Papá lleva dos días sin hablarme.
La noche de nuestra discusión lo escuché discutir con mamá, gritaba a los cuatro vientos lo decepcionado que está de mi. Esa noche no pude dormir. Mamá al día siguiente me hizo saber que estaba decepcionada por mi decisión, pero que aún así no se iba a interponer.
Claro que después me dijo que estaba arruinando mi vida y mi carrera.
Hoy pienso empezar los trámites para anular mi inscripción en la universidad y darle ese cupo a alguien más que lo necesite. Bajo las escaleras con mi bolso, ya no valía de nada estar llevando mi mochila si no pensaba seguir yendo.
- ¿A donde vas tan temprano? -pregunta mamá saliendo de la cocina con una taza de café en la mano.
- Voy a la universidad. Hoy pienso anular mi inscripción -le hago saber, me cruzo de brazos a la vez que bajo la mirada.
- Hija... -suspira- ¿Estás segura de esto? Mira que...
- Mamá, estoy segura -asiento mirándola- no quiero esto, quiero seguir mi propio camino. No viviré toda la vida con esto, con ustedes viendo si lo que hago esta bien o no. Quiero equivocarme, quiero tomar mis propias decisiones. Así como tú tomaste las tuyas -me mira con tristeza, se que quiere lo mejor para mí. Pero esto es lo que quiero- siento decepcionarlos.
- Tú padre ya entrará en razón -acaricia mi brazo- Dale tiempo.
- También... -carraspeo la garganta- empezaré a buscar empleo, pues pienso buscar un piso para vivir.
- ¿Te haz vuelto loca? -abre los ojos asombrada, me preparo para otro regaño- ¿Buscar trabajo donde? ¿De mesera? Si tú nunca has trabajado. Además, bastante trabajamos tu padre y yo para darte todo lo que necesites, para eso tienes dinero suficiente en tu tarjeta de crédito.
- Mamá eso se escuchó feo -le digo, pero ambas sonreímos. Pues al menos esta vez su regaño no fue para minimizar mis decisiones- Veremos más adelante ¿Si?
- ¿Cuando creciste tanto? Pensé que tardarías unos diez años más en madurar -me abraza con cuidado de no tirar el café encima de ambas.
- ¿Estás diciendo que era una inmadura? -me hago la ofendida. Abrazar a mi madre es lo mejor del mundo.
- Si -ambas reímos. Beso su mejilla y me alejo- no te quito más tiempo, debo ir hacer algunas cosas. Por cierto... ¿Ya le contaste a Cassandra?
Niego con la cabeza.
- Ya le contaré cuando llegue a la universidad. Supongo que tendrá que aceptarlo -me encojo de hombros.
Término de firmar los papeles. Me pongo de pie y tomo algunos que me entrega. He dejado mis documentos archivados por si en algún momento decido volver a retomar las clases, pero me llevo un papel firmado por el director y por mí, donde daba de baja mis estudios.
Quisiera decir que me siento un poco mal por haber hecho esto, pero la verdad es que siento que me e quitado un peso de encima. Estudiar algo que no quieres es bastante estresante, te disgusta, te hace sentir mal.
- Hey Jess.
Me doy vuelta encontrándome con Cassandra, le sonrío a medias.
- Hey, pensé que estabas en clases -me acerco hasta quedar delante de ella.
- Pues si, pero me dijeron que estabas aquí y vine a ver qué pasaba. ¿Te haz metido en problemas? -pregunta preocupada.
- No.. bueno -rasco mi nuca. Ella ve el papel en mi mano, ahora me mira con curiosidad.
- ¿Que es eso?
- Bien, creo que es hora de contarte -suspiro, no podía seguir ocultándoselo- Cass, antes no te conté porque la verdad es que no estaba muy segura de esta decisión. Pero... He decidido tomarme un año sabático, no iré a la otra universidad contigo.
- ¿Que?
Está dolida, puedo notarlo en su mirada.
- ¿Me estas jodiendo? -niego con la cabeza- dijiste que iríamos juntas, no puedes hacerme esto ahora.
- Mira, se que antes dije que iríamos juntas. Pero cambié de idea, no quiero ir a esa universidad, quiero tomarme un tiempo para mí y para lo que quiero hacer.
- Eso es egoísta -dice enojada, la miro ofendida.
- ¿Egoísta? ¿Te estás escuchando? -niego con la cabeza- Egoísta es lo que estás siendo tú. No puedes enojarte porque no quiera ir a esa universidad, además no sé de qué te quejas si vas a tener a tu novio allí.
Eso la toma por sorpresa, se queda en silencio y yo disfruto de ello, porque la he atrapado y no tiene nada que decir.
- Lo se hace bastante, pero no dije nada esperando que tú me lo dijeras en cualquier momento. Cosa que no hiciste -suspiro- entiendo que te enojes, pero...
- Claro que me enoja, teníamos planes juntas y todo se va a joder porque tú haz decidido "vivir la vida loca" -hace comilla con sus dedos- gracias, Jessica. Haz jodido todos nuestros planes.
Da media vuelta y se va dejándome con la palabra en la boca. Muerdo mi labio inferior, su actitud me hizo sentir mal.
Así pasan algunos días, yo sintiéndome mal porque por una vez no quise hacer lo que todos querían y eso causó muchas molestias. Decidí no salir de mi habitación, mamá trataba de animarme. Pero era casi imposible que lo hiciera, me hacía mal que papá aún siguiera enojado conmigo y que Cassandra no se dignara a llamarme o mandarme un mensaje.
No pienso dar mi brazo a torcer, no seré yo quién la busque.
Me enteré por mamá que ella desistió de ir a la universidad en la que está su novio, al parecer si iba enserio lo de que arruiné nuestros planes y su ida a esa universidad.
Es fin de semana, mis padres se van de viaje como hacen mayormente y yo me quedo sola en casa. Esta vez me aburro mucho más, pues antes al menos tenía a Cassandra para hacerme compañía. A veces es malo tener una sola amiga.
Entro a una página web para citas y me entretengo un poco haciéndole creer a los chicos que quiero tener sexo. Es gracioso porque inmediatamente piden hacer video llamada les mando la foto de un pene y les confieso que soy hombre.
Cosa que no es verdad.
Pero es gracioso.
- Estúpidos -me río.
Pero suspiro, pues me siento aburrida y sola.
Mi celular suena cuando me llega una notificación, lo desbloqueo y veo que es un mensaje de Facebook. Es una chica con la que compartía clases, me invita a una fiesta en su casa mañana por la noche.
Fiesta un domingo por la noche, eso solo se les ocurre a ellos. Cuando al día siguiente la mayoría tienen clases.
Me río, pero aún así decido aceptar pues yo no tengo clases.
Matthew en multimedia.