Sin Límites | Pokémon |

By Gaiou-Sama

32.5K 4.3K 4.2K

El sueño de la mayoría de los niños era el convertirse en un Entrenador Pokémon y viajar por el mundo en busc... More

Capítulo 1: Sin metas.
Capítulo 2: Una difícil decisión.
Capítulo 3: ¡Yo te elijo!
Capítulo 4: La Pokédex.
Capítulo 5: A la aventura.
Capítulo 6: Duelo de Tipo Fuego, Charmander vs Charmander.
Capitulo 7: La líder del Gimnasio Hormigón.
Capítulo 8: ¡Desafiando a Hiedra!
Capítulo 9: Apuntando al Siguiente reto.
Capítulo 10: Sobre nubes.
Capítulo 11: Bienvenidos a Hoenn.
Capítulo 12: Bosque Petalia.
Capítulo 13: Cruzando el mar.
Capítulo 14: El Gran Premio.
Capítulo 15: Poder de Dragón.
Capítulo 16: Voluntad de Equipo.
Capítulo 17: Lavacalda.
Capítulo 18: Rojo Fuego.
Capítulo 19: Siguiente destino.
Capítulo 20: Descenso en Johto.
Capítulo 21: Una torre con historia.
Capítulo 22: Un combate fantasmagórico.
Capítulo 23: La visión.
Capítulo 24: ¿Sol y playas?, Suena bien.
Capítulo 25: ¡Alola!
Capítulo 26: La prueba de los Guardianes.
Capitulo 27: Preparación.
Capítulo 28: Admiración.
Capítulo 29: Los capitanes de Akala.
Capítulo 30: Confrontando a un Capitán.
Capítulo 31: Arde con fuerza, El poder de los Cristales Z.
Capítulo 32: Viaje a Mele-Mele, Encuentro con el Kahuna.
Capítulo 33: ¡Golpea fuerte, Lucario!
Capítulo 34: Esperando por un combate.
Capítulo 35: Poni y Mele-Mele.
Capítulo 36: Lazos mágicos, Rocas y Hadas.
Capítulo 37: Fuego en el cielo.
Capítulo 38: Aquello que sobrevuela el Océano.
Capítulo 39: Hela y Kaudan, un día cargado.
Capítulo 40: Superando expectativas, Forzando al Máximo los Z.
Capítulo 41: Lo extraño se hace aún más extraño.
Capítulo 42: El Usurpador de la Luz.
Capítulo 43: Más responsabilidades.
Capítulo 44: Al rojo vivo - De camino a Kalos.
Capítulo 45: ¡Bonjour, Kalos!
Capítulo 46: Surgir ardiente.
Capítulo 47: De camino a Yantra.
Capítulo 48: Luchadora sobre ruedas - La Torre Maestra.
Capítulo 49: Sin aliento.
Capítulo 50: Más Allá del Límite.
Capítulo 51: La Persona Equivocada.
Capítulo 52: Furia de Dragón.
Capítulo 53: La cima antes de tiempo.
Capítulo 54: La condición de un Rey.
Capítulo 55: De vuelta al cielo.
Capítulo 56: El nacimiento de la Dai-Gurren.
Capítulo 57: Adaptación.
Capítulo 58: Enfrentando a una sombra.
Capítulo 59: Espera.
Capítulo 60: Familia.
Capítulo 61: Rey Dragón.
Capítulo 62: Cambios.
Capítulo 63: Lucha Clandestina.
Capítulo 65: El cielo ya no es el límite.
Capítulo 66: Ciudad Canal.
Capítulo 67: Lanzas vs Escudos.
Capítulo 68: Conflicto en la Isla Hierro.
Capítulo 69: Por la Fuerza.
Capítulo 70: En Busca de Respuestas.
Capítulo 71: Antes del Amanecer.
Capítulo 72: De Donde Venimos.

Capítulo 64: Flama de Dragón.

241 30 54
By Gaiou-Sama

—Ichi. Batoru o shitanara.—Levantó su puño al cielo con emoción.—Ni. Warau ka naitatte ¡San De...! Nakama ni narou yo~♪

—¿Qué carajos está cantando?—Preguntó el pelirrojo, al escuchar aquello se había sentido raro y nostálgico a la vez. Lo peor es que no tenía la menor idea de por qué había sucedido.

—Sinceramente no lo sé... Pero por alguna razón me es familiar.—Contestó la castaña, en el mismo estado que Akashi.

Un nuevo día se desarrollaba en Sinnoh y el grupo que antes había tenido que separarse del dúo DragonRose se estaba preparando para partir nuevamente.

—No puedo creer que de verdad se hayan ido... Pensé que los encontraríamos aquí por lo complicado que se veía todo.

—Lo sé, tampoco pensé que pudieran irse, aunque me alegra saber que ya están bien.—Secundó el pelirrojo.—De cualquier modo ya sabemos dónde están, aún así me sorprende que Rouse ni siquiera enviará un mensaje para avisar.

—Olviden eso.—Intervino el pelinegro.—¿Ninguno se ha cuestionado qué carajos pasó aquí? Digo, hay una maldita marca gigante de quemadura en el jodido suelo.

—Eh, eso se ve como un Trueno, realmente no me es díficil imaginar que sucedió, por eso no le presté atención.—Expuso su punto de vista, encogiéndose de hombros ante lo que para él era una situación sin demasiada importancia.

—Si, si, lo sé, posiblemente Nova o Laxus aprendieron Trueno y querían practicar con él.—Dijo, dejando claro que había entendido también, pero que de igual forma le parecía que había algo fuera de lugar.—Lo raro, es que lo usarán habiendo tantos árboles cerca, porque Ryū podrá ser idiota para muchas cosas, pero es alguien que tiene mucho cuidado con este tipo de lugares.

Ahí le dieron la razón, inclusive habían visto bastantes veces como hacía que Acnologia se contuviera con sus llamas para no terminar iniciando algún incendio por error mientras estaban en medio de algún bosque. Aunque aún así eso no le impidió hacerse muy diestro con el manejo de su propio fuego.

Y aún no terminaba.

—¡Lo raro es que lo hubiesen usado en el mismo lugar donde estaba la tienda de Ryū y Rouse!

En ese momento cayeron en cuenta, recordando con claridad todo de ese día y que, efectivamente, ahí se encontraba la tienda en la que tenían al albino aislado.

—Muy bien... Esto es extraño.—Soltó Nahomi, sujetándose del mentón, tratando de imaginar las razones para eso.

—¿Verdad que sí?

—...

Pero para Akashi, que ya sabía casi todo, era mucho más sencillo el imaginar lo que sucedió con exactitud.

"Ya veo... Aunque no me sorprende." Pensó con una gran sonrisa y una alegría que se guardó para si mismo. " Sabía que lo conseguirías."

Sabía que no hacía mal en confiar en su rival y en su fuerza independiente, al final todo había salido como debería. Podría estarse tranquilo, sabiendo que seguramente lo encontraría tirado en el suelo con la mirada perdida, durmiendo o entrenando, que era la única cosa que no le daba flojera hacer, y eso, porque era totalmente necesario.

—Como sea, les preguntaremos cuando los veamos.—Afirmó con tranquilidad, tomando la mochila que contenía sus cosas.—Pero eso no se podrá si nos quedamos aquí, así que hay que seguir moviéndonos.

—Haa, bueno... Siempre es bueno visitar uno de los tres lagos.

—Bueno...—Se rindió.—Ano hi datte, Kono hi datte, itsudatte soushite ita... Saki mo mienai, hate mo shiranai, ¡Sekai ga soko ni aru kedo!~♪

—Let's Go! Koronde surimuite~♪—Canturreó Nahomi, rindiéndose ante esa nostálgica pero agradable sensación.

—Let's Go! Nando mo aruki dasu~♪—Y Akashi siguió ese mismo ejemplo.

—Tonari... ¡Kimi ni kimeta!

Al terminar solo rieron, sin saber bien qué carajos había pasado. Eso, recordando que Nahomi y Akashi, al igual que Arata, no sabían de donde carajos había salido esa canción, ni como era que conocían la letra... Tal vez era mejor solo dejarlo ir y disfrutar el momento.

Reiniciaron su vuelo, rápido pero tranquilo y bastante silencioso ya que a ninguno le agradaba la idea de romper el hilo de serenidad que había en el ambiente. Cruzaron Ciudad Jubileo con prontitud enseguida atravesar una ruta más, en cuanto estuvo hecho, un gran azul, encapsulado aún así, se mostró ante ellos.

—Go! Go! Power Rangers!

—Jajaja, esta vez no puedo decirte nada, también estoy emocionada por ver a los demás.

—¡Pues aquí va-!

Presos de su felicidad fueron un objetivo fácil  para que el Señor Destino viniera y les dijera en la cara:

¡This Is Sparta!

—¡Su puta ma-!

¿Y como lo hizo? Pues de la forma más épica posible.

Con una enorme explosión lanzada al aire desde tierra, con una potencia tan grande que sus voladores se vieron completamente desestabilizados, al punto de casi salir volando a la dirección contraria por el impacto de la onda expansiva que vino a continuación acompañada de fuertes vientos que se mantuvieron algunos segundos.

—¡¿De donde carajos vino eso?!—Gritó Arata, histérico y aferrándose con fuerza al lomo de Igneel, quién apenas lograba recuperar el control de su vuelo.

—Ay mi cabeza...—Susurró la castaña, eso la había dejado algo fuera de sí, por no decir aturdida.

—Chicos, creo que ya encontré la razón...

A un par de cientos de metros se veía como una gran cantidad de árboles habían sufrido del impacto, siendo arrancados de raíz, ladeandose o simplemente partiéndose a la mitad para que sus partes volaran.

Y en el centro de todo eso, se veía a un albino, apreciando la destrucción que causó.

—¡Ryū!

—...

No sabía que pensar la verdad.

—¡¿Estás bien?!—Rouse llegó apenas pudo, fue un gran alivio para ella ver qué estaba aparentemente bien.—¿Qué rayos fue eso? Creí haberte dicho que tuvieras cuidado, ¡Eso no es tener cuidado!

—Yo... Lo siento.—Estaba algo impresionado de si mismo.—Eso fue mucho más fuerte de lo que imaginé...

—La peliazul se tranquilizó, por ella y por él, que no sabía cómo había llegado a ese extremo.—Esta bien, está bien... ¿Te encuentras bien? ¿No tienes ningún hueso fuera de lugar verdad?

—Estoy bien...—Respondió no muy seguro, para sujetarse la "pata" derecha.—Duele un poco, pero no durará... Creo que más fue el daño que le hice al lugar que el que me hice a mi mismo, y no me siento orgulloso de ello.

—Ryū...—Antes de que esto se le fuera de las manos, se acercó para tomarlo de las manos, con cuidado de no herirse en el proceso por lo afilado de sus garras.—Recuerda que recién estás tomando control de esto, no puedes esperar hacerlo todo como quieres al primer intento.

—Lo sé, lo sé... Tendré más cuidado la próxima vez.

Al percatarse de que finalmente había dejado ir ese sentimiento de culpa se permitió suspirar de alivio para proceder rápidamente a envolverlo con sus brazos en un cálido abrazo que el oji-rubí no tardó en contestar con cariño. Sin embargo, ese tierno momento no iba a durar mucho.

—¡Ryū, Rouse!

—¡¿Están bien?!

Al parecer tenían visitas, visitas medio permanentes.

—Chicos...—La peliazul terminó el abrazo, esbozando una gran sonrisa.—No saben lo feliz que me hace verlos aquí.

—Haa, hola todos de nuevo... Supongo.—Saludó igualmente Ryū, rascándose la nuca.

—La castaña no aguantó las ganas de saltar a abrazar a Rouse.—¡También estamos felices de volver a verlos!

—Tranquila, tranquila, aquí estamos.—Rió levemente acariciando su cabello como si una amorosa madre se tratara, comportamiento al que ella no se resistió y dejó mimar.

—Hey, ¿Qué rayos te pasó? Estas más alto.

—...¿Qué carajos importa eso?

—Oh si, todo bien por aquí, todos felices todos contentos y- ¡Oh por las tablas de Arceus! ¡¿Qué carajos es eso?!—Exclamó, otra vez histérico, señalando los brazos del albino.

Akashi y Nahomi prestaron un poco más de atención y sus cerebros dejaron de funcionar de golpe. Rouse solo miró al albino con preocupación, pero este parecía estar tranquilo, inclusive se cruzó de brazos, contrario a tratar de ocultarse por miedo o vergüenza.

—Haa, esto me pasa por quitarme las vendas para entrenar...—Susurró, algo arrepentido.—Me hubiese gustado decirles después con más calma, pero parece que esa conversación se va a adelantar.—Y así, sin más, se dió la vuelta.—Por ahora será mejor que se calmen, tengo mucha hambre y no puedo explicar nada con el estómago vacío.

—Rouse observó esto, con una gota de sudor bajando por si sien.—No puede ser, si comió hace apenas una hora...—Soltó un suspiro.—Será mejor que vengan, hablemos esto después del desayuno... El otro desayuno.

—...

—Chicos.—Llamó Akashi, mucho más serio que de costumbre.—Hagan lo que Rouse dice... Ryū ya se encargará de esto luego.—Acto seguido, comenzó a caminar en la misma dirección que sus amigos, siendo seguido por Charizard y Gyarados.

Cuando lo único que podían ver era la espalda del pelirrojo los hermanos se miraron entre ellos, como buscando algo de seguridad en el otro para asegurarse de que seguían en el mundo real. Optaron por seguir la corriente y fueron detrás de sus amigos, pendientes de esa futura explicación.

Cuando se reunieron en el campamento el ambiente siguió igual de tenso aún con los Pokémon de todos llendo de aquí para allá, pero eso no parecía afectarles demasiado a Rouse y Ryū. Siendo que la primera se hallaba preparando el desayuno por segunda vez, mientras el segundo se acercaba a ella, con otro ánimos más que solo comer.

—¿Qué haces?—Preguntó ella, desconociendo la razón por la que él hubiese ignorado la advertencia que le hizo de no acercarse ahí mientras cocina para evitar un desastre mayor.

—Enseñame a cocinar.—Una petición sorpresiva.—Si voy a comer de más, lo correcto es que yo mismo haga mi comida para así no tener que molestarte a ti, así que debo aprender.

—Ya veo...—Le tomó unos momentos asimilarlo.—Está bien, esta vez solo presta atención, aprendes rápido así que no debe ser muy díficil.

—Ujum.—Asintió, abrazándola por la espalda para apoyar su mentón en la cabeza de Rouse y desde ahí ver lo que hacía, ella sonrió y se acomodó un poco para estar más a gusto en esa posición.

Los otros tres observaban todo esto, algo boquiabiertos y felices en gran medida, ya que sin que obtuvieran toda la información de golpe habían comprobado que su amigo seguía siendo el mismo... Bueno no tanto así, porque el cambio se notaba.

Lo importante es que seguía ahí.

—Vaya, eso es... Adorable.

—Okay, ¿Qué fue lo que pasó aquí?—Dijo Arata, impresionado porque de la nada ese albino se convirtiera en una persona tan cariñosa.

—No lo sé... Pero creo que fue bueno.

A pocos metros de ahí, los Pokémon de todo el grupo lidiaban con sus propios asuntos.

—Darkrai...

—Mewtwo...

—¿Por qué parece que pudiera cortar la tensión con mis garras?—Comentó con gracia el Garchomp.

—¿Esto es normal?—Preguntó la Absol viendo al Lycanroc comer animadamente.

—Algo así, solo no prestes atención a eso y disfruta la comida.

—Ejem!—Y Lira llegó.—Con permiso.—Dijo con algo de malicia al observar a la Tipo Siniestro, antes de acurrucarse a un lado de él, haciéndole erizar cada pelo.

—Viejo... ¿Estás bien?—Le preguntó L-Drago, preocupado por su compañero.

—Acabo de tener eso que llaman Flashbacks de Vietnam...

—Ay wey... Esto va a ser un problema...

Mientras tanto, Acnologia se propuso ignorar las idioteces de quienes eran sus amigos mientras comía, sin embargo una segunda cola flameante llamó su atención.

—Sigues igual de emo que siempre.

—Evita que te arroje al lago, ¿Quieres?—Escupió con su usual tono hostil. Sin embargo el otro Charizard frente a él ya tomaba eso a broma por el tiempo que llevaban tratándose.

—Vamos viejo, se un poco menos... Volátil.—Le aconsejó, ignorando la mirada de "Voy a arrojarte enserio" que le lanzó.—¿Ni siquiera vas a molestarte en presentarme a tu novia?

—...

Recién se percató de que tenía a cierta Delphox a un lado de él viéndolo comer. Tremendo susto se llevó, casi se atraganta, por ella y su aparición repentina, y por el comentario que su colega había hecho.

—Tosió un poco antes de responder.—Seras idiota... ¡No es mi novia!

—¿De verdad?—No se lo creyó.—Porque por la forma en que te ve comer como si fuese la cosa más interesante del mundo a mí me parece otra cosa.

—Agh.—No tenía muchos argumentos que dar en contra de eso.—Megumi, ¿Podrías por favor dejar de verme así?

—Y encima la llamas por su nombre, a mí me llamabas "Copia barata" cuando nos conocimos...

—Señor Acnologia...

El nombrado tragó saliva, no le gustaba para nada el tono y la expresión inocente que tenía en esos momentos.

—¿Qué es una novia?

—...

—...Rayos, esto es muy fuerte.

A ambos Charizard les pegó fuerte, aunque el segundo no tenía idea de porque ya que aún no se le había explicado toda la situación.

Igneel observó a Acnologia y este le devolvió la mirada, como suplicando por ayuda ya que era más que obvio que no tenía ni la mínima idea de que debía hacer.

—Haa, mira... Megumi.—Repitió el nombre de la Delphox, para llamar su atención y de paso asegurarse de recordarlo para oportunidades futuras.—"Novios" en términos simples son dos personas, o en este caso Pokémon-

—Hijo de...

—Que son muy, muy cercanos.—Sonrió maliciosamente.—Siempre quieren estar cerca del otro para hacerlo feliz de cualquier forma y sobre todo protegerse por encima de cualquier cosa.

Ella prestó mucha atención durante toda la explicación, anotando esa información en su mente para luego analizarla por unos segundos, antes de que sus orejas se pusieran rectas.

—Ya veo...

—Acnologia suspiró.—Si, bueno, eso me evita a mi muchos problemas.

—Ja, ja, y el tonto soy yo.

—Pero en ese caso... Ya que yo quiero estar cerca, protegerlo y que sea feliz...—Ladeó su cabeza inocentemente.—¿Entonces puedo ser su novia?

—...¡Maldita sea Igneel, mira lo que hiciste!—Exclamó con fuerza, comenzando a estrangular a su congénere.

—¡Pero si te acabo de hacer un favor!—Se defendió, tratando de alejarlo en vano.

—¿Eh...?

Los chicos no se negaron a volver a desayunar, ya que de hecho había sido algo bastante ligero para evitar problemas durante el vuelo, pero digamos que apenas y podían con lo que veían.

—Rayos...

—¿A donde va todo eso..?

—Yo... No tengo nada que decir.

—Y no han visto nada...—Susurró la oji-zafiro comiendo con normalidad.

Ryū era lo que pasaba, y no había otra forma de decirlo, su repentina voracidad los había dejado bastante impresionados. Más que nada por recordar que él mismo había negado tener un súper metabolismo que pudiese procesar una cantidad de comida tan grande.

"¿De donde sacaron dinero para todo eso en primer lugar...?" Ahora tenían más dudas que antes, genial.

Él los estuvo ignorando por completo en el tiempo que se dedicó a llenar el tanque, acabando con toda la comida que ponía en su boca a una velocidad increíble. Hasta que llegó lo inevitable, y se acabó toda su parte.

Su rostro triste al darse cuenta que tendría que esperar al medio día para seguir comiendo fue tan genuino que lo creyeron imposible para venir una persona como él.

—Muy bien...—Luego de apartar su desastre su actitud se tornó bastante seria.—¿Quieren la versión larga de la explicación o la resumida?

—Eh... ¿La resumida?

—No tan resumida, por favor.—Aclaró el pelinegro tras la respuesta de su hermana.

Akashi solo se cruzó de brazos y mantuvo expectante, tenía sus dudas pero no había necesidad de decir algo al respecto, tendría las respuestas que buscaba.

El albino inhaló y exhaló profundamente, antes de comenzar Rouse se posó a su lado y sostuvo su mano, mentiría si no negara lo mucho que eso le ayudó. Ella le asintió transmitiéndole una gran seguridad, la misma que él decidió poner en sus palabras.

—Hace un tiempo, cuando estábamos en Alola... Pasó algo, en los momentos en que estaba inconsciente luego de desmayarme tras el combate contra Mayla, para ser más precisos.—Aclaró, antes de seguir.—Sucedieron cosas muy extrañas, Nahomi estuvo ahí, de hecho.

—¿Ah?

—Cierto... La verdad no mencioné nada porque creía que era algo demasiado serio para contarlo sin tu autorización.

—Ryū asintió.—La cosa es que luego de eso, me llevaron a la Fundación Æther para que Gladio me hiciera alguna pruebas... Descubrimos que, básicamente, no soy un humano común y corriente.—Dijo para finalmente mirar una de sus manos... Si es que aún podía considerársele una.—Las cosas se fueron poniendo más serias, hasta que sucedió lo de Korrina y luego lo de Diantha.

—¿Qué pasó exactamente ahí?

—Si notamos que estabas mal, pero no creímos que...

—Ryū iba a explotar.—Cortó la peli-azul.—Él... Literalmente iba explotar.

—¡¿Qué?!

—Por suerte el combate contra Diantha ayudó mucho a evitar eso ya que me deshice de mucha de la energía que tenía.—No fue solo en ese sitio, se le pasó decir, aunque igual tendría que hacerlo... Simplemente porque le enfadaba recordar a ese trío de dementes que ahora yacían bajo tierra.—Y durante el "Rescate" y lo que sucedió con esos tipos.—Soltó un gruñido inconscientemente, de verdad que le enfadaba. Rouse tuvo que recargarse sobre él para calmarlo. Acción que funcionó increíblemente bien.—Yo... Literalmente le dí una descarga a uno de ellos.

—Espera... ¿Hablas de ESE tipo de descarga?—Cuestionó el pelirrojo, quién ya estaba enterado, pero no sé imaginaba las cosas de esa forma.

—Si, Akashi... Ese tipo de descarga.—Admitió con algo de dificultad.—Decidí no ignorarlo y tratar de controlarlo, pero al parecer eso solo complicó mi situación.

—El mismo día que Ryū... Ya saben.—Continuó la peli-azul.—Gladio me llamó, para advertirme acerca de lo que pasaría, y de la necesidad que Ryū tenía por pasar por todo esto por su cuenta.

—¿Por eso nos pidieron que nos fuéramos?—Arata se sentía algo herido y era muy notorio incluso en su tono. Él siempre considero que todos ahí eran familia y que ellos no hubiesen sido capaces de contarles algo así le dolía.

—Sé que te molesta y de verdad lo lamentó, pero no habría tenido cabeza para responder a sus dudas... No estaba en condiciones para casi nada en ese entonces.—Dijo con algo de tristeza al recordar todo lo que ellos sufrieron por su cuenta, escuchaban y sentían sin estar necesariamente cerca de él.

—Esto no es cosa de Rouse en todo caso la culpa es totalmente mía.—Con toda la intención del mundo, clavó sus garras en la tierra frente a ellos.—Yo fuí quién decidió que no debían saberlo, así que si van a molestarse con alguien, entonces que sea conmigo.

Hubo un muy incómodo y estresante silencio durante segundos en los que el albino retiró su mano libre de la tierra. Akashi, Arata y Nahomi se detuvieron un buen rato a pensar en todo lo que ahora sabían y sin duda era bastante información que digerir.

—Solo para confirmar... ¿Qué fue lo que dijo Gladio?—Preguntó la castaña, sintiendo algo raro, como si temiera escuchar la respuesta a eso.

Respuesta que Akashi ya sabía.

Rouse estuvo apunto de hablar, pero Ryū le detuvo negando con la cabeza. Esto era algo que tenía que hacer él mismo.

—Gladio analizó más a fondo las muestras que me tomó...—Suspirando con fuerza, levantó su mano a la altura de su cara, observándola por unos segundos en silencio.—Y dijo haber encontrado ADN de Pokémon mezclado con el mío.

Eso sí que los dejó sin Palao o pensamiento alguno, sabían que esto era posiblemente más grande de lo que parecía en un principio y al escuchar aquello lo confirmaron.

Esto era algo impensable, pues se trataba de dos mundos que jamás deberían haberse juntado bajo ningún motivo, pero ya nadie podría presumir de que así era, porque ellos ahora mismo estaban frente a la prueba de que ni siquiera los conceptos más antiguos establecidos por el mundo eran absolutos.

—Haa, lo sé... Para mí tampoco ya sido sencillo, ¿Saben?—Dejó el comentario en el aire.—Estoy lleno de dudas, tengo miedo de lo que pueda venir y sinceramente mi propia familia ya no me inspira la confianza de antes...—Confesó, seriamente afectado.—Pero aún así, aquí estoy, ¿No es así?

Desde el lado derecho se aproximó Laxus para recostarse a un lado del albino, brindándole un apoyo extra que debía admitir, necesitaba mucho en esos momentos.

—A ellos no les importa...—Dijo para frotarse contra la mejilla del tigre dientes de sable, produciendo una leve corriente eléctrica.—Asi que a mí tampoco.

En ese momento, y con lo que tenía que hacer y les debía a ellos como quienes han compartido con él tanto tiempo hecho, Ryū se levantó, en silencio. Nadie lo detuvo o dijo cualquier cosa, ni siquiera Rouse.

Y mientras se alejaba, Raikou se quedó viéndolos un momento, lanzando un leve gruñido de advertencia a la vez que por su pelaje se veía un rayo dispersarse. Y tras dejar su mensaje claro, se fue en la misma dirección que su entrenador.

—Chicos... Sé que están confundidos y probablemente molestos porque les hayamos estado ocultando esto por tanto tiempo, pero... Quisiera al menos se detuvieran a pensar en cómo se está sintiendo él antes de juzgar.—La voz de Rouse sonaba más suave y desanimada que de costumbre. Esa petición fue de corazón y ellos lo sabían.—Nosotros la pasamos muy mal, pero no se compara a lo que él tuvo que pasar para llegar a lo que es ahora. Yo misma lo ví, como su cuerpo se hacía pedazos solo para volver a armarse y todo, con él sintiendo todo eso...—Recuerdos de todas las heridas que tenía y la gravedad de las mismas llegaron a ella, haciendo que unas cuantas lágrimas se le escaparan. Lágrimas que se apresuró en secar con su mano.—No me imagino la escala de dolor que tuvo que soportar, pero si sé una cosa.

Respirando profundamente la peli-azul también se levantó, su mirada en esos momentos solamente mostraba determinación.

—No es justo que solo él se esfuerce por nuestro bien.—Sin mucho más que decir, se dió la vuelta.—Eso es todo, y como dije... Piensenlo un poco.

Y se marchó.

Ninguno dijo nada al respecto y simplemente se dispersaron para asimilar todo lo antes dicho de forma individual, aunque para alguno fue más sencillo que para otros ya que no le llegó todo de golpe, aún así era algo difícil pensar en ello.

—¿Estás bien?

—Lo estaré, supongo.—Contestó, sonriendo de una forma muy... Triste.—Ya reside en ellos la decisión de quedarse o no, no pienso hacer nada más así que depende de ellos.

—Ryū, me vale muy poco que decisión tomen.—Soltó con firmeza.—Yo quiero saber cómo estás tú, si ellos son tan débiles como para no soportarlo entonces fue una pérdida de tiempo crear estos lazos.

—La miró, bastante impactado por aquella forma de expresarse.—No creo que haya sido una pérdida de tiempo... Simplemente estás son cosas de fuerza mayor, no se puede luchar siempre contra la corriente.

—Eso no es lo que me has venido enseñando desde que nos conocemos.—Le recordó, usando como medio un tono algo recriminatorio.—Si hay voluntad entonces habrá poder, y si hay poder entonces podremos avanzar... ¿No es así?

—...Has madurado mucho más en este tiempo eh.

—Tú también, aunque te esfuerces en fingir que todo sigue igual que cuando empezamos.—Respondió, sonriendo de lado.

Se sintió atrapado en ese momento, y odiaba tener que admitirlo, pero ella sabía más de él de lo que pensó en un principio... Y eso era bastante impresionante considerando que lo que saben del otro ha sido descubierto solo en sus vivencias. Sonará raro que no hablen abiertamente de cosas así, pero para ellos funcionaba, y no planeaban cambiar eso.

Tuvieron unos minutos muy tranquilos, parados junto al otro viendo el brillante paisaje que el hermoso lago valor les brindaba.

—Ryū.

—¿Hm...?

—Cuando todo esto termine... Me casaré contigo.

Casi se cae al agua, y si estuviera bebiendo algo seguro ya lo habría escupido todo.

—Ah, Rouse...—Y lo peor de todo es, que por razones que desconocía ahora su corazón estaba latiendo muy rápido.—¿No crees que es demasiado pronto para hablar de eso?—Señaló con nerviosismo el asunto de sus edades, a lo que ella negó.

—No lo creo.—Aseguró con total calma.—Simplemente te estoy diciendo lo que va a pasar.

—...

[Que te vas a casar con ella quieras o no dice.] Dijo el Dragón de los Cielos riéndose a carcajadas.

"No me vengas con tus mamadas ahora."

[Pero si es la verdad.]

Por un momento se imaginó a sí mismo en un altar esperando por la persona que ahora mismo está a su lado, fue algo extraño, y le hizo soltar una pequeña risa nerviosa por lo lejano que se veía.

Pero no le desagradó... Para nada.

—Bueno, ya que estás tan decidida, hagamos esto.—Levantó en alto su brazo, apuntando con su "dedo" índice al cielo.—Ganame.

—...

—Cuando el momento llegue, ganame y entonces aceptaré sin dudar.—En sus palabras no se veía ni una pizca de inseguridad.—Si la voluntad que dices tener es tan grande entonces serás capaz de pasar incluso sobre mí y alcanzarás la cima, entonces te permitiré disponer de mi existencia como se te plazca.

Era una proposición extraña, y para muchos puede que no suene correcto o siquiera saludable para una relación.

Pero ya ha quedado claro que ellos no son precisamente normales.

—¡Entonces voy a aplastarte!—Tras unos momentos de pensarlo, estalló de emoción.—¡Escucha bien Ryū, ese día, en esa batalla... Voy a ir hacia ti con todo lo que tengo!

Esto marcaba el inicio de un camino que los llevaría a ambos a hacerse aún más fuertes de lo que yo eran.

—¡Y me adueñaré de tu apellido convirtiéndote en mi esposo!

Ante una declaración como esa, solo pudo hacer una cosa...

Reír.

—¡Oye!

—Jajaja, calma, calma, no me estoy burlando.—Aclaró, tratando de evitarse el puchero de molestia que se veía venir a kilómetros.—Solo me parece adorable que te tomes tan enserio lo de ser Reina.

—¡Hmmph!

Y ahí estaba el condenado puchero. Fue una batalla increíblemente corta... Que él perdió desde antes que comenzara.

"De verdad cambiaste eh..." A una distancia prudente, se hallaba a cierto oji-esmeralda, escuchando todo atentamente, pero sin estar lo suficientemente cerca para convertirse en una molestia para ellos. Había ido ahí con una razón, comprobar por si mismo si sus suposiciones eran ciertas y aquella experiencia había cambiado a su rival más de lo que quería aparentar.

Incluso siendo él, una persona que normalmente sabe cómo y dónde moverse no soportó ese impulso, y dejó su lugar como espectador.

—Ryū.

La atención de ambos se posó rápidamente en él, y en cuanto rubíes y esmeraldas se encontraron, el ambiente se volvió mucho más pesado.

—No lo entiendo del todo, y sinceramente no creo hacerlo nunca, pero.—Se paró frente a él, la diferencia de alturas aún estaba a su favor. Sin embargo, el albino se negaba a tener que mirarlo hacia arriba y cerró los ojos, un gesto que le sacó una sonrisa retadora a Akashi.—Se que tú y yo seguimos en esta carrera para ver quién estará por sobre quién al final, y que de alguna forma se ha convertido en un asunto en donde ponemos sobre la mesa nuestro propio orgullo.

—No te equivocas.—Admitió, cruzándose de brazos.—Jamás me ví a mi mismo como una persona orgullosa... Pero aquí estamos.—
Esbozando una sonrisa igual de determinada, se dió media vuelta.—Y no pienso ceder.

—Je, esa es la naturaleza de la Dai-Gurren, ¿No es cierto?

La peli-azul solo observó cómo ambos parecían sacarse chispas solo con estar ahí en presencia del otro. Lo tenía claro, era bastante probable que alguno de los dos tuviese que enfrentarse a Akashi antes de llegar al otro, por lo que no había ninguna posibilidad de tomar un atajo.

Esa rivalidad de dos se había convertido en una de tres sin que se dieran cuenta.

—Pero no me basta solucionar las cosas solo con palabras, y creo que lo sabes.—Exclamó tomando una Ball de su cinturón, una Ball que Ryū reconocía por todas las veces que la había visto volar hacia la batalla.—Debo asegurarme de que estarás a la altura para ese día.

—Por supuesto, sabía que no podrías aguantar hasta la Liga.—Dijo con cierta gracia.—No tengo problema alguno.

—Haa... Aquí vamos de nuevo.

Ni siquiera se movieron de sitio, porque a la final no había mejor lugar que ese para hacer lo que querían. Claro, si querían mantener la arboleda que rodeaba al lago intacta entonces no había de otra que luchar teniendo agua cerca.

Rouse tomó una buena distancia y no se metió, ellos no necesitaban ni siquiera un árbitro porque bueno, ya había sucedido antes. Solo le preocupaba que hiciera más calor de lo que podría ser saludable... Al menos para Akashi.

—¿Crees poder esta vez?—Le retó, cruzándose de brazos.

—¿Tú provocando a tu rival? Ja, está es una de esas cosas que jamás pensé que pasarían.—Contestó con gracia, para inmediatamente entrar en modo batalla.—No me subestimes.

—Jamás lo he hecho.

Como si hubiesen sido imantados, fuertes aleteos se escucharon seguido de un par de gruñidos flameantes aproximándose. Igneel y Acnologia se separaron para posarse en sus respectivos lugares frente a cada uno de sus entrenadores, mirándose con fiereza.

—¿Uno contra uno?

—Por supuesto, veamos quién tiene más poder de fuego.

—¿Pasa algo?

—Ryū y Akashi.—Respondió Rouse, con algo de indiferencia hacia el par de hermanos por lo antes sucedido y sus propias dudas.—Haa... Lo normal.—Pero aún así hizo un pequeño esfuerzo para que todo volviera a la normalidad entre ellos.

—Vaya...

Ambos Pokémon de la misma especie se prepararon para la que sería su tercera batalla desde que se conocen, sin tener en cuenta los anteriores resultados pues de nada servían en este momento.

Al igual que sus entrenadores, también habían cambiado bastante desde entonces, y eso incluye aptitudes para la batalla.

Un silencio casi absoluto se forma, siendo lo único que se escuchaba el arder de las colas de los Charizard y el agua salpicando de cada que un Pokémon salía del agua del Lago.

Ambos entrenadores se miraron esperando por el primer movimiento del otro. La temperatura subió repentinamente dándole un fuerte golpe de calor a todos y entonces, la primera orden de ambas partes llegó.

¡Flamethrower!

¡Fire Blast!

Ambos iniciales de llenaron sus pulmones a toda capacidad y al siguiente segundo, dejaron salir sus poderosas llamaradas, aunque aplicando distintas técnicas para ellos.

El choque entre el disparo concentrado y el torrente de fuego fue inevitable, dando como resultado un pequeño momento en el que estuvieron midiéndose hasta que finalmente ambos exploraron en un mar de fuego a la que sus entrenadores no reaccionaron siquiera.

—Ya veo...—El pelirrojo esboza una sonrisa, algo impresionado por el resultado de aquel choque.—No será tan sencillo esta vez eh.

—Más te vale ir con todo, Akashi.

—Lo mismo va para ti, Ryū.

El albino podía verlo, su rival no tenía intenciones de contenerse... Sin saber que precisamente con eso estaba contando.

Ryū tenía otros planes para esa batalla, pero para que sucediera, necesitaba que ambos fueran al límite.

¡Dragon Claw!

Un aura verdosa envolvió las garras de Acnologia dándole aún más poder y alcance, justo antes de que este lanzara un rugido y a pura fuerza de alas se lanzara a una velocidad impropia de su especie hacia su contraparte, aprovechando que en ese sentido era superior.

¡Dragon Pulse!

Igneel reacciona a tiempo y en su boca se forma un cúmulo de energía que sale disparada tomando la forma de un dragón. Acnologia no se vé en aprietos por la cercanía en el ataque y ni siquiera intenta esquivar. En lugar de eso, usa el propio impulso que llevaba y su propia fuerza bruta para interceptar y disipar el Pulso Dragón con sus garras en un esfuerzo que disparó una leve corriente de aire hacia el pelirrojo y su Charizard.

—Joder si que es fuerte.—Admitió, sonriendo ante el desafío.—Pero nosotros no nos quedaremos atrás, ¡Ahora Igneel!

Tras lanzar un fuerte rugido y un intenso batir de sus alas la evolución final sale disparada hacia el cielo, en una acción que fue rápidamente imitada por su congénere en un ánimo por no perder el ritmo y quedar en una posición desfavorable.

—Parece que se aburrieron de estar en tierra.—Comentó Arata, viendo como el par de Charizard tomaba distancia a base de aleteos pausados pero poderosos.

—El Tipo Volador no es por nada eh.

Akashi sonrió satisfecho, había logrado lo que quería.

Llevarlos a su territorio.

—¡Igneel, Nitrocharge!

La sorpresa fue generalizada ya que nadie tenía conocimiento de que ellos estuviesen practicando con ese movimiento antes, pero rápidamente se repusieron.

El menos robusto se lanzó envolviendose en un halo flameante al tiempo que aceleraba de forma explosiva, cortando una buena distancia entre su objetivo y él.

Ryū y Acnologia sin embargo vieron venir un ataque tan apresurado como ese y el dragón de fuego había comenzado a preparar su respuesta incluso antes de que su entrenador diera una orden, porque ya se lo esperaba.

—¡Es inútil!—Exclamó con fuerza y una sonrisa confiada en el rostro.—¡Acnologia, Dragon Claw!

Y así, sin más, paró el vuelo del otro Charizard con nada más que sus garras, sujetándolo desde sus hombros. Al darse cuenta que este apenas tenía dificultades para retenerlo Igneel decidió tomar distancia, sin embargo, la afiliada y siniestra sonrisa de Acnologia le dejó claro que eso no sería posible.

—¡Ahora, Seismic Toss!

Antes de que pudiera hacer cualquier cosa el brutal agarre de Acnologia sobre su cuello lo dejo prácticamente indefenso, sin trabas este se elevó considerablemente sujetándolo con fuerza antes de comenzar a descender, realizando una serie de giros utilizándolo a él como apoyo y así, un par de metros antes de tocar el suelo, lo lanzó sin ningún tipo de contemplación de vuelta a tierra. La fuerza empleada en el ataque fue tal, que Charizard se hundió con fuerza levantando una densa nube de polvo.

—¡Igneel!

Un cráter fue lo que quedó en donde se veía a un adolorido Charizard levantándose con dificultad, pero con la voluntad suficiente para obligar a sus músculos a actuar para levantar vuelo nuevamente justo a tiempo para evitar un lanzallamas que cubrió el cráter mencionado formando un domo de fuego del que, a pesar de compartir naturaleza, seguramente habría salido mal parado.

—¿Estás bien Amigo?—Indagó algo inquieto, recibiendo un asentimiento de su compañero.—Debemos tener cuidado, otro ataque como ese y no es seguro que esto termine bien.

—¿No te estás complicando demasiado?—Le dijo el albino.—A pesar de todo sigues sin usar todo su poder, y lo sé, porque aún puedo ver el maldito collar en el cuello de Igneel con la jodida Charizardita.

—Este pensó un poco en ello, mirando su Mega Pulsera.—Te seré sincero... No quería utilizarlo.—Confesó, sonriendo.—Pensé que sería trampa, ya que ustedes no pueden llegar a eso.

—...Entiendo.

Acnologia soltó un rugido lleno de ira, había escuchado perfectamente lo que el pelirrojo había dicho, y por la cara que traía y la fuerza con la que la llama en su cola ardía...

Era fácil darse cuenta que no estaba para nada contento.

—Veamos a donde te lleva eso.—Susurró, siendo escuchado de cualquier forma.—¡Dragon Claw, Flamethrower!

—¡Wow! ¡¿Qué?!

Nadie tuvo tiempo de reaccionar a tiempo, lo único que pudieron ver es como Igneel era empujado por un estallido verde producido por las garras de un iracundo Acnologia, inhibido por el dolor de haber recibido tal zarpazo y al tiempo dejándolo a su merced para que apenas medio segundo después lo sujetara de las alas y disparara un potente Lanzallamas que se tragó su cuerpo por completo.

—¡Mierda!

—No me subestimes, desgraciado.—Escupió con un fastidio inmenso. Todo lo que era en ese momento, le gritaba a todos que en esos momentos, estaba realmente molesto.

Akashi Chasqueó la lengua,

—...¡Igneel, Fire Blast!

—Acnologia...

Las llamas fueron dispersadas e Igneel se mostró llenando su boca con lo que parecía ser el mismísimo infierno apunto de ser liberado, pero para su sorpresa y para despejar la confusión de los jóvenes entrenadores; una garra flameante estaba prácticamente sobre su rostro.

Aplastalo.

Y sin más demora, le cerró la boca antes de que disparara dejándolo a él con aquel ataque en su punto crítico.

Una explosión de fuego se produjo en el cielo iluminando al mismo. Arata y Nahomi quedaron boquiabiertos ante la escena; Akashi y Rouse apenas y podían pensar, de verdad... Ninguno jamás pensó que la brutalidad que Ryū manejaba en los combates llegara a tal extremo.

—Toma esto como una lección, y agradece que olvidé que tenemos Anillo Ígneo.—Dijo con tal indiferencia y arrogancia que inclusive aquellos que no participaban en la batalla se sintieron insultados. A excepción de una persona.—No soy un Campeón por nada, así que tenlo en cuenta, Akashi...—Cerró los ojos, para que aquella expresión fría se convirtiera en una mueca llena de fastidio mezclado con determinación.—¡Lucha con todo lo que tienes o sal del camino de una buena vez!

Los segundos pasaron y se vió a un Charizard caer de espalda prácticamente inconsciente, mientras salía humo de su boca a gran cantidad. En ese momento fue que el pelirrojo se sacudió, reaccionando ante un escenario que no estaba dispuesto a repetir.

—¡Igneel, reacciona!—Le gritó a todo pulmón.—¡No podemos dejar que esto termine así!... ¡No podemos perder otra vez!

En plena caída su Pokémon abrió los ojos con dificultad, tratando de aferrarse al espíritu del pelirrojo.

Lo primero que vió cuando eso sucedió, fueron los celestes de quién considera su propio rival, mirándolo con total superioridad mientras este caía. Debía admitirlo, pese a todo lo que había pasado antes, y que sabía que esto era parte de ellos, no pudo evitar sentirse humillado.

Decidió apoyarse de esa misma sensación para evitar desfallecer.

El pelirrojo no pudo esconder su felicidad al presenciar como su compañero detenía su descenso justo a tiempo, lanzando un rugido decidido.

—¿Aún quieren pelear?—Indagó el albino, como si no le generara algún interés.—Vaya, eso es inesperado.

—Que arrogante te has vuelto, ¿Sabes?—Soltó con clara molestia debido a su actitud hacia ellos.

—Estás confundiendo arrogancia con poder, pero como sea, eso no es lo importante ahora.—Extendió una de sus garras, señalando con insistencia la pulsera en la muñeca del pelirrojo.—¿Aún crees que no lo necesitas?... ¿Aún crees que has llegado lo suficientemente lejos para que deje de considerarte una mísera piedra en el zapato?

—...

Sorpresa era poco para describir el como se sentían los espectadores. No entendían qué demonios estaba pasando ahí.

—Qué estás haciendo, Ryū...—Susurró la peliazul, bastante preocupada.

[Tal vez es demasiado.]

"No, es justo lo que necesita... Lo que necesitamos."

La culpa que el oji-rubí sentía al tratar a sus propios amigos de esa forma fue aplacada por completo al ver como el pelirrojo sonreía de forma forzada, cuando claramente estaba apunto de estallar en ira. Situación, que por supuesto, él planeó.

—¿Así es como me vez? Un estorbo.

—Siendo sincero, para este momento no eres ningún tipo de reto para mi.—Lo provocó aún más.—No eres un desafío, ni tú ni tus Pokémon, son demasiado débiles...—Y con una sonrisa descarada, dió la puntada final.—De enfrentarnos seriamente creo que podría ganar sin esforzame usando solo un Pokémon... Vaya desperdicio.

—...

El pelirrojo se quedó mirando a la nada por varios segundos, Arata y Nahomi desviaron la mirada y Rouse ya no sabía que pensar. Y de hecho, buenas razones tenían para eso.

Ya que técnicamente... Él si poseía un Pokémon que podría hacer eso, y curiosamente, ni siquiera se había molestado en venir a ver la batalla, como si lo hicieron los demás en cuanto vieron al par de Charizards volar.

—Entiendo... Si así están las cosas.—Finalmente suspiró, pero lo hizo con mucha fuerza, inspirando de todo, menos calma.—Supongo que no queda de otra...

[Imbécil, la cagaste.]

"No, de hecho..." Su sonrisa se ensanchó. "Esto es perfecto."

Una siniestra y furiosa sonrisa se instaló en el rostro de Akashi, quién de una forma muy rápida y brusca, pasó su mano por su Mega Pulsera, desatando un intenso brillo en la joya principal de la misma.

—¡Voy a hacer que te tragues esas palabras a la fuerza y veremos quién está por debajo de quién!

Igneel rugió con igual intensidad a las emociones de su entrenador mientras su Mega Piedra desataba un estallido lumínico en respuesta.

—Consumiendo cada obstáculo en las llamas que iluminan el camino a nuestras metas, sin retroceder, sin extinguirse... Un paso más allá de nuestros límites... ¡Más allá de una simple Evolución!

Finalmente, por lo que tanto había estado esperando durante toda la batalla.

¡Mega-Evolución!

Las llamas no se hicieron esperar y en lugar de aquel característico brillo arcoiris, un pilar de fuego se alzó de forma imponente, encubriendo los rugidos de aquel Charizard y liberando tal onda de calor que los espectadores tuvieron que refugiarse detrás de Rin quien creó un muro Psíquico para evitar que todo terminara en llamas.

—Y ahí está...—Susurró el albino, satisfecho con el resultado de tal actuación.—Mega-Charizard Y.

Su cuerpo ni siquiera había dejado de arder... Esto iba enserio.

—Muy bien, Igneel...

El nombrado lanzó un rugido al cielo y de inmediato todos notaron como el sol comenzaba a brillar con mucha más fuerza que antes, ayudando a que hiciera aún más calor que antes.

—¡Mostremosles lo que sucede cuando juegas con fuego!—Exclamó con una enorme sonrisa en el rostro.—¡Fire Blast!

¡Dragón Claw!

Desde el cielo Acnologia se lanzó en picada, acelerando de golpe para terminar rebajando el cúmulo de fuego y así avanzar dejando una enorme explosión ardiente detrás de él.

¡Solar Beam!

"Así que ese era el último..."

No logró evitarlo y recibió de lleno el ataque, llevándose una gran sorpresa al ver que estaba siendo empujado por el mismo... ¡Cuando ni siquiera debería hacerle un rasguño siquiera!

¡Nitrocharge!

¡Dragon Claw!

—¡Wow!

El fuerte impacto del viento tomó al resto por sorpresa antes de que una onda de choque llegara, y así, se viera como la forma Mega-Evolucionada de Charizard hacía algo que antes jamás habría podido:

Frenar a Acnologia por pura fuerza física.

—¡Otra vez, Nitrocharge!—Ordenó.

—¡Prepárate, Acnologia!—Dijo el albino, sonriendo emocionado.

Sabiendo que Igneel se estará volviendo cada vez más y más rápido, y que para este momento debe ser una bala que le es imposible igualar, decidió utilizar eso a su favor y, cuando esté se lanzó a una velocidad impensable hacia él, sujetó su hombro y pata delantera con sus garras.

¡Seismic Toss!

En ese momento, aplicando parte del concepto básico del movimiento "Juego Sucio"; usó la propia fuerza e impulso de Igneel para enviarlo con una monstruosa fuerza al suelo, dando el mismo resultado de la vez anterior.

—¡Tsk, no cedas!—Exclamó en un grito.—¡Solar Beam!

¡Dragon Claw!

Delante de las fauces de Igneel una gran concentración de energía se dió a una velocidad sorprendente para luego disparar un colosal torrente de energía solar hacia su Oponente. Acnologia no podía pensar en esquivarlo por lo que, usando su Garra Dragón minimizó el daño, aunque así así, terminó siendo empujado hacia arriba por la desmedida fuerza del ataque.

"¡Joder, cuanto poder!" Pensó el albino. Tenía un serio problema.

Apenas y podía contener lo emocionado que estaba y de seguir así, terminaría estallando.

¡Nitrocharge!

¡Dragon Claw!

Aquel cráter aumento de tamaño, las llamas de Igneel habían derretido el suelo en su ascenso y con furia fue al encuentro de Acnologia que igualmente rugió cubriendo con una densa capa de energía sus garras.

Un pequeño vacío se formó en cuanto chocaron para que luego una onda de choque fuera liberada removiendo los árboles de sus posiciones.

—¡Ahora-!

—¡Oh no, no lo harás otra vez!—Interrumpió el pelirrojo, con el espíritu en lo más alto.—¡Fire Blast!

Tras aquella orden la Mega-Evolución aumento la presión de su ataque para tomar distancia logrando herir un poco a su oponente en el proceso. Sin mas voló a gran velocidad ascendiendo para luego inhalar con fuerza y, con mucha más, disparar un increíble torrente ígneo que se extendió cual estrella para impedir cualquier vía de escape.

Ante ello Acnologia solo pudo cubrirse y recibir el ataque, pero este lo terminó aprisionado en una enorme esfera incandescente.

¡Solar Beam!

Y como si no fuera poco, un Rayo Solar mucho más potente de lo normal salió perforando el centro de la esférica flameante, hundiéndose en un brillo verde para luego explotar con fuerza provocando el infierno en el cielo.

—Mierda, esto se me está saliendo de las manos...

Acnologia fue derribado y se estrelló de espalda con el suelo, se veía demasiado lastimado y se podría decir que apenas se salvó por su habilidad y tipos.

Lo peor, oh si, lo peor llegó cuando Igneel cayó de pie en tierra expulsando fuego por todo su cuerpo.

—¡Akashi, espera!

—¡YAMERO FRIZAAAA!

—¡Akashi, no lo hagas!—Advirtió Rouse al darse cuenta lo que estaba apunto de pasar.—¡Ryū está-!

¡DRAGON PULSE!

Muy tarde.

Igneel acumuló una cantidad obscena de energía y la disparó, está se arrastró formando un dragón chino en todo su esplendor desplazando el suelo al desplazarse. Ryū y Acnologia vieron venir su destino.

—¡Imbécil!—Gritó el oji-rubí antes de que lo inevitable sucediera.

Acnologia fue llevado por delante del ataque y en el proceso terminó golpeando a Ryū, quién estaba en la línea de fuego y no había tenido tiempo de siquiera pensar en moverse. Ambos fueron empujados antes de llegar a la orilla del lago cuyo tramo explotó totalmente ante la cantidad de energía, lanzando a ambos; humano y Pokémon, directamente al agua.

—...Oh.

—¡Eres un grandísimo estúpido!—Le gritó la peliazul.

—¡No jodas Akashi!

—¡Ryū!

Igneel y su entrenador tuvieron que enfriarse abruptamente al ver a sus camaradas caer al agua, y había que decirlo, estaban bastante alterados por lo que acababa de pasar.

El impacto había sido tremendamente doloroso para ambos. Ryū se había llevado la peor parte al estar entre la tensión superficial del agua y el peso de su amigo por el que terminó siendo tacleado, ni siquiera había tenido tiempo de tomar aire, pero él no estaba mejor.

"Muy bien, eso..." Apenas se movió un poco y todo su cuerpo se estremeció en una horrible sensación que lo paralizó por un momento. "Realmente dolió... Y mucho."

Esta era la segunda vez que recibía el ataque de un Pokémon, una experiencia bastante difícil, pero a la que posiblemente tendría que acostumbrarse. Aunque eso no quitaba que doliera como el demonio.

"Acnologia..." Reaccionó, preocupado por la integridad de su segundo compañero más antiguo se movió de forma desesperada en el agua apesar de todo el dolor. Fue cuestión de segundos para que lo avistara.

Charizard se veía bastante adolorido, pero se encontraba consciente y aparentemente estable, un gran alivio para él.

Entrenador y Pokémon cruzaron miradas, nadando para encontrarse y así quedar frente a frente. El albino ladeó la cabeza y su amigo asintió dando a entender que se encontraba bien a pesar de todo, y eso, junto al burbujear que provocaba la llama de cola al evaporar el agua que la tocaba, era suficiente para que se tranquilizara por completo.

Llegaron prontamente al fondo prácticamente de pie, y miraron hacia arriba con tranquilidad.

"Han avanzado mucho, y vieron de lo que son capaces al ir con todo lo que tienen realmente..." Satisfecho a más no poder sonrió, pues, aún si no todo le había salido bien, era innegable que había tenido éxito en gran parte de sus planes. "Tienes un buen rival allí arriba eh, Acnologia."

Afuera, las cosas estaban desarrollándose de una manera algo diferente, pues se veía a varios de ellos estar prácticamente histéricos apesar de que el albino y su Charizard no llevaban en el agua ni un minuto.

—Rin, ¿Qué demonios estás haciendo aquí?

(Lo lamento... No debo entrometerme...)

—¡¿Qué carajos significa eso?!

Los Pokémon del albino, aunque se habían preocupado al principio no se movieron ni un centímetro de su lugar al verlo caer al agua, una acción que fue extrañamente imitada por el resto, quienes a pesar de las órdenes de sus entrenadores, no hicieron nada al respecto.

—¿Qué sucede, por qué no quieres entrar?—Preguntaba el pelirrojo a su Gyarados Rojo, que de nuevo se negó a la idea de intervenir.—Vamos amigo, esto es muy serio...

Un gruñido fue lo que obtuvo como respuesta, haciéndolo suspirar en frustración ante la decisión del tipo Agua/Volador de quedarse quieto a pesar de todo. Algo que no entendía en absoluto.

—Shizuku tampoco quiere entrar...

—Aoi está igual, esto es demasiado extraño.

—Oigan, están saliendo muchas burbujas.—Informó el pelinegro, viendo de reojo la superficie del lago.

—...¿Eh?

Los cuatro tuvieron ese impulso de acercarse a ver, sin embargo, algo los detuvo. Algo que ninguno supo explicar, pero era demasiado fuerte como para ignorarlo.

Casi como si sintieran que pasara lo que pasara, bajo ningún motivo deberían intervenir. Sus cuerpos inclusive llegaron a sentirse pesados y sus piernas no les respondieron como debería, pues, en vez de avanzar, todos ellos fueron un paso hacia atrás.

"Haa... Espero no estar equivocado."

Un par de señas pusieron sobre aviso a Acnologia, que solo asintió para ponerse delante del albino en un movimiento rápido de sus alas, permitiendo que este se acercara por su espalda, evitando la flama de su cola, llendo directamente hacia ese espacio que había entre ala y ala.

Ambos cerraron los ojos, olvidando por completo el lugar y su situación, ignorando por completo su necesidad de respirar, porque era irrelevante en esos momentos.

"Recuerdalo... El momento en el que nos conocimos, cada gota de sudor que derramamos, el dolor de nuestro esfuerzo y el como eso nos ha llevado hasta este momento..." Se decía a sí mismo, presionando ambas palmas contra la espalda del lagarto de fuego. "Recuérdalo, y cuando te sientas listo... Piensa en un río de lava, un volcán en plena erupción destruyéndolo todo... Engullendo la existencia en sus llamas."

Su cuerpo comenzó a emanar luz en partes específicas tales como sus brazos y piernas, el nivel de concentración de ambos les impidió darse cuenta de ello, pero de algún modo sabían que estaban avanzando.

Ryū se concentró en su propia espalda, donde una extraña luz multicolor dió inicio a una ola que se esparció por todo su cuerpo de forma fluida, hasta llegar a sus brazos. Toda esa energía fue conducida através de su persona, directamente a Acnologia, quién lo recibió provocándole un espasmo breve mientras lo asimilaba. Sintió todo su cuerpo llenarse de electricidad y cada músculo del mismo se contraía para luego volver a expandirse.

La temperatura subió abruptamente.

—Chicos...—Llamó el pelirrojo, con cierta inquietud en su tono.—Algo está sucediendo...

Todos voltearon a verlo, sin guardarse sus expresiones de sorpresa al presenciar como la Mega Pulsera del pelirojo brillaba en los colores del mismísimo arcoiris, de forma intermitente y con pausas largas. Pausas que se fueron haciendo cada vez más, y más cortas, hasta volverse un espectáculo de luces sumamente veloz.

Y luego, simplemente dejó de destellar unos segundos, para luego volver con un brillo cegador.

El sonido característico del agua hirviendo se hizo presente sacándolos de sus pensamientos, por lo que volvieron su vista al lago, con gran sorpresa.

Los pocos Pokémon de agua que ahí habitaban salieron apresuradamente hacia la orilla, a algunos se les veía bastante quemados. Grandes burbujas salieron a relucir, expulsando aire caliente en su ascenso.

Las hojas de los arbustos se removieron junto al sonido de fuertes pisadas acercándose al lugar. El miembro faltante en aquel grupo de aquellos que enorgullecen de ser dragones llegó, cruzándose de brazos mientras miraba con serenidad hacia la misma dirección que todos, sorprendiendo a los humanos, quienes se extrañaron aún más por un pequeño pero importante detalle.

Sus ojos se habían vuelto rojos.

"Acaso..." La respuesta a sus dudas los golpeó repentinamente con su llegada, Ryuga parecía expectante y eso para ellos, dejaba todo muy en claro.

De pronto la superficie del agua literalmente se deformó en una enorme curva que brillaba de un intenso color azul.

Y luego explotó.

—¡WOW!

Una enorme cantidad de agua ascendió con violencia para volver a caer cual lluvia torrencial, dejando a la vista un resplandor azul, junto al fuerte sonido de un aleteo tranquilo.

Una onda de calor repentina hizo evaporar gran parte del agua que caía, y una figura se hizo presente.

Un cuerpo negro como la noche contrastando con un celeste sumamente brillante, una complexión aún más robusta que la que tenía antes debido a sus duros entrenamientos dejando ver tres garras apoyadas en extremidades que a simple vista se veían muy fuertes, sus alas que habían pasado de trabajar independiente para estar unidas por su membrana alar, y lo más destacable en todo ese cambio... Unas poderosas e imponentes flamas que habían pasado a un intenso azul.

Mostrando de golpe sus orbes brillando en un imponente carmesí, soltó un ensordecedor rugido que generó una corriente de aire que terminó de disipar toda el agua y vapor restantes.

Mega Charizard X...—Susurraron los cuatro, sin salir del asombro aún.

Lo habían conseguido... Por segunda vez.

En la espalda del ahora Dragón se asomó una cabellera blanca cual nieve en la cual unos mechones verdes cayendo por su frente le daba un toque más cálido.

Bastaron un par de palmadas de aquel entrenador para que el Dragón de Fuego emprendiera vuelo con dirección a tierra nuevamente.

—Haa, rayos...—Soltó el albino, sacudiéndose un poco tras notar que ni con todo ese calor había dejado de estar empapado.—Eso fue realmente peligroso, debería dejar de hacer cosas tan estúpidas aunque salgan bien a la larga.

—...

Y justo ahí, frente a ojos de todos, un aro de fuego se formó a los pies de Ryū calentando todo el aire a su alrededor, secandolo casi al instante.

—Mucho mejor.—Suspiró aliviado, de verdad que eso había sido muy incomodo.

—Ryū...

La peli-azul fue la primera en moverse, con la mirada gacha y una expresión para nada amable caminó a paso lento hacia él. Ryū sintió un extraño escalofrío al verla acercarse.

Cuando la tuvo de frente tuvo el impulso de disculparse, pero antes de que abriera la boca ya se la habían cerrado de una bofetada.

—¡¿En qué diablos estabas pensando?!

—...Muy bien, eso me lo merecía.

—¡Eso y más, tú gran estúpido!

—¡Awanta!

Los ánimos se calmaron bastante ante la escena de una histérica Rouse sacudiendo a Ryū de un lado a otro mientras lo regañaba una y otra vez diciéndole que dejara de ponerse en peligro por razones estúpidas.

Y él, sabiendo que ella tenía razón y que aún así no le iba a hacer caso, recibió el regaño completo sin decir nada.

—Ryū... ¿Qué fue todo eso...?—El siguiente en acercarse, en cuanto la chica se calmó un poco, fue el entrenador del Mega Charizard Y.—Todo lo que dijiste...

—Ah eso.—Dijo con mucha naturalidad.—Obviamente no iba enserio, solo quería provocarte.

—¿Qué...?

—¿Por qué hiciste eso?

Los dos hermanos también se acercaron al ver imposible que pudieran aguantarse su curiosidad.

—Se podría decir que quería ayudarlo y...—Sonrió nerviosamente ante lo que estaba apunto de decir.—Puede que necesitara llevar a Acnologia al límite para... Eso.—Confesó al final, señalando la nueva apariencia de su propio Charizard.

Sus palabras fueron analizadas por unos momentos, para que al final todos terminarán con unas caras de póker de proporciones épicas.

—Me utilizaste...

—Si, eso hice.—Admitió sonriendo sin vergüenza alguna.

—Ryū, eso no se hace...—Le regañó la castaña.

—Eeeh, en mi defensa, también lo ayudé a él, así que técnicamente no hice nada malo.

—Asi no es como funciona esto.—Negó Arata.—Mal hecho brother, mal hecho.

—Sin galletas por una semana.

—¡¿Qué?!

—Joder Rouse, ¿No es demasiado?—Comentó la castaña sorprendida por el nivel de aquel castigo.

—¡Definitivamente es demasiado!—Exclamó el oji-rubí.—¡No me quites mis galletas!

—Nada, ya está dicho.—Totalmente sería se dió la vuelta para empezar a caminar.—Pobre de ti si te atreves a desobedecerme.

—¡Pero, pero-!

—¡Pero nada, sin galletas una semana he dicho!

—De pronto ya no me importa.—Comentó el pelirrojo poniendo ambas manos detrás de su cabeza.

—La decepción, la traición hermano...

[Te dije que era una mala idea.]

Los siguientes quince minutos se resumieron a Ryū entrenando en una depresión profunda, un enemigo con el que ni siquiera sus Pokémon pudieron lidiar. Aunque para empezar ni siquiera intentaron luchar contra eso, era una batalla perdida.

Lo curioso, es que en todo ese tiempo la transformación de Charizard se mantuvo activa durante todo momento, y aunque a ambos se les notaba algo cansados por ello, no parecían tener intenciones de dejarlo.

—Señor Acnologia...

—¿Hm?—Tuvo que girarse un poco más que de costumbre para ver a cierta Delphox parada a un lado de él. Las flamas que salían de su boca estorbaron un poco.—¿Qué sucede ahora?

—Eh, nada, yo solo... Pensé que se vé muy bien de esta forma...

—...No digas eso mientras me miras así.

Varios metros más alejado, el que vendría a ser el tercer miembro más antiguo en el equipo de Ryū observaba aquella escena, pero lo hacía de una forma muy seria y silenciosa. Ni siquiera el sabía las razones a ciencia cierta, pero, ver a Acnologia en ese estado, tras pensar que Ryuga también puede alcanzarlo lo hizo sentirse... Extraño.

—¿Deku?—Sus pensamientos fueron interrumpidos. La voz de Star lo hizo reaccionar y estremecerse un poco por la cercanía.—¿Te encuentras bien?

—Eh, si...—Respondió de tal forma, que ni siquiera él parecía estar del todo convencido.—Solo... Pensaba...

La Lucario hizo una mueca de preocupación ante aquel tono. No había que ser demasiado listo para darse cuenta que algo pasaba, y le frustrada bastante, porque ella sabía que lo que estaba inquietando a Deku, era un tema en el que no podría meterse demasiado aún si lo quisiera.

—Ryuga, ¿No le dirás nada?

—Eso es problema de Deku, no mío.—Afirmó con total seguridad el dragón de tierra.—Sé que suena como que no me preocupo por él, pero esto es algo que deben hablar él y Ryū, no serviría de nada si me meto.

—Hmn...—La Gardevoir Shiny suspiró, resignada pero no muy a gusto con esa respuesta.—Entiendo... Ustedes si que son complicados.

—Somos muy orgullosos, que es diferente.

—No te excuses.—Le regañó, haciendo reír al tipo dragón, a lo que ella bufó haciendo un puchero.—Nee, Ryuga, yo también quiero mimos, ¿Sabes?

La queja de Nejire se debía que Hyori estaba echada a un lado de Ryuga, prácticamente dormida mientras este le pasaba su garra suavemente por sus orejas de una forma muy relajante, y tenía que admitir que eso se veía muy placentero como para no querer experimentarlo.

—Haa, esto es culpa tuya así que no se de qué te quejas.—Argumentó, tratando de zafarse de la culpabilidad.—Pero bueno, ven aquí.—Dijo abriéndole un lugar, para que está se apoyará en su hombro.—Que mimada estás.

—Eso si es culpa tuya.

Todo esto era un poco extraño.

Al principio había mucha tensión, pero para este momento, todos estaban de aquí para allá concentrados en sus cosas como si toda la conversación inicial acerca de Ryū y los secretos que había estado guardando no hubiese existido.

Apesar de que nadie planeaba olvidarlo, tampoco le estaban dando demasiada importancia.

Él seguía siendo su amigo, sin importar cuanto cambiara, quién fuese o en qué se convirtiera en un futuro. Y eso, es lo único que tenían seguro, por lo que sería su apoyo.

Fue un medio día muy movido y una tarde algo cansada preparando todo para el día siguiente, y finalmente la noche cayó, hasta llegar al momento en que todos se estaban preparando para dormir.

—Rouse.

—Dime.

—¿Si te doy un beso me levantas el castigo?

—...

[No jodas, ¿De verdad lo está pensando?]

"No pensé que esta mierda fuese a funcionar si te soy sincero." Pensó sorprendido en gran medida, ya que se esperaba una negación inmediata a ello.

Por otro lado Rouse estaba en un dilema, porque, podrían decir lo que quieran... Pero era una oferta tentadora.

Luego, al darse cuenta que estaba haciendo sacudió la cabeza enérgicamente para sacarse esas ideas.

—¡N-No!—Tarde, pero respondió.—No permitiré que me sobornes, si dejó que suceda entonces lo harás siempre y al final no podré decir que no a nada.

—Rayos... Pero bueno, al menos lo intenté.

—Ella hizo una mueca extraña.—Ryū, sé sincero conmigo...

El albino sintió un escalofrío.

Veía venir su muerte.

—¿Prefieres tener galletas o a mí?

No se equivocó.

—...¿Qué clase de galletas?

—...

[Perdonenme, pero me tengo que reír.]

Él se estaba aguantado las ganas de hacerlo, porque claramente había dicho eso con toda la intención de verla molesta.

Pero Rouse no dijo nada, simplemente se giró y tapó con las sábanas dándole la espalda al albino.

—¿Estás molesta?

—No.

Si, lo está.

—Vamos Rouse, era solo una broma.

—Ya dije que no estoy molesta, déjame en paz.—En una clara acción de contradicción se negó en primera instancia al acercamiento que este había hecho apartando su cara usando su mano.—Vete, quiero dormir.

—Rouse, no estés enojada conmigo.—Dijo entre risas, insistiendo, aunque ya había dado un gran paso al lograr abrazarla.—¿De verdad me quieres lejos?

—Si, lárgate.—Y a pesar de todo, ni lo dijo mirándolo a los ojos, ni trató de apartarlo.

Solo para aclarar, en estos momentos Ryū tiene la fuerza física para hacer mierda una gran roca de un golpe sin esfuerzo alguno. Así que si, simplemente está jugando.

—Mi Reina, déjeme decirle... Que se vé sumamente tierna ahora mismo.—Sintió como su cuerpo se estremeció y sonrió. Tal parece que había encontrado su talón de Aquiles.—Por favor, no me rechace de nuevo... No podría seguir sabiendo que Mi Reina no me quiere cerca de ella.

—...No sabes cuánto te odio.—Dijo girándose para terminar abrazándolo de vuelta.

—Aprende a mentir.—Burló.

La estuvo fastidiando un rato hasta que efectivamente le entró el sueño y ya le era difícil siquiera responder a sus provocaciones, por lo que Ryū decidió dejarla en paz, y, luego de un par de besos de buenas noches, la peli-azul se quedó dormida en sus brazos.

Situación que contrastaba con la suya, que no podía ni siquiera pensar en dormirse.

No porque no quisiera o no pudiera.

—Sabes, es un poco incomodo que solo me veas todo el tiempo sin decir nada.

Es que no lo dejarían.

—Sé que estás ahí, y sé que vienes a buscarme.—Habló entre susurros, cerrando los ojos con tranquilidad apesar de todo.—Puedes dejar de jugar cuando quieras.

La oscuridad se apoderó de todo lo que veía, la lámpara que tenían se había apagado repentinamente por un viento que a cualquiera podría helarle la sangre por el miedo y la inquietud que transmite.

Un suave pero siniestro gruñido llegó a sus oídos, por lo que sonrió, abriendo los ojos para al fin verlo.

Un par de ojos azules se presentaron en la oscuridad, pero estos, no eran como los ojos de Darkrai. Eran esféricos, y brillaban tenuemente en la oscuridad por sobre todo, dando la impresión de ser los ojos del mismísimo diablo.

Y la verdad... Es que esa descripción no estaba del todo equivocada.

—Estaba esperando por el momento en que decidieras mostrarte.

Rojo y azul se encontraron, y aquella figura envuelta en penumbras finalmente se decidió a jalarlo hacia un lugar temido por toda la raza humana. Un sitio donde nada de lo que conocen tiene sentido ni orden, poseedor de un silencio sepulcral casi absoluto, y dónde, solo se les podía distinguir a los dos.

—Giratina.

Ambos se vieron a las caras, flotando en ese inmenso espacio sin ley.

Esta... Definitivamente sería una noche muy larga.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆

Iba a hacer un chiste pero tengo sueño y se me olvidó.

Buenas noches gente... O días, tardes, madrugadas o días de trabajo, lo que sea.

Primero Rayquaza y ahora Giratina, ¡¿Qué está pasando doctor García?!

Jaja, piensen, ¿Qué tienen esos dos en común?, Seguro que obtienen la respuesta a sus dudas si lo hacen.

Repito, iba a decir algo más, pero tengo un chingo de sueño así que así mismo pueden irse a chingar a su madre, el cap tiene más de 10.5K de palabras, y no tengo ni puta idea de cómo sucedió eso.

Neta, ¿Qué carajos pasó ahí? Ptm.

Bueno, me vo'a dormir, pero recuerden.

¡Gotta Catch 'Em All!

Continue Reading

You'll Also Like

558K 75.4K 45
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
151K 13.8K 19
Elsa, hija del rey Agnar y de la reina Iduna de arendelle y hermana mayor de Anna, era una joven solitaria. encerrada en su propia habitación por su...
342K 23K 94
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
4.2K 314 3
Naruko Uzumaki, abandonada al nacer por sus padres, los cuales abandonaron Konoha para "entrenar" a Mito y Menma en el chakra de Kurama... Naruko cre...