Disclaimer:
Bungō Stray Dogs (文豪ストレイドッグス )
Escrito por Kafka Asagiri e ilustrada por Sango Harukawa.
Géneros:
|Drama | Slash | Hurt/Comfort | Fluff| Comedia | Sobrenatural | AU |
Parejas:
Dazai Osamu/Chuuya Nahakara & Ranpo Edogawa/Doppo Kunikida,
***
Dazai se encuentra oculto entre las raíces que sobresalen de un gran árbol, hay fuego en todo el bosque y el aire pronto se llena de humo, por lo que empieza a toser desesperadamente.
Se escuchan varios pasos, una persona camina hacia él, Dazai se mantiene oculto, no sabe que ocurre allá afuera pero no piensa salir, el silencio persiste, es largo e inquietante, al parecer esa persona se ha marchado, sin embargo, una sombra aparece ante sus ojos, Dazai da un respingo, lo ha encontrado, intenta huir pero sólo basta un segundo para que las garras de esa bestia estén sobre él.
Los labios temblorosos de Dazai se separan en un grito silencioso.
Dazai despierta, su corazón late con fuerza y un sudor frío le recorre la frente, más que temerle a la pesadilla, le teme a la idea de verse vulnerable.
Es normal que fragmentos de su vida lo ataquen sin previo aviso pero jamás había sucedido cerca de otra persona.
Dazai rápidamente busca a Chuuya y respira con alivio al darse cuenta de que aún permanece dormido. Ambos han pasado días completos leyendo libros en latín y tratando de traducir su contenido sin mucho éxito, pero al parecer les ha vencido el cansancio.
La habitación es pequeña y esta llena de libros de toda clase, están esparcidos por todo el lugar, en la mesa, en el escritorio, incluso en el suelo.
Dazai toma una hoja de papel en blanco y la dobla hasta conseguir la forma de un avión, seguidamente la arroja hacia Chuuya, repite esto varias veces hasta que logra dar con su objetivo y despertar a Chuuya.
—¿Dónde está el resto?—Chuuya indaga al abrir los ojos y bostezar.
—Aún no han regresado de la cocina.
Chuuya observa a Dazai en silencio, maldice varias veces pero reflexiona un poco. Le resulta molesto que Dazai no mencione nada en relación al tema de esa noche en la estación, tal vez éste sea el momento perfecto para hablar ahora que están solos.
—Oye —Chuuya llama a Dazai, lo que por alguna razón, hace que el corazón de Dazai salte en un latido, cuando finalmente voltea, Chuuya duda un poco pero decide lanzar la pregunta —¿Podemos hablar sobre esa noche?
Dazai al percatarse de las intenciones de Chuuya, desvía la mirada, considerándolo por un momento y sostiene un libro.
—Tomaré la decisión consciente de ignorarte—Dazai confiesa sin miramientos.
—¡Oye! Te estoy haciendo una pregunta, al menos responde —Chuuya le reclama al ponerse de pie y Dazai le entrega ese libro —¿Y esto qué es?
—No hemos revisado este libro.
—¿Hemos? Pero si sólo yo he estado revisando todos los libros.
—Estoy ayudándote, mi existencia en sí misma te ayudará.
—¡Pero tú no haces nada!
—¡Traje los bocadillos! De nada
—¡Eso no es hacer algo!
—¿Ya terminaron de discutir?—Atsushi ingresa a la habitación, sosteniendo una taza de té recién preparada.
—¡No! —Chuuya y Dazai responden al unísono, Dazai presiona la frente contra la de Chuuya y Nakahara hace lo mismo contra Dazai, desafiándolo.
—Ya vi que no—Atsushi libera un suspiro ensordecedor.
—¿Podrían dejar de vigilarme? Es molesto —Dazai refunfuña al retroceder y recostarse en el respaldar de la silla. Chuuya también retrocede y vuelve a su silla.
—Dazai si te pierdo de vista por un momento, sé que vas a escapar, tampoco quiero hacerlo pero es una condición de los superiores ya que sospechan que tú trabajas para Fyodor—Atsushi afila la mirada hacia Dazai.
—¿No tienen algo mejor que hacer?—Dazai arquea una ceja.
—No, ya que gracias a ti perdí mi empleo.
—Pero debe existir algo más en tu vida además de trabajar.
—Me gusta trabajar.
—¿Algún pasatiempo? ¿Atormentar o recoger almas?
—No.
— ¿Citas en línea? ¿Jugar póker? ¡Lo que sea!
—No me interesa, me gusta mi trabajo.
—¿Tan bueno es su bono navideño?
—No insistas.
—¡Qué aburrido! Si quieres te puedo llevar a lugares divertidos.
—Dazai, sé que me dejarás varado en medio de ese "lugar divertido" y no podré regresar.
—¡Ese es el espíritu! Entonces vamos. ~
Akutagawa aparece por la puerta, sosteniendo una bandeja que coloca sobre la mesa, lleva puesto un mandil color rosa.
—Preparé galletas —Anuncia al colocarlas sobre la mesa.
—¿Ves? Hasta Akutagawa hace algo y tú no.
Atsushi respira hondo, tratando de controlarse y bebe del té de hierbas. Chuuya agarra una galleta de la bandeja.
—Mejor dime si encontraron algo—Atsushi vuelve a comentar.
—Según google no, pero me hice amigo de una tal SIRI —Dazai agita el celular de Chuuya.
—¡Dame eso! Yo no te he prestado mi celular ¿Cuándo lo tomaste?—Chuuya le arrebata el celular y Dazai ríe alegremente pero borra toda expresión de su rostro al voltear hacia Akutagawa.
—¿Qué hay de Fyodor? ¿Sigue aquí?
—No ha regresado al mundo de los muertos—Responde Akutagawa, ya que es el único de los cuatro que puede presentir el aura de todas las criaturas que habitan en los dos mundos sin importar la distancia, Atsushi y Dazai tienen un rango limitado.
—Si la caja de Pandora ya no esta en este mundo ¿Por qué sigue aquí?—Cuestiona Chuuya.
—Tal vez no sabe como volver —Sugiere Akutagawa.
—Tiene cara de estúpido pero no lo es— Dazai comenta al tomar una galleta.
—Entonces tal vez sus objetivos cambiaron—Atsushi opina al tomar asiento.
—Error, seguramente existe algo que le entretiene aquí... él nunca cambia de opinión una vez empieza—Dazai explica con calma.
—Pareces conocerlo muy bien —Atsushi le observa con sospecha.
—Claro, conviví con él durante un tiempo, éramos muy unidos—Dazai se encoge de hombros al confesarlo.
Atsushi tensa su cuerpo, Chuuya se atragantan con una galleta y Akutagawa guarda silencio.
—¿Hablas en serio?—Atsushi comenta con ligera incredulidad.
—Sí—Dazai responde, una sonrisa aparece en su rostro.
—¿Y por qué no nos habías dicho eso antes ?—Chuuya tose y se inclina hacia adelante.
—Porque jamás me preguntaron.
— ¿Eres tonto o te haces?
—Depende de quién pregunte—Dazai forma un puchero con los labios.
—¿Qué sabes de Fyodor?—Akutagawa reanuda el tema anterior.
—Existe un hombre al que llamamos padre, no sé mucho acerca de él pero nos acogió a los dos hace muchos años.
—¿Te refieres al "padre con delirios de grandeza" del que me hablaste?—Chuuya cuestiona a lo que Dazai afirma.
—El primero en ser escogido fue Fyodor, padre se adueñó de su alma, sólo que contrario a mí, él estaba vivo cuando eso sucedió.
—¿Quieres decir que prácticamente tomó el alma de un ser humano antes que muriera? ¿Algo así como un demonio? —La voz de Atsushi titubea al formular esa pregunta.
—Tal vez — Dazai responde con tranquilidad y Atsushi pasa saliva con nerviosismo.
Si esa criatura es capaz de llegar a tal extremo, le resulta escalofriante.
Ni siquiera los ángeles de la muerte tienen la potestad de tomar almas a voluntad, esta prohibido desafiar la vida. Sólo lo hacen cuando reciben órdenes de llevar un alma al otro lado. Además nadie se libera de un severo castigo, ni siquiera los humanos, por eso aquellos que cometen suicidio son condenados.
—¿Cómo es posible que ese hombre exista y yo no lo supiera?—Atsushi contrae sus pequeños hombros y sus manos no logran permanecer quietas, se encuentra ansioso.
—Jamás lo he visto en persona, la información que sé la obtuve de fuentes confiables, Fyodor fue quien me encontró.
—¿Dónde estabas cuando te encontró?
—Chuuya juega con un bolígrafo que había tomado de la mesa.
—Escondido, nadie en su sano juicio querría acercarse a Fyodor luego de presenciar su aura, además incendió un bosque para atraparme. Esta demente.
—Tú no eres muy cuerdo que digamos
—Atsushi señala esa característica con obviedad.
—Es muy extraño que nos ocultaras esto. Pudiste habernos dado información de él —Akutagawa vuelve a dirigirles la palabra.
—Recuerdo muy bien el día que lo apuñalé por la espalda—Dazai comienza a relatar—Usé su veneno favorito para cubrir la cuchilla, ah, que buenos tiempos.
—¿No dijiste que eran muy unidos?—Akutagawa decide preguntar.
—Por supuesto que sí, pero debía hacerlo si quería escapar.
—No preguntaré más.
—Pensé que vería mis intenciones pero... su expresión me decía que no, que él no lo esperaba o tal vez si pero no quería aceptarlo—Hace una pausa al quedarse pensativo, como si reconsiderara si es correcto seguir hablando, sin embargo, continua — Fyodor es como una bomba de tiempo a punto de explotar. Decirles lo que sé no cambia nada.
La habitación se vuelve silenciosa, Atsushi se siente intimidado mientras que Akutagawa y Chuuya experimentan frustración.
La sola imagen de Fyodor hacia que los sentidos de todos se dispararan a máxima alerta, que sus cuerpos empezarán a temblar por huir.
Fyodor es como una enorme serpiente, que gentilmente te envuelve antes de asfixiarte sin aviso.
— Como sea, ahora está fuera de mi vida —Dazai ríe antes de mirar fijamente a Chuuya — Por cierto, Chuu-ya~ —Alarga la segunda sílaba de su nombre al llamarlo — Siempre he pensando ¿Qué harás cuando encuentres a tu hermana?
—... ¿Por qué lo preguntas?
—Nunca me hablas de ella.
—¿Tienes una hermana? —Akutagawa pregunta con sorpresa.
—Sí—Chuuya asiente reiteradas veces.
—Es maravilloso ¿Dónde esta ahora?
—No estoy completamente seguro... ella murió hace varios años, tal vez la conozcan.
—...Lo lamento mucho ¿Cuál es su nombre? Tal vez la recuerde—Atsushi coloca una mano sobre el hombro de Chuuya.
—Su nombre es Kouyou Ozaki —Ambos ángeles de la muerte se observan entre sí —¿Qué ocurre?—Chuuya decide preguntar al verlos actuar extraño.
—Nunca he escuchado ese nombre—Akutagawa confiesa al hacer una mueca —Sé que recién inicié en este trabajo pero nadie la ha mencionado.
—Oh... ¿eso significa que no consta en la lista?—Dazai se une a la conversación.
—¿Eso es posible?—Chuuya indaga con preocupación y Atsushi le da unas palmaditas en la espalda para tranquilizarlo.
—No te preocupes, tal vez otro colega la conozca, debe existir alguien que sí, nadie puede ser borrado de la lista —Dazai tose reiteradamente, ganándose una mirada de Atsushi —Bueno... Dazai es una excepción pero él es un caso que nadie en su sano juicio quiere tratar.
—¡¿Qué quisiste decir?!—Dazai finge ofensa al sostenerse el pecho.
—Que dejemos esto por hoy, mañana seguiremos investigando, deben descansar —Atsushi propone, tratando de evadir la pregunta de Dazai, estrategia que resulta efectiva, ya que, todos aceptan retirarse.
***
Un pay de manzana es colocado sobre la mesa, así como otros dulces desde dorayaki y daifuku, hasta gelatina.
Ranpo muerde un dorayaki a la vez que observa la pantalla de su celular, Kunikida lee un libro mientras se lleva la taza de té a los labios y bebe un sorbo, por último Dazai es el único que esta recostado sobre la mesa viendo la vida pasar.
Los tres amigos se han reunido en un centro comercial.
—Iré por un cono de helado ¿Quieren uno?—Ranpo pregunta al levantarse de la mesa pero ambos amigos rechazan la oferta.
—Espera ¿Tomaste tus vitaminas?—Kunikida alza la mirada y se retira los lentes por un momento. Ellos llaman "vitaminas" a los medicamentos que Ranpo debe consumir para evitar que los síntomas de la amnesia anterógrada se agraven.
Ranpo imita un saludo militar y grita un "¡Sí!" antes de correr de vuelta para pedir un cono de helado.
Dazai observa esta escena en completo silencio y centra su atención en Kunikida.
—Oye... ¿Por qué te preocupas tanto por Ranpo ?
Dazai pregunta repentinamente, despertando a Kunikida de la ensoñación, al comprender la pregunta balbucea sin encontrar respuesta y agita las manos. Entonces respira hondo y trata de calmarse, no dejará que sus emociones lo controlen.
—Porque...—vuelve a divagar, Dazai levanta las cejas y lo insta a continuar
—Porque es mi amigo y los amigos deben cuidarse.
—Yo también soy tu amigo y lo único que haces es gritarme todo el tiempo.
—Eso es porque tú eres tú, hasta un monje perdería la paciencia contigo pero el hecho que te regañe no significa que no me preocupe por ti.
—¿Entonces por qué tienes tanta paciencia para Ranpo?
—Dazai ¿Te he dicho que eres tan insoportable como un niño de cinco años?
—Sí, el lunes me lo dijiste. Muy bien, ahora responde a mi pregunta.
Kunikida se restriega el rostro con pesar, sabe que debe hablar o Dazai no dejará de insistir.
—Ranpo no tiene a nadie en este mundo, es alguien que tuvo un mal destino.
—Existen miles de personas que tienen un destino peor y no te veo siendo buen samaritano.
—Sólo quiero ayudarlo.
—¿Por qué?—Dazai se inclina hacia adelante al interrogarlo.
—Porque sí ¿Acaso debe existir una razón?—Kunikida responde con nerviosismo.
—Sí, quiero que me digas esa razón o iré a preguntárselo directamente a Ranpo.
—Espera, no hagas eso...
—¿No me vas a decir? entonces no me queda opción—Dazai abandona la mesa y camina hacia Ranpo. Kunikida le pide que se detenga pero es ignorado —¡Ranpo!
—Dazai, detente—Kunikida vuelve a pedirle.
—¡Ranpo! ¡Oye! Tengo una pregunta para ti.
Entonces Kunikida llega a su límite.
—¡Ranpo es importante para mí! ¡Ya lo dije! ¿Estás feliz?—Kunikida sin querer eleva la voz dejando el libro sobre la mesa con un estruendoso ruido. Todos los comensales voltean a ver, prestando atención. Incluso Ranpo, quien amplía los ojos en conmoción.
Kunikida al percatarse de lo que había hecho, entra en pánico. Dazai esboza una sonrisa.
—Disculpen, no volverá a suceder... —Kunikida se disculpa y observa a Ranpo encontrándose con una mirada triste en su amigo, se observan por breves segundos antes que Ranpo rompa el contacto girando la cabeza para mirar a otra parte—Ranpo... —Kunikida murmura con pesar.
—Mmm... Ranpo no es tan desafortunado como crees—Dazai comenta entre ligeras risas.
—Mira lo que provocaste—Kunikida trata de bajar la voz.
—Espero que Ranpo te haya escuchado, quizá con eso por fin seas honesto con él.
—No eres apto para hablar de honestidad.
—¿Disculpa? —Dazai eleva una ceja.
— Hace unas semanas estabas encaprichado con Oda pero no pasa de eso, ni siquiera hablas de ello.
—¿Me estás diciendo que debo hablar de Oda sólo porque tú me lo pides? No me jodas.
—No me refiero a eso, es sólo un ejemplo, lo que quiero decir es que si me pides que sea honesto, tú también deberías serlo con Oda.
—¿Y luego qué? Él se dará cuenta de todos los problemas que me rodean y se irá. No quiero tener que pasar por eso
—Dazai frunce los labios.
—No puedes saberlo.
—Tampoco puedes saber si acabará bien—Contraataca al mirarlo directo a los ojos.
—Dazai, nos conocemos hace mucho tiempo, somos tus amigos pero nunca hablas de nadie, de tus problemas, ni siquiera de ti. Estamos para escucharte. ¿Por qué nunca eres honesto con otros?
—Eso es porque no tengo nada nuevo que decir.
—Estás tan acostumbrado a mentirnos y ocultarnos lo que sientes que terminaste haciéndolo contigo mismo.
Dazai chasquea la lengua.
—Tú ni siquiera eres honesto con Ranpo o contigo mismo, y lo peor es que eres un maldito egoísta al no alejarte de él— Kunikida abandona la silla, esas palabras atraviesan su cuerpo como dagas y provocan que se mueva por cuenta propia para propinarle un golpe a Dazai en toda la cara, lo suficientemente fuerte como para mandarlo al suelo.
Kunikida queda con el brazo suspendido en el aire, permaneciendo en estado de shock, lo que acaba de hacer es algo muy grave. Dazai se levanta con dificultad, le da roto la nariz.
—Perdón... no sé que me pasó, déjame ayudarte—Kunikida se inclina y le extiende una mano pero Dazai lo empuja para devolverle el golpe, Kunikida retrocede debido al impacto y tropieza con un camarero que transportaba la vajilla, ambos terminan en el suelo —Bien, me lo merecía, aunque eso no te quita lo imbécil —Kunikida se limpia los labios, pues de ellos a escurrido sangre.
Dazai camina hacia Kunikida, lo levanta y sujeta de la camisa.
—¿Qué dijiste?—Dazai indaga con molestia.
—Imbécil—Kunikida contesta en un tono seco.
—¡Alto! —Ranpo grita y aparece entre la multitud, esto es muy diferente a sus antiguas discusiones y él se ha dado cuenta de ello—No actúen así... ¡Se supone que somos amigos!
Dazai aminora la fuerza del agarre y libera a Kunikida de un empujón. Ranpo abandona el establecimiento, Kunikida reacciona y va detrás de él, dejando a Dazai solo.
—No sé me da bien hablar...—Dazai murmura al viento mientras una risa dolida abandona sus labios, risa que es eclipsada por el ruido del establecimiento.