A las siete en punto, Gu Wei aparcaba el coche de sus tíos frente a la mansión Doaming. Chen Xiaoxi desabrochó su cinturón y poco antes de bajar, su primo la detuvo.
-Luces muy bien, Xiaoxi. De verdad estás muy linda.
-Gracias primo.
-Te irá bien. Confía en ti y siempre sé tú misma, ¿de acuerdo?
-De acuerdo.
Gu Wei observó a su prima bajar del auto y caminar con un poco de nervios hasta dentro de la casa.
Se sentía tan feliz por ella. Había visto como horas atrás, los F4 (a excepción de A-Si) habían llegado a su casa y la habían transformado.
Quizás aquel grupo de chicos le resultaba molesto, pero en ese momento, les agradecía la atención que pusieron en la menor.
Una vez más, observó la mansión y al no ver más a su prima, encendió el auto y se marchó.
Dentro de la enorme mansión, había un grupo pequeño tocando música de jazz con un volumen moderado, que permitía a los participantes de la fiesta charlar sin molestias.
Chen Xiaoxi caminó con nervios. No conocía a nadie ahí, a excepción de los F4, que fueron los primeros en verla y llegar hasta ella.
-Mira nada más, Xiaoxi, luces muy bien.
-Sí, de no ser por tu pequeña estatura, no te hubiera reconocido -se rio Meizuo.
-Xiaoxi, A-Si está por ella, deberías buscarle -le dijo Lei.
-Aquí estoy bien -respondió la menor, sin moverse -Eh, por cierto, Lei, ¿Dónde está Jing?
Tanto Xi Men como Meizuo carraspearon sus gargantas para interrumpir a Xiaoxi.
-Mira... ¿esa no es Zhao Lusi? ¿La actriz de Cinderella Chef? -preguntó Meizuo para tratar de desviar la coversación.
-Creo que sí, deberíamos más tarde buscarla y pedirle un autográfo.
Xiaoxi miró a Hua Zalei y notó en él esa miradita tierna que siempre le había causado ternura. Algo le había pasado. Pero aquel no era un buen momento para hablar del tema. Quizá después le pregunte.
Caminaron un poco entre los invitados y los chicos observaban a cada invitado que llegaban y le hacían conocimiento a Xiaoxi de quién se trataba, a qué se dedicaba y si venía o no de una familia poderosa.
Pronto, A-Si llegó. Caminó entre la gente, agradeciendo a todos por los regalos y felicitaciones. Después, no pudo evitar dejar de ver a Xiaoxi.
La miró de pie, junto a sus tres mejores amigos. Un bonito vestido blanco resaltaba su tono de piel. Lo cautivó.
Avanzó hacia ella, ahora ignorante ante los demás.
-¡A-Si! -dijeron al unísono sus amigos.
-¡Xiaoxi! -dijo él, sin dejar de ver a la menor -viniste.
-Sí... -susurró ella sintiendo cómo la sangre le subía a las mejillas.
-Genial. Te estaba esperando. Quiero presentarte a alguien.
Xiaoxi, obviamente, no quería moverse de su lugar y mucho menos que A-Si le presentara a alguien.
Doaming Si, tomó a la menor de la muñeca e intentó caminar, pero sin éxito. Entonces notó lo aferrados que estaban sus pies al suelo. Con un poco de fuerza, tiró de Xiaoxi, y, con la resistencia que puso ella, lo único que logra-Síron fue que la menor perdiera el equilibrio.
Trató de sostenerse, pero la vergüenza de estar perdiendo el porte la abrazó y provocó que terminara de caer por completo.
Nadie la ayudó a ponerse de pie.
Permaneció en el suelo, tirada, por unos minutos y con la mirada de todos sobre ella. Cuando Doaming Si reaccionó, fue demasiado tarde.
Una mujer de estatura media, delgada y muy, muy elegante, se paró frente a Xiaoxi y la miró como si fuera un bicho raro.
Xiaoxi miró de pies a cabeza. Era la mirada más fría que había visto jamás.
-Señorita, ¿quién es usted? -preguntó con un tono a penas audible.
Doaming Si corrió hacia Xiaoxi y la ayudó a levanarse, arrepentido de haber provocado eso.
-A-Si -habló su madre -¿Ella es tu amiga?
-Sí.
Doaming Feng, miró una vez más a Xiaoxi y dijo:
-Entonces, sácala de mi casa.
Cada invitado en la casa miraba con atención aquella escena y sintieron una corriente fría cruzar por sus espaldas cuando la madre de A-Si habló.
-¿Escuchaste lo que dije? -le preguntó la señora Doaming al ver que su hijo y su amiga no se movían ni un centímetro.
-Te escuche -le respondió A-Si con el mismo tono frío -pero no lo haré, lo siento.
-¿Qué dijiste?
Aunque no lo demostrara, Doaming Feng estaba empezando a perder la poca paciencia que tenía.
-No lo haré porque quiero presentarte a alguien -tomó con delicadeza la mano de Xiaoxi y la invitó a dar un paso al frente. La menor seguía con la mirada baja -madre, ella es Chen Xiaoxi y es muy importante para mí y es la chica que me gusta. Espero que la aceptes.
Doaming Feng volvió a mirar a Xiaoxi. La escaneó con la mirada y pudo sentir el miedo que rodeaba a la menor.
Con frialdad, sonrió y se volvió a dirigir a su hijo:
-¿Te das cuenta de lo que acabas de decir?
-¡Sí!
-¿De verdad?
Los amigos de Doaming Si estaban igual de nerviosos que Xiaoxi. Ellos, mejor que nadie, conocían el tipo de mujer que era la madre de su amigo.
Por fortuna, la lealtad que tenían hacia Doaming Si era más grande que su miedo y les dio a los tres el coraje suficiente para meterse en la conversación.
El primero en hablar fue Xi Men, que enseguida comenzó a presentar a Xiaoxi, diciéndole a la señora Doaming que ella también iba a la escuela con ellos y lo unidos que eran los cinco. Mas sin en cambio, eso no pareció importarle a Doaming Feng y los silenció enseguida.
A aquella mujer poco le importaban los valores, la amistad o la unión. Era una mujer fría que se fijaba en lo que le convenía a ella y sus negocios.
Los F4 sabían que Xiaoxi no sería aceptada tan pronto por aquella mujer y comenzaron a mentir.
Huaze Lei fue el primero en hablar: mencionó que el padre de Xiaoxi era un importante hombre de negocios en Taiwán. De ahí, Meizuo agregó que era buena con los instrumentos musicales y Xi Men terminó por agregar que era una chica con clase.
Chen Xiaoxi no pudo continuar con la farsa. Sabía que entre más cosas se inventaran aquellos chicos, peor sería el resultado de las cosas.
-Tagore dijo una vez: "Engarza en oro las alas del pájaro y nunca volará al cielo" -dijo interrumpiendo las mentiras de los chicos -el valor de una persona no lo define su clase social. No vengo de una familia conocida. Mi padre ni siquiera tiene un negocio propio. Sólo sé tocar una canción con el piano. ¿Y eso qué? Mi corazón es grande y honesto.
Lei, Meizuo y Xi Men, miraron a Xiaoxi con orgullo.
Ellos, antes eran el mismo tipo de persona que describió en la cita de Tagore. Sus padres los llenaron con todas las comodidades del mundo y ellos supieron gozarlo y aprender. Pero desde que conocieron a Xiaoxi, entendieron que muchas cosas, sobre todo el amor, no lo puede comprar el dinero.
Doaming Feng, fingió comprender a Xiaoxi, y con el mismo tono que había usado desde que apareció dijo:
-A-Si, la crianza de tu amiga es interesante. Seguro que tendré tiempo de visitar algún día a su familia.
El mencionado, con severa molestia, se acercó a su madre, gritando.
-¡No me importa de quien sea hija! ¡Ella me gusta!
-Pero eres el único hijo y heredero de esta familia, ¿crees que una chica tan maleducada está a tu altura?
-Ella es la chica que me gusta, ¿cuántas veces debo repetirlo? Quiero estar con ella.
El corazón de Xiaoxi se conmovió tanto que quiso soltarse a llorar enseguida.
Siempre quiso escuchar esas palabras salir de la boca de alguien más, y creyó que el día que las escuchara se volvería loca. Pero loca se iba a volver si no se daba cuenta de una vez por todas que Doaming Si era el nombre que su corazón estaba gritando.
Se puso de pie, interrumpiendo a madre e hijo, y se disculpó por ello.
-Señora Doaming, detengase. A-Si y yo...
-Sí. Nos gustamos -la interrumpió A-Si -y me iré con ella, dado que no aceptas.
A-Si caminó un par de pasos al frente y llegó hasta la menor. La tomó de la mano y la dirigió hacia la salida.
-Si te atreves a salir por esa puerta, asume las consecuencias -terminó por decir con un tono frío la señora Doaming.
A-Si se detuvo sólo unos segundos y enseguida continúo su paso.
-¡A-Si! -gritó Xi Men -lo necesitaras.
Le lanzó las llaves de su auto.
-Gracias.
Ambos desaparecieron a través del pasillo y un segundo después, salieron de la mansión Doaming y llegaron pronto hasta donde el auto de Xi Men estaba aparcado.
Xiaoxi estaba completamente sorprendida de lo que acababa de suceder.
¡Doaming Si había desafiado a su madre! ¡Por ella!
💫🌸💫🌸💫
Al cabo de un rato, A-Si llevó a Xiaoxi hasta uno de los rascacielos del Grupo Hotelero Doaming.
La menor desconocía qué hacían ahí y sólo se dejó llevar por la vista cuando salieron al exterior.
-¡Wow! -corrió hasta el barandal de cristal y admiró los edificios luminosos de la ciudad de Pudong -¿Dónde estamos? -le pregunto a Doaming Si.
Sin duda su miedo ya había pasado. Ahora se sentía más relajada y aquella bonita sorpresa le habían terminado por quitar todos sus malestares.
-Es uno de los edificios de mi familia. La última vez que vino mi madre aquí, quiso renovarlo, pero al parecer lo olvido, porque todo sigue igual.
Xiaoxi se sorprendió con eso.
Ella sabía que la familia de A-Si era poderosa y que manejaba negocios, pero nunca se imaginó de qué tipo.
¿Un hotel con rascacielos? había visto anuncios en internet de ese tipo de hoteles y todos resultaban ser muy caros. No se quería imaginar ni siquiera cuantos.
Trató de cambiar de tema y se dedicaron a hablar de otras cosas. Como por ejemplo los regalos que le habían dado a Doaming Si aquella noche.
-Son regalos que al final de cuentas irán a la recaudación para los orfanatos. Mi familia hace ese tipo de eventos para reducir los impuestos. Ya sabes, lo que hacen todos los grupos grandes.
Xiaoxi únicamente asentía. Sinceramente nunca había prestado suficiente atención a sus clases de economía y no entendía cómo funcionaba el mundo de los negocios y mucho menos el de los impuestos.
-Por cierto, no he visto tu regalo de esta noche. ¿Cuál era?
Xiaoxi apretó el asa de su bolso. Después de ver los obsequios tan caros que le habían llevado, se sintió terrible con el suyo.
-Lo he olvidado -mintió -quizá después te lo lleve a la escuela.
-Mientes -dijo A-Si mirándola a los ojos -el mejor regalo que me pudiste dar es estar aquí, esta noche, conmigo.
A-Si dio un paso al frente y colocó su mano en el hombro de Xiaoxi. La menor sintió lo que venía a continuación y enseguida puso su bolso en medio de los dos.
-Tu ganas. Tu ganas.
A-Si tomó el bolso y sacó de dentro una caja.
-¿Qué es esto? -le preguntó.
Abrió la caja y se encontró con las galletas que Xiaoxi había horneado la noche anterior. Sacó una por una y no pudo evitar sonreir.
Esas galletas tenían su rostro dibujado con sus diferentes expresiones.
-Me hubiera gustado comprarte algo de valor, pero no tengo mucho dinero en mis ahorros. Pero esta bien, no tienes que comerlas si no quieres...
-¿Estás loca? ¡Es el mejor regalo que me hayan dado nunca! -dijo feliz A-Si guardando de nuevo cada galleta en la cajita y procurando que no se desvoronen -nunca nadie me había preparado algo así.
Xiaoxi sonrió.
Los dos se miraron por unos segundos a los ojos y sin decir nada, se fueron acercando poco a poco hasta que se dieron ese tan ansiado beso que Doaming Si había estado esperando desde hacia mucho tiempo.
Ahora estoy segura. Doaming Si es al que quiero... pensó Xiaoxi, dejándose llevar por lo que su corazón gritaba.