Colette
Eso no se veía nada bien. Nada bien.
-¡Auch!- chilló Olivia mientras Lauren le aplicaba una crema sobre el gran hematoma que Olivia tenía a un lado de su cadera.
-¿Entonces el chico que estaba haciendo cosas sucias con la maestra te arrolló con su auto?- preguntó Lauren resumiendo lo que Olivia acababa de relatarles.
-No diría que me arrolló- acota Olivia- ¡Suave!- le dijo a Lauren que le estaba aplicando demasiada presión al morado.
-Entonces te empujó con su auto caro- Colette le pasó a Olivia su famoso té de hierbas que acababa de preparar. Olivia lo recibió y empezó a tomar pequeños sorbos.
-No te muevas, no puedo aplicarte la crema con delicadeza si no dejas de moverte- Lauren terminó con Olivia y recibió su té de hierbas.
Las tres se sentaron en su lindo y pequeño sofá. Todas disfrutando del delicioso té de hierbas de Colette. En realidad no era de Colette, pues las tres habían inventado esa combinación cuando tenían 7 años. Jugar a tomar té como señoras de la alta sociedad de siglos pasados era su actividad favorita en ese entonces, cuando aún eran tres pequeñas niñas.
-¿Y si lo hacemos de verdad?- dijo Lauren emocionada.
-No sabemos preparar té- les recordó Olivia con su voz chillona.
-No es seguro que calentemos agua nosotras solas- objetó Colette- es peligroso, podríamos quemarnos.
Colette recordaba cada valiosa lección que su padre le daba cada vez que estaba en casa, se veían pocas veces al mes pero cada vez era muy especial para Colette. Su padre un día le había dicho que no debía preocuparse por cocinar, pues tenía personas para cocinarle lo que ella quisiera, que podría ser peligroso que ella cocinara a tan corta edad. Por esto, Colette a la corta edad de 7 años ni siquiera se sabia preparar un sándwich de mantequilla de maní ni mermelada como los que hacia Lauren cada vez que las invitaba a su casa, o las deliciosas galletas que Olivia preparaba junto a su abuela, Colette sabía que no podía cocinar, que era peligroso porque su padre se lo había dicho.
-No tenemos que calentar el agua- sugirió Lauren con los ojos brillándole de la emoción- Podemos hacer un té frio, como los que toma mi mamá.
-Si somos damas antiguas no podemos tomar el té frio- Olivia frunció el seño mientras se servía más té imaginario en la linda taza de juguete de Colette. Olivia amaba esas tazas, parecían reales, pues sonaban cada vez que brindaban y tenían lindos bordes dorados, como las verdaderas, incluso tenían un lindo estampado floral que Olivia quería en todas sus cosas. Se moriría si su cubrecama tuviera ese estampado perfecto. Además del perfecto juego de tazas de té que el padre de Colette había traído de Europa para la niña, Colette tenía galletas de juguete, tan perfectas que parecían reales, eran más lindas que las que preparaba su abuela Daisy. Olivia quería tener todo lo que Colette tenía, todos aquellos juguetes y cosas bonitas que su padre le regalaba, sin embargo cada vez que lo pensaba rechazaba la idea pues prefería mil veces hacer galletas con su abuela que tener una perfectas y adorables galletas de plástico como las de Colette.
-¿Prefieres tomar té imaginario o tomar té verdadero pero frio?- Lauren se levantó rápidamente de su silla.
-Aunque fuera frío jamás tendría el sabor correcto- señaló Colette.
-Podrías decirle a una de tus ayudantes que nos prepare té- propuso Olivia a Colette mientras sorbía el té educadamente.
-No tendría sentido si alguien más lo prepara- Lauren comenzó a caminar de un lado para otro, impaciente. Pensaba en como podrían preparar su propio té apto para todas las edades- ¡Lo tengo!- Lauren chilló de la emoción.
Lauren saco un cuaderno y un lápiz de su colorida mochila. Empezó a garabatear sobre una hoja mientras sus dos mejore amigas la miraban expectantes.
-¿Qué tienes?- preguntó Colette con curiosidad mientras intentaba ver la hoja.
-La receta para el té perfecto, cada una tendrá que buscar algunos elementos pero lo haremos funcionar- les mostró la hoja a sus amigas con una sonrisa.
Colette y Olivia leyeron la hoja rápidamente y ambas esbozaron una sonrisa.
-Liv dime que aún tienes la hierbas que te pidió tu abuela- Olivia sonrió y sacó una bolsa plástica de su mochila que contenía diferentes hierbas que su abuela necesitaba para una receta.
-Las compré esta mañana- aclaro Olivia.
-¿Tus vecinos aun plantan frutas, verdad?- le preguntó Lauren a Colette. Esta asintió con la cabeza rápidamente-¡Perfecto!- Las tres se levantaron de sus respectivas sillas esperando las indicaciones de Lauren- Yo iré a robar unas cuantas frutas del jardín del lado- Olivia se tapó la boca con miedo.
-No esta bien robar- dijo Olivia arrepintiéndose del plan.
-No te preocupes Liv, mis vecinos no están y si estuvieran se las pediría y me las darían. NO estamos robando- aclaró Colette.
-Olivia tu ve a la cocina y trae los sobres de azúcar que usa el padre de Colette en el café- Olivia asintió con la cabeza.
-Yo iré al estudio de mi padre y traeré una de sus botellas caras de agua- Colette veía que cuando su padre traía invitados a su casa les ofrecía del agua cara que guardaba en el cajón alto de su estudio- no queremos que sea un té barato- las tres niñas sonreían con emoción- Liv también trae una de las jarras plásticas de la cocina así podremos mezclar todo.
-Claro- la mueca de terror de Olivia ya había sido remplazada por una sonrisa.
-Manos a la obra chicas- las tres pequeñas niñas de 7 años salieron de la casita de muñecas que Colette tenía en su jardín trasero.
-Una cosa más- dijo Colette y las dos niñas pararon para escucharla- Así no se escriben hierbas- señaló la lista de Lauren.
-¡Si! Se escribe Y-e-r-v-a-z- deletreó la pelirroja.
-No amiga, así no se escribe- declaró Olivia.
Cada una fue a cumplir su misión
Una vez volvieron pusieron todos los ingredientes sobre la mesa de té de la casita.
-Primero pondremos el agua- Lauren señalo la botella que Colette había conseguido con mucho esfuerzo, tuvo que treparse al escritorio para sacar la botella de agua.
-Vi varias botellas y todas eran de vidrio, así que pude escoger cualquiera, pero escogí esta porque me gustó su color azul, además creo que las otras eran de té helado porque el liquido era marrón- le contó Colette.
-Esta es perfecta- la felicitó Lauren.
-Traje esta- Olivia puso la jarra sobre la mesa- y no sabia cuantos sobres debía traer así que los traje todos- les muestra varias cajas llenas de sobres de azúcar.
-Yo conseguí moras, arándanos y fresas- les muestra las frutas.
Primero vertieron todo el contendido de la botella en la jarra y ninguna hizo ningún comentario sobre el extraño olor del agua, Luego vertieron varias hierbas que Olivia nombro como Hierbabuena, manzanilla, menta y jengibre. Espicharon la frutas y las vertieron en el frasco, el agua rápidamente adquirió el color de las frutas y por último vertieron los 259 sobres de azúcar a la mezcla, porque Lauren dijo que entre más dulce mejor. Sirvieron el contenido entres tazas del juego de Colette y comenzaron a beber.
-¿El agua esta caliente?-preguntó Colette alarmada.
-No creo- Lauren seguía bebiendo del liquido.
-Se siente caliente- respondió Olivia.
-Pero esta delicioso- aportó Lauren.
-Esta muy dulce, creo que le pusimos mucha azúcar- a pesar de todo siguieron bebiendo.
Así fue como tres inocentes niñas de 7 años se tomaron casi 5 vasos de vodka con frutas cada una. No fue sino hasta que la madre de Lauren llegó que encontró a las tres niñas riendo a carcajadas completamente alcoholizadas.
-Pero eso no explica porque estas empapada y llegas tarde- Colette observa el largo cabello de Olivia totalmente empapado.
Colette salió mucho mas tarde de la universidad que Olivia, por lo que le sorprendió no verla en casa cuando llego, y eso no fue lo peor, lo peor fue que llego dos horas después que ella dejando muy preocupadas a sus dos mejore amigas.
-Conseguí trabajo- explicó Olivia.
-¿En serio?- Colette arqueó una ceja- ¿En dónde te dieron trabajo tan rápido?- las tres seguían tomando del té caliente, cabe aclarar esta vez sin tanto vodka.
-En una cafetería, bueno en La Cafetería- aún sin que sus amigas entendieran Olivia siguió hablando- En gloria's- Colette y Lauren la miraban sin entender de lo que hablaba- ¿En donde trabaja Tom? ¿No? ¿Ni idea?
-Ah si si si- Lauren habló- ya lo recuerdo el lindo chico de ojos sonrientes.
-¿De los ojos sonrientes?- Colette rodó los ojos y se levantó del sofá- ¿Así lo describes?
-Me parece que sus ojos son sonrientes- Lauren se encogió de hombros- es un chico bastante alegre y cálido.
-A mi no me parece así- Colette rellenó su taza y se volvió a sentar en el sofá.
-El punto es que me lo encontré luego del incidente...
-¿De que incidente hablas?- interrumpió Lauren- ¿De cuando te atropellaron o cuando ese chico Noah le estaba...?- Olivia no dejo continuar a Lauren.
-Déjame seguir contando los sucesos por favor- Lauren alzo las palmas en señal de rendición y sonrió- Tom me llevó a la cafetería y me preparó un chocolate caliente, luego de un rato hablando me comentó que estaban buscado una mesera para la cafetería, a lo que yo le dije que necesitaba trabajo y ya había trabajado como mesera. Me dio el trabajo sin siquiera pensarlo, empiezo mañana.
-Eso es estupendo- Lauren le dio un cariñoso apretón en el brazo.
-Yo no diría estupendo- Colette se cruzó de brazos- no me imagino como puede ser aguantar a ese chico todos los días.
-Deja de ser tan aguafiestas, Coco- Lauren le dio una mala mirada a Colette y luego le sonrió a Olivia.
-Mas vale que esto no sea grave- Olivia señaló el hematoma que se situaba a un lado de su cadera.
-Podrías hacerte revisar de Michael- sugirió Lauren.
-¿Seguiste conviviendo con nuestro vecino?- le preguntó Olivia mientras se aplicaba un poco más de crema sobre su herida.
-Algo así- Lauren le restó importancia al asunto- Pero es doctor, creo. Podrías tocarle a su puerta para que te revise.
-No creo que sea necesario, ojala no sea tan grave- Olivia se acomodó el pantalón.
-Bueno ¿Por donde comenzamos?- preguntó Colette con su computadora sobre la piernas.
-Por nuestra vecina, la que es madre soltera- propuso Lauren.
-Buena idea- Olivia tomo un poco más de té- El otro día la estuve observando y creo que su esposo falleció o algo por el estilo, aun lleva su anillo de compromiso.
-O tal vez sea militar y este fuera del país ahora- Colette comienza a anotar todas la ideas en su computadora conforme sus amigas van hablando. Oficialmente es noche de escribir Relato para tres, junto, obviamente, a su té favorito. Su té para tres.
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Un día tarde pero lo importante es que hay nuevo capitulo.
¿Que les pareció?
Me encanta escribir sobre Colette, Olivia y Lauren cuando eran niñas pequeñas, siento que así conocen mejor a cada una. Las adoro a las tres aunque sean completamente diferentes.
¡Estoy escribiendo otro libro aquí en Wattpad! Se llama Dame un segundo, pueden encontrarlo en mi perfil. Este lo estaré actualizando más seguido puesto que ya he escrito más de la mitad del libro. Estoy segura que les gustará si les interesa un poco más de ficción y aventura, sin embargo también tiene un toque de romance. Si quiere conocer al hermoso Nicholas Campbell y a la enigmática Emily Lineker tienen que leerlo.
Gracias por leer mi historia.
-Manu<3