Dijo Donhae, otro de los consejeros.
- Así es, no es de extrañar que tenga tanta belleza, puede que incluso su madre haya sido... Alguna empleada de alguno de los castillos, puede ser de Busan, de ahí es él, ¿No? - La forma tan venenosa en que hablaba Heechul empezaba a marear a Jimin - Quizá tuvo alguna aventura con el Rey y...
- Le sugiero que se detenga consejero Heechul, si no esto no acabará bien - Yoongi empezaba a sentir como su lobo rugía en protesta, al sentir el dolor y malestar de su esposo.
- Simplemente estamos tratando de averiguar, quienes son los verdaderos padres del Rey, si es un bastardo, sabe muy bien que eso va en contra de las leyes su majestad, no puede tener como esposo a un...
- ¡SILENCIÓ! - Yoongi estaba furioso, sentía su sangre hervir en cólera, quería arrancarle la cabeza al consejero líder, por osar a faltarle el respeto a su Omega - Si intenta decir una ofensa más, le aseguró que haré hasta lo imposible por que usted y todos los del consejo, dejen su cargo, no dude que soy capaz de eso y más, ¿Le quedó claro?
Todos los miembros del consejo sintieron el terror asentarse en sus cuerpo, el nerviosismo empezó apoderarse de ellos, sin embargo, Heechul no sintió absolutamente nada, flaqueó, pero ignoró la amanaza del Rey.
Kim Heechul era un Alfa difícil de tratar, su objetivo era fastidiar a Yoongi hasta que hiciera algo que no deba y así poder desterrarlo de su cargo, sin embargo, aquello le estaba resultando más difícil de lo que creía, siempre supo que Min Yoongi no es un Alfa fácil de tratar, pues tiene la sangre de un líder y por ende, tiene más poder sobre todos ellos.
- Disculpe usted su majestad, pero solo queremos saber la verdad.
En todas aquellas palabras que Jimin escuchó, empezó a sentirse mareado, con un inmenso dolor de cabeza que trataba de controlar, sentía el enojo de su Alfa, pero no era nada comparado a sus malestares.
Cuando escuchó las palabras "bastardo" y que probablemente sus padres nunca fueron quiénes creyó, aunque no los recordaba, le causó un terrible dolor de cabeza, llevo sus manitas hasta sus cienes, acariciando el área que le dolía.
Trató de regular su respiración, Yoongi empezó a preocuparse, llevó sus manos hasta las mejillas de su Omega y este abrió sus ojitos al sentir el tacto de su esposo, sonrió al verlo para tranquilizarlo un poco. Se volteó hacía donde estaban los consejeros, los observó con el odio inyectado en su mirada, una que causó escalofríos en todos, sin excepción.
- Si soy un bastardo o no, eso no es asunto suyo, deberían aprender a respetar a sus reyes, si alguien debe averiguar la verdad ese soy yo, no ustedes.
Silenció fue el que quedó en aquella sala, Jimin se calmó, sin soltar la mano de su Alfa, quien le sonreía cálidamente, haciéndole entender que había hecho bien.
- Les pido con todo respeto, que se disculpen con sus soberanos - Pidió Hoseok, quien estaba también molesto con la actitud de los consejeros - Y no vuelvan aquí a menos que sean asuntos urgentes, el Rey Jimin si está embarazado y lo dará a conocer a su pueblo cuando sea el momento indicado, sea de la familia que provenga, él ya es su Rey y por ende le deben lealtad y respeto, ¿Estamos de acuerdo?
Heechul apretó los puños bajo la mesa, quitó su mirada de Hoseok y volteó hacía donde estaban Jimin y Yoongi, aquel Alfa detestaba a Yoongi desde hacía muchos años, por el simple hecho de parecerse mucho físicamente a su padre, al cual también había odiado por muchos años, al único que soportó fue a Hoseok, pues se parecía en mucho a la antigua reina, de la que él... Estuvo enamorado, sin jamás decirlo.
- Les ofrezco mis más sinceras disculpas sus majestades, les aseguro que no volverá a ocurrir, usted tiene toda la razón, no deberíamos involucrarnos en sus asuntos personales - Habló el Alfa líder del consejo - Felicidades por el próximo heredero que viene en camino, esperemos y la madre luna los bendiga con un varón.
- Sea niña o niño, siempre será heredero al trono, dejen de decir imprudencias por favor - Se adelanto Hoseok, quien estaba ya molesto de tantas imprudencias que decía el consejo - ¿Algo más que se deban hablar?
- Si - Habló el Beta Shingong - Hemos encontrado una pista sobre el posible paradero de Kim Ji-eun - Eso bastó para obtener la atención de todos.
- ¿Cuál es esa pista? - Preguntó Yoongi.
- Hace dos días, uno de mis hombres encontró un collar a las afueras de Daegu, comprobamos con el Rey Kim que pertenecía a su hermana, el collar estaba cerca con dirección a...
- ¿Hacía donde? - Yoongi quería saber todo detalladamente.
- El bosque oscuro - Respondió sin más Leeteuk.
- El bosque... Oscuro - Repitió Hoseok.
El bosque oscuro era el único al que jamás nadie podia, debía o quería entrar, todo aquel que entraba jamás salía de ahí, una vez se pone un solo pie ahí, es imposible salir, razón por la que incluso tiene unas rejas cerca de ella, para que nadie intenté entrar. Dicho bosque se encuentra a las afueras de Daegu, a unos kilómetros del pueblo, ninguno de los otros dos reinos están cerca.
¿Podrá ser que el escondite de los rebeldes se encuentre en dicho lugar? De ser cierto y que ellos se escondan en aquel lugar tan tenebroso, ¿Cómo es que los rebeldes logran entrar y salir de ahí sin ningún problema?
Lo curioso es que la cifra de rebeldes aumenta cada día más, cada que atacan un reino las personas rebeldes son más, siempre han hecho creer que están en contra de las reglas de los reinos y en principal del reino de Daegu.
¿Será esa la verdadera razón?
- Así es, encontramos huellas de pasos que dirigían hacía ese lugar, además del collar, hasta el momento nadie ha querido ingresar a dicho lugar - Informo Heechul.
- Debemos encontrar una forma, es posible que en ese lugar se encuentre el escondite de los rebeldes - Dijo Yoongi.
- Pensamos lo mismo, pero todos sabemos que es imposible salir de ahí, una vez se entra su majestad.
- Pensaremos en un plan...
La reunión que causó rabia, malestares e incomodidades terminó después de más de una hora, en la cual claramente no había sido la mejor de todas, Jimin se mantuvo presente en todo momento. Al retirarse los consejeros, el Omega se sintió aliviado y tranquilo.
- Hola pequeña - Saludo Jimin al llegar a la biblioteca donde estaba Nari jugando con Dahyun.
- ¡Minnie! - La pequeña se levantó de donde estaba y abrazó al Omega de una pierna, aferrándose a él y sonriendo muy animada.
- Quisiera cargarte linda, pero no puedo, ¿Te has divertido? - Nari asintió energéticamente.
- Si, Dahyun unnie, es muy divertida, ¿Te quedarás conmigo ahora Minnie?
- Si princesa, me quedaré...
- Primero debes comer algo cariño - Llegó Yoongi hasta donde estaba su pareja - Te traeré algo de comer, ¿Si? No debes estar con el estómago vacío todo el día.
- Está bien Yoonnie, aquí te esperaré - Jimin se sentó en el sofá y Nari inmediatamente se sentó a su lado para mostrarle el dibujo que había coloreado.
Yoongi salió de la biblioteca rumbo a la cocina, mientras Dahyun iba tras él, para ayudarle, ya que la señora Chin había ido al pueblo por verduras y algunos ingredientes faltantes en la cocina. Decidía hacerlo ella, ya que muchas veces las empleadas no sabían elegir bien los ingredientes.
Jimin estaba muy alegre a pesar del suceso anterior, aún aquellas palabras de que él posiblemente era un bastardo o que incluso sus padres... No eran los verdaderos, no se borraba del todo de su mente, era un asunto que prefería no tocar por el momento, pensó que no debía alterarse, ni preocuparse por nada, pues nada era bueno forzarse, además que no se sentía en las condiciones para recibir malas noticias.
Después de unos minutos Yoongi apareció con una bandeja llena de alimentos, tanto para su adorado Omega como para la pequeña Nari, Dahyun siempre al lado del Alfa.
- Gracias Yoon, ¿Te quedarás con nosotros? - Preguntó el menor a su Alfa.
- Vendré después cariño, resolveré unos asuntos con Hoseok, ¿Si?
- Está bien - El Omega sonrió cuando Yoongi dejó un casto beso en su frente, haciendo lo mismo con la pequeña Nari.
Jimin degustó el desayuno junto a la pequeña, quien estuvo más animada que nadie en aquel lugar. El Omega deseaba salir a caminar, pero aún estando sentado en aquel enorme sofá se sentía cansado, no se imaginaba salir a caminar, preocuparía a su Alfa y es lo que menos quiere.
- Minnie Oppa, ¿Por qué su pancita está grande? - Preguntó la pequeña. Jimin sonrió y acarició su vientre.
- Por qué aquí llevo a mi pequeño cachorrito - Respondió el mayor a la pequeña.
- ¿Su cachorrito?, ¿Se comió a su bebé? - Preguntó una asustada Nari. La tierna risa de Jimin causó la propia en la menor.
- No pequeña, mi cachorrito estará aquí un tiempo, hasta que sea el momento de salir y lo pueda tener entre mis brazos - Corrigió está vez el Omega.
- ¿Cuanto tiempo estará ahí guardadito? - Ladeó la cabeza la pequeña.
- Siete meses, mucho, ¿No? - Nari asintió aún sin saber cuánto era siete meses. Pero ella sabía que si era mucho.
- Minnie Oppa, ¿Tiene mamá? - La pregunta inocente de Nari, borró la sonrisa de Jimin, pero trato de no pensar mucho en ello.
- Si tuve, pero ya no está aquí, dime Nari... ¿Conociste a tu mamá?
- No, la señotita Hyun dice que aunque no tengo papás, ellos me quieren mucho, tengo muchooooos hermanitos y hermanitas - La pequeña lo dijo tan tranquila y con tanta confianza que Jimin se alivio al no recibir una respuesta triste.
No se dió cuenta de lo grave que podría resultar su pregunta para la pequeña, hasta que ya la había hecho. Nari apenas tiene 4 años, no sabe mucho, sin embargo, es una niña alegre, risueña, extrovertida y al parecer será una niña muy social.
Pasaron toda la mañana coloreando, jugando y riendo, hasta que Nari se quedó totalmente dormida en el sofá, él no sabía que la pequeña solía tomar una siesta antes de las 2:00pm, era una costumbre que nadie había podido quitarle a la pequeña, pero que a su edad estaba bien.
Jimin pidió a Dahyun que la llevara a la recamara que comparte con su esposo, que el subiría en unos minutos, mientras la chica se llevaba a una profunda Nari, Jimin fue en busca de su Alfa.
Sabía que estaría en la oficina, caminó con lentitud, tratando de no hacer mucho esfuerzo, cuando estaba por llegar, la puerta se abrió, de ahí salió Yoongi y Hoseok.
El primero al ver a su Omega caminar hacia ellos, casi corrió para que no avanzará más.
- ¿Qué sucede amor?, ¿Por qué caminaste hasta acá? - Preguntó un preocupado Yoongi.
- No caminé mucho Yoonnie.
- Pero debiste avisarme, ¿Dónde está Dahyun?
- La mandé a recostar a Nari, se quedó dormida, quería decirte yo mismo, pero al parecer si necesito unos días más de reposo - Dijo el menor con un puchero en sus labios.
- Vamos cielo, te llevaré a la habitación.
- Puedo caminar Yoon... - Quiso detener Jimin a su Alfa, cuando esté lo cargó entre sus brazos y lo llevó a su habitación.
Hoseok sonrió cuando los observó irse, el Alfa caminó al jardín delantero, quería aire fresco y despejar su mente unos minutos. Vió a una empleada caminar por ahí y la detuvo.
- Lleva el almuerzo a la habitación principal, recuerda llevar para la pequeña - Le pidió a la chica beta.
- Como ordene majestad - Respondió la chica para después retirarse.
Mientras tanto, Hobi se dirigió hacía el quiosco al que tanto ama Jimin ir, se sentó y entendió por qué el Omega se siente libre y relajado al estar ahí. El aura del pequeño lugar era relajante, daba una sensación de tranquilidad y paz, justo lo que necesitaba el menor de los Min.
Tomó uno de los libros que estaban en una caja, uno de los tantos que Jimin ha leído y ha dejado ahí. Estaba por empezar a leerlo cuando escuchó como las puertas principales del palacio se abrían de par en par, un bullicio de alguien gritando y otros riendo a carcajadas lo distrajeron, frunció el ceño y dejando el libro en el asiento, se encaminó a ver qué es lo que sucedía.
Cuando llegó a la entrada principal del reino se molestó al ver lo que sus ojos estaban presenciando.
- ¿Qué creen que están haciendo? - Preguntó el Alfa a los seis soldados que estaban presentes.
Los seis mencionados Alfas se detuvieron en seco al ver a su soberano frente a ellos. Sobre todo por qué Hoseok odiaba la violencia y les había repetido más de una vez que no usarán la violencia a menos que fuera estrictamente necesario.
¿Cómo los encontró?
Bueno, tenían a un chico tirado en el piso, lleno de tierra, ropa desgarrada, mejillas sucias por el polvo, cabello rubio y con el labio inferior lastimado. Por el tenue aroma que Hoseok pudo percibir, era un Omega, sin embargo, Hope, sintió algo extraño al verlo, al sentir su aroma y su lobo rasguño su interior al ver al chico en aquel estado tan vulnerable y miserable.
- ¿Qué creen que le estaban haciendo a este chico? - Preguntó con más molestia el Alfa. El mismo presenció cuando dos de los soldados intentaban golpear al chico con sus armas.
- Su majestad... El chico estaba...
- ¿Estaba que? - La molestia empezaba hacer acto de presencia en Hoseok, más de la que ya sentía.
- Estaba... Lo encontramos robando en el pueblo - Respondió uno de ellos.
- ¿Y eso les da derecho a golpearlo?, Saben perfectamente las reglas de cómo tratar a las personas de Daegu, aún si ha cometido un delito o no.
- Perdóne majestad - Se disculparon los soldados.
- Retirense y déjenme con el chico - Los soldados se retiraron y Hoseok observó al chico frente a él.
Tenía un aspecto deprorable, su vestimenta estaba echa nada, su cabello parecía más gris de lo polvoso que rubio. Sin embargo, el aroma atraía completamente a Hoseok.
Jalea de fresa y melón.
- ¿Como te llamas? - Preguntó Hoseok al chico.
- C-hoi Yeon-Jun.
Hoseok sonrió al escuchar la voz tan dulce y cálida para él, sintió a su lobo emocionarse, mover la cola y rogarle que lo protegiera de todos.
- Un gusto Yeounjun-ssi. Soy el principe Min Hoseok.
Yeoujun no pudo evitar sonreír cuando sintió al Alfa cerca, aunque aún se sentía aterrado, aún así, quedó encantado por el aroma de este.
Eucalipto y tierra mojada.
En definitiva aquellos dos, llegarían a algo más que solo la dulce mirada que se estaban dando.
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¡Hola amigos!
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Espero haya sido de su total agrado.
Pronto traeré una maratón para esta obra, solo tengan un poco de paciencia 🥺
¿Qué les pareció el personaje que acabo de integrar?
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¡Nos leemos pronto chiquillos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐