(Narrador Omnisciente)
En el castillo de los Min, todo era un caos, hacía más de una hora que el doctor Sehun había entrado a la recamara principal, nadie le decía nada a los Alfas afuera, esperando por noticias.
El doctor les había pedido que salieran, incluido Yoongi, quien estaba demasiado alterado como para controlarse al ver a su pequeño en aquel estado. Tanta fue la conmoción que no dejaba que nadie se le acercará a su Jiminie, sus lágrimas bañaban su rostro en su totalidad, su lobo lo estaba dominando, por lo que nadie encontró más opción que sacarlo a fuerza de ahí.
El Alfa de había mantenido en el piso, recargando su espalda contra la pared, esperando y sintiendo la frustración cada vez más hacer acto de presencia.
— Yoongi... — Hoseok estaba por hablarle a su hermano cuando el doctor salió de la habitación.
Se le notaba cansado, agotado y su rostro no tenía una buena expresión, algo en él hizo que el terror recorriera todo el cuerpo del Alfa mayor.
— ¿Cómo está mi pequeño? ¿Ambos están bien? Dime qué es así por favor — Imploro el mayor.
— Lamento darte esta noticia, pero ellos no están del todo bien... — El mundo de Yoongi se sintió venir abajo, cuando escuchó al doctor decir aquellas primeras palabras — El rey Jimin ha tenido una amenaza de aborto, está en estado crítico, necesitamos... Una curandera, en el peor de los casos una bruja, sólo una puede salvar la vida del cachorro y de... El Rey.
Ahora sí Yoongi sintió su pequeño mundo formado junto a su pequeño, venirse abajo, no podía creer lo que estaba escuchando, su corazón dolió, su lobo aulló, sintió el aire faltarle, su vista nublarse y por último, solo sintió en golpe que dio cuando se dejó caer en el frío piso.
No podía ni quería creer que la vida de sus dos seres más amados este en peligro, necesitaba hacerse a la idea que esa noticia era una total mentira.
— ¿Cuanto... Tiempo más puede estar así? — Escuchó el Alfa a su hermano preguntar.
— No más de 24 horas, es urgente que una curandera venga a revisarlo, ya hice todo lo que pude con la medicina, pero creo que es mejor los remedios de una curandera. Logré detener el sangrado, pero no será por mucho tiempo, pues el joven fue encontrado a tiempo.
— ¿Puedo... P-asar a verlo? — La voz del Alfa se dejó escuchar entre cortada y suplicante.
— Si puede majestad.
No esperó una segunda afirmación, se levantó como pudo y entro a tropezones a la habitación.
Su respiración se cortó al ver a su amado, postrado en la cama, más pálido que el mismo, sus labios resecos, cabello desaliñado, envuelto en gruesas sábanas, sin moverse y sus ojitos cerrados.
El Alfa se acercó a pasos lentos, hasta quedar a un lado del menor, se acostó de costado con suma delicadeza, sintiendo las lágrimas rodar sobre sus mejillas, tomo la mano de este y acarició el dorso, depósito un suave beso sobre la mejilla del pelirosa, deseando con todo su corazón que su amado despierte, pero obteniendo todo lo contrario.... Un profundo silencio.
— Minnie... — Susurró con gran dolor el mayor — No... No me dejes amor, por favor, lucharemos juntos, siempre estaremos juntos, pero... No te vayas cariño, ¿Sabes cuánto los necesito a ambos? Yo sé que he cometido muchos errores, se que no he sido el mejor Alfa, pareja, esposo y destinado que pudiste haber tenido, pero siempre he querido hacer las cosas como son mi amor, no sabes cuánto me arrepiento de mis errores, de aquella noche en el bosque... — El Alfa cerró los ojos, deseando jamás haber cometido tan grave error con su pequeño — De haberte mentido, que por mi culpa no recuerdes nada, de haberte levantado la mano, yo no sabía... Lo que estaba haciendo, perdóname Minnie, por favor mi amor, despierta y no me dejes, no me dejen.
Entre sueños, una lágrima rodo por la mejilla del menor. Aunque no estuviera consciente, toda la tristeza y arrepentimiento que sentía su Alfa, él también podía sentirlo.
Yoongi no pudo presenciar aquella lágrima, pues recostó antes su cabeza sobre el hombro de su amado, con mucha delicadeza paso su brazo sobre el pecho de este mismo, evitandando tocar su vientre. Cerró sus ojos, deseando que todo sea una pesadilla y nada de aquello haya ocurrido, deseo haber llegado antes al rescate de su pequeño y que no haya entrado en tan grave estado, deseo hacer las cosas bien y no siempre llegar tarde o cometer los mismos absurdos y tontos errores.
No sintió en qué momento se quedó dormido ante la irritación y cansancio de sus ojos, por haber llorado tanto tiempo, sólo sintió cuando aferró más la mano con la de su pequeño, para después caer en el mundo de Morfeo.
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El Alfa sintió como alguien lo
movía con delicadeza, a lo lejos escuchando su nombre ser mencionado.
Hoseok intentaba despertar a su hermano, pero este le costaba entrar en si, al momento de lograrlo, Yoongi despertó un poco alterado, pero se relajó cuando sintió y vio a su amado Jiminie aún inerte a su lado, con la misma expresión de antes. No se quería levantar, pero al parecer su hermano tenía algo importante que decirle, así que solo se puso de pie, pero no sé alejó mucho de su Omega.
— ¿Qué sucede Hoseok? — Preguntó al menor.
— La... Bruja acaba de llegar — Entonces Yoongi cayó en cuenta que había dormido demasiado como para que la bruja ya esté ahí, observó el reloj sobre la mesa de noche y pudo notar que eran más de las 2:00am apenas era de madrugada, eso quería decir que a Dahyun no le costó mucho el conseguir que la bruja aceptará ir.
— ¿Acaba de llegar? — El menor asintió — ¿Por qué no la traen aquí aún? Necesito que revise y salve a mi pequeño.
— Intente que viniera aquí hermano, pero ella dice que no subirá hasta que te vea a ti — El Alfa no entendía por qué la bruja quería verlo exactamente a él, antes de decidir si subir o no, pero no tenía tiempo para estar pensando en esas cosas.
Dejó un suave beso sobre la frente de su esposo antes de bajar lo más rápido que pudo hasta la entrada del castillo, donde pudo ver a una señora mayor, de pie junto a una mesa, tenía el cabello blanco por las innumerables canas, piel de tono opacó y amarillento, con vestimenta negra y una mirada que causaba escalofríos en cualquiera menos en el Alfa.
— Su majestad — Saludó educadamente la señora.
— ¿Señora...? — El Alfa no sabía el nombre de la señora frente a él.
— Lee Seoyeon — Respondió está. El Alfa asintió y se acercó a ella.
— No sé cómo es que Dahyun logró convencerla de venir, pero me urge que revise a mi esposo, no está en buen estado y no... — El mayor sintió un nudo formarse en su garganta, desvió la mirada para disipar las ganas de llorar — No quiero perderlo a él y a nuestro cachorro.
La curandera y ahora bruja Lee Seoyeon observó al Alfa detenidamente, notando y sintiendo perfectamente los verdaderos sentimientos de este, intuyendo también una gran culpa y carga que este mismo poseía, pero sobre todo la esencia de su embrujo en él, haciéndose cada mes más fuerte.
La anciana sabía que los hermanos Min habían caído ante una de sus posimas, claro que cuando ella hace unos años se las vendió aquella chiquilla no sabía que era para los hermanos Min, futuros gobernantes de Daegu, razón por la que aceptó rápidamente viajar con Dahyun, pues no quería un segundo reino en su contra, en sus planes tampoco estaba ser descubierta por algún miembro del reino de Seúl.
— ¿Puedo pasar a verlo? — Preguntó la anciana, refiriéndose al chico reposando en la habitación principal.
— Si por favor, venga conmigo — El doctor se mantuvo al margen, pero quería saber sobre el avance del Rey, por lo que se fue detrás de su majestad y la anciana, quienes no dijeron nada ante su presencia.
Al momento en que la anciana Lee entro a la habitación, sintió aquel aroma y pudo ver al chico sobre la cama, su aliento se detuvo, su respiración se cortó y su corazón dejó de bombear, sus pasos quedaron a medio andar, sintió su vista nublarse, su mundo se detuvo al ver a su pequeño Jiminie, postrado en aquella cama.
La anciana se fue acercando lentamente hasta la cama, siendo observada por el Alfa del chico con una expresión interrogativa, pero sin decir absolutamente nada, mientras el doctor no se dió cuenta del cambió de la anciana.
— Mi pequeño... D-ulcesito — Susurró tan bajo la anciana que no fue escuchada por nadie.
Ese era el apodo que ella siempre utilizó para Jimin cuando aún era un niño, lo reconoció por qué de lejos ella siempre lo observó, lo vio crecer, trabajar y luchar por sacar adelante a su madre. No supo más de él cuando su hija falleció, por más que intentó buscarlo, le fue imposible, sin embargó, ahora que lo veía ahí, en esa cama, con un aspecto demacrado, pero con su cabello rosa, un bulto resaltando de su abdomen, un aroma más dulce y ese toque de leche materna, entendía muchas cosas.
Su pequeño Jiminie, ya había encontrado su felicidad, aún si estaba pagando muy caro por ella.
Su pequeño Jiminie, estaba casado con un buen Alfa, que sobre todo, era el rey de Daegu.
Ella estaba feliz de saber que su pequeño tenía una buena vida, por esa razón haría lo que fuera y todo lo que esté en sus manos para salvar la vida del Omega y del cachorro en su vientre.
Al ser ella quien creó todas esas posimas, sabía muy bien como deshacerse de todas, sin embargo el que Yoongi tenga prácticamente veneno en su sistema y Jimin también, se le complicaba todo, pues ambos estaban débiles y que el Alfa este así, debilita también a su Omega, razón por la que necesitaba a ambos para terminar con ambos embrujos.
— Su majestad, necesito que se recueste a la par de su Omega — Yoongi no entendía absolutamente nada, pero no es como que vaya a rechistar, haría todo lo que la anciana le pida, si con ello ayuda a salvar a su pequeño Minnie — Necesito de su sangre para... Para que su esposo beba de ella — Yoongi se exaltó, no entendía por qué debía hacer aquello.
— ¿Beber... De mi sangre? ¿Por....?
— Usted está débil, tiene un embrujo en usted, pero el rey también tiene uno aún más fuerte, una parte de usted aún sigue sana, pero él — Volteó a ver al Omega — Está a nada de que todo el veneno cubra su sistema y toque al cachorro, le daré una posima que acabará con el embrujo que usted lleva, después necesitaré su sangre.
Aún si Yoongi no entendí algunas cosas, no contradijo a la bruja en ningún momento, pues ella sabía lo que hacía, ya después trataría de arreglar cuentas sobre las posimas que su hermano y él bebieron y del cual su bello Omega también está siendo víctima por culpa de la loca de Ji-eun.
La anciana Lee empezó preparar una posima, de la cual no demoró más de tres minutos, Yoongi se mantuvo pegado a su pequeño todo el tiempo, abrazándolo con tanta delicadeza que causó ternura en la anciana.
Esta misma terminó la posima y le dió de beber al Alfa Rey, sin titubear Yoongi lo bebió todo, hasta la última gota, sintió algo quemar en su interior, su lobo retorcerse y una parte de él debilitarse en segundos. Sin embargo, duro tan solo 5 segundos, de los cuales después no sintió nada, fue tan rápido que creía haberlo imaginado todo. La anciana sonrió al no percibir ningún veneno en el Alfa, después le pidió al doctor Oh que sacará sangre del brazo del rey Min, este lo realizó, asombrado de todo lo que la anciana o bruja como él le decía, estaba realizando.
Al tener un tuvo de sangre lo entregó a la anciana Lee, quien pidió a Yoongi que siguiera cerca del Omega, pues este una vez despertace buscaría el aroma de su Alfa, de no ser así entraría en pánico. Yoongi tomó la mano de su pequeño y acarició el dorso de esta. La anciana vertió otra posima junto a la sangre, lo cual mezcló creando un color más oscuro casi negro, vertió todo el líquido sobre los labios del menor, el cual se fue deslizando lentamente por la garganta de este mismo, esperaron más de dos minutos para obtener algún resultado, el cual estaba demorando demasiado a vista de la anciana, quien sabía debía obtener algún resultado pronto.
Pasaron cinco minutos y el tono amarillento y pálido en la piel de Jimin empezó a tomar su color natural, tan claro y brillante como realmente es, sus labios abultados empezaron a tener su color rosáceo, su cabello tomo el mismo brillo que antes, un rosa llamativo pero tierno, la manita que sostenía el Alfa entre las grandes suyas, se apretó y con ello una radiante sonrisa se formó en los labios del mayor.
Jimin abrió sus ojos, sin embargo el aire le empezó a faltar, Yoongi se preocupó tanto que no sabía que hacer, hasta que la anciana le dijo que solamente lo abrazará, lo cual hizo el mayor. Abrazó a su lindo Omega y este cerró sus ojitos, ocultando su rostro en el cuello de su amado Alfa, aspiró su aroma y se fue tranquilizando poco a poco, hasta que dejó su miedo de lado. Yoongi estaba feliz de tener a su pequeño con bien y que todo haya acabado bien.
— Mi amor, mi pequeño, estás aquí, sigues conmigo, no sabes cuánto... Me preocupe, tuve miedo Minnie — Decía el Alfa entre medio del Abrazó.
Jimin no entendía lo que su Alfa le decía, pues él no recordaba más que haberse metido a dar un baño de tina, del cual se fue adormeciendo y no recuerda más.
— ¿Qué sucedió Yoonnie?, ¿Por qué me siento tan... Cansado? Me duele mucho el vientre, ¿Nuestro cachorrito está bien? — Jimin se separó lentamente de su Alfa y llevó sus manos hasta su bultito, suspiró al verlo aún ahí, pero se sentía fatigado, con calambres y dolores en su vientre y parte baja, hizo un puchero al no comprender nada.
— Todo está bien amor, te contaré pero debes prometerme que no te alteraras, ¿De acuerdo? — Jimin asintió y alzó la vista hasta los orbes negros de su Alfa, notó dos presencias más, por las cuales sintió sus mejillas enrojecer y sentir vergüenza.
Vio al doctor Oh, quien le sonreía cálidamente, devolvió el gesto, aún sintiendo vergüenza. Pudo observar a una anciana, más alejada de ellos, quien le sonreía, pero él no reconocía. La señora Lee creyó que Jimin se emocionaría al verla, pero grande fue su sorpresa cuando su pequeño sólo la saludo con un asentimiento de cabeza y la veía confundido y con una gran interrogativa de quién era ella.
— ¿Quién... Es usted? — Y con aquella pregunta, miles de dudas invadieron a la anciana. ¿Cómo es que su pequeño no la recordaba?, ¿Había perdido la memoria?, Pero... ¿Cómo?, ¿Cuando y por qué?
Tal vez ella ya se veía demasiado mayor y por eso Jimin no la recordaba, pudo encontrar un poco de sentido en aquello, pero entonces una duda surgió en ella. Su hija tenía un poco más de dos meses de fallecida, Jimin no parecía tener más de dos meses de gestación y ya estaba casado, ¿Cómo había sucedido todo aquello y tan pronto? Tenía muchas preguntas y cero respuestas.
— Soy... Lee Seoyeon — Pensó la anciana que con su nombre, Jimin la recordaría. Grave error.
— Mucho gusto anciana Lee, no estoy seguro de por qué están aquí... Espero que Yoonnie me expliqué, ¿Sería de muy mala educación si les pido un poco de... privacidad?
Eso fue suficiente para que la anciana supiera que algo no estaba bien, de por qué Jimin no la recordaba ni con su aspecto físico y menos con su nombre. Tenía que saber la razón, pero no por el momento, estaba aliviada de saber que su pequeño dulcesito sigue con vida y que nada grave le pasaría.
El doctor solo dio instrucciones de que el embarazo de Jimin sería de alto riesgo desde ese día en adelante y que tenía que tomar muchas precauciones, desde ese momento no podría transformarse en su lobo, no podía realizar muchas cosas y al menos un mes debía mantenerse en cama, evitar bajar y subir gradas, cargar cosas pesadas y sobre todo entrar a la ducha el sólo.
Jimin se sentía inútil, pues el amaba hacer muchas cosas sólo, pero si de esas instrucciones depende el bienestar de su cachorrito no se opondría, tenía mil preguntas también, pero sabía que su Alfa se las respondería en su momento.
El doctor y la anciana salieron de la habitación, dejando a la pareja de esposos a solas. Yoongi mimo a su amado Omega, diciéndole cuanto lo ama y que siempre haría todo para mantenerlo feliz.
Le contó a su Omega todo lo que ocurrió, las velas con veneno en el baño, que mandó a tirar todas las velas del castillo y sustituirlas por nuevas. Le contó lo que Ji-eun hizo, a Hoseok, al mismo Yoongi y que el Omega también sufrió por las locuras de la Omega, que escapó y que era probable que sea miembro de los rebeldes.
Jimin estaba tan confundido, pero a la vez en estado de shock, no comprendía como es que todo eso haya ocurrido en tan poco tiempo y que él sin darse cuenta casi pierda la vida, pero le dolió saber que su cachorro estuvo a punto de perderla también.
Agradecía a la anciana, al doctor Oh y sobre todo a su Alfa de haberle salvado la vida.
Jimin no sabía que desde ese momento, muchas cosas cambiarían y él siempre sería el principal afectado.
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
Les pido perdón de ante mano por si no fue lo que esperaban, no se que escribí realmente, lamento si esperaban algo mejor.
No soy experta en brujerías xd pero hice lo mejor que mi mente creó, espero de verdad sepan apreciarlo, como siempre lo hacen.
Quiero informarles que dentro de un par de semanas o menos quizá, eliminaré el cap de la violación de parte de Yoongi hacía Jimin, lo reescribiré y probablemente el cap me quede más corto, pues no dejaré las partes específicas me centraré en dejarlo lo más sencillo posible.
La razón es que me aterra que gaypad me eliminé la obra por ese contenido, en el peor de los casos que algún lector que odié ese tipo de contenido me denuncie la obra y la eliminen. Sólo los que escribimos sabemos lo que cuesta crear una buena obra y de verdad que me dolería más que la eliminen.
Espero comprendan y no duden que pronto pase lo mismo con mi obra El Omega de la mafia, que es peor supongo, que está.
No hablaré de ello aquí...
¡Nos leemos pronto amigos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐