QUERIDO ABUELO

By clvstae

9.9K 1.5K 1K

Donde Louis Tomlinson le escribe cartas a su difunto abuelo contándole su vida y la llegada de cierto chico d... More

𝘘𝘶𝘦𝘳𝘪𝘥𝘰 𝘈𝘣𝘶𝘦𝘭𝘰
𝘈𝘥𝘷𝘦𝘳𝘵𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢𝘴
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 1
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 2
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 3
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 4
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 5
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 6
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 7
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 8
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 9
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 10
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 11
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 12
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 13
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 14
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 15
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 16
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 17
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 18
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 19
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 20
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 21
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 22
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 23
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 24
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 25
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 26
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 27
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 28
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 29
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 30
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 31
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 32
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 33
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 34
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 35
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 36
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 37
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 38
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 39
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 40
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 41
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 42
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 43
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 44
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 45
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 46
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 47
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 48
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 49
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 50
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 51
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 52
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 53
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 54
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 55
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 56
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 57
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 58
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 59
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 60
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 62
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 63
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 64
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 65
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 66
𝘌𝘱𝘪𝘭𝘰𝘨𝘰
El Club de Los Perdedores

𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 61

122 21 39
By clvstae


Eran las diez de la mañana de un frío día y yo me encontraba despierto y vestido, raro para un domingo.

Harry no tardaba en llegar y esa fue la razón principal de mi emoción mañanera. Me entretuve tocando un poco la guitarra, hasta que un grito en la planta de abajo me asustó.

–¡Louis! ¡Harry está aquí! –gritó mamá y sonreí inconscientemente sin dejar de jugar con las cuerdas.

A los segundos se escucharon unos pasos rápidos por las escaleras, y la puerta de mi cuarto se abrió dejándome ver a Harry con un abrigo gris y una tierna sonrisa. Dejé la guitarra a un lado con cuidado y después abrí los brazos en su dirección. Harry me miró divertido y corrió para abrazarme, cayendo yo de espalda a la cama y él arriba mío.

–Hola –me separé un poco para mirarlo y sonreír.

–Hola –respondió mientras yo acomodaba un poco su cabello lejos de sus ojos.

–Aún no te vas y ya siento que te extraño –hice un puchero ladeando un poco la cabeza, sacándole una risa.

–Solo son cinco días Lou –se separó para sentarse en la cama. Imité su acción y me giré un poco para quedar de frente a él.

–¿Empacaste todo?

–Así es, tengo mi mochila en el auto –se encogió de hombros apuntando vagamente la ventana del cuarto.

–¿Seguro? –entrecerré los ojos cruzándome de brazos–. ¿Llevas guantes?

–Sip.

–¿Gorro?

–Si, Lou.

–¿Uno de repuesto por si pierdes el primero?

–No creo que eso sea necesario.

–Bien, como quieras...–lo miré un segundo, pensando qué otra cosa pudo haber olvidado–. ¿Bufanda?

Su silencio acompañado con un puchero me confirmó que no, así que después de regañarlo me levanté y busqué una bufanda en mi closet, para luego acercarme a Harry, quien se había levantado, y pasarla por su cuello.

–Tienes la mala costumbre de helarte a cada momento, y no queremos que te enfermes, ¿o sí? –pregunté haciendo un nudo en la bufanda.

–Creo que no...–negó e hizo una pausa para después mirarme–. ¿Tú me cuidarías si me enfermo?

–Sabes que si ricitos –reí acercándome para besar la punta de su nariz–. Incluso te haría de esas horribles sopas de verdura.

–Sabes que no me gustan –hizo otro puchero mirándome fijamente. Reí negando y después de una pausa lo volví a mirar, esta vez tomando una actitud más seria.

–Escúchame, tienes que cuidarte, y Anne también, ¿de acuerdo? no la desconcentres mientras maneja y si están cansados, deben parar –tomé una de sus manos para darle un apretón.

–Louis, solo es un viaje, no pasará nada malo –sonrió un poco, notando que hablaba en serio.

–Pueden ocurrir muchas cosas Harry, nada me asegura que el próximo viernes vuelvas sano y salvo aquí –apreté los labios mirando nuestras manos juntas.

–Lou, ¿qué ocurre? –con la mano libre tomó mi mejilla y la acarició con su pulgar.

–Es que...por alguna razón recuerdo a mi abuelo, el último día que lo vi estaba en su casa, y me despedí como normalmente lo hacía...sin saber que esa iba a ser la ultima vez que lo iba a ver –me encogí de hombros intentando concentrarme en el calor de su mano–. Mi punto es, que durante el viaje puede pasar cualquier cosa, y tengo miedo de que esta sea la última vez que nos veamos...de solo pensarlo me da escalofrío. Necesito que te cuides.

–Lo haré –sonrió tomando mi otra mano para entrelazar nuestros dedos.

–Hablo en serio Styles, no sonrías así –que me enamoro, pensé y me sonrojé al instante al darme cuenta.

–¿Así como? –sus ojitos se achinaron y sus hoyuelos se marcaron aún más.

–Así...–tragué saliva sintiéndome torpe de repente.

Odiaba cuando los nervios llegaban sin razón al estar con Harry. No pasaba muy seguido, pero cuando lo hacía, me tomaba mucho esfuerzo poder controlarlo.

Me miró unos segundos, en silencio, y soltó nuestras manos mientras subía una para volver a tomarme de la mejilla suavemente mientras se acercaba. Vi como alternaba la vista desde mis labios a mis ojos. Estaba muy nervioso, no sabía qué hacer.

–Harry...–tragué saliva viendo como acercaba su rostro al mío. Podía sentir su respiración mezclándose con la mía, y no podía despegar la mirada de sus ojos. Comenzó a jugar con la punta de nuestras narices, haciéndolas rozar y sonrió, dejando a la vista sus lindos hoyuelos. Acarició mi mejilla con su pulgar y antes de que pudiera decir algo más juntó nuestros labios, de manera dulce y suave.

No tardé en corresponderle, y sin pensarlo lo tomé de la cintura lentamente, acercándolo más a mí de manera ya familiar. Él pasó sus brazos por mi cuello y sentí su sonrisa bajo mis labios, cosa que me hizo sonreír a mí. Fue un beso tierno y lindo, mejor de lo que alguna vez habría imaginado.
Nos separamos un poco para tomar aire y juntamos nuestras frentes. No quería abrir los ojos, temía que si lo hacía, Harry desapareciera.

–Lou –su voz ronca me erizó la piel, sintiendo nuevamente sus manos en mis mejillas–. Abre los ojos.

–Aún no –negué sonriendo. Podía sentir su respiración cerca de mí, y me sentía extrañamente feliz.

–¿Por qué no? –rozó nuestros labios de manera suave e inconscientemente apreté el agarre a su cintura.

–Porque temo que te alejes si lo hago –tragué saliva sintiendo de repente mis mejillas calientes.

Tenía miedo de que Harry se hubiera arrepentido de besarme y esto cambiara todo. Si, era un jodido cobarde, pero no quería perderlo. Además, no podía creer lo que había pasado.

–Louis –soltó una pequeña risa para después dar un corto beso en mi labio inferior y volver a alejarse–. Si quisiera alejarme, ya lo hubiera hecho...mírame.

Abrí los ojos lentamente, encontrándome con sus brillantes ojos verdes. Tenía una sonrisa que hacía resaltar sus hoyuelos y sin poder evitarlo subí una mano para acariciar su mejilla.

–Me gustan tus hoyuelos –pensé en voz alta y me arrepentí enseguida. No tenía filtro cuando se trataba de Harry.

–A mi me gustan tus ojos –respondió con sus mejillas sonrojadas.

–Si supieras todas las cosas que me gustan de ti no acabaría nunca –le dije con una sonrisa.

Harry sonrió y se escondió en mi cuello. Pasé mis brazos por su espalda fundiéndonos en un abrazo que ninguno quería romper.

–Vamos Hazza, ya es hora –susurré contra su cabello. Ninguno se había movido.

–Está bien –contestó aún desde mi cuello. Pasaron unos segundos antes de que se separara–. No quiero irme.

–Tampoco quiero que te vayas, créeme –tomé su mano y la acaricié–. Pero son solo cinco días, y antes de que te des cuenta ya estarás de vuelta.

–¡Harry! –el grito de Anne desde afuera nos sobresaltó un poco, y Harry hizo un puchero.

–Bien, tengo que irme –dijo para volver a abrazarme. Lo apreté contra mí con fuerza. Estaba tan acostumbrado a verlo todos los días, que estar lejos de él cinco días se me haría eterno. Harry se separó y me dio una sonrisa–. Adiós.

Antes de que saliera de mi cuarto tomé su mano y tras recibir una mirada confusa por su parte, lo acerqué a mí con una pequeña risa. Lo tomé de las mejillas volviendo a unir nuestros labios, dando por hecho que sus besos serían mi nueva adicción.

–Vamos –dije al separarnos.

Tomé su mano y lo arrastré escaleras abajo conmigo. Al llegar a la puerta vi a mi madre charlando amigablemente con Anne en el patio. Ambas se habían llevado de maravilla desde que se conocieron, y eso me hacía feliz.

–Háblame cuando llegues, ¿si? –hablé acomodando el cabello de su frente–. Y por favor Harry, abrígate.

–Lo haré Lou –rió dejando a la vista sus lindos hoyuelos. Se acercó a besar mi mejilla y se separó con una sonrisa.

–Hablo en serio, no quiero que te enfermes –hice un puchero y me acerqué a besar la punta de su nariz.

Salimos afuera para encontrarnos con ambas madres riendo. Anne, al verme, abrió sus brazos y sin pensarlo dos veces me acerqué a ella para abrazarla.

–¡Louis, cariño! –saludó apoyada en mi hombro. De reojo pude ver como Harry se despedía de mi madre con otro abrazo–. Estás muy guapo.

–Anne, nos vimos hace dos días –reí sintiendo arder mis mejillas. Que la madre del chico que te gusta dijese eso frente a él y tu madre no era muy conveniente.

–Mamá, deja en paz a Louis –Harry llegó a mi lado rozando nuestros brazos con una sonrisa.

–Si, lo siento –rió para volver con mi madre y despedirse de ella.

–Nos vemos en cinco días –miré al chico frente a mí y sonreí al ver su pequeño puchero–. Cuídate Hazza.

–Adiós Lou –se acercó para darnos un último abrazo. Antes de separarnos por completo besé su frente, sin importar la presencia de ambas mujeres.

Tras despedirme de Anne ambos se subieron al auto y partieron calle abajo. Dejándonos a mi madre y a mí aún en el mismo sitio.

–Está bien Lou, volverán pronto –me consoló mamá con una sonrisa.

–Lo sé...–asentí viendo el auto cada vez más lejos.

Un nudo de instaló en mi estómago y respiré profundamente para intentar calmarme. Solo eran cinco días, podía con eso.

–Sé lo que te puede subir el ánimo –habló mamá mientras caminábamos de vuelta a casa. La miré levantando una ceja mientras ella pasaba un brazo por mi cintura–. Grease y chocolate caliente.

–Dios, eres maravillosa –pasé un brazo por sus hombros mientras entrábamos en la casa–. No sé qué hice para merecerte.

–Lo sé, soy estupenda –rió soltando el agarre y caminó hasta la cocina–. Tú busca la película, yo haré el chocolate.

–¡Mamá! –la llamé desde la sala. Ella se asomó por la cocina y me miró–. Te amo.

–También te amo cariño –sonrió tiernamente y volvió a la cocina.


Solo cinco días.















–C.

Continue Reading

You'll Also Like

590K 79.4K 46
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
666K 86.4K 63
"Y si no eres el amor de mi vida diré que me equivoque de vida y no de amor" Cuando Izuku observó como Kacchan le decía que sería padre, supo que en...
377K 24.7K 96
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
186K 15.6K 35
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...