Tomo aire antes de entrar al edificio y lo dejo salir lentamente, me preparo internamente para verlo nuevamente y a solas. Sostengo con fuerza los bocetos y entro decidida, después de decirle a la recepcionista a donde voy, me da carnet de visitante. Subo al ascensor sola.
Aprovecho eso y me miro en el espejo del ascensor. Me vestí con una blusa color rosa, mangas largas. La tela es fina y bastante fresca. Con un pantalón tiro alto de vestir, color negro, y unos tacones a juego con el pantalón. Esta vez dejé mi cabello lacio.
Al llegar al piso 27 camino hacia la chica detrás del escritorio, se presenta como su nueva secretaria. Después de llamarle me hace pasar, le sonrío y voy hasta la puerta de su oficina. Toco la puerta una vez para avisar que estoy ahí y luego entro.
- Me alegro de que hayas venido -me sonríe, se pone de pie acercándose a mí. Decido fingir que nada pasó, que su presencia no me pone nerviosa.
- Gracias a ti por recibirme -sonrío, me señala una pequeña mesa que esta apartada de su escritorio.
Vamos hasta la mesa, el jala una silla para que pueda sentarme. Le agradezco con una sonrisa, luego se sienta frente a mi.
- Aquí están -le acerco los bocetos y espero a que me dé el visto bueno o algo parecido.
Veo como los toma y empieza a ver uno por uno, muerdo mi labio inferior nerviosa por lo que me irá a decir. No saber que piensa o no poder leer su expresión, me pone muy nerviosa. Pero al final levanta la mirada y sonríe.
- Wow, estoy impresionado Jessica -los deja sobre la mesa- tienes mucho talento y la verdad es que creo que será una buena inversión. He hablado con tu padre de esto.
- ¿Hablaste con papá? ¿Y que dijo?
- Dice que tiene que verlos, estoy cien por ciento seguro que querrá inventir también. Con nuestra ayuda podrás empezar a trabajar en menos de un mes, de aquí a un año las tiendas tendrán tu colección.
Me quedo en silencio, estoy en shock. No pensé que papá querría verlos, por un momento pensé que incluso le diría a Matthew que no me ayudara.
- ¿No estás feliz?
- Feliz es poco -le digo de la manera más sincera- Estoy demasiado feliz, es.. genial. No pensé que papá querría verlos.
- Es un cabeza dura, pero te ama. No dejaría a su hija sola en esto, por más enojado que esté.
El silencio vuelve hacerse entre nosotros, por mi parte no salgo del asombro. Pero también porque no se que más decir y las ganas de irme son muchas, se que en cualquier momento sacará el tema.
- Jessica, sobre lo que pasó...
Ahí está.
- Matthew, mira.. se que ..
- No, espera -me interrumpe- ambos estamos conscientes que lo que pasó no puede volver a pasar. Eres la mejor amiga de mi hija y tú padre es un gran amigo que no quiero perder -suspira- desde esa noche no e podido dormir bien, no quiero ni imaginarme cómo se pondría tu padre si lo supiera.
Otro silencio se hace entre nosotros, bajo la mirada. De alguna manera sus palabras me molestan.
- Entiendo, es mejor hacer como que nada pasó. Por el bien de todos.
Matthew asiente. Me pongo de pie, es hora de irme y dar esta conversación por terminada.
- ¿Ya te vas? -se pone de pie, trata de acercarse pero doy un paso atrás. Rápidamente se da cuenta de lo que estoy tratando de hacer- No actúes de esta manera, Jessica. Somos dos adultos, sé que cometimos un error. Pero no cambies conmigo por lo que a pasado.
- Usted lo a dicho, a sido un error -tomo mi bolso y los bocetos- lo mejor es dar por terminado el tema.
- Si.. -asiente, pero lo veo tan indeciso como yo. Entra las manos en los bolsillos de su pantalón- programaré una reunión con tu padre lo antes posible.
- Primero debo enseñarle mis dibujos, que me dé su opinión. Luego me pondré en contacto con usted.
Asiente en silencio, noto como tiene una lucha interna consigo mismo. De alguna manera siento que quiere decirme algo, pero se mantiene callado.
- Hasta luego, señor Anderson.
- Hasta luego, señorita Jackson.
La cena está servida cuando bajo. Me siento en silencio frente a mis padres, sin prestar atención a lo que hablan. Después de dejar la oficina de Matthew me encerré en mi habitación, pues sentía que debía estar sola y pensar en lo que había pasado, en porque me había molestado nuestra conversación.
Es imposible que después de tanto tiempo ahora me guste. O tal vez... Ya me gustaba desde antes.
Después de cenar ayudo a mamá a lavar los platos sucios. Papá desaparece de la cocina, probablemente vaya a su despacho.
- Estuviste muy callada en la cena, cariño. ¿Aún sigues enojada con tu padre?
- No estoy enojada con él -niego con la cabeza- solo... Estaba pensando en algunas cosas -sonrío leve.
Veo a mamá secarse las manos con un paño, luego me mira.
- ¿Algún chico?
Finjo estar muy concentrada en limpiar los platos, pero conociendo a mamá no dejará el tema tan fácil.
- Cariño...
- Siento que me gusta alguien que antes ni me había pasado por la mente que me gustaba, osea nunca sentí nada por él -murmuro.
- Esas cosas suelen pasar, Jess -acaricia mi cabello- a veces llevas tiempo conociendo a una persona y de un momento sientes que ese cariño a crecido y no precisamente como amigos ¿Me entiendes?
- Eso creo, mamá -frunzo el ceño, eso la hace reír.
- ¿Recuerdas que te conté como tu padre y yo nos dimos cuenta que nos queríamos? -pregunta, y sin dejarme contestar sigue- éramos solo compañeros de escuela, nunca hablábamos a no ser para algunas clases. Y un día en una fiesta me confesó que yo le gustaba y yo me confesé a él. Fue tan repentino, ninguno de los se lo esperaba. Pero pasó, esa noche nos dimos cuentas de nuestros sentimientos.
- Es imposible que eso me pase -niego con la cabeza.
Mamá me mira en silencio, como queriendo saber que pienso. Le doy un beso en la mejilla y salgo rápidamente de la cocina. Antes de subir las escaleras escucho que papá me llama, me doy vuelta para mirarlo. Me hace una señal para que le siga.
En silencio lo hago.
Entramos a su despacho en silencio. Me siento frente a su escritorio, él rodea el escritorio y se sienta detrás de este. Deja mi carpeta sobre el escritorio, la carpeta donde tengo guardados mis bocetos.
- Papá...
- He visto lo que haces y debo admitir que eres una gran artista, y cada uno de esos diseños me gustó. Tu madre tenía razón al decir lo talentosa que eres -me dice dejándome en completo shock- Pero te conozco demasiado bien para saber que aún no estás segura de lo que quieres.
- Papá escuchame..
- Escúchame tú a mí -toma mis manos por sobre la mesa- siempre fuiste así de indecisa, desde pequeña -sonríe- te conozco demasiado cariño... Por eso te pido que te tomes este año sabático como haz pedido, pero para que tú corazón decida que es lo que realmente quieres. Si quieres viajar, hazlo. Si quieres vivir sola, hazlo. Vive cariño -deja dos besos en mis manos, mis ojos se han llenado de lágrimas- he sido muy duro contigo y lo siento mucho. Eres mi pequeña, eso nunca cambiará, y quiero lo mejor para ti.
- Papá - sollozo, escuchar esas palabras me han hecho llorar.
Me pongo de pie para ir hasta donde está, me siento sobre sus piernas y lo abrazo. Era algo que siempre hacía de pequeña, cuando quería que me mimara. Papá me rodea con sus brazos y deja un beso en mi cabello.
- Solo quiero que seas feliz -sonríe, sus ojos están llenos de lágrimas- es lo que siempre he querido, aunque no te lo decía de esta forma. Soy un poco bruto.
- Solo un poco -ambos reímos. Papá seca mis lágrimas, nos miramos con cariño.
En ese momento la puerta del despacho se abre, mamá nos mira asombrada llevando ambas manos a su pecho.
- ¿Ya le contaste Richard? Te dije que quería estar presente.
- Julianne - miro a papá y luego a mamá, bastante confundida.
- ¿Que no tenías que contarme papá?
Papá se pasa una mano por el rostro, mamá parece igual de confundida que yo. Luego abre grande los ojos, entendiendo que papá no me a contado nada malo ¿O si?
- Bueno, ya que haz metido la pata -mamá se ríe en modo de disculpa y se sienta donde estaba yo antes- Tú mamá y yo hemos tomado una gran decisión. Pero antes de hacerlo por completo queríamos hablar contigo.
- Ya díganme, me están poniendo nerviosa.
- Hemos decidido adoptar a una hermosa niña y un hermoso niño.