Pov Lucy:
La cabeza me dolía mucho, era como un punzón intenso que no paraba. Todo lo veía negro, intenté mover mis brazos pero los sentía pesados y sentía miedo.
Los recuerdos de lo que me pasó llegaron a mi mente de golpe, todo muy rápido en escenas de dos segundos. Otro tipo de miedo se implantó en mi corazón y al mismo tiempo un sentimiento de culpa. ¿Que iba a hacer ahora? Lo arruiné todo...
—Miren, esta llorando.
—¿Habrá recuperado el conocimiento?
—¿Lucy? ¿Puedes oírme?
Podía percibir voces distorsionadas, como si me hablaran debajo del agua. No supe decifrar quién exactamente me estaba hablando, pero eran sin duda las voces de las chicas.
¿Dijeron que estaba llorando? Pues entonces mis lágrimas salían sin control. Me sentía mal conmigo misma, por mi culpa todo se echó a perder.
No quería verlas, no podía dar la cara luego de aquel suceso, fallé.
Le fallé a mis amigas, al club de arte, y también me fallé. Estabamos descalificados del concurso, el club de arte sería clausurado. Flare, Lyon y Jake estarían obligados a cerrar el club que con tanto esfuerzo mantuvieron en funcionamiento.
No quería abrir los ojos, quería seguir aquí, en la oscuridad, sola, sin tener que afrontar las consecuencias de mi error, no les culparía si decidían dejar de ser mis amigos.
—Lucy, sabemos que estás despierta— el tono de la voz ahora se podía oír mejor, más claro. Era Levy la que me estaba hablando, fruncí los labios evitando sollozar.
—Lo siento...— dije en una voz ahogada, las ganas de llorar me estaban ganando.
—Queremos oír tu versión de la historia. ¡Ten fuerzas mujer, al menos danos la cara y miranos a los ojos!— esta vez fue Lissana la que habló.
Solté el airé que había retenido al evitar un sollozo, fue un suspiro largo, dejando salir todo.
Poco a poco fue abriendo mis ojos, viendo primero todo borroso, luego fue haciéndose mas nítido, el rostro de mis tres compañeras bloqueaban el techo.
Me senté en la cama—aún sintiendo mi cuerpo pesado—hasta quedar apoyada en el respaldo de la cama.
Agradecí internamente que me dejaran un momento para recordar todo a detalles, al menos no se encontraban enfadadas acusandome, aunque si eso pasará yo las entendería perfectamente.
—Chicas, yo...— gemí de dolor. ¿Como debía comenzar?
—Solo queremos oírte, Lucy. Todo lo que nos digas, será nuestra única verdad— dijo Juvia de manera rotunda.
Abrí grandemente mis ojos al saber que solo me creerían a mí, sea lo que les dijera. Creían en mi ciegamente, ellas...
—Pero no llores, tonta. Somos amigas, siempre estaremos de tu lado— intervino Lissana.
—Aunque al principio si estábamos enojadas contigo, pero solo hasta que Natsu nos mencionó que no te encontrabas bien, recapacitamos un poco y era injusto acusarte sin antes haber oído tu versión— dijo Levy mientras se sentaba al borde la cama, mientras quitaba mis lágrimas.
—Gracias... yo... en realidad no quise que las cosas se tornaran así— sequé torpemente las siguientes lágrimas que al parecer no dejarían de salir —Bien, les contaré toda la verdad.
Tardé unos minutos en narrar lo que yo había visto y hecho, las chicas escucharon atentamente todo sin interrumpirme. Les conté todo, desde que había visto a Brandish, cuando me enfrenté a ella y lo que pasó luego de eso.
Ví como Juvia apretaba sus manos hasta hacerlas un puño, estaba enojada, mucho.
—¿Enserio esos idiotas te humillaron así?— dijo enfadada.
—Cuando empecé a entrar en pánico, quise salir de allí. Pero una de las estudiantes me tomó del brazo, impidiendome huir y yo la empujé— tomé un poco de airé antes de continuar —Solo quería irme, ellos siguieron riendose pese a que me iba alejando. Llegué a la entrada del colegio y perdí el conocimiento.
—Entonces eso fue lo que pasó— murmuró Lissana, pensativa ante lo que dije.
La única que no volvió a hablar fue Levy, ella se encontraba absorta de todo, la mirada la tenía en algún punto de la habitación, pero en su rostro tenía sus cejas fruncidas, como si estuviera tratando de encajar algo y luego abrió grandemente los ojos.
—¿Que sucede Levy?— le preguntó Juvia, notando también ese comportamiento que tomó de pronto.
Ella nos miró a cada una con una expresión sorprendida, y luego habló.
—Hay algo que deben de saber...
[...]
Habíamos terminado de hablar, aún me encontraba sorprendida por la confesión que Levy nos había hecho. Y tal vez, solo tal vez había una leve esperanza, quizá no todo estaba perdido.
Pero debíamos actuar cuanto antes, y comenzariamos mañana mismo. Las chicas volvieron a tomar la misma actitud amigable que tenían conmigo.
Ellas—sin duda—eran las mejores amigas que podía haber encontrado. Si antes tenía alguna pequeña duda de ello, ahora todo estaba claro.
Fue inevitable no volver a llorar, pero esta vez de felicidad. Los malos recuerdos fueron borrados y reemplazados por ese hermoso desenlace, nuestra amistad seguía intacta.
Luego de la conversación, decidieron que era hora de salir de la cama, y con ayuda de Juvia, caminé hasta la cocina. Si bien no me había pasado nada grave, aún tenía la sensación de tener dos yunques atadas a mis piernas.
Al pasar por el living, me encontré con todos reunidos y sentados en le sofá. El primero en voltear fue Natsu, quién al verme despierta corrió hasta envolverme entre sus brazos.
Me sonrojé tremedamente ante su muestra de afecto frente a todos, no es que me desagradara, solo que, me daba vergüenza las demostraciones en público.
Todos nos miraban, sus compañeros soltaban comentarios burlescos, pero no hacía mí, sino hacía Natsu, quién los ignoró facilmente. Ellos solo querían molestarlo un poco. ¡Hasta Laxus se habia unido!
Y por el lado de las chicas, ellas sonreían felices, demostrando alivio al verme bien.
—Estaba tan preocupado por tí— susurro él en mi oído, calmé mis nervios en un segundo. Y con una sonrisa los abracé también.
—Estoy bien, en tus brazos me siento bien— murmuré, aspirando el rico olor de su perfume.
—Ya ya, calmense tortolitos. Luego podran comerse a besitos— comentó Sting en un tono juguetón, Yukino le dió un codazo por interrumpir la escena.
Me reí ante su comentario pero al contrario de mí, Natsu solto un bufido pero luego escuchar mi risa, formó una sonrisa satisfecha.
—¿Tienes hambre Lucy?— me pregunto Gajeel. Asentí, en realidad tenía muchísima hambre.
El caminó hasta la cocina y luego regresó con un plato lleno de comida casera. El delicioso aroma llegó a mis fosas nasales, desesperada por averiguar si estaba igual de rica que su olor.
Me separé del abrazo de Natsu luego de priorizar mi apetito. Me senté en el sofá y empecé a deborar la comida, y si, era incluso más deliciosa de lo que aparentaba.
—¿Ya todo esta arreglado?— formuló timidamente Mirajane, mirandonos.
—Si. Todo ya esta resuelto— le respondió Levy, tomando mi mano.
—Casi todo. Solo nos queda un pequeño problemita que estoy segura que pronto se resolverá— dijo Juvia, alejándose de nosotros con su celular en la oreja.
—¡Que alegría!— exclamó Yukino —Me alegra que nada haya cambiado entre ustedes.
El ambiente reconfortante se interrumpió por el timbre de mi celular, me guié por el sonido y lo saqué del bolsillo de mi casaca.
—¿Hola?
—¡Lucy Ashley Heartfilia! ¡Te quiero en casa en este mismo instante!
Y la llamada se cortó. No hizo falta ver el mombre de la llamada para saber que esa había sido mi madre, y al parecer, no estaba nada feliz.
—Wow, y yo creyendo que las fairys gritaban más
—¡Gajeel!— gritó Rogue, tirandole un pequeño manotazo en su pecho. El susodicho aclaró la garganta antes de disculparse por su comentario.
—¿El director le habrá informado sobre el pequeño incidente?— preguntó esta vez Levy.
Yo aún seguía paralizada por el tono con que mi linda madre me había llamado, hasta estoy segura que en estos momentos me encuentro pálida.
—¿Lucy? ¡Oh no! ¡Le ha dado la garrotera!— exclamó Yukino. Y tenía mucha razón, estaba muy segura que mi madre me crucifijaria viva apenas pisará la casa, no sin antes lanzarme las sandalias con su increíble puntería.
—¿La garro... que?— dijo Sting.
—Es un tipo de estado de shock, era de un programa de televisión de hace tiempo— explicó Lissana.
Oh dios... ella me va a matar.
—¡Lucy, reacciona!— gritó Juvia, la cual había regresado a la habitación.
—D-debo irme ahora— aún con temor, empecé a caminar y antes de subirme al ascensor, regresé la mirada hacía el grupo —S-si no regreso antes del desayuno, llamen al 911.
Y finalmente dejé el departamento bajo la mirada desconcertante de todos.
[...]
Toqué la puerta con leves golpes, esperando impaciente a que me recibieran.
Un click se escuchó, antes de revelar la figura de mi hermano detrás de la puerta, su sonrisa burlesca sobresaltaba en su rostro. Gruñí internamente aguantandome las ganas de borrarsela de un golpe en esa—según el—dentadura perfecta hecha por los mismo dioses.
—Asi que la bestia viene a enfrentar su destino, su cruel y divertido destino— se mofó.
—Apartate, rotura de condón— hablé. Ingresé a la casa, escuchando las pisadas de los tacones de mi madre pasar por la cocina.
—Luke, ve a tu habitación— dijo con una voz exigente, sin quitar su mirada de la mía.
Mi hermano pasó por mi lado, hasta desaparecer de la sala. Al parecer eramos los únicos en casa, no había rastro del dúo problemático.
—Má...
—Solo quiero entender una cosa, ¿porque rayos recibí un comunicado de la escuela a mi correo hoy en la mañana, manifestando que mi querida Lucy Ashley Heartfilia se encuentra suspendida en una actividad importante de la escuela, y por si fuera poco, con una sanción del 50% de su calificación final? ¿Que tienes que decirme con respecto a eso?
—Eso fue solo un mal entendido, lo que pasó en realidad fue que...
—¡Lo que pasó en realidad es que desde que te dejé ir con tu grupo de amigas, te has tomado una libertad que aún no te corresponde! Te lo dije aquella vez Lucy, si me dabas tan siquiera una mísera razón te sacaría de allí. Ahora resulta que te encuentras metida en un problema grave con la escuela por tus tonterías.
—¡Pero...!
—¡Silencio! Tienes una hora para ir y regresar con tus cosas, no te quiero viviendo allá un solo minuto más. Y más te vale que resuelvas el problema al cual te has metido, es hora de que te hagas responsable de tus actos.
—¡¿Que?! ¡No puedes hacerme esto! ¡Mamá por favor, escúchame!
—Lo he hecho desde siempre, Lucy. Pero es hora de que te ponga límites, cuando regreses, estarás castigada por un mes sin celular ni salidas. Puedes irte.
Me quedé de piedra, observando la silueta de mi madre desaparecer escaleras arriba. Las palabras se quedaron en mi boca, dejándome con todas las explicaciones que iba a darle.
—¿Monstruo?— la voz de Luke lo escuchaba lejana, mientras que mis pensamientos seguían atacando a mi pobre mente.
Sentí el temblor del sollozo en mi cuerpo, las lágrimas acumulandose en mis ojos, mientras trataba de controlar el llanto.
¿Que se supone que debería hacer ahora? ¿irme sin más de mi más grande anhelo?
—Hey, no llores— mi hermano trataba de secarme las lágrimas que bajaban por mis mejillas.
—¿Que voy a hacer...?— murmuré entre sollozos aún con la mirada pérdida.
—Número uno, dejar de llorar porque me estas manchando de tus asquerosos mocos— dijo con una mueca —Número dos, contarme que pasó exactamente. Vamos a tu habitación.
—¿No la escuchaste? Solo tengo una hora para empacar y regresar aquí.
—Shhh... nuestra madre dice cada cosa cuando esta enojada, ya verás que cuando se le pase, podrán hablar tranquilamente. Ven.
Tomé su mano, dejándome guiar hasta mi habitación. Cuando llegamos, él cerró la puerta, y se sentó en la silla de mi escritorio.
Caminé hasta sentarme en la cama, y con una gran exhalación para calmar el hipo, empecé a contarle todo lo que pasó en la escuela.
—Entiendo. Sabes... me siento muy decepcionado de tí.
—Lo sé, lo que hice no...
—¿Como se te ocurre ir hacia la boca del lobo sin una prueba contundente, y más encima salir de allí con la cola entre las piernas? Mi auténtica hermana le hubiera arrancando todo su cabello como una bestia. ¿Que te ocurrió Lucy?— comentó con el ceño confunso. Mi expresión se congeló por su sorpresiva respuesta.
—¿Espera, querías que la lastimara?— pregunté anonadada.
—¡Obviamente! Quiero decir, si al fin y al cabo te iban a sancionar, era mejor que aprovecharás esa sanción al máximo y dejarle en claro que nadie se puede meter con nosotros.
—... ¡Tienes razón! ¡Rayos, no se en que estaba pensando!— exclamé totalmente enfadada por mi actitud, si lo hice con Sorano, ¿porque no hacer lo mismo con Brandish? ¡Tonta Lucy!
—¿Y cuál es el plan? Porque hay un plan para recuperar tu reputación, ¿no?— preguntó Luke, mirándome atentamente.
—Claro que si, pero ya que me has dado una razón válida para vengarme, creo que podré modificarlo un poquito.
—Uy... esa sonrisa de demonio, me gusta.
—¿Pero, que haré con mamá? Ya me dió un ultimátum, tengo que irme de allí.
—No hagas tanto drama, quédate por hoy y veamos como se llevan las cosas mañana. Solo trae tu uniforme y tus libros, algo me dice que las cosas se resolverán más rápido de lo pensado.
—Oye... gracias por... por... ¡Ahg! ¿ Te parece mejor que te compre la comida de tu rata?
—Trato hecho. ¡Y no es una rata! Es una clase de hámster de linaje...
—Si si. Una bolsa de comida para la rata de la realeza— hablé restandole importancia —Me tengo que ir, se hará más tarde. Nos vemos en un rato.
Salí de mi habitación tan rápido que sin querer, terminé chocando con alguién.
—¡Oye! ¡Ten más cuidado, por poco casi tiras mi trabajo de la escuela!
—¿Beth?
—¿Que? ¿Acaso el golpe con la acera te hizo más tonta de lo que ya eres?— rápidamente se cubrió la boca al decir eso.
—¿Q-que dijiste?
—No dije nada. Ahora apartate que tengo prisa— con un empujón de hombro, me hizo a un lado y siguió su camino.
Me quedé estática, mirandola alejarse por el pasillo hasta perderse.
[...]
—Regresaste.
La silueta de Juvia fué lo primero que ví al abrirse las puertas del elevador. El departamento se encontrába a oscuras y no había señales del resto de los chicos ni de las chicas.
—Los chicos salieron a un ensayo imprevisto y la chicas fueron a la pizzeria— me explicó al ver mi expresión confusa.
—Lo siento, pero solo regresé por mi uniforme y un par de cosas. Tengo que regresar a casa— ella me siguió hasta la habitación que compartía con Natsu.
—¿Porque? ¿Que pasó?
—Mi mamá fue notificada del problema que tuve hoy y toda las sanciones que me dieron. Estoy castigada y debo irme de aquí.
—Pero...
—Tranquila, tengo planeado algo con mi hermano. Si resulta, mi castigo será anulado— expliqué mientras cerraba mi pequeña maleta, una de las que traje.
—Nosotras trataremos de reunir pruebas contra Brandish y resolver todo este embrollo.
—Gracias, no saben cuan agradecida estoy con ustedes.
—Eres nuestra amiga Lucy— susurró al mismo tiempo que me envolvía en sus brazos.
—Tengo que irme ahora.
—Te acompañaré hasta el Lobby.
Bajamos por el ascensor, hasta llegar a la recepción, ella me acompañó hasta la puerta y antes de irme hasta la parada de buses le dejé un recado.
—¿Puedes decirle a Natsu que le escribiré mas tarde?
—Claro. Yo se lo haré saber.
—Y cuéntales a las chicas el porque no estaré hoy aquí.
—Lo haré, ve con cuidado y escribeme cuando llegues.
—Esta bien. Nos vemos mañana en la escuela.
—Hasta mañana— dijo y me despidió con una sonrisa en el rostro.
Caminé con mi maleta en la mano, tratando de encontrar alguna evidencia que pueda salvarme del castigo que me habían impuesto y al mismo tiempo conseguir que mi grupo sea readmitido al concurso de talentos.
Yo había visto a Brandish afuera del gimnasio, ella estaba expiando nuestro acto, lástima que solo yo haya sido capaz de notarla.
Mordí mi lengua al no tener nada que pudiera usar en su contra, pero no me rendiría, aún contabamos con tiempo para resolver el problema, solo debía encontrar una pista, algo con que inculparla.
Mi celular interrumpió mis pensamientos, era un mensaje de Natsu.
—¿Cómo estás?
—Estoy bien, ¿Que tal el ensayo?
—Agotador, nos estamos tomando un descanso. ¿Haz vuelto a sentir un mareo? ¿Debilidad? ¿Alguna cosa?
Sonreí por su preocupación, y le respondí.
—Estoy bien, solo necesitaba una siesta. Ya estoy mucho mejor.
—Me alegro, ya me siento mas tranquilo. Bueno. Debo volver al ensayo, cuídate y nos vemos más tarde.
—¡Espera! Olvidé decirte que hoy no estaré en el departamento. Tengo un problema en casa, pero lo solucionaré. Asi que no te preocupes y solo centrate en el ensayo. ¡Mucha suerte!
—Te amo ♡.
—Te amo más ♡
Pero de esto lo hablaremos luego. ;)
Guardé el teléfono después de lanzar un suspiro, deseaba mucho quedarme y esperarlo. Pero hoy no podría hacerlo, aún así, esta sería la única noche en dónde me ausentaría, mañana comenzaría mi tarea de encontrar alguna evidencia que inculpe a Brandish.
El autobús se estacionó en mi parada, caminé hacía la puerta y abordé el transporte. El manto nocturno me acompañó en todo el camino, y cuando el sol saliera, mi tiempo daría comienzo.
La vieja Lucy había regresado y esta vez, no se dejaría pisotear por nadie. Ya no volvería a esconder mi verdadero ser, preparate Fairy Tail. Lucy Heartfilia, había vuelto y cobraría venganza contra los que se burlaron de mí, tal cuál como en la anterior escuela.
El juego había comenzado.
Continuará...
—INFORMACIÓN—
✿ Autora: Mei_Dragneel
✿ Los personajes de Fairy Tail no me pertenecen
✿ No te olvides de comentar y si te gusta mi contenido, apoyarme con un voto y unirte a esta gran familia amantes del Nalu.
✿ Número de palabras: 3000
✿ Prohibido el plagio o adaptación de esta historia. Usa tu imaginación por favor, es lo que vale más.
—NOTA—
✿Lamento haberme desaparecido por mucho tiempo. Necesitaba un pequeño descanso para plantearme la idea de como quiero terminar esta historia, sé que les comenté que tenía un final ya planeado, pero me puse a cuestionarme ¿Es esto lo que quiero? ¿Es el final que esta historia merece? ¿Puedo crear uno mejor?.
No solamente me ausenté por esto, sinceramente dejé pasar muchos meses antes de volver a sentirme capaz de poder escribir de una manera fluida. Y volver a tener esa inspiración y amor de contar un cuento a través de la escritura.
✿ No les voy a mentir, en todo este tiempo no he avanzado mucho en mis escritos, cuando lo intentaba, sentía como si hubiera perdido mi toque, los párrafos los sentía forzados, sin gracia y sin el amor correspondiente. Aún sigo trabajando en ellos, me tomo mi tiempo para volver a dejarme llevar, paso a paso pero lo voy consiguiendo.
✿ Gracias de verdad a todas las personitas que siguen junto a mí, que me siguen apoyando y que sigan esperando un nuevo capítulo de esta historia. El capítulo de hoy va dedicado a toda esa gente maravillosa que no dejó en el olvido este relato. Y que siguió mandandome mensajes sobre si regresaría a escribir. ¡LOS AMO Y MUCHAS GRACIAS!
✿ Espero poder retomar mi capacidad narrativa, me siento un poco oxidada, daré mi mejor esfuerzo luego de este lapso de tiempo que tuve para mí. ♡
✿ ¡Un abrazo a la distancia y un sincero agradecimiento por seguir junto a mí. Aún tienen a Mei_Dragneel para rato, tal vez con retrasos, pero ahí seguiré. ^^
¡NOS VEMOS EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO DE "MI NOVIO EL FAMOSO IDOL"
♡