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—Changbin—El nombrado levantó la mirada de su celular y vio a la persona frente a él.—¿Tienes a otro?
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Hyunjin caminaba por la casa sin rumba, solo daba vueltas y vueltas pensativo.
De pronto, las llaves se escucharon y luego la puerta ser abierta.
Pero Hwang estaba muy centrado en su pensamientos para notarlo.
—Ah...No me acostumbro a que esté todo oscuro...—Prendió la luz del living y casi grita al ver a su novio parado allí.—¡Mierda...!—Casi tira lo que llevaba en su mano.
—¿Hm? ¿Binnie?—Miró hacía donde provenía la voz.
—Si...—Suspiró.—¿Qué hacías?—Levantó una ceja.
—Algo de ejercicio...—Habló bajo, Changbin hizo una mueca confundido pero decidió no preguntar.
—Ven, Jinnie, traje pastel—Se fue a la cocina y el menor entre saltitos llegó detrás de él.
—¿Pastel?—Olió el aire no encontrando el maravilloso olor.—¿De verdad?
—Si, estaba envuelto—Dijo mientras quitaba la tapa, Hyunjin lo abrazó por detrás al encontrarlo.—Lo hizo la novia de Chris
—¿No dijiste que irías al psicólogo...?
—Si fui, Jin, solo que me encontré a Chris hyung en el camino y me invitó a su casa—Atrajo la mano del menor a su rostro y dio un dulce beso en ella, las mejillas del pelinegro tomaron color.
—De acuerdo—Sonrió.
—¿En dónde quieres estar?
—Ya estuve en el sillón...Vamos a la cama, Binnie—Dio varios besitos en su cuello, el mayor suspiró encantado.
—Está bien...—Susurró y tomó el pastel en sus manos y se separó del menor para agarrar un cuchillo.—Toma mi brazo, bombom—Apreció como el rostro del alto ser tornaba rojo y hacía lo que le dijo, sonrió divertido.
Ambos caminaron con cuidado al segundo piso, por suerte no sucedió nada y pudieron llegar al cuarto.
Hyunjin fue directo a la cama y se sentó en ella, mientras que Changbin fue al escritorio y dejó el pastel para luego comenzar a cortarlo en trozos.
—Mano—El abrió sus palmas y un trozo de pastel fue dejado en ellas, sonrió y agradeció comenzando a comer.
—¡Hm! De freza—Dijo encantado, Seo sonrió de lado.
—Si—Se sentó en la silla del escritorio y comenzó a comer con tranquilidad.
—¿Cómo está Channie hyung?—Preguntó curioso.
—Él está bien, me comentó que tiene planeado seguir con la música de nuevo—Hwang levantó sus cejas sorprendido.
—Eso es genial, ya quiero escuchar sus nuevas composiciones—Sonrió sin notar que sus labios estaban sucios con la crema del pastel, Changbin rió enternecido.—Chan hyung hace muy buenas canciones, aún no entiendo porque no trabaja en una empresa
—Sabes que en las empresas te tratan mal y no te valoran, Jin—El nombrado sonrió apenado y asintió.—Aveces lo mejor hacer canciones para otras personas y conformarte con escuchar a otro cantar con lo que te pertenece...
—Tienes razón...—Suspiró.
Cuando terminaron, Hwang estaba por pedir otro, pero escuchó al mayor levantarse de la silla y caminar hacia él.
Un dedo trazó sus labios y los alrededores y luego ese dedo se metió su boca, un escalofrío recorrió el cuerpo del menor quien comenzó a lamer el dígito mientras que dejaba que sus ojos se cerraban.
Seo suspiró sin poder dejar de verle.
—Hm...Binnie—Tomó la mano del nombrado y sacó el dedo cuando lo sintió sin el sabor del pastel, Seo le acarició el mentón.
—Me encantas, Jinnie...—Las orejas del menor tomaron color.—Levanta la cabeza—Obedeció y pronto lo hizo, unos labios tocaron los suyos, suspiró.
Ambos comenzaron a mover sus labios con calma y amor, la mano del alto acariciaba la del mayor que aún sostenía su mentón.
Al separarse juntaron sus frentes.
—Jin...
—Dime...—Murmuró.
—Te amo...
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Las lágrimas bajaban por sus mejillas hasta mojar la almohada, su cuerpo temblaba mientras dejaba escapar uno que otro solloro involuntario.
Changbin despertó ante el movimiento y el ruido.
—¿Qué...? ¿Hyunjin?—Se sentó en la cama preocupado.—Cariño, hey...Despierta—Lo movió pero este parecía seguir en su mal sueño.
Cuando Seo escuchó el lastimero solloro del chico, pudo sentir un malestar instalarse en su pecho.
—Bebé...—Se acercó y lo abrazó con cuidado, este gimoteó.—Estoy aquí...Tranquilo...—Susurraba cerca de su oído.
Esto pareció calmarle, ya que dejó de temblar.
—Bi-Binnie...—Abrió sus ojitos por costumbre y luego correspondió el abrazo.—Amor...—Se escondió en su hombro.
—¿Qué pasó? ¿Qué soñaste?—Acarició su cabello.
—So-Soñe que me dejabas...—Murmuró con tristeza.
El malestar comenzó a inquietarle.
—Nunca haría eso, cariño...—Susurró.
"No le mientas"
—¿De verdad...?
—Si...—Le besó y el menor correspondió de inmediato.
"¿Por qué le mientes?"
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—Changbin—El nombrado levantó la mirada de su celular y vio a la persona frente a él.—¿Tienes a otro?
—¿Co-cómo?—Sus ojos se agrandaron, el chico levantó una ceja.
—Qué si quieres otro—Apuntó el plato vacio.
—A-Ah...—Sonrio apenado.—Claro—El rubio se levantó y fue a la cocina.
—Hey, oppa—El peliazul miró a la chica.—¿Qué tal las cosas con Hyunjin?
—Bien—Sonrió de lado.—Ha progresado mucho, ya puede andar por la casa sin chocarse nada, claro, mientras no sea cambiado nada de lugar sin avisarle—La de cabellos mentas asintió.
—Eso es bueno—Sonrió.—¿Y sobre ustedes? ¿Cómo va su relación? ¿Sigue siendo igual?
—Si—El plato con el dulce fue dejado frente a él.—Gracias, hyung—Le agradeció comenzando a comer.
—¿Qué tal si le llevas un poco de pastel a Hyunjin?—Propuso la chica, Chris sonrió y miró al peliazul.
—Oh, no—Rió.—No quiero dejarles sin nada a ustedes
—No es problema, hace mucho no veo a Jin, llévale un poco como disculpa, iré cuando pueda—Dijo el rubio mientras veía a su novio ir a la cocina.
—Claro—Suspiró sonriente.
—A Hyunjin le gusta el durazno ¿Verdad?—Preguntó la chica una vez llegó con el taper, Changbin asintió.