→Capítulo dedicado a -_MikRoKomOs_- gracias por votar y comentar, espero que la estés disfrutando. Toma awita personita linda.ღ
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Despertó gracias a que; ese olor no era suyo, de hecho podría afirmar que la cama se sentía diferente, cuando finalmente cayó en cuenta que no era su habitación en la que estaba, ya que había abierto sus ojos, miro bien la foto que yacía sobre su lado, donde claramente se podía ver a Jungkook y sus amigos. Parpadeo en repetidas ocasiones, sólo para asegurarse de que no seguía dormido.
Las preguntas no tardaron en rondar su cabeza; ¿cómo es que había llegado hasta su cama? ¿Tan ebrio se puso para no recordar? ¿No dijo alguna estupidez con Jungkook, o si?
Afortunadamente no se veía como el día siguiente, algo de lo que estaba agradecido. Seguro su abuela estaría preocupada si fuese así.
Se levantó de la cama, percatandose de que no traía la ropa con la que había salido de su casa ayer, si no una camisa negra que le quedaba algo floja, al igual que el short del mismo color, eso quería decir que... ¿JEON JUNGKOOK LO VIO DESNUDO?
Miró hacia su alrededor, no había señales del pelinegro cerca, así que camino a paso lento hasta la puerta, sin señales aún, pudo escuchar ruido en lo que parecía ser la cocina. Bajo por las escaleras sin hacer mucho ruido, encontrándose con un Jungkook recién bañado, o así parecía.
¿Qué debía hacer ahora? ¿Acercarse y saludarlo? Que tal ¿Salir sin ser visto? Pero carajo... ¿dónde estaba la puerta?
¡Okey! Estaba teniendo muchas preguntas en estos momentos, fue así cuando no se dio cuenta que alguien más ya había notado su presencia.
—Creí que seguías dormido, así que no quise molestar ¿estás mejor? —Escuchó decir al pelinegro, a lo que dio un saltito de sorpresa, pues estaba a unos pasos de él.
—Yo... —Tragó seco, y miró hacia abajo. —Estoy bien, sólo me duele un poco la cabeza, puedo... ¿hacerte una pregunta?
—Ya la hiciste. —Dijo con burla, pero al parecer el castaño lo tomo enserio, pues sólo se disculpó moviendo nerviosamente sus manos. —Sólo bromeaba. Anda, ¿qué es lo que ibas a preguntar?
Pensó bien lo que diría, y así no quedar en ridículo. Dio un suspiro de valentía y comenzó a hablar. —¿Cómo es que llegue aquí? Bueno, no aquí aquí, si no a tu cuarto... —Okey, para la próxima iba a memorizar antes de abrir la boca.
Despeino sus cabellos mirándole. —¿No lo recuerdas? —El contrario negó. —Claro... Cuando estábamos en el billar bebiste mucho al parecer, y como no tomas alcohol supongo que te afectó más, no me dijiste donde era tu dirección así que tuve que traerte a mi casa... Uh por cierto, tu ropa tuve que quitarte la por una mía, ya que como sabrás la tuya olía a alcohol, pero descuida que no te quite nada más. —Soltó una leve risita, el castaño hizo lo mismo.
Lo bueno era que no lo había visto desnudo como imaginó.
—Para la próxima vez procuraré no tomar, eso es un hecho. —Rió negando.
—Eso dices, pero cuando estés con tus amigos ni vas a recordar haber dicho eso. —Habló sonriente el pelinegro.
El castaño sólo sonrió, sintiéndose un poco incómodo, aún que tampoco iba a negar que era algo que le emocionaba, y es que cuando iba a pensar estar en esa manera con Jeon.
—¿Quieres comer? —Preguntó rompiendo el silencio que se había formado hace segundos. —Prepare algo para ti, te hará sentir mejor.
Esto debe ser el cielo, porque si no lo es, se siente como estar en él.
El castaño asintió con una sonrisa. —Bien, por acá está la mesa para que te sientes. —Señaló caminando hasta la cocina.
—¿Quieres que te ayude en algo? —alcanzó a decir antes que se fuera, Jungkook volteó para verle, negando.
—Puedo con esto, tú sin embargo tienes que sentarte, ¿qué si te da un mareo? Ahora ve a sentarte. —Ordenó siguiendo su camino, dejando a un Taehyung sonriente.
Hasta parecía que realmente estaba preocupado por él.
Habían terminado de comer, no cruzaron muchas palabras en ese rato así que fue un tanto incómodo para ambos.
Dejó los platos en la vajilla, mirando la hora de su celular, no era tan tarde de hecho, el reloj marcaban las 10:30 p.m. y el castaño estaba al tanto de eso, así que en cuanto fuese posible se iría a su casa y le explicaría a su abuela el porque su retraso.
—Yo debería lavar eso, ya que soy el invitado. —Habló Taehyung detrás suyo.
—De hecho es por eso que no deberías. No va a pasar algo si no lo haces. —Contestó dándose media vuelta. —¿Quieres que te lleve ya? Puedo hacer esto cuando vuelva, te servirá para que descanses.
—Puedo irme sólo, no quiero molestar, ¿dejó esto en tu habitación? —Apuntó la ropa que llevaba.
—Llevatela, supongo que no querrás llevarte lo que hace unas horas tenías. —Sonrió.
—Pero....-
—Puedes darmela luego, no te preocupes por eso. —Interrumpió. —Si tienes frío sólo dim...- —Fue Taehyung quien interrumpió está vez.
—Estoy bien, has hecho mucho hoy por mí. —Sonrió.
—No es nada. —Devolvió la sonrisa, pero enseguida volteó hacía otra parte agarrándose la nuca. Era raro, raro porque... Kim no parecía ser como realmente decían, él esperaba otro comportamiento, quizá no sería tan difícil como creía. —Iré por tu ropa. —Dijo de repente, y sin esperar respuesta se dirigió hasta arriba, tomando sus cosas y una mochila, hecho la ropa en ella, tomó un pantalón, una chamarra y se lo puso, sin más, bajo las escaleras.
Encontró al castaño viendo una de las pocas fotos que yacían sobre la pared algo gastada. —¿Ella es tu madre? —Escuchó decir a lo que vio la misma foto que el señalaba.
—¿Es necesario saberlo? Andando que tengo cosas que hacer. —Su semblante cambió ante la repentina pregunta. En opinión de Jungkook, era algo que no tenían porque saber los demás. El contrario sólo asintió y le siguió hasta afuera.
El ambiente estaba tenso, y Kim podía darse la idea del porque, quizá no estuvo bien preguntarle eso. Así que se dispuso a guardar silencio.
El frío comenzó a apoderarse en su cuerpo, teniendo como única opción abrazarse a si mismo. Miro de reojo como Jeon se detenía, quitándose la mochila que colgaba sobre uno de sus hombros. Se volteó confundido.
—¿Qué haces? —Preguntó cuando lo vio quitarse la chaqueta que tenía.
¿Acaso él iba a....?
—¿No es obvio? Vas a ponertela. —Terminó por quitarsela acercándose hasta Taehyung, éste sólo comenzó a negar.
—Pero si me la das, serás tú quien tenga frío. —Dio un paso hacia atrás, aún negando con su cabeza.
—Sólo tomala, puedes darmela cuando estés en tu casa, ¿contento? —El castaño la tomó no muy decidido y terminó por ponersela. El pelinegro tomó nuevamente la mochila, siguiendo los pasos del contrario.
De nuevo el silencio incómodo estaba presente, ambos caminaban sin cruzar palabras, y después de unos minutos y ya cerca de la casa Kim comenzó a hablar. —Quiero... Quiero agradecerte por lo de hace unas horas, sé que no era tu responsabilidad hacerlo, así que te lo agradezco.
—Descuida, seguramente tú hubieras hecho lo mismo. —Habló sin muchos ánimos, metiendo sus manos en los bolsos de sus pantalones.
Se detuvo frente a la casa, así que Jeon hizo lo mismo, el castaño lo miró antes de tener que despedirse. —Respecto a lo de hace unos minutos... No tuve porque haber preguntado así quería discul...- —Interrumpió Jeon, mostrando en su cara su seriedad.
—Tienes razón, no tuviste ni porque mencionarlo, descansa Kim. —Y sin emitir una palabra más, comenzó a caminar, restandole muy poco si el castaño lo estaba llamando.
Kim Taehyung no podía estar más confundido, hace horas ambos parecían estar divirtiéndose, ¿y si dijo algo cuando estaba ebrio que hizo molestar a Jeon? No, seguro se lo hubiera dicho... ¿verdad?, ni siquiera tenía que preocuparse por esto. ¿Porqué darle tantas vueltas al asunto?
Lo que sí tenía porque preocuparse era por la abuela, le dijo que llegaría a las 8, así que estaría en serios problemas, aún que a decir verdad ella comprendía que era joven y debía divertirse, lo que sería raro era que la ropa que llevaba no era la misma, bueno capaz y no lo nota.
Y justo como esperó, al abrir la puerta su abuela se acercó, tocando su cara, y viendo si no se encontraba mal, y cuando lo aseguro sólo se cruzó de brazos, esperando respuesta.
—No me veas así, primero déjame contarte ¿sí? —Sonrió inocente, sabía que eso funcionaría.
—Esta bien, cuéntame todo mientras tomamos algo de té. —Claro, olvidó mencionar que su abuela le encantaba el té, y él no se negaría a eso, después de todo siempre era bueno pasar tiempo con ella.
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