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Jimin se despertó debido al sonido de la alarma de sus padres; nuevamente se había quedado a dormir en la cama de los adultos, abrazado por ambos y envuelto en sus aromas. Cuando regresaron con Dong-Wook la noche anterior, él se había despertado justo cuando estacionaron, luego habían comido los tres juntos sin Yoongi, ya que al parecer este estaba haciendo una tarea a última hora. Sus padres notaron lo triste que estaba porque se había ido su amigo, y le ofrecieron dormir con ellos; Jimin no se lo pensó ni dos veces para aceptar.
Antes de irse con los adultos, fue a su habitación para ponerse el pijama y limpiarse el rostro, aprovechó para revisar la gaveta que su amigo le dijo, encontrándose con una camiseta manga larga de él, y un pequeño bote de loción, que en cuanto lo destapó, volvió a llorar con un puchero, porque era el aroma del beta, que tanto le gustaba a Jimin. Volvió a guardar las cosas en donde estaban, decidiéndo usarlas el día siguiente, guardo la ropa de su pollito en su cajón de ropa interior, y luego se lo llevó al cuarto de sus papás para dormir con ellos.
Ahora allí estaba, abrazando a su nuevo mejor amigo esponjocito, mientras sus papás lo abrazaban a él.
— Vamos, — dijo su madre besándose la frente y sentándose en la cama — debemos alistarnos para irnos al colegio.
La noche anterior, antes de quedarse dormidos, le habían preguntado a Jimin si quería ir al colegio, ya que Jungkook había pedido que fuera para pedirle una disculpa. El rubio accedió un poco confundido. También le preguntaron si prefería terminar el año escolar a distancia, él preguntó si Soobin y Yeonjun podían ir a verlo a la casa, sus papás aceptaron sin pensarlo dos veces, y Jimin aceptó de la misma manera terminar el año escolar a distancia.
— ¿Quién se bañará primero? — preguntó con un bostezo el alfa, mientras sacudía el cabello del menor.
— Jimin es el que más se tarda. Así que él. — dijo con una risita la fémina.
Jimin se quejó, pero también rió.
Se sentó estirándose, abrazó a sus papás uno por uno, luego se puso de pie, y salió hacía su habitación, abrazando con una mano a su pollito. Estaba justo frente a su cuarto, cuando oyó a Yoongi llamarlo por su nombre; eso lo puso nervioso, así que fingió no oírlo, y se encerró de forma rápida en su habitación, sintiendo dificultad para respirar, y su pecho doler.
Abrazó su peluche y pensó que sería muy tranquilizante si tuviera un aroma, se apresuró hacía su ropero, sacó el bote de loción que le dió Taehyung, y le echó un poco al pollito. Sonrió satisfecho al sentirlo impregnado. Luego tomó su bata, y se fue a bañar. Se bañó con agua helada, cambió sus vendas, –ya que sus últimas cortadas eran bastante profundas y grandes, y temía que se infectaran– y luego regresó a su cuarto. Se vistió con la camisa que también le dejó Taehyung, un pantalón deportivo negro, encima se puso el abrigo de su papá, y también se puso un gorro, pues suponía que afuera estaba fresco.
Tomó su pollito, y bajó a la primera planta, directo al comedor, donde ya estaban esperándolo los dos adultos... Y el alfa castaño. Se sentó al lado de su mamá, lo más alejado posible del alfa menor, y cuando levantó la vista, se dió cuenta que todos lo veían. Eso lo asustó e incómodo un poco.
— ¿Qué sucede? — preguntó confundido.
Dong-Wook sonrió de forma triste.
— ¿Llevarás a Mochi? — preguntó en tono amable.
Jimin se avergonzó un poco, ya que prácticamente había tomado al peluche inconcientemente.
— Yo... — miró al pequeño — ¿Puedo?
Su madre le acarició el rostro.
— Por supuesto. — respondió con ternura, ocultándo también su preocupación.
Jimin sonrió en agradecimiento, y empezó a comer de su plato. Los demás lo imitaron rápidamente, y en cuanto todos terminaron, se subieron a la camioneta del alfa –Jimin en el asiento de copiloto a petición de él mismo– y se fueron hasta el colegio, donde Yoongi fue a buscar el salón de su clase correspondiente, y el omega rubio junto a los adultos, se fueron hacía la dirección, donde el director ya los esperaba junto a Jungkook y su madre.
En cuanto Jimin vió al alfa no pudo evitar asustarse en un primer momento. Se quedó parado en su lugar, llamando la atención de sus padres, que también se detuvieron y le observaron preocupados.
— ¿Qué sucede, pollito? — preguntó su padre.
Eso lo sacó de su trance, y lo hizo sonreír.
— ¿Me dice a mí, ó a Mochi? — preguntó divertido, contagiando con su sonrisa a los mayores.
— Por supuesto que a tí, bebé. — dijo su madre pellizcándole con cariño la nariz — Si quieres nos regresamos al auto, y que Wook hablé con el director.
Jimin lo pensó un momento, y pensó en que tal vez debía de darle la oportunidad de disculparse a Jungkook, ser valiente y enfrentarlo.
— No... Vamos. — dijo tratando de sonar seguro.
Terminaron de entrar, y se sentaron frente al director Han en una hilera de sillas que este había puesto. Primero estaba sentado Jungkook, luego la mamá de este, su mamá, él, y su papá, en ese orden.
— Me alegro de que hayas podido venir. — dijo el director con una sonrisa hacía Jimin — Me alegro de que todos pudieran venir a resolver este asunto. — dijo luego hacía todos.
Todos los presentes hicieron una leve inclinación de cabeza.
— Primero quiero que el jóven Jungkook explique la situación, tal y como me la explicó a mí, hace unos minutos. — dijo tranquilo.
Jimin no veía a nadie, simplemente veía a su peluche, mientras lo abrazaba y aspiraba el aroma de su mejor amigo, de este.
— Primero... Uh... Esto... Como sabrán, estaba en celo. — habló nervioso — Y realmente mi lobo estaba como loco... Y literalmente, se me adelantó casi dos semanas, por eso yo no andaba supresores ni nada por el estilo... Hum... Yo me metí al primer baño que encontré y... Jimin lamentablemente entró, y en cuanto sentí su aroma, no lo sé, fue como si... El... El deseo fuera más grande que la razón. — suspiró — Eso no justifica mis actos, pero... Pero espero que se entienda que en una situación normal, yo jamás le hubiera hecho... E intentado hacer... Algo tan horrible a Jimin. Y me gustaría disculparme con él.
Jimin levantó su rostro, y giró para ver al alfa. Este sintió una bofetada cuando vió las lágrimas correr por las mejillas del menor, y como este se aferraba al tierno peluche que llevaba en sus brazos.
— Lo lamento, Jimin. — dijo desde su puesto, pues sabía que acercarse al omega podría alterarlo, según lo que su madre le había explicado — En serio no tienes idea de como lamento haberte hecho daño. Según lo que Namjoon me dijo, si tu amigo no hubiera ido por ayuda... Yo hubiera hecho algo peor, y créeme que jamás he querido, pensado, ó pasado por la mente lastimarte de esa manera... Me caes realmente bien, y eres una persona muy fácil de tomar cariño... Realmente lo lamento. — terminó casi con lágrimas en los ojos.
Jimin sonrió de forma débil y respiró profundamente antes de hablar, para tratar de calmar su llanto.
— Yo... Te perdono, Jungkook. En serio. — dijo con voz suave — Desde un primer momento entendí que habías actuado de esa manera a causa de tu celo... Y que tú no harías algo así en una situación normal... Pero aún así... Entenderás que necesito... Tiempo... Para poder estar cerca de tí nuevo, sin sentirme con miedo... Te perdono, y... Espero que más adelante si podamos ser amigos.
El alfa asintió con una sonrisa, y Jimin se la devolvió.
— Muy bien... Aclarado ese punto, creo que debemos de discutir la sanción para el joven Jeon. — habló en tono tranquilo el alfa — Según el reglamento de la institución, una falta de la magnitud de la que él cometió, la expulsión definitiva es el castigo. — explicó — Pero me gustaría saber si... La parte afectada está de acuerdo.
— No. — dijo Jimin rápidamente, llamando la atención — No podrá hacer sus exámenes finales, y tendrá que repetir el año. — su tono era preocupado.
— Efectivamente. — dijo el director tranquilo.
— Tranquilo, Jimin. Lo merezco totalmente. — dijo Jungkook en tono suave.
Jimin lo vió de forma rápida, y luego vió de nuevo al director.
— No. — volvió a decir.
— ¿Entonces qué sugiere? — preguntó el señor Han con una sonrisa amable.
El omega giró para ver a su padre.
— ¿Qué sugerimos? — preguntó en un susurro preocupado.
El alfa sonrió entre divertido y enternecido.
— Tal vez podría hacer algún tipo de "servicio comunitario" dentro del colegio, con supervisión. — dijo el alfa mayor, en tono tranquilo.
— Eso. — dijo Jimin, imitando la forma en la que su padre asintió.
In-Na tuvo que morderse el labio para no sonreír.
— Me parece bien. — dijo el director — ¿Qué dice usted, jóven Jungkook?
— Que Jimin es demasiado bueno, y que les agradezco por permitirme hacer los exámenes finales. — respondió con una sonrisa triste.
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Jimin mecía sus pies sentado una silla sin alcanzar el suelo, mientras hacía pucheros y jugaba disimuladamente con su pollito, en la sala de espera de la clínica a la que sus padres le habían llevado. Luego de terminar de hablar con el director, y de pedirle que dejara al rubio terminar el año a distancia, habían ido a la agencia del omega, para explicar su falta del viernes, y para pedir permiso para ese día también. Para sorpresa de todos, habían sido bastante comprensivos, e incluso les habían recomendado la clínica en la que ahora estaban.
Casi al llegar, les habían ofrecido pesar al omega, tomarle la temperatura, y hacerle un hemograma sólo pinchándole su dedito, para que el doctor tuviera sus datos al momento de la consulta. Ahora sólo esperaban a que el paciente que estaba dentro saliera, para que el menor pudiera entrar.
Cuando el doctor salió llamando a Park Jimin, este se puso de pie, pero se dió cuenta que el doctor era un alfa, así que se quedó congelado.
— ¿Qué sucede? — le preguntó su madre.
— Uh... Es un alfa. — susurró.
El doctor que esperaba en silencio, sonrió amable.
— Tranquilo, Jimin. Tus padres pueden entrar contigo. — informó.
Eso los tranquilizó a todos. Se adentraron al consultorio, donde nuevamente Jimin se sentó en medio de sus padres.
— Muy bien. — dijo el doctor con una sonrisa — ¿Qué les hizo traer al pequeño? — preguntó.
— Dile. — susurró su madre.
Jimin hizo un puchero, y habló viendo su pollito.
— Uhm... Me da fiebre... Y me mareo seguido. — respondió suave.
El doctor asintió, y escribió en una libreta.
— ¿Algo más fuera de lo normal?
Jimin lo pensó un momento.
— Siempre me siento cansado y con sueño... Me duele la cabeza con frecuencia... — recordó — Y mi aroma es cada vez más suave.
El doctor levantó sorprendido ambas cejas por lo último, pero simplemente anotó en silencio.
— Correcto... — murmuró y revisó unos papeles — Según esto, tienes bajo peso, tu índice de masa corporal es bastante bajo. Con uno sesenta y cinco, apenas pesas 46 kilos y medio, necesitas subir por lo menos hasta cincuenta. Traes temperatura, casi treinta y nueve grados... — informó — Y tu exámen de sangre... Eso es otro problema aparte. — sobó el puente de su nariz — ¿Cuándo fue la última vez que lo llevaron a un doctor? — preguntó el alfa a los adultos.
Jimin mordía sus labios nervioso.
— Creo que... A los catorce. — respondió la pelinaranja igual de nerviosa que su hijo, y preocupada de lo que este pudiera tener.
— Casi dos años. — dijo en tono serio el doctor.
— Es que mamá no tenía suficiente dinero. Los doctores son muy caros. — trató de disculpar a su madre el menor.
El doctor sonrió, y vió al alfa junto al omega.
— Mi papá es nuevo. — dijo rápidamente el rubio, sin ser conciente realmente de sus palabras. Avergonzando a sus padres, y haciendo reír al doctor.
— Entiendo... — murmuró divertido y negando con su cabeza por la peculiaridad del menor — Según el hemograma, Jimin tiene las defensas bajas, una leve infección, seguramente en la garganta ó con menos suerte en las vías urinarias, y una anemia bastante avanzada.
Jimin vió a sus padres sin entender muy bien que rayos quería decir todo eso, pero ninguno lo veía a él, veían al doctor.
— ¿Y eso qué quiere decir? — le preguntó al doctor.
— Quiere decir, que si no te empezamos a tratar ahora, pues incluso llegar a padecer Leucemia. — explicó amable — Que es una enfermedad muy fea, un tipo de cáncer para ser exactos, que es muy difícil de curar.
— ¿Por qué? — preguntó de nuevo Jimin, ya que estaba bastante confundido.
— ¿Cómo porqué? — devolvió la pregunta, bastante divertido el mayor.
— Eso, ¿por qué me enfermé?
— Prácticamente negligencia. — dijo viendo de forma seria a la fémina — Falta de vitaminas, mala alimentación... Negligencia.
Jimin se quedó en silencio, mientras jugaba con su peluche, esperando a que sus padres hablaran. Ni siquiera se dió cuenta de la mirada preocupada que el doctor le dió.
— En cuanto a lo de tu aroma... Es probable que tu lobito esté enfermo, te esté avisando de algo, ó se sienta mal. — agregó — ¿Jimin ha tenido alguna experiencia mala recientemente ó no tan reciente? — preguntó viendo a los padres del menor.
— Hace poco tuvo una. — habló Dong-Wook — Un alfa del colegio intentó... — suspiró — ¿Me entiende?
El doctor asintió en silencio, con una expresión indescifrable.
— Jimin. — llamó.
El omega levantó su rostro, con nerviosismo.
— Necesito hablar con tus papás a solas, y necesito que tú vayas a hablar con una colega. — le dijo en tono suave y amable.
— ¿Tengo que ir sólo? — preguntó nervioso y empezando a asustarse — ¿No puede venir uno conmigo y otro se queda con usted?
El alfa sonrió.
— No... Es necesario que vayas solito. — explicó — Pero no te preocupes, ella es omega.
Jimin se relajó notablemente.
— Está bien. — aceptó.
El alfa tocó un botón en un teléfono, y un par de minutos más tarde, una bonita y sonriente omega de cabellos rosados entró al consultorio.
— ¡Hola! — saludó — ¿Dónde está el pequeño Jimin? — preguntó relajada.
Jimin se puso de pie y vió a sus padres nervioso, estos le sonrieron, así que armándose de valor, abrazó con fuerza a su peluche y camino hacía la muchacha.
— Yo soy Jimin. — dijo suavemente.
— Hola, Jimin. Yo soy Sulli. — se presentó con una sonrisa — Ven conmigo.
Extendió su mano para que el menor la tomara, y cuando lo hizo, se lo llevó hasta su propio consultorio, para hablar con él, y para que sus padres pudieran hablar con el doctor.
‧͙⁺˚*･༓☾ ❤ ☽༓･*˚⁺‧͙
Escribir esta historia siempre me deja con un nudo en la garganta jaja :(
Sino es que lloro del todo cuando escribo xdd
Gracias por leer, los amito.(๑•ᴗ•๑)♡