Cómo si no fuera suficiente pasar pena dentro del Club, ahora Raúl se encontraba en medio del pasillo, captando la atención de varias personas que pasaban por ahí ya que Rubén no paraba de insistirle después de que él ya se hubiese negado. Soltó un suspiro, parecía que no le quedaría otra alternativa más que acostumbrarse a pasar vergüenzas.
—Te lo diré por última vez; no —sentenció Raúl, mirando al contrario de forma amenazante, como si en cualquier momento fuera a lanzarse sobre de él para arrancarle un brazo con los dientes. Poco le importo eso a Rubén.
—Vamos, te quedará de puta madre —insistió mientras meneaba el brazo de el contrario, como si fuese un niño pequeño pidiéndole una piruleta a su madre. El mayor rápidamente se soltó del agarre— ¿Porque te pones así? No te estoy pidiendo que saltemos juntos por la ventana.
—No me voy a poner tu puta chaqueta para que tú uses la mía —aclaró por quinta ocasión.
Rubén guardo silencio por un corto lapso de tiempo, el suficiente como para que Raúl pensara que se habría dado por vencido, pero a los pocos segundos el menor volvió a tomarlo del brazo.
—Te juro que es súper cómoda —dijo Rubén, volviendo a usar ese tono de berrinche que tanto molestaba a Raúl—. Es más, yo ya use la tuya una vez ¿Que no recuerdas? Te la regrese sana y salva.
—Te quedaba como un puto chaleco —le recordó.
—Los chalecos son geniales —fue la respuesta por parte del más alto, quien no mostraba señales en rendirse—, además, el color de mi chaqueta combina con tus ojos.
Raúl soltó un suspiro, antes de quitarse su chaqueta y darse al contrario. Si Rubén quería hacer el ridículo usando algo que le llegaba a los codos; era su problema. Por su parte, él solo tendría que usar una chaqueta enorme y ya.
—Te dije que te quedaría bien —comentó Rubén, una vez que Raúl se hubiese puesto su chaqueta, la cual le quedaba bastante grande—. Te la encargó.
Y sin más, Rubén salió corriendo camino a su siguiente clase, a la cual llegaría algo tarde por haber estado negociando con Auron para intercambiar de chaquetas.
También Raúl llegaría tarde a su clase, eso solo hacia que tuviese ganas de golpear a alguien, pero se controló. Intento pensar en que sin importar lo molesto que se pusiera no podría atrasar el tiempo y llegar a buena hora a la clase, pero su poca paz se vio interrumpida cuando al llegar a su aula se dió cuenta que el único asiento desocupado que quedaba estaba al lado de Jordi y al lado de Jaume.
Tomo valor y se adentro al salón, al profesor en turno parecía importarle poco su tardanza y ni siquiera se molestó en llamar su atención, pues estaba muy ocupado revisando tareas. Los encargados de molestar a Raúl por su tardanza fueron sus mismos amigos, quienes también notaron la prenda olgada que llevaba puesta.
—¿Porque llevas puestas las sábanas como chaqueta? —se apresuro a preguntar Jordi, seguido por una risa burlona por parte de Jaume, quien sabía bien quien era el dueño de dicha prenda.
—No lo molestes Jordi, él solo está ya sabes, siendo goals con nuevo mejor amigo del club —le dijo el más alto, confundiendo al mencionado y haciendo que Raúl hiciera pausadas respiraciones en un pobre intento por no decir nada que delatara su molestia.
—¿Que amigo? —preguntó Jordi, mirando con curiosidad a Raúl— ¿El chico alto que come poca fibra o con el que Borja nos dijo que hizo una improvisación de puta madre?
—Jordi, tío, son el mismo —contestó Jaume, de forma sería.
—¿Y como esperabas que lo supiera si no me dices? —cuestionó Jordi.
—Tío, tú tenías que preguntar que amigo y yo diría "Raúl sabe bien que amigo" mientras guiño un ojo, entonces tú volvería a preguntar que puto amigo y Raúl se cabrería, nos mandaría a la mierda, después tu seguirías de insistente y yo te mandaría un mensaje al móvil diciendo cuál amigo sin que Raúl se diese cuenta, así tú dirías "Oh, si, ese amigo" mientras ríes —explicó Jaume, molesto porque le hubiesen frustrado sus planes.
—Bueno, ¿Y no podemos empezar de cero? Podemos hacer como que no he preguntado aún —propuso Jordi, listo para hacer la mejor actuación de su vida
—Pero ya no va a tener puto sentido —exclamo el más alto. Jordi rodó los ojos.
—Entonces no me reclames con que lo arruine, porque te estoy dando una solución de puta madre y no la tomas —explico Jordi—. Ahí el problema ya es tuyo por rechazar mi idea.
—Olvídalo ya —soltó el contrario.
En todo ese momento Raúl había intentado estar en calma, pero escuchar a ese par discutir por algo estúpido solo hacia hervir su sangre.
—Vosotros sois unos hijos de puta que intentan hacerme enojar todo el tiempo —hablo Raúl, por primera vez en todo ese rato, después de haber tomado algo de aire para no terminar explotando—, pero ya no vais a poder, porque ahora soy un hombre nuevo que estará en paz y calma mientras ustedes seguirías siendo los mismos come mierdas.
Jordi y Jaume intercambiaron miradas. No tenían la más mínima idea de cómo responder a eso, así que simplemente no lo hicieron, estaban demasiado confundidos como para hacer cualquier comentario burlesco, eso sorprendió a Raúl.
Normalmente cuando trataba de ignorar a esos dos, solo podía hacerlo por un muy corto lapso de tiempo, después terminaba gritándoles y soltando algún puñetazo, pero en esta ocasión no necesito ni de alzar la voz para conseguir que lo dejarán en paz. Estaba tan anonadado que se le llegó a cruzar la idea de que era una clase de poder el cual le otorgaba la chaqueta enorme.
La clase siguió de forma normal, pero en cuanto llego el receso, Jordi y Jaume corrieron en busca de Luzu, como si fueran niños queriendo acusar con su mamá a su amigo por levantar el dedo medio.
—Te estamos diciendo que nos llamó come mierdas —repitió Jaume, una vez que Borja preguntara de nueva cuenta cuál era el problema.
—Y antes nos dijo hijos de puta que solo queremos hacerlo enojar —añadió Jordi.
—¿Pero cuál es el problema? —preguntó una vez más. Borja no podía encontrar nada extraño en todo eso.
—¿Entonces vas a dejar que se salga con la suya? —cuestionó Jaume, antes de apuntar a Raúl, quien estaba tranquilamente sentado en su pupitre, haciendo caso omiso a todo el alboroto— ¡Ese chaval que se hace el inocente mientras se come un sandwich nos llamó come mierdas!
—¡E hijos de puta! —volvió a decir Jordi.
Borja iba a decir algo más, para calmar a ese par, pero una presencia inesperada la cual se encontraba la puerta del aula hizo que los cuatro voltearan a ver en esa dirección. Era Rubén.
—Bueno, yo ya tengo que irme —fue lo único que dijo Raúl, antes de ponerse de pie, para dirigirse a la puerta, aún con su sandwich en la mano—. Nos vemos en un rato.
Los tres observaron con cuidado la escena, como si todo fuera parte de una ilusión, por su parte, Rubén solo les miro extraño, pensando que esas miradas eran causadas por su atuendo. ¿Que nunca habían visto a un tipo con una chaqueta ajustada?
—No les hagas caso —fue lo único que le dijo Raúl a Rubén una vez que estuvo a su lado, antes de darle una señal para que lo siguiera—. Llegaste en el momento correcto, un poco más y no me hubiera contenido tremendas ganas de meterles un puñetazo en todo el pecho.
—Me alegra ayudar —contestó Rubén, algo dudoso de su respuesta, mientras seguía a Raúl por el pasillo.
Rubén siguió al mayor un buen rato sin saber bien a dónde se dirigían, hasta que empezaron a subir las escaleras, ahí es donde se dió cuenta que iban directo a la azotea.
—Si pasamos todo el receso en la azotea, nadie verá que intercambiamos abrigos —se quejo Rubén.
—No me importa —fue la única respuesta por parte de Raúl, hasta que estuvieron en la dichosa azotea—. Normalmente nadie viene aquí porque el sol quema como el puto infierno, pero con la llegada de una de las dos mejores estaciones del año, las nubes tapan a ese hijo de puta.
—Entonces este será nuestro nidito de amor al menos hasta Diciembre —comentó Rubén, examinando el lugar en busca de un buen espacio para sentarse y poder disfrutar de su almuerzo.
Raúl se limito a soltar un gruñido en respuesta de ese comentario, antes de sentarse en el lugar más limpio, siendo seguido por Rubén, quien se sentó muy cerca del contrario.
—¿Así que vines aquí en otoño e invierno? —preguntó Rubén, sacando el almuerzo que le había preparado su madre.
—Nadie viene aquí, así que se puede decir que es mi lugar favorito en todo el puto instituto, solo hay paz, además de una brisa que viene bien para sentirme en calma —respondió, con los ojos cerrados, disfrutando de la brisa que golpeaba su rostro y movía si cabello.
Rubén prefirió no decir nada al notar lo relajado que se veía el contrario. Rara vez esté se veía tan sereno, no quería arruinar eso, así que se dedicó a disfrutar de la fresca brisa y lo hermoso que se veía el cielo nublado en esos momentos. Le sorprendía el nunca antes hubiera subido a la azotea por su cuenta en tiempo de frío, tan vez se hubiese encontrado con Raúl, y ¿quien sabe? Tal vez pudieron haberse hecho amigos desde antes.
Por una parte, el dulce aroma de Rubén y todo la calma que esté emanaba hacía sentir a Raúl como si fuese arrullado, mientras que Rubén sentía como sus manos empezaban a sudar apesar del clima, a la vez que su cara se sentía caliente.
Después de unos minutos en un cómodo silencio, Raúl sin previo aviso recargo su cabeza en el brazo del contrario. Realmente no lo pensó mucho, solo lo hizo. Por su parte, Rubén se acercó a él un poco más. Ambos sentían una nueva clase de calma invadirlos por completo.
La verdad ya tenía rato queriendo que Jordi volviera a salir xd
*Aclaraciónes*
-Raúl en parte acepto usar la chaqueta de Rubén porque huele re bonito umu
-Jordi y Jaume tienen conflictos seguido porque Jordi siempre termina arruinando los planes de Jaume
-Rubén es la primera persona que Raúl lleva a su lugar favorito
Hasta aquí dejo el capítulo, y la verdad me sorprende todo el amor que le han estado dando a esta historia, se les ama un chingo gente preciosa, seguro y huelen a puro éxito máximo ‹3