La táctica barata

By Yveltal777

846 59 7

La fusión es solo una táctica barata. -Ha dicho Jaspe a Garnet en uno de sus últimos enfrentamientos, pero ah... More

Prologo
1
2
3
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
Epilogo

4

45 6 0
By Yveltal777


Lapis suspiro por novena vez.

"¿Qué voy a hacer ahora?".—Pensó mientras recargaba su barbilla sobre el alfeizar de la ventana, el cielo nocturno estaba especialmente hermoso esa noche.

En compañía de Peridot, las noches estrelladas de luna llena la hacían sentir cómoda y segura, y sin embargo, aquella esfera blanca y llenita solo le infundía una sensación de abstinencia, algo se había movido, dentro de ella, o a su alrededor ¿Cómo había llegado a aceptar la propuesta de Garnet? Bien, Garnet sin duda había sido una prueba para ganarse la confianza de las gemas, pero sabía que en el fondo, no se llevaban bien y no entendía porque Steven no fue el mismo a hacer la petición; imaginaba la conversación que habrían tenido, el modo desinteresado en que Steven...

"No estoy siendo justa..."—Se retiró de la ventana y comenzó a caminar en círculos. —"Steven y Garnet no me están castigando con esto, nos están probando..."

¿Y dónde estaría Jaspe? Era aún peor que pasar la noche en vela con su compañía, se hallaba inquieta. Conociéndola como lamentaba conocerla, andaría por ahí, golpeando cosas con su casco y causando problemas, Steven y Garnet decían que había cambiado, que daba signos de mejorar, mentiras, ilusiones que solo las personas inocentes podían creerse, Lapis lo sabía, solo ella comprendía. Los monstruos siempre serian monstruos, sin importar su bando o su guerra, sin importar su sueño ¿No la habían encerrado las gemas del Planeta Madre? ¿Y que habían hecho las Gems al descubrirlo? Nada, la habían metido en un baúl y fingido que no existía; eso era lo que significaba la libertad y los sueños para las Gems: sueños para las Gems, libertad...para las Gems, y las gemas del Planeta Madre no eran bienvenidas.

Se encontró pensando nuevamente en Steven, en su forma inocente de pensar, en su pequeña y reducida visión de ese mundo tan extraño y ajeno que ocultaba un lado cruel. Lo haría por él, no lo dejaría permitir entrar el odio de Jaspe.

—"Los protegeré, especialmente a ti"—Se recargo contra la pared. —"Algún día entenderás, Steven Universe."

Jaspe podría engañar a las Gems, y hasta podía engañarse a ella misma, pero Lapis tenía sus dudas, ese animal salvaje no vendría de la noche a la mañana a querer meterle los dedos en la boca.

Se retiró de la pared y continuo recorriendo la casa, que era pequeña aunque espaciosa y fresca, como no eran humanas, Steven y Bismuto habían hecho un buen trabajo eliminando las áreas adecuadas para los orgánicos, como el baño o la cocina, aunque la cocina no había sido precisamente eliminada, la habían reducido a un pequeño cuarto con estantes llenos de víveres y un refrigerador con bebidas, también había una mesa comedor en la sala ¿Sabría Jaspe alimentarse correctamente ya?

La respuesta estaba dentro del refrigerador, un sándwich seco y lleno de lechuga con mucha salsa y beicon, tomo el sándwich y continuo avanzando. Las escaleras conducían a un armario lleno de ropa, camisas y pantalones y hasta varios vestidos de tamaño adecuado para Jaspe, Lapis se entretuvo un rato, jugando y admirando aquellas camisas y preguntándose como reaccionaria Jaspe ante cada una de esas prendas humanas.

Cayó en cuenta de que si Jaspe no sabía algo sobre la tierra, ella tendría que hacer de maestra.

—"Fingiré ignorancia". —Pensó mientras colgaba las camisas.

Curiosamente había de ambas tallas, para que fueran cómodas para ambas.

Encontró un signo de Jaspe, el primero de muchos otros, una abolladura en la pared, que era de madera, la cual se había astillado hacia dentro, formando un pequeño cráter, sino había golpeado con el puño, lo había hecho con la cabeza. Sonrió con malicia mientras imaginaba a Jaspe intentando abrir un tarro de mayonesa o usar una escoba. Acaricio con las yemas de los dedos la superficie de la herida en la pared.

Una descarga eléctrica la golpeo, su cuerpo se contorsiono, mientras una serie de imágenes de un lecho oscuro y fangoso, frio e inhóspito llegaban a ella. Y luego, aquella risa y aquella maldad, todas propias de Malachite.

Se incorporó temblando, la puerta a sus espaldas se había abierto con el golpe, se introdujo dentro y cerró detrás de sí.

De todas formas era la única habitación que no había examinado, encendió la luz, había estanterías y un tragaluz, así como un sillón de color crema con cojines en forma de estrella. Al avanzar, tropezó con una serie de torrecillas de libros amontonadas aquí y allá.

¿Jaspe...leyendo?

Y vaya que leía, había sacado muchos libros, algunos limitándose a hojearlos y dejarlos abiertos por la mitad, otros, los había estudiado con detenimiento, subrayando palabras ¿Intentos de comprender el lenguaje humano? Tal vez no, pero sin dudas Jaspe intentaba comprender algo, y la había hecho pasar tiempo encerrada, por la cantidad y el margen que abarcaba su lectura. Al levantar otro libro, encontró algo que correspondía y explicaba la abolladura de la pared. Una manta tendida junto a una almohada, y una serie de rasguños profundos en el suelo, hechos con garras, o hasta con los dientes.

Apretó los suyos a la vez que una lágrima asomaba por su ojo derecho, si no se equivocaba, hallaría algo muy similar en la última habitación: la alcoba.

La alcoba se encontraba en una única habitación a la cual se accedía por otras escaleras, algo así como un falso tercer piso, ya que era la única habitación ahí arriba. Salió de la biblioteca de Jaspe ignorando la abolladura de la pared y subió a la recamara.

Encendió la luz.

La cama no tenía postes y las sabanas, blancas y limpias, estaban arrugadas en un montón en el suelo, dejando el colchón desnudo, en la pared junto a la cama había un largo arañazo, así como un, encima de la ventana corría un tubo de aluminio, pero Jaspe había decidido retirar las cortinas.

—Oh, Jaspe...—Se inclinó y tomo las sabanas. — ¿Es tan grande como tu ese dolor?

¿Para qué negarlo? Era una gema pequeña y débil, no un cuarzo, para ella, lidiar con las pesadillas, el dolor y la ansiedad luego de perder la fusión habían sido demoledores, pero para Jaspe...realmente ¿Era así? Intento imaginarlo, y tenía sentido que hubiera intentado arreglar la habitación, y cuando eso no funciono, cambiar de lado durante la noche, atacada por los primeros insomnios de su vida, hasta finalmente deshacerse de las sabanas, luego habría buscado dormir en la biblioteca, y quizás luego en el pasillo, en cada lugar de la casa, buscando desesperadamente alejarse de aquello.

Se escuchó la puerta de entrada abrirse, Jaspe camino unos pasos y se detuvo, luego continúo avanzando, hasta que subió las escaleras.

Encontró a Lapis en la alcoba, la cama estaba tendida, lucia extraña, con el rostro crispado por...algo en particular. Jaspe contemplo sus marcas en las paredes y sonrió como si fueran cicatrices de la cual tuviera que sentir nostalgia.

—¿Pintoresco? Puedes dormir aquí si gustas, mi viejo rincón en el muro sigue tibio...

Lapis no había cambiado su expresión.

Aunque los ojos de una gema jamás se volverían rojos o se hincharían, supo que Jaspe había estado llorando. Las palabras salieron de su boca sin que las pensara, igual que un borbotón súbito...

—No, es asqueroso aquí, huele como el cubil animal—Le arrojo la almohada. —Quédatelo, iré al sofá...

Choco contra Jaspe y continúo alejándose por el pasillo. Jaspe la miro hacer, apretando la almohada contra su pecho.

Lapis se levantó, claro que sabía dormir, solo que no podía, seguía inquieta pensando en lo que le había dicho a Jaspe.

—"Pude haber dicho cualquier otra cosa"—Pensaba furiosa mientras se sentaba la orilla del sofá. —"¿Está todo bien?" "¿Necesitas hablar?" "¿Te sientes mal?"

Se levantó, era de noche, la casa estaba a oscuras y en silencio, como ninguna de las dos se sentía con ánimos para consumir alimentos, no se molestaron en tomar la cena juntas. De puntillas, avanzo en la oscuridad hasta el tercer piso.

Lapis no comprendía mucho sobre los efectos de la madera en las casas, pero no tenía que entender eso para que le agradara la forma en que todo se enfriaba, especialmente durante la noche, el piso era fresco y sus pies lo agradecían, al contrario del granero, que era seco y caliente. Subió las escaleras, era esa expresión humana... ¿Con el corazón en la boca? Sí, eso era lo que sentía en ese momento, algo que bien podía salir bien, bien podría salir terriblemente mal, y aun así, no retrocedía, no se detenía.

Jaspe roncaba suavemente, una vez más, las sabanas estaban en el suelo y la ventana abierta de par en par, dejando que la brisa fría nocturna le alborotara el cabello. Lapis se quedó en la puerta, y armada de valor, entro ¿Se percataría de su presencia? No ¿Podría despertarla? No si era silenciosa y tenía cuidado ¿Y de despertar, se enojaría Jaspe?

Su cuerpo se estremeció por un escalofrió, y se contorsiono un poco para cubrirse apenas del frio que ingresaba en la habitación. Se detuvo, sus dedos a centímetros del brazo de quien en el pasado la había torturado, la había utilizado y había intentado corromperla, y sin embargo, ahí estaba, a punto de hacer una estupidez que amenazaba con arruinar todo lo que había reflexionado, todo lo que creía saber de Jaspe.

—¿Por qué tuve que decirte eso? —Se sentó en la cama y acaricio aquel rostro femenino de facciones fuertes, apenas lo suficiente para que ella lo notara. — ¿Por qué tuve que decir algo tan cruel...?

Lapis recostó la cabeza en el hombro de Jaspe y dejo caer una lagrima.

Jaspe abrió los ojos.

¿Huh...?

Se incorporó, algo se sentía extraño en la atmosfera, aunque no podía distinguir exactamente que era. Mientras se rascaba el hombro con aire soñoliento recorría la habitación con la mirada, lo habría imaginado. Al recostarse comprendió de qué se trataba.

— ¿Lapis?

La gema azul se estremeció y se giró, estaba llorando.

No ocurrió nada al principio, y no porque no lo quisieran, sencillamente sus mentes se paralizaron una a la otra en cuanto sus dedos hicieron contacto, el espectro de Malachite, el dolor y las pesadillas, todo el sufrimiento por el que se habían hecho pasar la una a la otra, y sin embargo. Se incorporó y la tomo por los hombros, y Lapis recostó su cabeza en pecho.

—¿Hace cuánto...—Pregunto Lapis.—Que me extrañas?

Jaspe abrió mucho los ojos, y luego, suspiro.

—Yo...no he dejado de pensar en ti, desde que nos separamos.

— ¿Me odias?

Medito la pregunta, no, no a ella, pero odiaba a Malachite, odiaba lo que podía simbolizar, la maldad pura, el verdadero poder que deseaba y que fue su manzana de la discordia, su talón de Aquiles destructor; si, Malachite las había llevado al límite máximo.

—No...lo se...

—Pues yo no te odio, ni un poco—Confeso Lapis. — ¿Acaso estoy mal? Tú me heriste tanto, me obligaste a fusionarnos, me hiciste ver lo peor de mi misma, me mostraste el odio, el verdadero odio...y sin embargo, cuando nos separaron solo podía pensar en cuanta falta me hacías. Aun si era enfermizo, quise buscarte, quise encontrarte y estar juntas de nuevo...

—Ven aquí, Lapis. —Dijo Jaspe.

Acaricio el rostro de su querida Lapis, retirando aquella pequeña lagrima que había brotado de su ojo derecho. Y a continuación, la aproximo y planto en sus labios un beso feroz.

Continue Reading

You'll Also Like

983K 104K 142
1era y 2da temporada ♥️ Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. ⚠️...
195K 11K 18
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...
669K 86.8K 63
"Y si no eres el amor de mi vida diré que me equivoque de vida y no de amor" Cuando Izuku observó como Kacchan le decía que sería padre, supo que en...
11.9K 599 20
la descripción esta en la historia