Annie's extras: Bright years

By -luxtomlinson

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Serie de extras de la saga Annie en Hogwarts [ HERMOSA PORTADA HECHA POR @ArynEditorial ] More

ANNIE'S EXTRAS
Carta de los padres de Edward
ยฟQuรฉ es lo que sigue?
Graduaciรณn generaciรณn 1991-1998
Buscando el lugar adecuado
Una pequeรฑa reuniรณn
La vida diaria
Buscรกndolo
Una navidad en familia
Diez aรฑos y un paso mรกs
Carta de Annie a Harry
Cuando todos se enteran
Una pequeรฑa visita
> 31 de Octubre <
Preparativos y una gran sorpresa
El gran dรญa
Despedida en el andรฉn
La casa ideal
Un nuevo Potter
Mudanza
La noticia
Antojos nocturnos
> Cicatrices de guerra <
Nuevo Weasley
Nuevo miembro y compras
Un Harry paranรณico
La llegada de James
Una navidad mรกs
Aniversario
Nacimientos y nombramientos
ESPECIAL: 2 aรฑos de Annie 1/3
ESPECIAL: 2 aรฑos de Annie 2/3
ESPECIAL: 2 aรฑos de Annie 3/3
Dรญa de fin de semana
Primer dรญa
El dรญa con los niรฑos
Fiestas de cumpleaรฑos
Una semana sin Annie y Harry
El ejรฉrcito se despide en el andรฉn
Guรญa - Niรฑos tercera generaciรณn
Un dรญa comรบn en Hogwarts
El final a nuestros ojos
AGRADECIMIENTOS

Fiesta en la Madriguera

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By -luxtomlinson

Junio, 2007

Annie subió las escaleras después de haber revisado la hora en el reloj de la cocina.

Esa tarde irían a la Madriguera para celebrar el cumpleaños número 6 de Ryan, hijo de George y Lee. En esos momentos, Harry tuvo una reunión con McGonagall de las nuevas planeaciones para el siguiente año escolar y Annie no tenía ni idea en donde estaba Edward.

Se dirigió a la habitación de los mellizos primero. Era color azul, con dos cunas. En esos momentos, Lily y Leo ya debieron de haber despertado de su siesta.

Al entrar, claramente la hora del sueño ya había pasado. Ambos bebés estaban de pie en sus cunas, sosteniéndose de los barrotes.

-Mamá.

-Hola corazón -saludó Annie a Leo sonriéndole enternecida. Este gorjeó emocionado y alzó sus brazos. Annie se acercó y lo alzó, besando su mejilla sonoramente haciéndolo reír-. Tuviste una buena siesta, hm. ¿Quieres energías para jugar con Scorpius?

Annie se dirigió hacia la otra cuna, donde pudo ver a Lily sentada, al parecer se habia cansado de estar de pie. Era la más tranquila de los tres, dormía mucho y era callada, pero no menos risueña.

-Hola mi vida -saludó Annie. Ella también alzó sus brazos y la castaña suspiró antes de murmurar un hechizo para hacerla flotar, cosa que le sacó varias risas, y así poder agarrarla más fácilmente en su otro brazo, y le besó la mejilla haciéndola reír más- tenemos que cambiarlos a ustedes dos. En cuanto estemos allá, no me verán. Se los llevarán lejos de mí, se los advierto.

-¡Mamá!

Annie se giró y pudo ver como James caminaba hacia ellos con su pijama de animalitos.

-Hola mi amor. ¿Sabes dónde está Edward?

Este se encogió de hombros y negó con su cabeza. Annie suspiró y acomodó a sus hijos en brazos.

-Vamos a la habitación para cambiarlos. ¿Quieres ir a la Madriguera, James?

-¡Sí! Para ver a Leah, Adhara, Dominique...

Para tener casi tres años, James hablaba demasiado bien. Habia muchas veces en las que sí se revolvía o no sabía decir bien algo, pero aprendía muy rápido. Influencia de Hermione tal vez.

Los llevó a los tres a la habitación y dejó a Leo y Lily en la cama.

-¡Edward Potter!

Annie se aseguró de que James no se caía mientras subía él solo a la cama. Leo y Lily lo veían con curiosidad. Teddy no tardó mucho en aparecer por la puerta.

-¿Puedes cuidar de tus hermanos en lo que yo voy por su ropa?

Este resopló resignado.

-De acuerdo.

Annie le sonrió y al momento en el que pasó por su lado, le acarició el cabello para después salir y dirigirse primero a la habitación de James y escoger algo de ropa, y hacer lo mismo para los mellizos. Cuando volvió, Edward estaba sentado enmedio de la cama con Lily en su regazo. James estaba frente a él intentando explicarle algo haciendo ademanes chistosos y Leo estaba brincando, con el brazo de Edward a su alrededor para evitar que se caiga.

-James cariño, ven.

El castaño estuvo reacio al principio por que quería seguirle hablando a Teddy pero obedeció. Annie se dedicó a cambiarlo echándole un ojo a Leo que al parecer se había calmado y encontraba muy divertido el pelo de Edward, quien estaba mirando a su hermano de reojo.

-¿Cuáles zapatos quieres ponerte, James?

-¡Rojo!

-Ve por ellos, entonces. En lo que cambio a tus hermanos.

James se bajó de un salto de la cama y salió de la habitación. Annie tomó a Leo y lo puso de pie frente a ella.

-Vamos a ponerte muy guapo -dijo Annie poniéndole un pantalón. Leo intentaba resistirse pero Annie lo retenía en su lugar.

-¿A qué hora iremos? -preguntó Teddy pasando su mano por el cabello castaño de Lily. La niña se entretenía escondiéndose en una sábana.

-En un par más.

Annie le pasó la camiseta a Leo por la cabeza, cosa que al niño siempre le daba risa y se la contagiaba a Annie.

-Bueno, ya estás listo. Quédate aquí sentado, ¿eh? Creo que tengo unos juguetes por aquí.

Annie se giró y tomó un par de bloques y se los pasó a Leo. En eso, llegó James con sus zapatos favoritos, para sentarse en la cama, y balancear sus piernas en espera de ayuda.

-Lily, vamos corazón.

Annie la tomó en brazos y también hizo que estuviera de pie frente a ella. Estaba a punto de cambiarla, cuando una voz resonó por la habitación.

-¿Hay reunión familiar?

-¡Papá!

Las voces de los tres niños sonaron idénticas. James se bajó de la cama y corrió hacia Harry, en lo que este recibía a Leo y Lily en brazos, evitando que caigan de la cama. Harry tenía una enorme sonrisa mientras los abrazaba y asentía a lo que sea que James estaba contándole. Annie se cruzó de brazos, sin poder ocultar su sonrisa. Edward rodó los ojos. Él conocía esa mirada en su madre, se pondrían cursis, de nuevo.

-¿Tú ya no me saludas, mocoso?

-Creo que estás ocupado, papá.

-¿Y a mi tampoco me saludas?

Harry levantó la vista hacia Annie y le sonrió enormemente.

-Hola, amor.

-¡Papá, papá! ¿Me ayudas con mis zapatos?

-Hum.. bueno, siéntate en la cama.

Harry se acercó hacia donde estaba Annie y dejó a Lily y Leo sobre la cama. La castaña tomó a Lily en brazos y dejó que Leo volviera a sus bloques. Edward se había recostado en la cama, muy acostumbrado.

Harry se acercó a Annie y la besó.

-¿Qué tal te fue?

-Planeaciones, alumnos, bla bla.. -murmuró Harry agachándose frente a James para colocarle sus zapatos mientras Annie le ponía un vestido verde a Lily.

-Pero se acaba de terminar el año.

-Pero McGonagall no quiere que esté de flojo este verano -resopló Harry amarrando los zapatos de James.

-Como si puedieras -rió Annie colocándole unos calcetines blancos a Lily. James saltó sobre sus pies cuando Harry terminó. El azabache resopló divertido-. Harry, ¿podrías traerme los zapatos blancos de Lily? Los olvidé.

Harry salió de la habitación cuando Annie recordó algo.

-¡Y los azules de Leo!

Annie se giró y tomó el cepillo para pasarlo suavemente por el cabello castaño de su hija. Harry volvió con los pares de zapatos y dándole los blancos a Annie, le colocó los azules a Leo. James estaba hablando con Teddy balanceando sus piernas en el aire, sentado en la orilla de la cama.

-Necesito hacer el bolso de los niños -dijo Annie cuando terminó con Lily.

-Yo los cuido -dijo Harry dejando a Leo en el centro de la cama y tomando a Lily en brazos. James estaba jugando con su par de peluches de dinosaurios preferidos.

Y Edward sólo estaba ahí, perdido en sus pensamientos.

...

-¡Annie, cariño!

El saludo de la señora Weasley la hace sonreír y con cuidado, sale de la chimenea. Baja su mirada y verifica que Lily no tenga cenizas.

-Qué linda se ve -dijo Molly mirando a la bebé con ternura. Annie dio un paso hacia delante y Harry apareció entre las llamaradas verdes, con James y Leo en sus brazos, resgurdándolos de las cenizas.

-¡Abuela Molly!

-Hola James cariño -saluda la pelirroja al niño.

-¿Todo bien? Dame un bolso -dijo Annie. Harry le pasa el bolso de Lily, ya que él había llevado los dos. Segundos después, Edward apareció por la chimenea también.

La pelirroja los hizo pasar al jardín. Cuando salieron por la puerta trasera, pudieron ver a la gran familia ir de un lado a otro. Hermione y Theo ya estaban ahí con Seth, George y Lee estaban junto a Ryan (quien tenía una corona en su cabeza, dando a entender que era el cumpleañero), y hasta Sirius estaba junto a Blaise charlando animadamente.

-¡Llegaron los Potter!

Annie ríe ante el grito de Fred. Acomoda a Lily en brazos y avanza hasta donde están reunidos todos. James corrió en dirección a George II y Louis.

-¡Hola Herms! ¿Cómo te sientes? -dijo Annie llegando al lado de su mejor amiga. Dejó el bolso de Lily a un lado y se sentó en la silla a su lado. Giró y observó a Harry saludar a los gemelos y a Elizabeth.

-Bien, en realidad -dijo Hermione sonriéndole. Su embarazo de cuatro meses ya se notaba y vigilaba a Seth de reojo, aunque Theo lo estuviese cuidando. James se había unido a él y Louis caminaba hacia ellos. Hermione se giró y sonrió a Lily, que estaba con su mordedera preferida.

-Vi a Eli pero no a Ron ni Daphne -dijo Annie quitando suavemente el cabello que caía en los ojos de su hija debido al viento de esa tarde.

-Entraron hace poco para cambiar a los gemelos -dijo Hermione riendo- Ron parece que no ha dormido en meses.

-Seguramente es así -negó Annie divertida.

-¡Mi nieta preferida!

-Papá, es tu única..

-Sh.

Sirius apareció frente a ellas con una gran sonrisa. Dejó un beso en el cabello de Annie y tomó a Jane en brazos. La niña rió y trató de jalar el cabello de Sirius.

-¡Tía Annie!

Annie se giró ante el grito. Sonrió cuando vió a Ryan correr hacia ella y le dio un fuerte abrazo. El niño rubio de ahora 6 años, estaba muy emocionado. Sería su primera fiesta de cumpleaños genial, según él. Annie besó ruidosamente su mejilla haciéndolo retorcerse entre risas.

-Feliz cumpleaños, corazón -dijo Annie acomodándole su corona, digna de un rey- ¿te estás divirtiendo?

-Mucho -asintió este mirando emocionado a su alrededor. Sus padres, Lee y George estaban con Adhara intentando colocarle correctamente sus moños que se habían caido.

-Tengo algo para ti -dijo Annie acercando el bolso de Lily y tomando de ahí el regalo encogido de Ryan, agrandándolo en cuanto lo sacó. Una sonrisa iluminó el rostro del niño y volvió a abrazarla.

-¡Gracias tía Annie! Lo pondré junto a los demás.

-También agradécele al tío Harry, eh.

Este asintió repetidas veces y corrió hacia la gran mesa donde estaba colocando sus regalos.

-Creo que no dormirá esta noche abriendo sus regalos -dijo Sirius. Lily había recostado su mejilla contra el hombro de su abuelo. Ella era la más tranquila, el más revoltoso era James, que ahora mismo estaba junto a Seth y Louis.

-¿Llegamos tarde?

Annie se giró y sonrió a Sarah y Alan. Se levantó de un salto y los abrazó.

-Hola papá, hola mamá -dijo Annie sonriente para luego mirar a Alex con una ceja alzada- a tí te veo cada día en casa, así que no te saludo.

Este sonrió divertido y después, escaneó a su alrededor buscando algo, o a alguien.

-Sirius, dame a mi nieta.

-Es mi nieta también -dijo este indignado. Annie negó divertida.

-¿Qué pasa?

La voz de Harry hizo a Annie sonreír y se giró. Su esposo venía con Leo en brazos. Sarah se lo quitó de los brazos en cuanto llegó a su lado y Harry los sacudió, tratando de que dejaran de estar entumidos.

-Hola, Herms. ¿Cómo va mi ahijado?

Harry besó a su mejor amiga en la mejilla. Hermione rodó los ojos.

-Aún no decidimos eso.

-Yo sé que sí, pero no quieres decirme -dijo apuntándola con un dedo y entrecerrando sus ojos. Hermione se encogió de hombros, divertida.

-Será Ron, amor. Ya eres padrino de Seth.

-¿Y?

Annie resopló divertida. Minutos más tarde, por fin salieron Ron y Daphne de el interior de la Madriguera. Traían en un cochecito a los gemelos, al parecer estaban dormidos.

-Son unas ternuritas -dijo Annie sonriente-. ¿Quién es quien?

-Lucas y Tyler -dijo Daphne señalándolos.

-Unas ternuritas cuando no tienen hambre -dijo un cansado Ron, pero aún así dirigiéndoles una sonrisa.

-¿Quienes? ¿Leo y Lily?

Alex se giró rápidamente hacia el lugar de donde provenía aquella voz. Sonrió sin poder evitarlo. Edward llegaba con las manos en los bolsillos de su pantalón, después de haber saludado a los tíos Fred y George. Este se giró y cuando lo atrapó mirándolo, le dedicó una gran sonrisa.

-Hola -murmuró.

-Hola -respondió Alex de la misma forma.

-Lucas y Tyler -dijo su madre. Edward parpadeó y volvió la atención hacia su mamá, que había vuelto a tener a Lily en brazos.

-Ah. Demasiados mellizos y gemelos en esta familia.

Todos asintieron de acuerdo.

-¡Todos a las mesas!

La voz de Molly Weasley los sacó de su plática. La pelirroja levitaba cientos de platos, ollas, vasos y jarras. Todos se levantaron de sus lugares y fueron acomodándose en la mesa.

-¡James! ¡Ven, cariño!

Annie llamó a su hijo que estaba muy entretenido con Louis. Este hizo un puchero pero aún así se acercó a ella.

-¿No quieres comer? -preguntó Annie sentándolo entre ella y Harry en la mesa. Su esposo tenía a Leo y Lily en su regazo, batallando en que no tomaran nada. James asintió repetidamente y Annie usó un hechizo para limpiar sus manos.

-Tengo sándwiches para los niños -dijo Molly acercándoles una bandeja. Elizabeth, Seth, Adhara, Louis, Ryan y George II obtuvieron uno de estos. Annie se aseguró de que James podía comer solo y sacó del bolso de Lily la comida para ella y Leo. Aún no podían comer lo que había en la mesa. Annie vio que era rosbif, con ensalada, puré de papa y en otra parte había pastel de carne y papas con queso.

-Harry, ¿tu le das de comer a Lily?

El azabache asintió y Annie tomó en brazos a su hijo para después dejarlo en su regazo, y colocarle un babero. Annie ya tenía demasiada práctica en comer ella mientras alimentaba a sus hijos. Cosa que hacía casi todos los días.

Abrió el recipiente de la comida de Leo que estaba bajo un hechizo, y mientras comía su primer cucharada, alcanzó el plato que Theo le había servido sl verla ocupada y comenzó a comer.

Lo que Annie agradecía enormemente, era que Lily y Leo eran calmados. Si bien eran muy risueños e hiperactivos si les dabas azúcar, normalmente eran tranquilos y no hacían desastres. James hacía suficientes desastres, aunque mientras crecía se iban reduciendo.

-¿Draco no iba a venir? -preguntó Annie extrañada.

-Dijo que sí, pero que por nada del mundo iba a levantar a Scorpius de su siesta por que estaría el mismísimo demonio, así que creo que iba s esperar a que despertara. Astoria tenía un compromiso con mi madre -explicó Daphne comiendo mientras veía de reojo a los gemelos.

Annie aún no sabía cómo es que en una sola mesa cabían tantas personas. Si cuando tenía catorce años estaba impresionada, ahora más.

-James, come más despacio, cariño. No son carreras.

El castaño comenzó a masticar más lentamente, haciendo reír a Annie. Miró hacia los demás y Ryan tenía una cara felicidad que nadie podría quitarle.

Todos comieron entre el ruido de muchas conversaciones, bebés y niños incluidos. Los platos se vaciaron, al igual que los vasos. Los niños corrieron a jugar de nuevo, los bebés exigían atención.

Todos volvieron a dispersarse alrededor del jardín. Annie se había sentado en el pasto. Harry, Leo y Lily estaban frente a ella. Los bebés intentaban caminar.

Ya habían dado sus primeros pasos algunas semanas atrás, y al parecer ahora mismo querían seguir intentándolo.

-Vamos, si pueden -animó Annie extendiendo sus brazos. Harry soltó a ambos con cuidado pero aún así se mantuvo tras ellos todo el tiempo. Siempre que alguno de los dos se tambaleaba, Harry sentía un tremendo susto.

Eso divertía a Annie. Harry era más mamá gallina que ella.

-Vamos Lily cariño, sigue a tu hermano -dijo Harry detrás de ella, viendo como Leo se adelantaba un poco más. Annie les hacía señas para que se acercaran a ella, y Harry aveces se encontraba embobado mirando a sus hijos ir hacia Annie. A veces, aún le parecía algo irreal.

Lily comenzó a dar pasos vacilantes y Harry estaba atento a cualquier vacilación por parte de su niña, para poder rescatarla. Leo ya había llegado a los brazos de Annie momentos antes, y Lily estaba a nada de llegar.

-¡Potter!

-¡Mierda!

Harry se giró con el corazón en la garganta por el tremendo susto. Observó con irritación como Draco de reía de él, con el bolso de Scorpius colgando de uno de sus hombros.

-Eres un imbécil.

-También te amo, idiota. Debes dejar que Lily caiga de vez en cuando, y que aprenda a levantarse -dijo el rubio alzando sus cejas. Harry resopló. Annie estaba también riéndose de él con los niños en brazos.

-Hola rubio.

-Hola Black.

Draco se agachó y besó la mejilla de Annie, dejando el bolso de Scorpius a un lado. Harry se cruzó de brazos, molesto aún.

-¡Hola princesa! -exclamó el rubio tomando a Lily en brazos con uns gran sonrisa- así que tu padre no quiere dejarte caer, así no aprenderás, uhm.

Harry resopló y se acercó a ellos, dejándose caer en el pasto también. No muchas veces tenían la oportunidad de hacerlo.

-¿Dónde está Scorpius? -preguntó Annie.

-Molly me lo quitó en cuanto llegué -dijo Draco quitando el cabello que le entraba a Lily en los ojos debido al viento- ese niño estaba encantado. Lo digo yo, le gusta que lo mimen.

-Se parecerá al padre, eh.

Draco rodó los ojos pero siguió haciéndole fiesta a Lily. Leo había conseguido una mordedera que Annie le habia dado.

-¿Hay reunión y no fuimos requeridos?

Blaise, Theo y Hermione avanzaban hacia ellos. Theo ayudó a Hermione a sentarse en el césped, los otros dos la siguieron.

-Me alegra que Molly esté cuidando de los niños. Por fin pude sentarme sin tener que vigilar a Seth.

-Pero ahora este par despertó.

Daphne y Ron habían aparecido con los gemelos en brazos. Estaban muy despiertos y mirando todo a su alrededor.

-Demasiados bebés -resopló Blaise pero aún así tomó a Leo en brazos, siendo su ahijado.

-No quiero ni imaginar cuando crezcan -negó Annie- un desastre total. Sólo miren a Victoire, Adhara, Eli y Dominique.

Las niñas estaban jugando con un rociador muggle que Fred les había comprado. Este estaba supervisándolas, con Leah en brazos y Angelina a su lado.

-Merlín, Elizabeth -se quejó Daphne al ver a su hija empapada.

-Y ahí vienen otros dos pequeños demonios -dijo Draco.

James y Seth corrían en dirección a ellos. El pequeño Nott para tener dos años era tan hiperactivo como James.

-Mamá, mamá -dijo James llegando hasta ella- ¿tienes un poco agua?

-Uh, creo que no -dijo Annie haciendo una mueca revisando los bolsos- iré por un poco. Siéntate, estás sudando.

James se mostró renuente pero la mirada de Harry lo hizo sentarse en el pasto. Annie tomó dos botellas y se levantó caminando de regreso a la Madriguera. El sol estaba comenzando a bajar, y faltaba poco para que tocara el horizonte.

Entró a la Madriguera, por la puerta del patio trasero. Esquivó los muebles y entró a la puerta de la cocina para detenerse en seco.

Lo que la vio la hizo parpadear aturdida.

Edward y Alex, besándose.

Oh. Por. Merlín.

-Parece que están muy entretenidos.

Ambos saltaron y se separaron en un parpadeo. Se pusieron rojos hasta las orejas y balbucearon.

-¡Mamá!

-¡Annie!

-¿Qué? Ustedes son los que estan en un espacio público dándose besitos -dijo ella conteniendo su diversión. Edward seguía muy rojo, y mirando al suelo. Alex miraba hacia cualquier otra parte menos a Annie.

Annie rellenó las botellas con agua, mordiéndose el labio para evitar reír. Estaba a punto de salir de la cocina, cuando se giró.

-Si me dicen quién dio el primer paso, no les contaré a los demás.

Los adolescentes se vieron entre sí.

-Fui yo -admitió Edward. Annie sonrió queriendo echarse a reír ante el evidente bochorno de los dos-. Mamá, ¿no estás enfadada?

-Claro que no, cariño -dijo volviendo su sonrisa a comprensiva. Dejó las botellas a un lado y se acercó a ambos, dándoles un abrazo. Todavía podía recordarlos a ambos como unos niños, y ahora estaban tan altos como ella. Dejó un beso sobre sus cabezas y se separó- pero, le contaré a tu padre. No puedo evitar no decírselo.

-De acuerdo -aceptó Edward.

-Harry me matará -dijo horrizado Alex. Edward rodó los ojos.

-No seas dramático, Lupin.

-¿Dramático yo? ¡Sólo mira a tu padre! Puede hacerme pedacitos con sólo pensarlo.

Annie rió y dejó a ambos en la cocina. Volvió hacia los demás con una gran sonrisa. El sol ya había tocado el horizonte y el cielo estaba empezando a colorearse con tonalidades naranjas y rosas.

-¿Que pasa? -dijo Harry en cuanto ella se sentó a su lado. Tenía a Lily en su regazo. Leo estaba con Hermione y todos hablaban entre sí. James le agradeció el agua y comenzó a beber. Annie se acercó a su oído.

-Tu hijo y Alex, en la cocina. Besándose.

Harry frunció el ceño.

-¿Mi hijo y..?

Abrió los ojos.

-¡¿Se estaban besando?!

Todos los miraron. Annie se llevó una mano a la frente.

-¿Qué?

-¿Quienes se estaban besando? -inquirió Daphne.

-¿Quién dio el primer paso? -preguntó Harry.

-Edward.

Harry sonrió orgulloso. Los demás jadearon.

-¡No pueden decirles nada! Les prometí que no le contaría a nadie, pero mi esposo bocón lo gritó.

Harry se sonrojó.

-Ya era hora -resopló Hermione.

-Pensé que estarían como este par -dijo Blaise señalando a Ron y Daphne. Estos lo miraron mal.

-Creo que alguien tiene hambre.

La voz de Molly los hizo girarse. Venía con un inquieto Scorpius en brazos. Annie sonrió y extendió sus brazos.

-Hola mi vida -saludó ella con voz aguda. Scorpius la miró con grandes ojos- ¿cómo está el niño más lindo, hum?

-Que tus hijos no te escuchen -bromeó Draco mirándola. Annie rió.

-Yo a ellos les digo que son los más preciosos del mundo todos los días -dijo Annie peinando el cabello rubio de Scorpius- yo sólo veo a mi sobrino unas cuantas veces al mes.

-¿Qué pasa, Leo? -inqurió Harry a su agitado hijo en su regazo. Alzó una ceja- ¿quieres ir con tu madre?

-Lo que quiere es ir junto a Scorpius -dijo Blaise sonriendo de lado. Draco, que estaba sacando la comida de su hijo, paró sus movimientos en seco.

-¿Qué?

-Lo que quiere es jugar con Scorpius -corrigió Blaise intentando no reír.

-Mantén a tu hijo alejado del mío, Potter -advirtió Draco señalándolo con la cuchara de plástico de Scorpius.

-Puede ser que ellos si tengan la historia de amor que ustedes no quisieron -canturreó Annie acomodando a Leo y Scorpius en su regazo.

Harry la miró mal. Draco arrugó la nariz.

-Alguien por favor, díganle a Annie que no es normal que insinúe que su esposo bese a alguien más -pidió Harry.

-Annie tiene razón -dijo Hermione sonriendo divertida- sería genial verlos besarse. Así acaban con toda la tensión que habían acumulado durante años.

Draco que estaba probando la papilla para ver si estaba buena, se atragantó y Harry le tuvo que dar unas palmadas en la espalda.

-No hay ninguna tensión entre Potter y yo -masculló Draco.

-¿Ah, no?

-¿Entonces por qué nunca te callabas cuando hablabas de él? Y de Annie también -dijo Blaise sonriendo pícaramente.

Draco los miró indignado. Annie alzó una ceja divertida. Harry no sabía cómo sentirse.

-¿En qué momento acepté juntarme con ustedes? -masculló el rubio tomando a Scorpius en brazos y sentándolo en su regazo.

-Desde que nos amas a Harry y a mí -dijo Annie guiñando un ojo. Todos rieron por lo bajo mientras el rubio se sonrojaba y mascullaba algo que seguramente Scorpius no debia escuchar.

Draco estaba a punto de responder, cuando varios gritos ahogados los hicieron mirar en todas direcciones. Sin entender, Annie se giró hasta toparse a la entrada del jardín de la Madriguera.

Era Ginny, venía de la mano con una chica que no conocían.

-Oh.

-Por.

-Merlín -terminaron Harry y Draco.

Ginny sin importarle las miradas sorprendidas de la enorme familia, dejó que la chica junto a ella entrara primero por la cerca del jardín. Avanzaron bajo la atenta mirada de todos, hasta detenerse junto a Molly y Arthur.

-Mamá, papá, ella es Maia -saludó la pelirroja con una sonrisa. La chica castaña a su lado se acercó un poco vacilante pero aún así extendió su mano con una suave sonrisa.

-Me da mucho gusto conocerlos, señores Weasley -dijo con un acento que Annie reconocía como americano. Molly estaba aún conmocionada y la sonrisa de Maia comenzaba a decaer, cuando Arthur se levantó de su lugar y atrajo a la chica a un abrazo.

-Es un gusto conocerte, y una sorpresa también -añadió Arthur con una sonrisa divertida.

-¡¿Es enserio?! -dijo Blaise en voz alta. Todos se giraron a mirarlo con los ojos muy abiertos- ¡¿Cómo Ginny consiguió una chica tan bonita y yo sigo solo?! ¿Acaso hay algo malo conmigo?

Todos rieron, hasta Ginny y Maia. Annie que estaba a su lado, lo rodeó en un medio abrazo.

-La chica indicada llegará -prometió Annie mirando como finalmente la señora Weasley se levantaba de su asiento para saludar.

-Espero que pronto. Estoy envejeciendo aquí -farfulló.

Cuando finalmente la nueva pareja pudo separarse de la señora Weasley, saludaron a cada una de las personas ahí. Annie se sorprendió un poco al saber que era muggle, pero encontró fascinantes sus historias acerca de los viajes que ha hecho.

A eso de las nueve de la noche, los bebés y niños estaban cayendo rendidos uno a uno, después de una larga tarde de juegos bajo el sol. Annie decidió que era mejor llevar a los niños al interior, por que fuera comenzaba a refrescar. Lily y Leo habían caído dormidos y Annie los había colocado en su portabebé a cada uno. James estaba dormitando en el regazo de Edward, que seguía sin separarse de Alex en el sofá. Cada familia fue desapareciendo por la red flú, despidiéndose de todos, con bebés o niños dormidos en brazos.

-Teddy, ¿sabes dónde está tu padre?

-La última vez lo vi hablando con mi tío Draco en la banca del jardin -dijo Edward para después señalar el lugar en donde estaba un Scorpius dormido en su portabebé, junto a Leo y Lily. Annie no sabía como lo había visto.

-¿Podrías cuidar de ellos en lo que regreso?

Edward resopló.

-Deberían pagarme por ser niñero -murmuró. Annie, que ya estaba por salir de la sala de estar, se giró y sonrió maliciosamente.

-Alex podría pagarte con besos.

Los gritos ahogados de "¡Annie!" y "¡mamá!" la hicieron reír mientras salía de la Madriguera. Con cuidado de no tropezar por la oscuridad, se acercó a ellos mientras se abrazaba a sí misma por lo fresca que estaba la noche. Escuchaba sus murmullos distantes y risas.

-¿Puedo unirme también o quieren tiempo de calidad en pareja?

Harry resopló, nada sorprendido de escucharla, mientras que Draco se sobresaltó.

-Ven acá.

Annie rodeó el banco y se sentó en el espacio que ambos habían dejado entre medio.

-¿Dónde están los niños?

-Edward los vigilaba, todos están dormidos

-Después de una tarde tan larga no me sorprende -dijo Draco. Luego, los tres se quedaron en silencio, escuchando el susurro del viento y los grillos.

-¿Les molesta?

Harry y Draco fruncieron el ceño confundidos.

-¿Qué cosa? -preguntó Harry.

-Lo que digo sobre ustedes dos, juntos.

Ambos soltaron un "ah", por lo bajo.

-Por que si les molesta no lo volveré a hacer -prometió ella levantando sus piernas y cruzándolas bajo ella. Se quitó el cabello que caía sobre su rostro y siguió mirando al frente- lo lamento.

Harry suspiró y la miró. Ella seguía con su vista al frente, y un poco más allá podía ver a Draco.

-Es sólo un poco.. desconcertante -dijo Harry frunciendo el ceño- no entiendo esa manía que tienes. Pensaría que.. no lo sé.. estarías celosa por que, bueno, soy tu esposo y.. no diciéndome que me besara con un chico.

-Es que enserio, no se dan cuenta de toda la tensión acumulada que había entre ustedes dos durante Hogwarts -dijo Annie con una sonrisa- en este momento no es tanta, pero en sexto año sí que lo era.

Draco resopló al recordar su sexto año.

-¿Nunca les ha gustado el otro? ¿Ni un poquito? -intentó Annie.

-No.

-Definitivamente no, sólo me has gustado tú.

Annie sonrió un poco ante lo dicho por Harry.

-Bueno, no sólamente me has gustado tú como Harry dijo pero sí por un buen par de años..

-Merlín no. No esta conversación otra vez -pidió Harry. Draco apretó los labios intentando no reírse. Annie alzó sus cejas curiosa, pero permaneció en silencio. Era agradable estar con ellos. Draco se había convertido como en su mejor amigo, y le tenía casi la misma confianza que a Ron, o tal vez más. Pero Harry, él siempre sería su mejor amigo, novio y esposo.

-Hay veces que pienso que los tres pudimos llevarnos bien en Hogwarts -dijo Annie. Extendió sus manos con sus palmas hacia arriba. Harry no dudó en tomar su mano izquierda y entrelazar sus dedos, dándole un apretón. Draco dudó, pero lo que pareció una eternidad después, tomó la mano de Annie, sin entrelazar sus dedos, solamente unidas.

-En este universo no -puntualizó Draco. Annie recargó su cabeza en el hombro del rubio. Harry acariciaba su anillo. 

-En un universo alterno sí, y con eso me basta.





terminé mis exámenes aaaaa

im so happy rnow. Me fue súper bien y como estoy bien jappy, terminé este cap para poder publicarlo hoy

Ahora solo queda la calificación semestral y vacaciones siksi

Vine a hacerme spam a mí misma: publiqué una nueva historia llamada Feel so Good, la pueden encontrar en mi perfil jsjs

que pasen una bonita semana ❤

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|๐€๐‘๐“๐ˆ๐’๐“๐’ ๐‹๐Ž๐•๐„| ยซEl amor es el arte de crear por la sensaciรณn misma, sin esperar nada a cambio,mรกs allรก del placer mismo del acto creativo...
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