Capítulo 31: Familia y lo que implica.
Un año después
—Tengo que ir a trabajar— me dijo Connor dejando un beso en mi frente— Algunas personas no podemos darnos el lujo de solo sentarnos a ver a Hermione terminar su tarea.
—¿Celoso porque Daph sigue sin darte ni la hora?— Malfoy me besó descaradamente haciendo gruñir a mi amigo y salir por la puerta— Deja eso ya, Parkinson, quiero ir a seguir conociendo la ciudad.
—Cada semana que vienes dices lo mismo y terminamos "viendo" la misma película aquí.
—Bueno, no te veo infeliz al "ver" la película— rodé los ojos y seguí con mi listado de leyes muggles que podrían implementar los magos.
—Pero hoy sí iremos a conocer la ciudad, no pienso estar aquí durante tres fines de semana, así que decide si quieres aprovechar el tiempo.
—¿¡Qué!? ¿Vas a evitarme, Parkinson?—rodé los ojos y seguí escribiendo mi tarea.
—Quiero ir a Londres, hace mucho que no le dedico tiempo a Harry o a Pansy.
—¡Ellos están felices así! Hasta juegan a la casita y todo.
—También quiero ver a Teddy.
—Oh no, ¡Teddy te acapara y no deja que nadie se te acerque!
—Es tu sobrino, señor Celos Malfoy.
—Será muy sobrino mío pero no pienso compartir a MI novia, ni con un bebé, ni con adultos— me reí de él y por fin comencé a guardar mis libros.
—El siguiente fin de semana iré a Australia.
—Genial, me hace falta un poco de calor.
—¡Ni lo pienses Draco Malfoy! Comienzo a creer que mis padres prefieren verte a ti que a mí.
—¿Quién es ahora la celosa?— bufé divertida.
—Y después iré a casa, quiero mostrarle unos proyectos a mi padre y ver qué piensa.
—Bien, ese fin de semana eres completamente libre de mí, suerte con Josh.
—De acuerdo, porque dudo que mi padre te quiera ahí cuando llegue Viktor— El platinado se levantó de su asiento indignado.
—¿Krum? Eso no lo habías mencionado, ¡Espero que ese intento de jugador sepa que estás saliendo conmigo!
—Es imposible que no lo sepa.
—Parkinson, me educaron, por llamarlo de una forma, para estudiar a las personas, conocerlos antes de que si quiera abrieran la boca, y estoy muy seguro de que el idiota de Krum no es tan noble como dice...
—Malfoy, por
—No, escúchame, déjame terminar, ese búlgaro no se va a detener solo porque estemos saliendo, ¡Y menos sabiendo que tu padre está de su lado! Créeme, lo sé porque yo también seguiría insistiendo si fuera él.
—¡Ya te lo he dicho! No importa si diez hombres se paran en frente de mí a jurar amor eterno, me interesas tú, pero sabes que— volví a levantarme y con un gesto de mi varita recogí todas mis cosas— Si no confías lo suficiente en mí entonces no veo porqué estás saliendo conmigo.
—¿Es...? ¿Hablas en serio? Solo vas a... Merlín, te creía Gryffindor, ¡Pero en lugar de enfrentar el problema: te rindes!
—¡Es que yo diario confío en ti! ¿¡Crees que no se de la italiana que está encima de ti día y noche!?— ví su mandíbula tensarse— Oh sí, lo siento, pero la lealtad de mi melliza está conmigo por más mejores amigos que sean...
—Ella sabe que tengo novia.
—¡Y Viktor sabe que yo igual!
—La diferencia es que
—No hay diferencia, Malfoy, ¿Sabes cuántas veces he visto a Astoria seguir insinuando cosas? Cada vez que está alrededor de nosotros, pero ya te lo dije ¡Yo confío en ti! Pero no voy a repetir este patrón, ya estuve en una relación así y no quiero volver a ello.
—Dime que no lo hiciste.
—¿¡Hacer qué!?
—Me comparaste con la comadreja.
—Ron, Malfoy, su nombre es Ron.
—¿Sabes qué? Tienes razón, esto nunca debió pasar.
—Vete.
Sin esperar a que se marchara di la vuelta caminando a mi habitación para cerrar de un portazo.
•••
Me levanté de golpe parpadeando para aclarar mi vista.
—Granger, que bueno que despiertas— ¿Granger? Me tallé los ojos viendo a Draco sentado a la orilla de la cama ¿Cama?
—¿Soy Granger de nuevo?— intenté reírme pero me frené al sentir una punzada en algún punto de la cabeza que no logré ubicar— Merlín, Draco, no recuerdo en qué momento me dormí.
—¿Draco? Es Malfoy para ti, voy a llamar a tus amiguitos para que vengan a verte, parece que esta vez sí te quedaste loca— se levantó con su mueca de arrogancia y desinterés dejándome aún más confundida.
—¿Perdón? Sé que discutimos pero no tienes porqué ponerte así— intenté ponerme de pie pero el dolor de cabeza me estaba matando.
—Granger tú y yo no
—Deja de llamarme Granger, me confundes más— me froté la cara comenzando a estresarme, ni siquiera recordaba haberme puesto ese pijama o que Draco trajera esa ropa— ¿Puedes pedirle a Connor que venga? Me estás dando dolor de cabeza.
—¿Cómo quieres que te llame entonces, Granger?— rodó los ojos y abrí la boca incrédula— Y no tengo idea de quién me hablas, ¿Puedes levantarte ya? Quiero irme.
—¿Piensas ya dejar de jugar? Luego no te quejes por caerle mal a mi padre.
—¿Por qué habría de caerle bien a tu padre? Ni siquiera lo conozco, joder, creo que te diste un golpe fuerte— ¿Golpe?— Oye, Bobo Potter y la comadreja deben estar preocupados por ti, creo que será mejor que me vaya.
—¿Y Pansy?
—¿Pansy? ¿De qué hablas? Granger, trátate, estás peor de lo que Pomfrey dijo...— Pomfrey.
—Malfoy, tú y yo ¿Somos... Estamos...?
—Ni siquiera hay un somos para nosotros.
Merlín.
—¿Tú...?
—Llevas rato durmiendo, y por lo que escuché soñaste conmigo, que perversa, Granger.
Había estado soñando.
Me tallé de nuevo la cara para tratar de levantarme fallando en el intento tropezando.
No, no podía...
Comencé a hiperventilar confundida aún y con el dolor insoportable dividiendo mi cabeza en dos.
—Hermione— Draco se agachó a mi lado tomando mi cara entre sus manos— Oye, escúchame, respira, tranquila.
Comencé a sentir su voz lejana.
—Nada fue real, ¡Merlín me está matando la cabeza!— me dejé caer sobre Draco sintiendo todo sobrepasar mi fuerza mental.
—Hey, preciosa, estaba bromeando, lo siento— me levantó de su pecho haciéndome mirar su cara— Siente, hazlo igual que yo— Me giró poniendo mi espalda contra su pecho para que sintiera su respiración— Eso es, tranquila— mi respiración comenzó a regularizarse poco a poco a pesar de seguir confundida— Estoy aquí— seguí tratando de enfocar el movimiento de su pecho para imitarlo, dejó un beso en mi cabeza cuando me sintió más tranquila —Lo siento, no tienes una idea de cuanto... Pensé que sería gracioso, que ni siquiera me creerías, no lo fue, nunca se me han dado las bromas, perdón.
—¡Merlín, Malfoy!— me separé de él golpeando su pecho— Eres un idiota— suspiré dejándome caer de nuevo contra él tratando de enfocarme en una sola cosa porque el dolor de cabeza aún me mataba.
—¿Qué soñaste, Hermione?
—¿Hace cuánto me dormí? No lo recuerdo.
—Hum, te desperté esta mañana, me dijiste que tenías migraña y que no podríamos ir a ningún lado, caíste rendida en cuanto terminaste de hablar— acomodó un poco mi cabello— Creo que estabas bastante dormida cuando hablamos, supongo que por eso no lo recuerdas.
—¿Entonces no discutimos esta mañana?
—No, haz estado durmiendo, Connor puede decirte, regresó hace un rato.
—Por Morgana ¿Qué hora es?
—Está a punto de anochecer— cerré los ojos echándome aún más atrás en su pecho— ¿Y eso significa que vas a contarme o no tu sueño?
—No tiene caso, Draco— me levanté un poco— Deja que me sienta mejor ¡Y te prometo que te lo devuelvo! ¡No vuelvas a hacer cosas así jamás en tu vida! Para mí no fue gracioso.
—No pensé que me creerías— me ayudó a levantarme dejándome de nuevo en la cama— Pensé que también estabas jugando, lo siento, en cuanto te sientas mejor voy a compensarlo— me robó un corto beso acomodándose a mi lado en la cama.
Comencé a relajarme poco a poco sintiendo mi cuerpo caer por el sueño provocado por la migraña.
—No sabes lo feliz que soy a tu lado— logré escuchar antes de dormir profundamente.
°°°
—¿Sigues hablando con Greengrass?— lancé la snitch que Draco me había regalado intentando atraparla sin éxito.
—Oh, claro que sí ¿¡La haz visto, Hermione!? Es la mujer perfecta— rodé los ojos y seguí tratando de mejorar mis reflejos con la pequeña pelota dorada.
—¡Han pasado más de dos años, Connor!
— Me ha dicho que vendrá con Malfoy a tu graduación, pienso pedirle que sea mi novia, ¿Y quién sabe? Quizás la convenzo de quedarse en Estados Unidos.
—¿Por eso compraste esa casa?— él asintió y yo solo resoplé.
Mientras Daphne no siguiera dándole largas a Connor y su relación todo estaría bien.
—¿No estás feliz de deshacerte de mí siendo un mal tercio?
—Me gustaba tenerte para frenar a Malfoy.
—Sobretodo... Creo que el único feliz con eso era tu padre— se sentó a mi lado arrebatándome la snitch— ¿Cuánto llevas con Malfoy? Me parece una eternidad.
—Hum, casi todo lo que llevo aquí, como tres años a nada de cumplir los cuatro, supongo...— me forcé tratando de recordar una fecha exacta.
—Espera, ¿No han celebrado aniversarios de noviazgo y eso?— negué— ¿Quién eres y qué hiciste con la Hermione loca por el control?— me detuve a pensar analizando que ni Draco ni yo habíamos tomado en cuenta fechas o algo por el estilo, solo dejábamos que todo fluyera.
—Empezamos a salir en las vacaciones de navidad, ¿Esas fechas son suficientes para ti?
—Vas a graduarte de una carrera de leyes en la que todo es memoria, respondes preguntas como si estuvieras leyendo con puntos y comas de los libros pero ¿No recuerdas cuándo te hiciste novia del engreído? Increíble.
—Fue noche buena o navidad, no estoy segura, pero fue uno de esos dos días.
—¿Pero en serio no festejan nada?
—Draco está de acuerdo en que cualquier día es bueno para festejar, no importa la fecha específica— me encogí de hombros restándole importancia.
—Y creí que la esposa de Theo era rara.
—No hables así de Luna frente a Theo porque...— fingió un escalofrío haciéndome reír.
—¿Cuándo llega tu melliza?
—La próxima semana, va a venir con Harry y Teddy para hacerme elegir un vestido.
—Dudo que Harry y Teddy vayan a cooperar en eso.
—Harry solo viene por seguir órdenes de Pansy y Teddy, según ellos, quiere verme.
—Teddy es un encanto, apresúrate a tener hijos, inglesa, ya quiero un sobrino.
—Apenas estoy terminando mi carrera, Connor, déjame en paz.
•••
—¡Teddy!— grité en cuanto los vi soltar el traslador, solté el agarre de Draco para recibir al pequeño con los brazos abiertos.
En cuanto su pequeño cuerpo se aferró a mí lo levanté para poder saludar a Pansy y Harry.
—Oye Teddy, vienes llegando y ya me estás quitando a la novia sin ni siquiera un saludo— el ahora castaño se lanzó a los brazos de Draco listo a jugar con él todo el tiempo posible.
—Hermione, no es por desear mal o algo, pero... — decidí frenar a Pansy antes de que hiciera el comentario que últimamente la mayoría de los que nos rodeaban hacían.
—Si lo que vas a decir incluye el término "bebés" o "hijos" no sigas, me costó cortar la ilusión de Draco por culpa de Connor.
—Pero Mione, ya tienes tu carrera lista y te queda la maternidad.
—Además, como último proyecto de mi carrera podría hacer un desfile para embarazadas contigo de modelo— levanté una ceja y mi melliza pareció entender que era mejor dejar el tema— Sobre tu vestido, estaba pensando pasear por tiendas muggle, dejar que te pruebes algunas cosas, decidir que te gusta y después dejar todo en mis manos, yo me encargo de todo.
—Y no intentes decirle que no, yo lo hice y comprendí mi error muy tarde— sonreí ante el comentario de mi mejor amigo dejándome jalar por mi hermana.
—¡Pansy, quiero a Parkinson de vuelta temprano, no la agobies!
Tomé a Teddy de la mano y salimos a las inmensas calles de la ciudad.
•••
—Cuando supe que estábamos esperando mellizas— el horror en la cara de mi padre nos hizo reír — rogaba a Morgana que esas niñas fueran centradas y prudentes como su madre, no quería que fueran por la vida con mi impulsividad, pero, por si no lo sabían, Pansy y Hermione han golpeado a Draco para defender a terceros, así que... Creo que eso no me salió como quería... Luego tuve que renunciar a una de mis hijas y esforzarme por conseguir algo bueno para Pansy, ahora están aquí, juntas, siendo el contraste más grande que pude desear, Pansy me hace perder galeones por vestidos y Hermione por vestir elfos, pero bueno...— levantó su copa para terminar su discurso — Por Merlín y las segundas oportunidades.
Levanté mi copa sonriendo con la mirada fija en mi familia.
Mi cena de graduación había sido pequeña para que los Granger pudieran estar ahí sin problemas o incidentes de magia, así que mi familia por parte Granger asistiría a un pequeño almuerzo al siguiente día.
—Pensando demasiado alto, señorita Parkinson— Draco dejó un rápido beso en mi mejilla separándose de mí— ¿Qué te está atormentando?
—Creo que estoy nerviosa por ti y tu madre en un mismo lugar con tantos muggles.
—¿Hablas de lo de mañana con tu familia?— asentí— Lo tengo todo controlado, voy a impresionarlos y por mi madre no te preocupes, la carisma es de familia y si lo que te preocupa es que no encajemos, pues tampoco te estreses, si nos agradas tú y tus padres estoy seguro de que el resto de los Granger también.
—Draco, mi familia es demostrativa e invasiva— vi un destello de algo similar al pánico en sus ojos pero en seguida lo ocultó.
—¿Puedes dejar de asustarme?
—Lo siento, estoy tratando de mantener mi vista alejada de Connor y Daphne— dejó ir su risa entendiendo a lo que me refería— Se burlaba tanto de tus problemas graves de manoseo constante y ahora está igual o peor.
—Déjalos recuperar el tiempo perdido— acomodó un mechón de mi cabello y me miro como si recordara algo importante—Tengo una sorpresa para ti, vamos— alcé una ceja pero tomé su mano y lo seguí hasta un punto de aparición.
—No creo correcto irnos así, ni siquiera me diste tiempo de despedirme.
—Ya le he avisado a los Parkinson y Granger de a donde vamos.
Llegamos a la que identifiqué como la azotea de la mansión Malfoy.
—¿Qué hacemos aquí?— lo vi acomodar las mantas que estaban en el suelo y palmear un lugar a su lado.
—Hoy, señorita Sabelotodo, hay una lluvia de estrellas y no podía elegir mejor compañía para verla— le sonreí acomodándome mejor en el suelo dejando que me abrazara.
—Te estás volviendo más dulce de lo que jamás imaginé que podrías ser.
—Te hago feliz ¿No?— asentí confundida— Entonces deja de quejarte, Hermione.
Nos cubrió a ambos con una manta alentándome a dejarme llevar por el sueño en cualquier momento.
—Parkinson— me tallé los ojos luchando por mantener mi vista centrada en él y contuve un bostezo— Quiero que seas mi esposa.
De pronto todo el sueño se me fue y traté de analizar lo que había dicho creyendo haber escuchado mal.
—Perdón, creo que no he entendido, Draco, ¿Qué decías?
En lugar de responder quitó la manta poniéndose de pie y luego arrodillándose frente a mí.
—Escuchaste bien— sacó una pequeña cajita de su bolsillo con el anillo más bonito que había visto en mi vida— Planeé por semanas como pedirte esto y no puedo creer que no seguí mi plan y olvidé todo lo que quería decir, pero hoy, al verte, al sentirte, al escucharte, simplemente al estar contigo me di cuenta de que no pienso esperar más, quiero casarme contigo, Hermione.
»Porque no me imagino sintiendo esto por nadie más, ni haciendo ridículos como los que hago por hacerte feliz, me das tanto todos los días y yo sigo siendo un idiota que en ocasiones te saca de tus casillas, mereces lo mejor y estoy seguro yo lo soy. Por eso te prometo seguir esforzándome por llegar a ser lo que quiero para ti, cásate conmigo, no te vas a arrepentir nunca.
Ni siquiera sabía en qué momento había comenzado a llorar, solo sentía no ser capaz de parar nunca.
—Hermione, no me dejes en suspenso...— recordando que tenía que responder me lancé a los brazos de Draco.
—No necesito a nadie más a mi lado, ni que mejores nada, idiota, eres justo lo que quiero, aún con el ego enorme que tienes— tomé su rostro para besarlo con intensidad esperando transmitir lo que me hacía sentir— Es la mejor propuesta de matrimonio, ¡No hay forma de que te diga que no, Malfoy!
—¡Voy a casarme contigo!— me reí por su efusividad— Los Granger y los Parkinson estaban seguros de que dirías que sí en seguida, pero me he llevado un susto...
—No podría rechazarte, estoy perdida por ti.
—Me alegra escuchar eso, porque yo estoy perdido por usted también, futura señora Malfoy.