En la mañana siguiente HeeSeung no quería soltar al menor. Estaba demasiado cómodo en esa posición, y además hacía mucho tiempo que no dormían ambos juntos.
Luego de que Jay logrará que el agarre y las quejas del mayor cesaran, se dispuso a levantarse de la cama para asearse y volver a la habitación para mirar una vez más al mayor y luego ir a la cocina para hacer algo para desayunar, mientras que pensaba que podría darle al mayor para que no se enfermara. Aunque tampoco era una mala idea cuidar de un HeeSeung enfermo y que buscaba cariño por el simple hecho de estar un poco enfermo.
Luego de unos minutos logró ver al más bajo adentrarse a la cocina, aún algo dormido, para acercarse a él y hacerle un puchero, con el cual el menor rió
— ¿Cómo esta hyung? —HeeSeung sonrió y se acercó al menor para aferrarse a su brazo y cerrar sus ojos, le hubiese gustado seguir durmiendo, pero el menor ya no estaba junto a él y ya no tenía caso seguir durmiendo solo.
— Bien, pero no volvías —Jay rió ante el reclamo del mayor, haciendo que HeeSeung sonriera
— Lo siento, pero preparé algo para desayunar —HeeSeung volvió a sonreír, esta vez mirando al menor
Ambos se sentaron en la mesa y desayunaron lo que el menor había hecho entre bromas, risas y caricias. Y sobre todo recordando lo del día anterior, HeeSeung se iba a asegurar de guardar esos recuerdos.
«Ojalá llueva más seguido» Pensó el mayor, sonriendo ante ello.