"Siempre supiste que yo era el Patriarca Yiling". Wei Wuxian se sentó en la silla con incredulidad, "lo sabías desde la primera vez que nos conocimos".
No era la primera vez que te veía, pensó Lan Wangji . Pero no dijo nada.
"¿Por qué? ¿No deberías odiarme?" Preguntó Wei Wuxian, "Ataco a gente como tú, a empresas como Gusu, y sin embargo-"
"Y sin embargo", dice Lan Wangji con firmeza, interrumpiendo a Wei Wuxian. Estaba tan sorprendido de que Lan Wangji rompiera una de las reglas de Gusu que Wei Wuxian se quedó en silencio.
"Y sin embargo", continuó Lan Wangji, ahora que tenía la atención de Wei Wuxian, "te permití usar la conexión a internet de mi hermano. Te contraté en Empresas Gusu. Incluso te compré una computadora de última generación. Wei Ying, te puse en seguridad cibernética a propósito".
Wei Wuxian bajó los hombros, derrotado. Tenía un nudo en la garganta y un sabor amargo en la boca.
"¿Cuál era tu propósito?" Susurró Wei Wuxian, con la voz debilitada. "¿Por qué?"
El brazo de Lan Wangji se movió por su cuenta. Quería tomar la mano de Wei Ying entre las suyas para decirle que quería protegerlo. Pero se congeló cuando Wei Wuxian retrocedió, retrocediendo sobre sí mismo. Lan Wangji retiró su mano.
"Confianza", dijo finalmente Lan Wangji, "quería ganarme tu confianza". Y tu amor.
Wei Wuxian se rió sin corazón.
"No puedo", dijo, con la voz quebrada en la última palabra, "Yo... mi hermana ni siquiera sabe lo que hago".
"Pero Jiang Cheng sí", adivinó Lan Wangji. Los ojos de Wei Wuxian se fijaron en los suyos. El corazón de Lan Wangji sufría al ver la carga y el dolor de Wei Ying.
"Sí", confesó. Lan Wangji asintió una vez.
"Mi hermano también lo sabe", dijo Lan Wangji. Wei Wuxian se quedó atónito.
"¿Qué?"
"Hay cámaras en el apartamento", dijo Lan Wangji, "por precaución".
"¿Por qué?"
Lan Wangji dudó. Hubo un acuerdo mutuo cuando Lan Xichen instaló las cámaras en cuanto se mudaron al apartamento. Lan Wangji había ayudado. Nunca hubo necesidad de preguntar por qué, porque tanto Lan Wangji como Lan Xichen sabían la razón. Así que, por primera vez, Lan Wangji intentó explicarse.
"Mi madre", la voz de Lan Wangji se apagó. El significado de sus palabras quedó suspendido en el aire quieto de la oficina. Wei Wuxian comprendió su significado.
"Ofrecería mis condolencias", dijo Wei Wuxian en voz baja, "pero también sé lo inútiles que son esas palabras".
"Las palabras no cambiarán la realidad", coincidió Lan Wangji.
"¿Qué pasó?" Preguntó Wei Wuxian.
"Oficialmente fue un accidente", dijo Lan Wangji.
"No lo fue", adivinó Wei Wuxian, entrecerrando los ojos.
"Homicidio", dijo Lan Wangji, "mi hermano y yo creemos que fue envenenada".
"¿Por quién?"
Lan Wangji negó con la cabeza.
"Mi hermano y yo tenemos una lista de sospechosos, pero no tenemos pruebas".
"Dime", dijo Wei Wuxian con urgencia, "y te encontraré pruebas".
Lan Wangji se encontró con los ojos plateados.
"Wei Ying", suspiró Lan Wangji, "tenemos que dejar pasar algunas cosas".
"No", se puso de pie Wei Wuxian, "Una de las reglas de tu oficina es 'defender el valor de la justicia'."
"No hagas suposiciones sobre los demás", dijo Lan Wangji.
"Sé un hijo filial", argumentó Wei Wuxian.
"No guardes rencor," dijo con severidad Lan Wangji.
"La moralidad es la prioridad", dijo Wei Wuxian, con la misma severidad.
"No provoques daños", dijo Lan Wangji.
"¡Lan Zhan!" Wei Wuxian levantó las manos, "¡Estoy tratando de negociar contigo!"
En esto, Lan Wangji parecía confundido, si la interpretación de Wei Wuxian del ligero movimiento de cejas era exacta.
"¿Negociar?"
"Sí", dijo Wei Wuxian, "si mantienes mi identidad en secreto, ¡te encontraré una persona con las manos manchadas de sangre!".
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Jiang Cheng hizo una nota mental para sí mismo. Nunca aceptes venir los sábados. Porque, aunque el coche de Lan Wangji era una belleza, Wei Wuxian lo arruinó todo.
"Me niego", dijo Jiang Cheng. Lan Xichen reprimió una sonrisa.
"Viajar en el coche de Wangji sería mucho más cómodo que tomar el transporte público", señaló Lan Xichen.
"Sí, pero ¿estar sentado con Wei Wuxian en el mismo espacio? Esta mañana tomé el autobús. Estaré bien". Jiang Cheng se cruzó de brazos.
"No será tan malo", dijo Lan Xichen suavemente, "de todos modos, no es un viaje tan largo".
Claro, no era un viaje tan largo, pero a Jiang Cheng le parecía que eran eones. Cuando él y Lan Xichen llegaron al estacionamiento subterráneo, Lan Wangji y Wei Wuxian ya estaban esperando en el coche. Lan Xichen ocupó el asiento del copiloto, y Jiang Cheng se vio obligado a sentarse con Wei Wuxian en el asiento trasero.
"¡Aww, Jiang Cheng!" Wei Wuxian pinchó la mejilla a Jiang Cheng, "¡hace años que no nos sentamos juntos en el asiento trasero de un coche!"
"Ojalá hubiéramos podido seguir así", siseó Jiang Cheng, agarrando el dedo de Wei Wuxian.
"¡Ay!" Wei Wuxian fingió dolor, "¡peleando en el coche de los jefes! ¡Qué impropio!"
"¡Tú empezaste! ¡Desvergonzado idiota!" replicó Jiang Cheng.
Jiang Cheng pasó el resto del viaje tratando de evitar las diversas extremidades de Wei Wuxian. Incluso con el asiento entre ellos, Wei Wuxian conseguía fácilmente dar patadas a Jiang Cheng.
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Wei Wuxian estaba tirando del pelo de Jiang Cheng cuando se congeló. Había luces rojas y azules por todas partes, rodeando su edificio de apartamentos. Su corazón se aceleró. Desde que se convirtió en el Patriarca Yiling, desarrolló un miedo innato a las autoridades.
Tras una inspección más detallada, la ambulancia, un camión de bomberos y varias estaciones de noticias también estaban allí.
Jiang Cheng miró por encima del hombro cuando el miedo apareció en el rostro de Wei Wuxian. Tragó saliva.
"Mierda", susurró Jiang Cheng. Lan Wangji no prestó atención a los paparazzi y estacionó su coche en el lugar que le correspondía.
Jiang Cheng y Wei Wuxian se miraron a los ojos, manteniendo una conversación silenciosa. Wei Wuxian movió ligeramente la cabeza hacia la izquierda. Jiang Cheng exhaló un suspiro de alivio. ¿Por qué había policías aquí, entonces?
Lan Wangji apagó su coche, pero nadie hizo ningún movimiento para salir de él.
"Tengan cuidado y no respondan ninguna pregunta", dijo Lan Xichen, mirando a propósito a Wei Wuxian. Wei Wuxian consiguió sonreír.
Salieron.
Inmediatamente, los reporteros pululaban como moscas.
"Caballeros, ¿viven en este edificio?" preguntó un periodista.
"¿Estaban ustedes al tanto del incendio que se produjo?", insistió otro. Al principio, Lan Xichen intentó mantener la sonrisa en la rueda de prensa.
Su exterior tranquilo se derritió tan pronto como las preguntas se volvieron personales.
"Discúlpenos", Lan Xichen envió su mejor sonrisa, aunque con un trasfondo amenazante. Avanzó con confianza y los periodistas se separaron a su alrededor, claramente intimidados. Jiang Cheng agarró la muñeca de Wei Wuxian y lo llevó tras Lan Xichen, con Lan Wangji en la retaguardia.
El olor a humo es espeso, junto con un extraño olor que Jiang Cheng no podía identificar y que casi lo asfixiaba mientras arrastraba a Wei Wuxian por las escaleras. Al doblar la esquina, tanto Wei Wuxian como Jiang Cheng se congelaron.
Donde antes estaba su apartamento, ahora había un agujero, ennegrecido por el hollín y el yeso quemado.
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Jiang Yanli se frotaba las manos en el fregadero, observando cómo la sangre se arremolinaba en el desagüe, con los brazos doloridos y la cabeza palpitante. La Dra. Wen ocupó el fregadero junto a ella.
"Excelente trabajo, Dra. Jiang", dijo Wen Qing. Jiang Yanli se limitó a asentir, demasiado agotada para hablar.
"¡Dra. Jiang!" Un joven interno irrumpió por las puertas del baño, sin importarle que fuera el baño de las mujeres, "¡hubo un incendio!"
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Wei Wuxian y Jiang Cheng se quedaron mirando lo que solía ser su apartamento. Aunque el apartamento era estrecho y pequeño, había sido suficiente para los últimos tres años. Su hogar. Era de Jiang Yanli incluso desde hacía más tiempo. Entonces, como si fuera una señal, se volvieron el uno al otro.
"Llamaré al pavo real", dijo Wei Wuxian.
"Yo llamo a A-jie", dijo Jiang Cheng. Asintieron el uno al otro y sacaron sus teléfonos.
Jiang Cheng volvió a pulsar el botón de llamada y miró a Wei Wuxian, que agitaba los brazos y suplicaba. Una visión poco habitual para su hermano. Jiang Cheng volvió a mirar su teléfono. Sabía que su hermana probablemente acababa de salir de la sala de cirugía. Sabía que su hermana probablemente estaba agotada. Pero tenía que decírselo.
"¿A-Cheng?" La voz de Jiang Yanli calmó el alma de Jiang Cheng como un bálsamo.
"¡Jie!" Jiang Cheng dejó escapar un suspiro de alivio, "hubo un incendio en el apartamento".
"Vi las noticias", dijo Jiang Yanli, con voz serena, "Me alegro mucho de que mis hermanos pequeños no estén heridos. Debo agradecer a los hermanos Lan por haberlos llevado al trabajo."
"¡A-Jie!" Jiang Cheng suspiró. En ese momento, Wei Wuxian se inclinó sobre el hombro de Jiang Cheng.
"¡A-Jie!" Wei Wuxian gritó en el receptor, haciendo que Jiang Cheng se estremeciera.
"A-Xian", la voz de Jiang Yanli era alegre, a pesar de la situación.
"El pavo real va a recogerte al hospital", dijo Wei Wuxian, "Acabo de llamarlo. Posiblemente tengas que quedarte en su casa". Jiang Cheng hizo una mueca ante eso.
"¿Y ustedes dos?"
Wei Wuxian y Jiang Cheng se miraron.
"Ya se nos ocurrirá algo, A-jie", la tranquilizó Wei Wuxian.
"Debes de estar cansada", cambió de tema Jiang Cheng, "cuando llegues a la casa del pavo real, ¡asegúrate de acaparar la cama y dormir lo mejor de tu vida!"
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Wei Wuxian se sentó en un banco del vestíbulo, observando a la gente y a la policía que se movía a su alrededor. Jiang Cheng se había quedado dormido, con la cabeza apoyada en el hombro de Wei Wuxian. Wei Wuxian cubrió a Jiang Cheng con su propia chaqueta y ajustó su postura para que Jiang Cheng no tuviera un calambre en el cuello cuando se despertara. Consultó su teléfono, alegrándose en silencio de haberlo cargado en la oficina.
Cerró los ojos, con las consecuencias del incendio en su mente. Se preguntó si había dejado la estufa encendida. Se preguntó si Jiang Cheng había olvidado apagar su calentador personal.
Espera.
Wei Wuxian pensó detenidamente. En su dolor, no había notado nada en particular, pero el ojo de su mente lo había notado.
Había una línea clara en el fuego. No había tocado a ninguno de sus vecinos. Ni siquiera escaló hasta el pasillo. Y sin embargo, no quedaba nada en su apartamento, salvo cenizas y polvo.
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Lan Wangji tenía la intención de seguir a Wei Wuxian y a Jiang Cheng hasta el quinto piso, pero Lan Xichen lo retuvo. Lan Wangji dudó, pero siguió a su hermano hasta el sexto piso.
Inmediatamente, supieron que algo iba mal. Lan Xichen se paró en la habitación directamente encima del apartamento de los hermanos Jiang. No había daños por el calor en las tablas del suelo. Incluso los conejos estaban tranquilos, acurrucados en su conejera. Lan Wangji recorrió el perímetro, donde esperaba que estuviera el apartamento de los Jiang.
Nada.
Lan Wangji sacó su teléfono y envió un mensaje de texto a Wei Wuxian para pedirle información. No quería entrometerse con una llamada telefónica.
uwu_xian: mi hermana se va a quedar con su novio
uwu_xian: ya la recogió
Lan_Zhan: ¿Y tú y tu hermano?
Durante horas, Lan Wangji estuvo sentado en la habitación de los conejos, con el teléfono siempre en la mano, comprobando las novedades. Se acercaba la una de la madrugada, mucho más allá de su hora habitual de acostarse. Lan Xichen lo había dejado solo, haciendo una limpieza a fondo de su apartamento. De todos modos, ninguno de los dos podría dormir con tranquilidad.
A las tres de la mañana, llamaron a la puerta. Lan Xichen la abrió mientras Lan Wangji salía al pasillo.
"Por favor, encárgate de él", resolló Wei Wuxian, "no puedo cargarlo más". Lan Xichen se quedó sorprendido por un momento, antes de quitar a Jiang Cheng dormido de la espalda de Wei Wuxian, poniéndolo en una postura nupcial. Lan Wangji se hizo a un lado mientras Lan Xichen entraba en su dormitorio.
Lan Wangji se hizo a un lado cuando Lan Xichen entró en su dormitorio.
"Wei Ying", dijo Lan Wangji. Wei Wuxian se apoyó en la puerta cerrada, con los ojos cerrados.
"Fue deliberado", susurró Wei Wuxian, "vi las marcas de quemaduras".
Lan Wangji solo asintió.
"Alguien nos tiene como objetivo", dijo Wei Wuxian. "¿Por qué?"
"L13R3N", dijo Lan Wangji.
Los ojos de Wei Wuxian se agrandaron.
"Wei Ying", dijo Lan Wangji, "duerme".
"No puedo", susurró Wei Wuxian, "Lan Zhan, ¿qué hago?"
"Puedo cuidar de Jiang Cheng", dijo Lan Xichen, cerrando suavemente la puerta del dormitorio tras de sí, "Jiang Cheng puede quedarse aquí".
"Muchas gracias", murmuró Wei Wuxian, "Encontraré un lugar donde quedarme".
"Wei Ying", dijo Lan Wangji. Quería decirle a su amado que podía quedarse aquí también. Tenían suficientes habitaciones extra para los dos. Quería mantener a su amado cerca, especialmente ahora que había gente que lo perseguía.
"No", argumentó Wei Wuxian, ya consciente de lo que Lan Wangji iba a decir, "Jiang Cheng ya se va a quedar aquí. No puedo entrometerme más en tu privacidad".
Wei Wuxian hizo una reverencia, agradeciendo a Lan Xichen por mantener a Jiang Cheng a salvo.
Entonces, sin otra palabra, Wei Wuxian dio la vuelta y salió del apartamento.
"¡Wei Ying!" Lan Wangji gritó, persiguiéndolo, corriendo por el pasillo.
La puerta se cerró con un chasquido de la cerradura.
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