Sin Límites | Pokémon |

By Gaiou-Sama

32.5K 4.3K 4.2K

El sueño de la mayoría de los niños era el convertirse en un Entrenador Pokémon y viajar por el mundo en busc... More

Capítulo 1: Sin metas.
Capítulo 2: Una difícil decisión.
Capítulo 3: ¡Yo te elijo!
Capítulo 4: La Pokédex.
Capítulo 5: A la aventura.
Capítulo 6: Duelo de Tipo Fuego, Charmander vs Charmander.
Capitulo 7: La líder del Gimnasio Hormigón.
Capítulo 8: ¡Desafiando a Hiedra!
Capítulo 9: Apuntando al Siguiente reto.
Capítulo 10: Sobre nubes.
Capítulo 11: Bienvenidos a Hoenn.
Capítulo 12: Bosque Petalia.
Capítulo 13: Cruzando el mar.
Capítulo 14: El Gran Premio.
Capítulo 15: Poder de Dragón.
Capítulo 16: Voluntad de Equipo.
Capítulo 17: Lavacalda.
Capítulo 18: Rojo Fuego.
Capítulo 19: Siguiente destino.
Capítulo 20: Descenso en Johto.
Capítulo 21: Una torre con historia.
Capítulo 22: Un combate fantasmagórico.
Capítulo 23: La visión.
Capítulo 24: ¿Sol y playas?, Suena bien.
Capítulo 25: ¡Alola!
Capítulo 26: La prueba de los Guardianes.
Capitulo 27: Preparación.
Capítulo 28: Admiración.
Capítulo 29: Los capitanes de Akala.
Capítulo 30: Confrontando a un Capitán.
Capítulo 31: Arde con fuerza, El poder de los Cristales Z.
Capítulo 32: Viaje a Mele-Mele, Encuentro con el Kahuna.
Capítulo 33: ¡Golpea fuerte, Lucario!
Capítulo 34: Esperando por un combate.
Capítulo 35: Poni y Mele-Mele.
Capítulo 36: Lazos mágicos, Rocas y Hadas.
Capítulo 37: Fuego en el cielo.
Capítulo 38: Aquello que sobrevuela el Océano.
Capítulo 39: Hela y Kaudan, un día cargado.
Capítulo 40: Superando expectativas, Forzando al Máximo los Z.
Capítulo 41: Lo extraño se hace aún más extraño.
Capítulo 42: El Usurpador de la Luz.
Capítulo 43: Más responsabilidades.
Capítulo 44: Al rojo vivo - De camino a Kalos.
Capítulo 45: ¡Bonjour, Kalos!
Capítulo 46: Surgir ardiente.
Capítulo 47: De camino a Yantra.
Capítulo 48: Luchadora sobre ruedas - La Torre Maestra.
Capítulo 49: Sin aliento.
Capítulo 50: Más Allá del Límite.
Capítulo 51: La Persona Equivocada.
Capítulo 52: Furia de Dragón.
Capítulo 53: La cima antes de tiempo.
Capítulo 54: La condición de un Rey.
Capítulo 55: De vuelta al cielo.
Capítulo 56: El nacimiento de la Dai-Gurren.
Capítulo 57: Adaptación.
Capítulo 58: Enfrentando a una sombra.
Capítulo 59: Espera.
Capítulo 60: Familia.
Capítulo 61: Rey Dragón.
Capítulo 63: Lucha Clandestina.
Capítulo 64: Flama de Dragón.
Capítulo 65: El cielo ya no es el límite.
Capítulo 66: Ciudad Canal.
Capítulo 67: Lanzas vs Escudos.
Capítulo 68: Conflicto en la Isla Hierro.
Capítulo 69: Por la Fuerza.
Capítulo 70: En Busca de Respuestas.
Capítulo 71: Antes del Amanecer.
Capítulo 72: De Donde Venimos.

Capítulo 62: Cambios.

257 37 88
By Gaiou-Sama

—Voy a tener que empezar a usar vendas solo para ocultar todo esto...

—Eso es mejor a que algún gobierno te use como rata de laboratorio, pero como sea.—Cambió de tema, viéndolo fijamente.—Ryū, no es que no me guste ver lo feliz que te hace mi comida pero... ¿Estás seguro de que te encuentras bien?

—¿Quég twe ghace dubdarlo?

—Traga antes de hablar, no eres un animal salvaje.

—Deja un momento el plato.—...Eso puede discutirse.

—...

Rouse estaba algo cansada, pero aún así no podía dejar de sonreír. Ryū desde que despertó había estado comiendo como bestia, según él para reponer las energías que perdió, en cierto modo era verdad, porque de hecho estuvo dos días sin comer, joder... Pero por otro lado, él era su propio maldito generador de energía así que si, estaba tragando como cerdo por puro gusto.

—...¿Hay más?

—¡¿Aún puedes comer más?!—Exclamó algo asustada, este ya era el décimo plato que se comía y no parecía tener ánimos de detenerse pronto.—¡Ah no, vas a bajarle a eso ya!

—Pero, pero...

—Pero nada, tienes que cuidar lo que comes, no sabemos si cualquiera de estas cosas podría afectarte negativamente, como los Lycanroc con el chocolate.

El albino desvío la mirada, encontrando a SU Lycanroc tragándose una barra de chocolate perfectamente.

—Pero tengo hambre...

—Ninguna criatura de tu tamaño necesita tanta comida.—Señaló, llevándose el plato que le quitó.—Controlate, o me voy a ver en la penosa necesidad de prohibirte el acceso a galletas.

Inclusive los Pokémon se mostraron incrédulos frente a una amenaza de tal nivel, Ryū se encogió un poco como si fuese un cachorro al que acaban de regañar y asintió resignado... Más o menos así era de hecho.

—Eres cruel...

—Cruelmente amorosa, así que se buen chico y ve a buscar vendas para tus brazos y piernas.—Si, no se lo imaginaron, eso fue una jodida órden.

—Si, Mi Reina....—Dijo para levantarse y con su aspecto decaído, salir en busca de sus cosas.

Quién lo diría... Si terminó como el padre de Rouse. Vaya que el Karma pega muy fuerte.

En fin...

Actualmente eran las seis de la mañana y todo el mundo estaba muy activo.

Horas después, cuando por fin dejaron su desesperada necesidad por abrazarlo y estar innecesariamente cerca, Ryū mostró que su "Evolución" no había venido solo con su cambio físico, y dejó en claro que ese trueno que prácticamente borró su tienda no había sido una coincidencia.

Se sentía más fuerte y lo era, tal vez demasiado, por fin consiguió control completo de su aparente dominio con movimientos del tipo eléctrico y no solo eso, si no que descubrió que no se limitaba solo a eso.

Como a un Pokémon, solo que él no era uno... No totalmente, o eso le gustaba pensar.

—Aaay la vida... Tan bonito que es vivirla~, con amor y compartirlaaa!, Como lo manda el creador.—Tras haberse envuelto desde poco más arriba del codo hasta la punta de las garras se acercó a Rouse mientras está revisaba algo en su teléfono, canturreando.—Y tú me la estás quitando corazón y tengo el alma partida sin razón, y tú me la estás quitando corazón y tengo el alma partida sin razóon~♪

Ella soltó una ligera risa, permitiendo que pasara sus brazos por sus hombros para recargarse en ella, curioseando un poco en lo que ella veía, que resultaba ser un mapa de la región.

—¿Y eso?—Indagó jalandolo un poco, quedando en la posición perfecta para restregar su mejilla contra la suya.—Jamás había escuchado esa canción...

—Je, me vino a la cabeza cuando pensé en lo que me sucede ahora mismo.

—¿De verdad?—Levantó una ceja al igual que la mirada.—¿Y qué te sucede?

—Que gracias a ti tengo el alma dividida, y para mí envidiable suerte... Tú tienes la otra mitad.

Ella casi deja caer el teléfono por la sorpresa, inevitablemente terminó ruborizandose aunque trató de hacerse la orgullosa e ignorarlo, cosa que solo le causó gracia al albino que le dejó haciendo sus cosas, pero sin soltarla.

—Que habilidad señor.

—Ese vergas es mi ídolo.—Dijo Deku sujetándose el pecho con orgullo.

—Parece que tuviste un buen maestro.

—Voy a guardarme mi respuesta acerca de eso.—Contestó el tiburón ante el comentario de su prometida.—Y... Esto sigue siendo un poco extraño.

—¿Qué cosa?—Indagó el Charizard, sonriendo de forma burlesca.—¿Que ustedes dos dejarán de ser tan densos o que ahora tengamos un humano de Tipo Eléctrico?

—...Grandes palabras de un solterón.

—Ni siquiera me interesa dejar de serlo, puros clichés hay por ahí, prefiero evitar eso.

—Ya, ya, no vayan a comenzar a pelear por eso.—Intervino la Gardevoir.

—Señor Acnologia, q-querido.—Dijo la Ninetales con algo de vergüenza.—No se peleen por favor.

—...Maldito mujeriego suertudo.

—¡Más respeto lagartija voladora, sigo siendo el más fuerte aquí!

—¡Respetame esta!

—¡Ya chingaste pendejo!

—¡Oigan, esperen!

Si... No pudieron hacer nada para evitarlo.

—Haa, estos tipos y sus líos de faldas.—Comentó con gracia Sora al ver como ese par comenzaba una pelea que seguramente dejaría muchos destrozos.

—Por estas cosas prefiero dejar el tema de tener pareja de lado.—Dijo el Aggron, con algo de pena ajena.

—Si, la verdad es que veo eso algo innecesario en estos momentos.—Le apoyó el Swampert.

—Haa, machos...—Lira se cubrió el rostro con uno de sus listones.—Ahora dicen esas cosas, pero la única verdad es que el amor llega cuando se le da la gana y no hay nada que se pueda hacer para evitarlo.

—Tampoco es para tanto Lira...—Contestó Aoi entrecerrando los ojos.

—Hablas como alguien que ha experimentado mucho del amor, pero ni pareja tienes...—Burló Gray.

—Hm, tienes razón, me he concentrado mucho en ayudar a Nejire así que...—Una sonrisa traviesa apareció en el rostro de Lira.—Es hora de seguir con mis propios planes.

—¿Eh?

Todos vieron como la Sylveon se alejaba felizmente hasta llegar a donde se encontraba el grupo de Ryū.

—¡Fenrir, querido~!

El Lobo Crepuscular sintió un extraño escalofrío recorrerle todo el cuerpo, haciendo erizar su pelaje al ver la forma tan extrañamente... Sugerente con la que Lira se acercaba él.

—Ven conmigo un momento, hay algo que quiero hablar contigo.

—¿Eh? Yo- ¡Ah!

—Tranquilo, te aseguro que no vas a quejarte de nada~

Antes de que dijera algo para tratar de pedir alguna explicación, todos sus movimientos habían sido totalmente bloqueados por los lazos que Sylveon poseía, y ahora ella lo arrastraba a un sitio lejos de la vista de todo el mundo.

Y mientras eso sucedía, el lobo miró a sus compañeros con desesperación mientras susurraba;

Por favor, ayúdenme...

Ryuga, Acnologia, L-Drago y Deku se miraron entre ellos para finalmente decir todos al mismo tiempo en voz baja.

—Ja, ja, ni mergas.

Y ahí murieron todas sus esperanzas de salir con su pureza intacta de ese sitio.

Todo el mundo acordó hacer como si eso no hubiese sucedido, por su bien y por el bien de Fenrir... Que en paz descanse.

—Joder que buenos amigos somos.

—Los mejores.—Declaró Acnologia tras el comentario de L-Drago.

—Inigualables.—Afirmó Deku con orgullo.

—Sin duda alguna.—Y finalmente llegó Ryuga.

—Haa...

Rin trató de ignorar todo eso y se dirigió caminando hacia su entrenador. Si, lo hizo caminando, ya que según ella necesitaba dejar un poco de lado el asunto de sus habilidades psíquicas si quería llevar la parte física tan lejos como pudiera.

(Majestad.)

—¿Si, Rin?

(Bueno, tengo una petición y verá...)—De forma totalmente adorable jugó con sus dedos antes de seguir, sacándole una sonrisa divertida al albino.—(Quisiera que contara conmigo para ese combate.)

—Ya veo... Creo que debí haber visto venir algo como esto.

Tenía mucho sentido, ya una vez el mismo Laxus -que ahora se encontraba patrullando la zona- le hizo un pedido similar, por lo que era de esperarse que Rin en algún momento también quisiera tener algo de acción en batalla.

—Yo creo que sería la ocasión perfecta.—Intervino Rouse, atrayendo la atención de ambos hacia ella.—Los Tipo Acero tienen una gran resistencia a los ataques de Tipo Psíquico, así que si lo que Rin quiere es mejorar en su combate cuerpo a cuerpo, definitivamente es el momento.

—Muy cierto, y si lo vamos a ver desde ese punto creo que está perfectamente bien.

(¡¿De verdad?!)

—Por supuesto, solo tengo que...—Este se separó de la peliazul para mirar hacia donde la pelea se desarrollaba.—¡Hey, Acnologia!

Tanto Ryuga como el Tipo Fuego se detuvieron al escuchar la voz de su entrenador, quedándose estáticos en una posición donde se veía que estaban apunto de golpearse mutuamente con sus Garras Dragón en la cara. Ryū suspiró e ignoró aquello, porque era perfectamente normal... Tal vez.

—¿Te importa cederle a Rin tu lugar en el Gimnasio de Ciudad Canal?—Alzó bastante la voz, de hecho era casi un grito pero no lo sentía como tal.—Es Tipo Acero así que llevarte sería tener una victoria demasiado fácil.

Ambos dejaron lo que hacían y el Charizard miró a su entrenador, luego a la Mewtwo, a la que por cierto se le notaba claramente las ganas de querer combatir y nuevamente hacia el albino, para finalmente suspirar y asentir. En cuanto lo hizo el rostro de Rin se iluminó y casi que salta de la emoción, solo no lo hizo para mantener su apariencia de chica tranquila.

—Ya que no hay problema, cuando llegue el momento me aseguraré de escogerte un buen oponente.—Dijo para palmear la cabeza de la Pokémon Genética.—Entrena duro, porque ellos lo serán.

(¡Lo que usted diga!)—Cargada de emoción hasta el tope se alejó para entrenar por su cuenta.

—Woah, que emocionada estaba.

—Está hecha para luchar, no es de extrañarse que le emocione poder hacerlo, pese a que antes no le gustara la idea.

—Si... Mewtwo es una especie que ha tenido las cosas difíciles.

—No vale la pena pensar en ello, si a ella no le importa, entonces a nosotros tampoco.—Sentenció.—Como sea, ya pasamos mucho tiempo aquí, hay que prepararnos para movernos que Ciudad Canal está en la dirección contraria.

—Ah, pero, ¿Y los chicos?

—Que caminen, será mi culpa pero el ejercicio les vendrá bien.—Se encogió de hombros.—Además así tienen tiempo para sus cosas y sorprendernos.

—...¿Y tu ropa?

—¿Qué pasa con mi ropa?—Indagó levantando una ceja.

—Te queda muy apretada.

—Pero aún sirve.

—No, simplemente... No.—Expresó frunciendo el ceño.—No vas a ir por ahí mostrándote, eso déjalo para mí.

—...Voy a fingir que no dijiste eso, y acerca del asunto de mi ropa, pues cuando estemos en Jubileo buscaré algo que se parezca a lo que siempre uso, que esto de verdad me gustaba.

—Haa... Si solo es hasta Jubileo...

—Asunto arreglado entonces, a recoger todo.

No había mucho que recoger en realidad, habían dormido cerca a Acnologia y Mothra porque ya no tenían tienda y bueno, tampoco es que fuese tan malo descansar al aire libre. Únicamente se aseguraron de tener sus cosas listas.

Cuando pasó un aproximado de dos horas en las que estuvieron básicamente flojeando porque no se podían ir si Rin estaba entrenando, Ryū, apoyado en un árbol vió como su Lycanroc llegaba con la cola entre las patas, y con una mirada de que se había ganado el trauma de su vida.

—La madre, ¿Y a ti qué carajos te pasó...?

(Ella... Ella... Es aterradora...)—Dijo observando la nada.—(Tengo sed, mucha sed... Me duele todo de la cintura para abajo... Help me.)

—Asustado.—Pero qué carajos-

Momentos después a varios metros de ahí, se veía como Rouse se aseguraba de tener todas sus cosas de importancia metidas en la bolsa antes de partir, antes de que dejara de prestar atención a eso pues vió llegar a su querida Eeveelucion, aunque de forma extraña.

—¿Hah...?

Lira veía tambaleando, se notaba que apenas y podía mantenerse de pie pero aún así ella tenía una enorme sonrisa en el rostro y murmuraba cosas sin sentido antes de colocarse a un lado de su entrenadora y compañeros de equipo para desplomarse sin más.

(¿Awatafaka?, ¿Qué fue lo qué hiciste?)

(Jejejeje...)

(No me digas que...)—Susurró con temor el Tipo Agua/Tierra.

(Oh no...)—Soltó con pesar la Tipo Psíquico.

Todos vieron a la distancia como Ryū y sus Pokémon trataban de consolar a un traumatizado Fenrir y sintieron una inmensa pena por el pobre.

(¡No mames lo violó!)—Exclamaron todos los machos del equipo.

Rouse solo veía a todos gruñir con extrañes, apenas y podía saber que decía Nejire, o más bien, que pensaba, pero no era suficiente para enterarse del contexto de la situación. Al final solo suspiró y se decidió a dejar eso por la paz.

Iba a seguir con lo suyo, pero escuchó sonar a su celular. Lo tomó pensando qué tal vez se trataba de Akashi o Nahomi, por qué Arata ni de broma llamaría, pero oh sorpresa, número no registrado.

—Algo confundida contestó.—¿Si...?

Sus ojos se abrieron de golpe y dijo algunas palabras más antes de levantarse y caminar hacia el ahora Rey Dragón.

—Ryū.—Llamó, el albino dejo de acariciar a Fenrir.—Es para ti.

—¿Ah?

Intrigado tomó el teléfono es inmediatamente la peliazul se retiró, dejándolo solo.

—¿Si?

Ryū.

Esa voz, la escuchó solo en una ocasión pero aún ahora no la había olvidado, por supuesto, esa fue la primera vez que se sintió intimidado solo por la presencia de alguien.

Y además... Ahora estaban en su región.

—Cynthia...—Decir que no estaba sorprendido sería una enorme mentira.—¿Cómo es que...?

Diantha llamó a tu madre ya que no podía contactarle y bueno, ella le dijo lo que hiciste con tu teléfono.—Una suave risa se escuchó al otro lado de la línea.—Me llamó y dijo que necesitaba que le hiciera un favor que tenía que ver contigo, por eso te estoy llamando ahora.

—¿Ah sí?—Tenía curiosidad.

Ujum.—A Ryū le bajo una gota de sudor por la sien al imaginar a Cynthia asintiendo apesar de que esto era una llamada de voz.—Pero no te puedo decir nada, por ahora necesito saber dónde estás.

—...En un par de horas tal vez esté en Ciudad Jubileo.

Esto era muy extraño, y de verdad que no quería pensar que Diantha estaba haciendo cosas raras a sus espaldas.

Genial porque ahí estoy, estaré esperando cerca al parque en el centro de la ciudad, no te tardes demasiado.

—Esto me huele raro, pero está bien...—Suspiró, sujetándose la nuca.—Oye...

¿Hm? ¿Qué sucede?

—Voy a colgar y volveré a llamarte.

¿Qué-?

Antes de que terminara de hacer su pregunta, este colgó y rápidamente buscó en el historial de llamadas el número de la Campeona.

Esperó unos cuantos segundos, y finalmente le dió a la opción de llamar.

Me siento muy ofendida.—Dijo a modo de broma.

En medio de su charla el albino de se percata de que tiene a cierta chismosa espiandolo en ese momento, así que, solo por tratar de ser buena gente y enseñarle algo para el futuro, decide hacer algo.

—Sígueme la corriente y cuando nos veamos te invitaré todo el helado que puedas comer.—Susurró.

Hecho.—Aceptó ella sin cuestionar, indagar más o siguiera pensar.

Disimuladamente miró tras él, ella seguía ahí.

Una sonrisa traviesa pero a la vez cruel apareció en él antes de comenzar con su plan.

—Por supuesto, también me muero de ganas por verte y quien sabe... Divertirnos un poco otra vez.

Ooohh, entiendo...—Rápidamente comprendió que sucedía en base a lo que había visto en las noticias.—Maldad...—Susurró la rubia desde el otro lado de la línea, aún así se escuchó como si hubiese dado una respuesta aunque no era claro el tipo, pero aún así servía.

—Ryū soltó una risa leve.—Claro, claro... Cuando tú quieras, preciosa.

Nosborn que galán.

Realmente quería que esto saliera bien pero Cynthia se lo estaba haciendo jodidamente difícil, de verdad estaba a nada de estallar en risas por sus respuestas.

—Por supuesto estaré esperando con desesperación...

Me siento sucia por ser parte de algo tan cruel.—Dijo ella entre risas.

—Tambien te amo, ya lo sabes, es una cita.—Concluyó, mordiéndose brevemente la lengua para evitar reír.

Tras colgar Ryū solo hace un esfuerzo por no ponerse a reír como el total estúpido que era al ver la expresión sombría de Rouse de reojo mientras ella se mantenía en su "escondite", cosa que no se mantuvo así mucho tiempo.

La peliazul comenzó a acercarse, él solo guardó el teléfono y fingió suspirar como adolescente enamorado como parte de su pequeño teatro, cosa que funcionó como esperaba, pues el aura de asesina que Rouse tenía aumentó.

Al darse cuenta que se acercaba, solo fingió sorpresa y trató de no reírse en su cara.

—¡Oh Rouse, no te sentí llegar!—Exclamó tratando de no levantar sospechas.

—¿Quién fue...?—Preguntó ella, la verdad que su tono tan de ultratumba que uso logró inquietar bastante al albino.

—Mi Reina, mira-

—¡Dime quién fue!

—Espera un mo-.—Y ya se había arrepentido.

—¡¿QUIÉN FUE LA PERRA QUE SE ATREVIÓ A ARREBATARTE TU PUREZA ANTES QUE YO?!—Gritó con furia mientras lo sacudía.

—¡¿En serio es eso lo que te molesta?!

"Pendejo." Pensaron los Pokémon que habían visto y escuchado absolutamente todo.

Fueron unos minutos muy movidos tras explicarle que todo fue una simple broma, poco tiempo después Rin regresó con una sonrisa en la cara y varios raspones por todo el cuerpo que luego se quitó utilizando Recuperación, aunque se notaba algo cansada, razón por la que fue directo a su Ultraball.

Y ya estaban en camino, literalmente, porque decidieron ir a pie para hacer las cosas más relajadas. Aunque aún tenían una pequeña situación ahí.

—¿Aún estás molesta por eso?

—Hmph.

En esos momentos Rouse utilizaba a Aoi como montura mientras "ignoraba" a Ryū viendo su celular, pues según palabras de ella eso había estado muy mal.

—Vamos no fue tan malo, ¿Verdad Aoi?

(A mí no me metan en sus cosas, yo solo hago de caballito.)

—Ah que pesado.—Rio un poco.—Vamos Rouse, sabes que no fue para tanto y... ¿Qué estás viendo?

—No te importa.

—Hey, hey, eso se ve interesante.—Y comenzó a invadir su espacio personal.—¿Qué es?

—Aléjate de mi...

Por suerte al Swampert poco le importaba si ahora los dos lo usaban como su montura, solo tuvo que lidiar con los breves forcejeos de Rouse que... Dejó increíblemente rápido.

No pudo contra el arte secreta de los abrazos de oso. De esa forma ahora estaban de espaldas mientras Aoi los llevaba, lo que para él no era problema porque el hijo de su pinche madre está mamadisimo, y ambos veían la pantalla.

—¿Un anime?

—Empecé a verlo apenas ayer, es muy bueno...—Y ella ya estaba medio dormida, ese lugar era muy cómodo.—Si quieres puedes verlo desde el principio, ya descargué toda la primera temporada... Me voy a dormir un rato.

—Oks.

Tomó el teléfono y quitó rápidamente el capítulo que Rouse veía para no hacerse spoilers, apenas encontró el primero de todo le dió play y se acomodó un poco y...

Dos horas después.

—¡Santa Madre Teresa de Calcuta!

Si, se vició.

Apenas había visto cuatro capítulos y la mitad del quinto de momento, pero podía decir que había encontrado su anime favorito.

"Ahora que lo pienso, los quirks o Koseis que es mejor; no son muy diferentes a esto, tal vez podría...." Cientos de ideas vinieron a él mientras se aflojaba un poco las vendas para observar lo que había sucedido con la piel en sus brazos.

Era como si tomarás los brazos y piernas de la forma dragón del Acnologia de Fairy Tail, los encogieras y los colocaras en un cuerpo humano, inclusive ahora sus dedos terminaban en afiladas garras en vez que estuvieran en su posición original.

Pensando en ello observó a quien dormía sobre él.

"Voy a tener que empezar a cuidar la forma en que toco cualquier cosa, no por nada pudieron perforar una roca como si nada..." Y no era broma, esas cosas eran realmente peligrosas.

Tan distraído estaba que no se dió cuenta en que momento llegaron a la ciudad, por suerte ya de había acomodado las vendas.

—Mi Reina, despierta, ya llegamos.—Susurró picando con extremo cuidado una de sus mejillas.

—Uhm... Rayos...

—Ja, ja, ja, vamos, tengo cosas que hacer y siento que nos vamos a demorar bastante.

—Está bien... Gracias por traernos Aoi.—Dijo tras soltar un bostezo, el tipo agua gruñó de forma relajada.—Bueno... ¿Te puedo acompañar?

—Creo que deberías buscar un sitio donde podamos dormir, te ves bastante cansada.—Expresó con algo de preocupación mientras ambos bajaban del lomo del Swampert.—Te has estado esforzando mucho eh.

—Tengo que ser fuerte...

—Parte de ser fuerte es saber cuándo detenerse para que no sea contraproducente todo ese esfuerzo, así que visto de ese modo, tú vas a descansar y yo a mis cosas, ¿Bien?

—Agh.—Asintió de mala gana tras un par de segundos.—Está bien...

—Je, trataré de no tardarme.

—Te esperaré para ver las Ovas de la primera y segunda temporada juntos.

—Perfecto.

Rouse se acercó y le dió un corto beso que Ryū no despreció para nada, el albino le hizo algunas señas a su Pokémon para que se mantuviera con ella y se quedó viéndolos hasta que los perdió de vista en una esquina.

—Muy bien, a buscar una tienda...—Soltó un bufido, soltandose un poco el cuello de la camisa.—Si que está apretado.

Comenzó a caminar y enseguida probó de nuevo el sufrimiento de ser un Campeón, pues todo el mundo se le quedaba viendo cosa que lo llegó a fastidiar en algún punto. Inclusive podía ver las intenciones de muchos por acercarse.

Terminó dejando salir a Raikou para darse la tranquilidad de que eso no sucedería, por su parte Laxus estaba alegre de poder andar al lado de su entrenador.

—¿Eh?

Sus ojos destellaron por un momento y su vista se desconectó por completo del camino dejando todo oscuro por unos segundos, antes de que recuperara la percepción, pero con un gran cambio.

Estaba viendo el maldito planeta desde el espacio.

"...Nada mal, Delta." No le tomó mucho tiempo descubrir qué sucedía. "Nada mal."

[¿Te gusta? Pensé que querrías verlo.]

"La verdad es una vista hermosa, y no es que me queje... Pero la próxima vez avisa cuando vayas a hacer eso, estoy rodeado de mucha gente ahora, sería raro si me caigo, ¿Sabes?"

[Weno pero no se enoje.]

Ryū lucho para no reír ante ese comentario por lo extraño que era pensar que venía de uno de los Pokémon Legendarios más temidos y respetados de todos los tiempos.

[Me sorprende que no preguntes cómo lo estoy haciendo.]

"Dijiste que me explicarías todo luego, simplemente estoy esperando." Respondió con tranquilidad.

[Ya veo, ¿Entonces no hay problema si te hablo así seguido?... Estar aquí todo el tiempo cuidando que no venga un asteroide a matar a todos es realmente aburrido.]

"Somos amigos." Afirmó sonriente y con toda seguridad. "Cuenta conmigo para lo que necesites."

[Je, hablamos luego... Amigo.]

Pronto dejó de tener aquella vista tan privilegiada y todos sus sentidos volvieron a estar únicamente concentrados en lo que tenía justo en frente.

—Ah, Laxus, gracias.

(Solo recordé lo que dijo la vez anterior, no es nada que agradecer.)

Raikou estaba caminando frente a él, asegurándose de que no fuese a caerse por si acaso luego de darse cuenta que veía a la nada, una gran ayuda.

"Eso fue raro, es diferente a cuando Rin se mete en mi cabeza..." Dejó ese tema para después en cuanto encontró lo que buscaba, entrando prontamente para convertirse en el centro de atención apenas cerró la puerta de aquella tienda de ropa tras él, cosa que se propuso ignorar para mantener su buen ánimo.

—Disculpe, señorita.

—E-Eh, si... ¿En qué puedo servirle?

—Estoy buscando algo parecido a esto.—Señalando la ropa que tenía puesta.—Solo que de mi talla y por supuesto, que me permita moverme libremente.

—C-Claro, enseguida.

Sonrió satisfecho con la respuesta y la encargada le pidió que la siguiera a lo que asintió, dejando de lado por completo el hecho de que esa mujer estaba sonrojada.

[Wait, that's illegal...]

"Shhh, vocecita de mi cabeza."

[Mátalos a todos.]

"No esa clase de vocecita, baboso." Pensó tratando de no reír para no quedar como alguien que estaba en camino a la demencia frente a todo el mundo.

[Ah pues perdón, específica a la próxima.]

Estuvo ahí exactamente diez minutos entre escoger los colores y detalles de diseño, al final salió de ahí con un pantalón negro que tenía la parte de los tríceps detallada en gris, una camisa roja de manga corta y recogida, el confiable chaleco color negro con los hombros blancos, un par de botines rojos con detalles metálicos en los bordes de la suela para simular rayos y un par de guantes rojos sin dedos.

¿Por qué? Pues... ¿Saben lo incómodo que es usar guantes con garras como esas?, No verdad, exacto.

De todos modos no se había quitado las vendas así que todo bien, cubría sus brazos hasta donde llegaba la camisa, el asunto con los zapatos era algo incómodo porque los dedos debían estar más juntos que de costumbre para no perforarlos y los pantalones no dejaban ver nada, aunque igual se veía puntiagudo y bastante intimidante.

—Ahora, centro, centro...

Iba a hacer esperar un poco más a Cynthia, porque si.

Lo siguiente que hizo fue ir al Centro Pokémon porque necesitaba actualizar su Pokédex y por último fue a buscar algo que no sabía que necesitaría tanto hasta ese momento.

Un celular nuevo.

—Haa... Supongo que ya no puedo evitarlo más, Laxus, ¿Te memorizaste el camino?

(Asi es.)

—Entonces te sigo, estaba bastante distraído.

(Déjelo en mis patas.)

—Pues bueno... We are Fighting Dreamers!~♪

Cantando e ignorando a todo el que se le cruzaba en el camino estuvieron alrededor de cinco minutos hasta el momento en que avistaron el que por lógica debía ser el parque donde Cynthia lo citó.

Buscó puntos clave inmediatamente, no fue demasiado difícil avistar esa cabellera rubia y aquella imponente Garchomp en una de las bancas, ella también los vió y saludó amigablemente indicándoles que se acercaran.

—Por un momento pensé que no vendrías.

—No encontré nada más que usar como excusa para tardarme más.—Confesó con indiferencia, viendo de reojo el sitio.—Como sea, aquí estoy.

—Pffft, y pensar que cuando nos conocimos me tenías miedo.

—...No te tenía miedo.

—¿Seguro? Porque yo recuerdo tu rostro de cachorro asustado mientras hablábamos.—Dijo con burla.

—Joder, tú y Diantha son igual de molestas.—Desvió la mirada frunciendo el ceño.—Se toman demasiada confianza de la nada.

—No seas malo, anda, si quieres también puedes llamarme hermana mayor.—Tapándose la boca para no reír.

—Serás... ¡Ni de broma!—Exclamó, algo avergonzado.—¡Y tampoco la llamo así a ella!

—¡Pfffft! ¡Jajajajajaja!

—¡Aaagh!

Ryuga salió de su Ball por su cuenta y mientras Ryū y Cynthia tenían una pequeña guerra... Que él estaba perdiendo, y Laxus los veía confundido, se dedicaron a conversar un poco.

(¿Por qué hueles así...?)

(Ehh.... Es complicado...)

—La tipo dragón entrecerró los ojos.—(Tienes pareja verdad.)

(...Si mamá, pero creo que "Pareja" no es el término que debería utilizarse.)

(¿Eh?)

Ambos campeones dejaron de discutir al ver como Ryuga salía volando y literalmente tragaba tierra luego de haber sido golpeado por el Giga Impacto de su madre.

(¡Yo no crié mujeriegos!)

(¡No planeé nada de esto, cálmate!)

(¡Ah! ¡Y me respondes en ese tono!)

"A la bestia..." Pensaron tanto Ryū como Cynthia y Laxus al ver como ella nuevamente usaba Giga Impacto hundiendo lo en el suelo.

No es broma al decir que se asustaron un chingo al sentir como ese ataque generaba un mini terremoto. La gente en el parque estaba todavía más aterrada, y eso que ni siquiera tenían a sus entrenadores dándoles órdenes.

(Muy bien, muy bien... Como no hay nada que hacer para deshacerlo, solo puedes hacer una cosa para ganarte el perdón de Mamá.)

—El dragón menor se levantó con dificultad.—(¿Q-Qué cosa...?)

(Quiero nietos.)

Una gota de sudor bajo por la nuca de Ryuga al escuchar eso. Ella literalmente le estaba pidiendo la única cosa que no podía hacer.

(No se puede.)

(Si, si se puede.)—Contradijo.—(Dame nietos, muchos nietos.)

(¡Ellas y yo no somos compatibles en ese sentido, es imposible!)

(¡Haz lo imposible y despega con impulso!)

(¡¿Qué carajos significa eso?!)

—¿Están bien?

—Probablemente lo estarán...—Respondió dudando un poco.—Pero por si acaso.

Prefirió poner a Ryuga en su Ball antes de que a Garchomp se le diera por buscar alguna chancla, porque eso sí sería peligroso.

—Como decía...—Viendo de reojo a la dragona.—¿Para qué me citaste aquí?

—No es obvio, te llevaré a un motel y te quitaré tu virginidad.

—...

Ryū.exe ha dejado de funcionar.

—¿Khé?

—Jajajajaja, es broma, es broma.

—Ya no voy a comprarte helado, por pesada.—Sonrió fingiendo normalidad, aunque la vena que tenía remarcada en la frente dejaba en claro que no estaba para nada contento.—¡Habla ya o me largo!

—Uy, pero que delicada.

—...Me voy.—Dándose la vuelta.

—¡Ya, ya, prometo comportarme!

El albino se detuvo y soltó un cansado suspiró, para luego cruzarse de brazos y mirarla a los ojos con una expresión de: "No estoy esperando nada de ti, pero aún así, no te atrevas a decepcionarme o me largo" que acabó con las ganas de la rubia de seguir molestándolo.

—Diantha me dijo que te fuiste muy pronto y que apenas pudo explicarte las cosas básicas.

—¿Hablas de yo siendo Campeón? Claro, no es como que tenga tiempo para saber los detalles.

—No tenías, camarada.—Le corrigió.—Porque ella misma me pidió que te ayudara aprovechando que estarías en Sinnoh.

—...¿Hay forma de evitar esto?—Pregunta innecesaria.

—No.

Y esa era una respuesta que si vió venir.

"Joder, de verdad se parecen." Pasó su "mano" derecha por su rostro con un fastidio enorme, que ya veía venir lo mucho que tardaría esto y no le gustaba para nada.

Al menos el día apenas comenzaba, así que estarían bien... O eso quería creer.

—Haa... Muy bien.—Aceptó, de mala gana, pero lo hizo.—Estoy a tu cuidado... "Sempai".

—Cynthia aplaudió con entusiasmo.—¡Genial! Ahora ven mi querido "Kouhai", te enseñaré todo lo que significa ser Campeón de una Región, así enorgulleceras a las tuyas cuando llegue el momento.

—No te emociones...

Dijo eso, pero ella solo se emocionó más.

Caminó detrás de ella un rato, ni siquiera se molestó en preguntarle a donde iban porque seguramente le saldría con alguna estupidez que prefería no escuchar.

"Es una mujer adulta y además es Campeona, pero se comporta como una adolescente..." Su forma de pensar solo se veía más y más acertada, luego directamente se confirmó al ver a Cynthia comenzar jugar evitando pisar la líneas en la acera.

Y se supone que esta gente serian sus compañeros de ser necesario, y con lo movido que es este mundo... Ese momento se veía inevitable para él.

—¡Llegamos!

—...No jodas.

A pocos pasos de ellos se encontraba la entrada a uno de esos sitios que pensó no tendría que volver a pisar en su vida... Sin contar lo de Alola claro está.

—Aver, aver, yo que ya terminé la escuela... ¡¿Y tú me traes a una?!

—Tranquilo Toretto.—Respondió con gracia.—No vengo a que recuerdes tus años más oscuros, toma esto como experiencia beneficiosa.

—No veo como esto podría ayudarme...

Ella solo hizo un ademán de que intentara relajarse, entonces avanzaron un poco más y hablaron con el guardia de seguridad que enseguida los reconoció y dejó pasar.

Curioseó un poco el sitio con la mirada, aunque no había mucha diferencia en cuanto a su escuela, dejando pasar el hecho de que ahora venía por los ovarios de la mujer frente a él.

—¡Señorita Cynthia, la estábamos esperando!—Llamó un hombre a la lejanía.

—...¿Señorita?—Burló, hallando el momento para vengarse un poco.

—¡Aún no llega el indicado, déjame!—Se excusó algo frustrada mientras sonreía para no preocupar a la persona que se acercaba.

Ryū contuvo una risa y se aseguró de anotar esa información para después, en eso, por fin son interceptados.

—Buenos días señor director.

—Buenos días...—Saludó algo flojo, no podía hacer mucho por personas que no conocía.

—Buenos días, es un placer tener a dos Campeones en nuestra humilde escuela.

"Sobre todo humilde..." Cuando dijo que no habían muchas diferencias con su escuela... Jamás aclaró si la suya estaba en el promedio. Ese lugar era enorme apesar de ser una escuela pública, y estaba muy bien cuidado, su mérito tenía eso.

—El placer es nuestro, ¿Verdad Ryū?—Dijo dándole un pequeño codazo para motivarlo a responder.

—Yo vine aquí obligado, no me salgas con babosadas.

—...Eh.

—¿No podías responder algo más por educación?

—Así no funcionó yo, así que al grano.—Expresó para luego mirar hacia el director.—Llevenos a donde sea que debamos ir, deje las cortesías para después.

—Bueno... Como usted diga.

Cynthia se dió una palmada en la cara y suspiró al darse cuenta con que tendría que trabajar.

"Aunque es muy directo, tal vez demasiado, nos ahorró un buen tiempo... No está tan mal." Pensó, guardando algunas esperanzas.

—¿Es horario de clases?—Preguntó el albino.

—Asi es Señor Akahiro, todos los Alumnos se encutran en sus aulas.

—Eso explica porque todo está tan tranquilo.

—¿En Unova el horario es diferente?

—El que yo manejaba lo era al menos, aunque tampoco es que pueda comparar.—Se encogió de hombros.—Iba en la jornada de la tarde.

—Ohh.

—Es bastante joven para ser Campeón.

—Red y Gold lo fueron a los diez años, dieciséis no es tan raro a comparación de eso.

—¡¿Tienes dieciséis?!—La cara de Cynthia reflejaba incredulidad.

—Si, ¿Qué sucede con eso?

—Pareces de dieciocho si te soy sincera...

—Puede que así sea, solo no prestes demasiada atención.

"En serio, no lo hagas." No estaba para andar explicando cosas, así que sería mejor si solo dejaba su curiosidad de lado.

—Muy bien, aquí estamos.—Anunció señalando una puerta con una inscripción que decía 11-1.—Señorita, creo que no hay mucho que yo pueda decirle, ya conoce la situación aquí...

—Haa, si, mi mayor reto...—Suspiró con cierta resignación.—Ryū, déjame entrar y luego lo haces tú cuándo te dé la señal, ¿Está bien?

—Lo que digas, pero una vez estemos dentro voy a mi bola.

—Me parece bien.

—Bueno los dejo... Suerte.

—No la necesitamos.—Dijeron al mismo tiempo.

El director se fue y la rubia comenzó a darse ánimos a sí misma, escena que fue graciosa para Ryū por verla tan nerviosa solo por tratar con un montón de adolescentes. Él para estas alturas ya había comprendido la situación y se imaginaba que sucedería, pero esperaría a que sus sospechas se respondieran por si solas.

Aunque por el ruido que había al interior del aura no había mucho que confirmar, de verdad que parecía haber un caos ahí dentro.

—¡Bien, aquí voy!

—Go! Go!, Go Cynthia!, Go! Go!

Largando un último suspiro la Campeona giró la perilla de la puerta y apenas empujó un poco la puerta el ruido aumentó.

"Wow." La puerta fue abierta y se veía como una indefensa profesora trataba de cubrirse de una lluvia de útiles escolares mientras trataba de calmar a sus alumnos. Debía admitirlo, estaba impresionado.

—¡Chicos, por favor- ah!—Esquivó un borrador.—¡Detenganse ya!

Pero ellos solo rieron, e incluso lanzaron aún más cosas... Que sabrá Arceus de donde las sacan.

Era algo penoso ver como le hacían Bullying a una profesora de esa forma, y al mismo tiempo divertido, pero no podía reírse.

—...¡Señorita!

La lluvia de cosas se detuvo en cuanto Cynthia puso un pie en el aula, convirtiéndose en el centro de atención.

Postura firme, expresión seria y manos sobre la cintura. La rubia camino a paso calmado y se paró a un lado de la profesora para ver a los jóvenes.

Y luego comenzaron a lanzarle cosas a ella también.

[Pffft, ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!]

Literalmente tuvo un breve estallido de risas ahí junto al Dragón de los Cielos que igualmente lo veía todo a través de sus ojos, por suerte no lo escucharon por todo el ruido que ellos mismos hacían.

—¡Hey, ah-!... ¡Quietos todos!

—¡Ja, ja, como si eso funcionara!

—¡Agh-!... ¡Hey! ¡¿Quién me lanzo ese condón?!

"Ah joder, ya me dió pena ajena." Se aguantó las ganas de grabar un vídeo y continuó riéndose, justo ahí fue cuando ella lo miró de reojo claramente implorando por su ayuda, supo que su momento había llegado. "Bueno, fue divertido ser espectador, hora de entrar al infierno."

Hizo una seña de que esperara un poco y se tomó unos segundos para recuperar la compostura. Su intención no era dar una buena primera impresión, simplemente iría allí y haría lo que se tenía que hacer, y luego saldría y compraría algunos zumitos.

Inhaló y exhaló profundamente antes de avanzar, e ignorando la cara esperanzada de Cynthia acercó su mano a la puerta para empujarla un poco y que esta hiciese ese característico y molesto ruido al rechinar, llamando la atención de todos.

El ambiente se tornó muy frío y tenso, lo suficiente para hacer que los que estaban de pie buscaran sentarse, y tras esperar un par de segundos para darle dramatismo, cosa a la que la cara de inmensa sorpresa de la profesora ayudaba mucho, entró.

Sus pasos, aunque pocos, se sintieron con fuerza, caminó con los ojos cerrados tras haberse memorizado el camino y se paró a un lado de Cynthia la que estaba apunto de desfallecer, se giró para darles el frente, y se cruzó de brazos, dándole un aire bastante intimidante.

Como toque final, abrió los ojos lentamente haciendo gala de su mejor truco y cosa más destacable -conocida por todos- de él: Sus ojos.

Una estela roja hizo tragar saliva a todos los que estaban en el salón, dejando al albino satisfecho.

—Cynthia.—Habló con un tono de voz tan indiferente que hasta la campeona se sintió algo fuera de lugar.—No entiendo cuál es el objetivo de todo esto.

Pasó su mirada por todos y cada uno de ellos, logrando inquietarlos.

—Me trajiste aquí... Pero lo único que veo es a un montón de niñatos sin importancia alguna que me parece solo sirven para ser el dolor de trasero de sus padres y maestros.

—Ryū...

—Esto es estúpido, pero dime, ¿La primera vez que viniste intentaste ser amable, no es así?—Ella asintió, el solo miraba a los estudiantes.—Que desperdicio, en vez de eso debiste haberles dejado en claro... Lo patéticas, insignificantes y molestas que son sus existencias.

La mayoría de ellos se encogió en sus asientos, lo que era asombroso considerando que un chico de rondaba su edad había logrado ponerlos a todos en su lugar. Cynthia y la profesora estaban boquiabiertas.

"Espera..." Se vió algo desconcertado, había presenciado como más de la mitad de alumnas se había ruborizado. "No se supone que eso debiera pasar..."

[¡Jajajaja! ¡Joder andas en llamas hermano!]

Escondió perfectamente su sorpresa y continuó con el Show, haciéndole una seña discreta a Cynthia para que se uniera, ella carraspeó antes de hablar.

—Muy bien, creo que no hace falta porque todos ustedes deben conocerlo, pero de cualquier modo.—Se sacudió un poco la ropa, aliviada por el respiro que se le había permitido tener.—Él es Ryū Akahiro, el que se cree es el Entrenador Pokémon más fuerte de su generación y a su vez, el actual Campeón de Kalos.

—H-Hoy tenemos el privilegio de tener tanto a la señorita Cynthia como al señor Akahiro.—La mujer miró directamente al albino, pero enseguida desvío la mirada algo asustada.—Por favor... Comportense.

De alguna extraña forma toda esa estupidez había funcionado y ahora los tenían a todos quietos en sus asientos.

—Cynthia, ¿Es enserio?—Preguntó con cierta decepción en su tono.—Me llamas únicamente porque no puedes lidiar con un montón de chicos que apesar de tener mi edad, hacen que estar aquí sea como estar en una guardería... Que pérdida de tiempo.

—Es... Difícil.

—Su actitud es despreciable y decepcionante.—Sentenció.—Me avergüenza saber que son de mi generación.

Eso sí que hizo bastante daño al orgullo de todos, y eso era más que obvio porque ninguno de ellos había dicho nada.

—E-Ellos son solo-.—Intentó intervenir la profesora, fallando totalmente.

—Un montón de hormonales que no saben qué hacer con sus vidas.—Le interrumpió, reemplazando la idea original con algo mucho más cruel, para terminar de aplastar cualquier vestigio de espíritu combativo en ellos.—Esperaba algo más aceptable, no sé por qué... Vaya decepción.

—Haa... Lo sé, les falta mucho.—Admitió la Campeona.

—Lo que les falta es que alguien los aplaste para que aprendan lo que se siente que los traten como si fueran basura, aunque como eso ya se comportan.—Lanzó un suspiro, al parecer ya no era necesario ser tan duro.—Diganme una cosa... ¿Qué demonios pasa con ustedes?

—Lo sentimos...—Se escuchó a varios voces, sin embargo, no las suficientes.

—No los escuché.—Dijo con firmeza.

—¡Lo sentimos mucho!—El albino contuvo las ganas de sonreír ante la satisfacción de escucharlos a todos y cada a uno.

—Bien, bien, sentirlo no es suficiente, pero es un avance.—Dejó salir su descarada sonrisa.—Ahora ya puedo dejar de tratarlos como a estorbos, y verlos como lo que espero que se esfuercen en ser desde ahora: Damas y Caballeros.

—¡Si señor!

"Logró en cinco minutos lo que yo pude en cinco meses... Me siento humillada y orgullosa al mismo tiempo." Pensaba la rubia, dejando salir una lágrima de felicidad junto a la profesora que prácticamente se lanzó a su silla para descansar, ya que ahora podía.

Aunque no entendía porque era a fuerzas necesario que los trataran así para que reaccionaran, el trabajo estaba hecho y ahora ya podía

—Al parecer seremos los asistentes de su maestra el día de hoy, así que son libres de despejar sus dudas ahora.

—Eh, Señor...

—Ryū, solo Ryū.

—Ryū... Sé que dijo que tenía nuestra edad, ¿Pero podría ser más específico?

—Tengo dieciséis, cumplidos hace semana y media, creo.

—¿No es muy joven para ser Campeón?—Dijeron desde la parte de atrás.

—Si, si lo soy.—Contestó sonriendo, y a su vez, relajando el ambiente

El resto del día fue... Bastante didáctico para todos.

Cynthia y Ryū servían de maestros respondiendo todo tipo de preguntas, tanto las que se concentraban en lo que a Pokémon se refiere y las que no, aunque el último no sabe de dónde sacó para responder a dudas existenciales.

Laxus se quedó fuera del aula recostado en la pared para evitarse molestias, aunque eso no quita que ellos quisieron verlo en inevitablemente terminó entrando. Si que hicieron mucho ruido cuando eso pasó, a Ryū le dolieron los tímpanos.

Compartieron con ellos y cuando llegó el receso se dieron tiempo para interactuar con el resto de la escuela, incluso hubo una pequeña batalla de demostración entre ambos Campeones para mostrarles a todos lo que ser un entrenador significaba. Muchos de ellos mostraron intenciones de seguir ese camino al terminar sus estudios.

—Me huele a que la siguiente temporada de Entrenadores aquí va a ser interesante.

—Ja, ja, me sorprende la forma en que los motivaste y sin querer.

—Estoy más preocupado porque me pateaste el trasero ahí... No se quedará así.

—¿Acaso también te interesa el puesto de Campeón de Sinnoh?

—Por supuesto que no, y no trates de usarme para librarte de tus responsabilidades.

—Tenía que intentarlo.

Actualmente eran poco más de las doce y media, las clases para la jornada de la mañana habían terminado y con eso ahora eran libres.

—¿Y tú a donde crees que vas?

—...¿A buscar a mi novia?

—¿Acaso crees que solo quería mostrarte cómo lidiar con los más jóvenes?

—Tragó saliva.—...¿No era así?

—Nah, apenas empezamos mi querido Kouhai, ¡Un Campeón siempre tiene algo que hacer!

—Vaya mierda...—Bufó.—Agh, llamaré a Rouse... ¿Cuanto tiempo crees que tardemos?

—Todo el día.

—...¡Vaya mierda por dos, joder!

—¡Ha, ha, no te tardes Kouhai, tenemos trabajo que hacer!—Exclamó viéndolo alejarse con su teléfono en mano.—¡Te enseñaré lo que significa ser un verdadero Campeón!

—Los odio a todos.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆

X: ¿Y esto qué es?—Señalando a Cynthia.

La rubia Op.

X: Esto no es lo que esperaba.

Por supuesto, les dí algo mucho mejor.

X:...

¡Muuuuy buenas gente!

Capítulo tranquilo, no hay nada explotando el día de hoy, ¿Qué decepción verdad?

Acabo de terminar esto y no sé qué carajos me pasaba al escribir, andaba medio zombie.

Las cosas se van a poner épicas en unos cuantos capítulos, ajio, ajio... Debería dejar las drogas.

Como sea, nos vemos después, y recuerden.

¡Gotta Catch 'Em All!

Continue Reading

You'll Also Like

228K 16.4K 35
Con la reciente muerte de su padre el duque de Hastings y presentada en su primera temporada social, Annette empieza a acercarse al hermano mayor de...
972 86 6
Segunda temporada de "Nada es eterno" En NewYorck ,todo estaba bien ...Asta que; Michel desaparece ...Ya que ,al descubrir un nuevo poder ,abrir port...
25.8K 1.4K 25
La batalla por los miraculous a terminado. Los heroes de París ya no están juntos. Bajo circunstancias que Marinette no puede explicar sus padres dec...
25.9K 2K 61
" Mi espada es tuya en la victoria y la derrota ", Naruto recordó haber jurado esas palabras al Segundo Mizukage cuando se convirtió en uno de los te...