La primera semana de Victoria podría haber sido la peor semana de su vida.
Se había acostumbrado a los susurros y a las miradas fijas de sus compañeros de clase además de sentarse sola en la mayoría de las comidas , cuando ella intentaba sentarse algunas chicas colocaban su mano hacia abajo y respondían: "Lo siento, este asiento está ocupado".
Así que Victoria se sentó al final de su mesa, generalmente con un libro para tener algo que hacer. Ella comió su almuerzo con una mano tapándose la cara para que no pudiera los otros estudiantes mirándola.
Sus clases no eran mucho mejores.
Era buena en transformaciones, la profesora Mcgonagall la elogió muchas veces por su habilidad. También era bastante buena con los encantamientos, pero en pociones era un desastre. Al profesor Snape le encantaba molestar a Victoria y estaba segura que su cosa favorita era recordarle lo maravilloso que era su hermano en Slytherin.
Ella había tenido suficiente. Por eso estaba parada frente a la oficina de Dumbledore. Hace sólo unos momentos ella estaba en la biblioteca, ocupándose de sus propios asuntos cuando escuchó a otro grupo de niñas hablar de ella.
"Primera persona en más de 100 años en no ser clasificada de Slytherin".
"Apuesto que su familia está avergonzada".
Eso hizo que se detuviera en seco. Se dio la vuelta para enfrentar a quién dijo eso. Dos chicas de Ravenclaw la miraron fijamente, ninguna de ellas mostró ningún signo de arrepentimiento.
"Yo..." Victoria abrió la boca para hablar, pero no salió ninguna palabra. Sintió que sus ojos comenzaban a lagrimear y se dio la vuelta ,saliendo de la biblioteca por el pasillo.
Victoria comenzó a caminar frente a la oficina de Dumbledore. Ella sabía que era una mala idea y empezó a dar marcha atrás, además era casi el toque de queda. Cuando ella se estaba volviendo hubo un fuerte sonido retumbante , Victoria se dio cuenta de que el águila frente a la oficina de Dumbledore se había ido. Fue reemplazado por las escaleras sobre ella, estaba el Dumbledore.
"Ah, Victoria Silvers. Te estaba esperando".
"¿Qué? Quiero decir. Sí señor he venido por..."
"Sé porque vienes, ahora ven y hablaremos de eso adentro". Victoria asintió con la cabeza y lo siguió por las escaleras hasta su oficina.
La oficina de Dumbledore estaba llena de pinturas enormemente amplias. Victoria miró a su alrededor con asombro mientras se dirigían a su escritorio.
"Ahora, dime ¿Qué te preocupa?"
"Bueno..." comenzó Victoria, rascándose la parte posterior de la cabeza. "Verá, he pensado un poco y creo que me asignaron a la casa equivocada".
"¡MENTIRA!NUNCA HE COMETIDO UN ERROR" una voz fuerte llenó la habitación y Victoria se estremeció. Lentamente miro hacia arriba para ver El sombrero seleccionador sentado en la parte superior de un estante. Si tuviera ojos estaba segura de que la estaría mirando.
"Pero soy una Silver, todo Silver".
"¿Son Slytherins?" Dumbledore la interrumpió. "Pero no lo eres". Señaló, Victoria tuvo que abstenerse de poner los ojos en blanco. "Bueno sí, pero tuvo que ser un error..."
"El sombrero seleccionador no comete errores, Victoria, es importante recordar que nuestra familia no define quién somos, sino nuestras decisiones y lo que hacemos".
"¡DUMBLEDORE LOS HE ATRAPADO! ¡ESTOS GEMELOS WEASLEY SE TIENEN QUE IR! ¡ES LA TERCERA VEZ EN ESTA SEMANA!"
"Argus, Argus, por favor". Dumbledore calmó al vigilante que había que había entrado con los gemelos Weasley. Victoria se pregunto si alguna vez diría una palabra.
"Es la tercera vez esta semana. ¡Estos dos lo han vuelto a hacer!"
"¡No tienes pruebas! el de la izquierda dijo: Sí, somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario". El otro intervino. "¡ERES CULPABLE! El Sr Flinch les gritó.
"Argus ¿hay alguna evidencia de que estos dos chicos hayan hecho algo?" le preguntó al vigilante con calma. "Bueno, no, pero yo sé-"
"Bueno, entonces me temo que los chicos tienen razón. Son inocentes hasta que se demuestre su culpabilidad. Y si no hay pruebas, parece que por ahora son inocentes".
"Pero yo sé..."
"Chicos pueden ir y por favor llévense a Victoria" se despidió con la cabeza de los tres y se fueron. Victoria quería decir y discutir más, pero lo que dijo Dumbledore se quedó con ella.
"Nuestra familia no define quiénes somos, si no nuestras elecciones y lo que hacemos."
"Oh, eres Victoria Silver ¿verdad? Uno de los gemelos le preguntó mientras regresaban. Victoria asintió "Sí".
"Bien, soy Fred y este es mi hermano George". George miró a su hermano confusión. "Hola Soy Victoria". Victoria los saludó a ambos.
"Tú eres el que se siente al final de la mesa. ¿verdad? George le preguntó, Victoria asintió lentamente "Sí, realmente no tengo tantos amigos, viniendo de mi familia".
"Oye, ¿te importaría si te llamo Tori? Sabes Tori, soy soy un gran amigo". Fred le dijo rápidamente, deslizando su brazo en el de ella. Victoria miro hacia sus brazos visiblemente confundida.
"No lo entiendo, ¿por qué está haciendo tan amable conmigo?" Ella se detuvo y se volvió hacia él.
"Tal vez no quiero verte sin amigos". Sonrió y comenzó a marchar". ¿No es así Georgie?"
Victoria no necesitaba mirar gemelo de Fred para saber que estaba indeciso. Pero después de unos segundos desliza su brazo por el otro de Victoria y marcha junto con ellos. "Eso es Freddie"
Los gemelos marcharon hacia la señora gorda con Victoria, haciendo bromas en el camino Victoria sonrío. pero en el fondo sabía que no iba a durar. Sólo estaban siendo amable y esto se desvanecería mañana por la mañana.
"Betelgeuse", llamó George, bailando un vals adentro. "Él es el raro" susurró Fred, haciendo que Victoria se riera. "¡Escuché eso! y en todo caso soy el guapo. Quiero decir mírame".
George procedió a posar al azar cosa que hizo reír más a Victoria. "Sabes George, creo que deberíamos dejar a nuestra nueva amiga Tori que decida.
"Nunca estuve de acuerdo con ese nombre" Ella le dijo con una sonrisa.
"Usted nunca estuvo en desacuerdo. ¡Ahora no se esconda de la pregunta!"
"¡Fred, George!¿Dónde han estado ustedes dos? ¡Ya pasó el toque de queda! Ambos hermanos tenían una expresión de resentimiento en sus rostros una vez que escucharon a su hermano llamarlos.
"Percy, estás interrumpiendo una conversación muy importante en este momento, así que si pudieras irte..." comenzó Fred, pero su hermano mayor no lo estaba permitiendo. "Ni siquiera haz terminado tu tarea de transformaciones."
"Yo podría ayudarlos" comenzó Victoria, "Soy algo buena en Transformaciones".
Percy la miro por primera vez y rápidamente negó con la cabeza. "No hay necesidad señorita..."
"Tori" respondió George, guiñándole un ojo. "Señorita Tori, tienen que hacerlo por su cuenta. Ahora vayan", Percy empujó a sus hermanos arriba, quienes seguían despidiéndose de ella.
Victoria sonrío y les devolvió el saludo, subiendo a su dormitorio. Había llegado a la puerta cuando notó que todas ya estaban adentro. La miraron mientras entraba y Angelina fue la única que abrió la boca.
"Oye ¿Dónde estabas? solo nos estábamos preguntando". Ella parecía un poco arrepentida. "Oh, sólo estaba hablando con el director Dumbledore. No quise preocupar a nadie".
"Bueno, lo hiciste" Una de las chicas que Victoria todavía no sabía su nombre, dijo. "No podemos permitirnos perder puntos de la casa porque tienes ganas de escaparte".
"No fue así, lo prometo." Victoria comenzó, pero la niña puso los ojos en blanco y volvió su periódico. Comenzó a susurrar con la otra chica y Victoria suspiró mientras se preparaba para ir a la cama.
Cuando se acostó en su cama, la niña le estaba haciendo una pregunta a su amiga en voz alta "¿Qué hacer Reparifarge?" Victoria se dio la vuelta, de espaldas a ella antes de responder. "Deshace la transfiguración".
Hubo un momento de tranquilidad antes de que ella respondiera con un tranquilo "Gracias".
El resto de las chicas apagaron las luces y se durmieron, pero Victoria no pudo. Ella miró al techo, una sonrisa sonrisa plasmada en su rostro, Tori, A ella le gustó ese apodo.