POV Lisa
- Hola..
¿Era real? ¿Esto realmente estaba sucediendo? A mi alrededor todo avanzaba. La gente, mis tíos, mis padres, Bambam. Aviones llegaban, aviones que se iban.
Todo estaba pasando con tanta rápidez, como los latidos desaforados de mi corazón me aturdian y mi respiración fallaba.
Dos meses habían pasado desde la última vez que escuche su voz. La melodía más ansiada por mis timpanos. Estaba a pasos de la persona por la cual había llorado todas las noches durante los últimos dos meses.
- Jennie..- Balbucee. Antes que ella pudiera decir algo, Bambam se acercó a mi y me abrazo con fuerza.
Por sobre su hombro, mi mirada seguía clavada en ella. Aún en mis mejores recuerdos, ella no lucía tan hermosa como lo estaba en este momento.
- Lis.- Aún abrazandome, Bambam me hablaba.- Te extrañe tanto.
Cerrando los ojos, herida de culpa ante sus palabras, le rodee el torso con mis brazos y oculte mi rostro en su pecho.
Mi primo..
Bambam era mi primo.
Jennie era novia de la única persona en quien había confiado en toda mi vida, y yo estaba enamorada de ella.
Soy un asco..
- También te extrañe..- Dije con el hilo de voz que me salió en ese momento.
Cuando nuestro abrazo termino, mis tíos se abalanzaron a mi, lloviendo besos en mi cara y despeinando mi cabello. Parecía que todo estaba regresando a la normalidad, pero para mi esto no podía estar más lejos de eso.
No pude volver a mirar a Jennie.
Nos montamos en el auto de mi padre y regresamos a mi casa. Tal como hace un año, cuando la vi por primera vez. Todos conversaron animadamente sobre navidad.
Estábamos en vísperas de noche buena y se notaba en las calles de Bangkok, adornadas y llenas de vida.
Y yo dentro del coche, me estaba asfixiando.
Golpetee el suelo del coche, ansiosa por llegar a casa. No me uní a la conversación, tampoco aparte la mirada de la ventaja. Me sentía a punto de explotar. Ni siquiera sabía por qué había decidido venir, pero quedarme en casa habría sido un inútil intento por retrasar lo inevitable. Lo sabía.
Esa noche, no logré dormir.
Luego a haber cenado, me encerre en mi cuarto, sin darle oportunidad ni a mis padres, ni a mis tíos o Bambam a interrogarme.
No podía estar allí.
No con Jennie a unos pocos pasos de mi.
La mañana de noche buena, me desperté antes que todos y salí a correr sin siquiera desayunar - rompí mi propia regla- pero necesitaba despejar mi cabeza de todos los pensamientos que me impidieron descansar la noche anterior.
No tengo idea cuánto corrí exactamente, sólo sé que volver a casa fue una tortura con por el dolor en mis piernas.
Al entrar, cinco pares de ojos se posaron sobre mi.
- Cariño, te creí dormida.- Me dice mi madre mientras entro.
- Fui a correr..- Me limito a responder.
- ¿Tienes hambre Lis? Aún quedan tostadas.- Me ofrece Bambam.
Aunque quisiera evitar todo esto, mi estómago ruge y sé que no aguantaré hasta el almuerzo con el estómago vacío y cansada.
- Claro, iré a darme una ducha primero.
Subo directo a mi cuarto, para sacar ropa limpia y mis toallas. Camino directo al baño y estoy a punto de abrir la puerta, cuando está se abre frente a mi.
- Oh.. Lo siento.- Murmura avergonzada.- No sabía que estabas esperando.- Un rubor se manifiesta en sus mejillas y contengo mis ganas de apartar de su rostro, un hilo de cabello que escapa del moño que se hizo.
Quiero decirle algo, responderle cualquier cosa pero las palabras quedan estancadas en mi garganta. Debajo del nudo que acaba de formarse.
Ella no me busco..
Me hago a un lado para darle espacio y ella baja la mirada mientras pasa a mi lado. Desearía poder abrazarla, hablarle, bromear como antes. No puedo.
Nada es como antes.
Luego de ese encuentro, evitó bajar en todo el día. Pongo excusas tontas, casi infantiles para esquivar verla. No lo soporto. No podría verla entre los brazos de mi primo - mi sangre- y yo enamorada de ella.
Pero no puedo evitar la cena de noche buena.
Me visto con un vestido oscuro con flores blancas que mi madre me ha regalado hace unos días. Era precisamente para esta noche, ya que en cierto modo, es "especial".
Bajo unas horas antes de cenar para ayudar a mi tía y a mi madre. Las tres estamos cocinando, mientras contamos viejas anécdotas de navidades pasadas. Cuando mis abuelos aún estaban con vida y Bambam aún vivía aquí.
Los buenos tiempos.
- Lisa.- La voz de mi primo interrumpe momentáneamente nuestras risas.- ¿Puedes venir conmigo un momento?.- Mi sonrisa se convierte en una mueca extraña, mientras bajo el cuchillo que tengo en mi mano.
- ¿Pasa algo?.- Preguntó en un tono más bajo.
- Necesito que hablemos.
No sé si mi corazón se detiene o mi cuerpo deja de sentirlo, pero mis piernas tiemblan en cuanto me pongo de pie y lo sigo hasta el patio trasero, en silencio.
Miro el reloj en la pared, aún faltan dos horas para comenzar la cena. Dos horas. No hay forma de que alguien me salve está vez, y correr no es opción.
Nos sentamos en los viejos sillones de mimbre de mis abuelos, que estan en el patio y espero con las manos entre mis muslos a que comience.
Hay una sonrisa tensa en su rostro y escucho algunos fuegos artificiales a lo lejos. Respiro profundamente y dejo que ocurra lo que tenga que ocurrir.
...
Mi madre me sirve ensalada, todos están conversando animadamente. Llevo mi primer bocado y miro a Bambam que está frente a mi, sentado junto a Jennie.
"Ni siquiera sé por donde comenzar. Esto es una locura Lisa.. lo juro."
Mi padre me sirve una copa de vino blanco y le sonrió levemente en agradecimiento, mi tía lo regaña y le dice que aún soy muy pequeña para beber. Yo sólo me limito a reír.
- Por favor Wendy, no dirás eso en unas horas.
Mi tía lo fulmina con la mirada y continúa peleandole. Mi madre y Mino están observando con una mueca graciosa la discusión.
Mis ojos vuelven a Bambam.
"Me enamoré, ni siquiera sé cómo paso pero me enamoré. Fue diferente a cualquier cosa que haya sentido antes. Siento tanto todo esto.."
Mis ojos caen directo en Jennie cuando está concentrada conversando con tío Mino. Mi madre, desde la punta contraria, los escucha atentamente y se une a su charla. Bambam habla con mi padre y mi tía Wendy se dedica a disfruta su cena con una sonrisa alegre.
Miro el reloj en la pared, y falta poco menos de una hora para que den las doce de la noche, cuando la cena va casi llegando a su final.
En algún punto de la noche, con más confianza, logró hacerme un lugar en las charlas y puedo soltar un par de frases graciosas que hacen reír a Bambam a Mino y.. a Jennie.
- ¿Qué les parece si servimos el postre?.- Pregunta mi madre cogiendo los platos con sobras.
Me levanto y comienzo a ayudarle a juntarnos, tomando los platos a los que ella no llega. Tomo el de tía Wendy, el de Mino, el de Bambam y luego..
Jennie extiende el suyo y por apenas unos segundos, nuestras se encuentran. No lo suficiente para que alguien pueda tomar eso como algo extraño, pero sí como para hacerme perder cada gota de seguridad que había conseguido.
"-¡Mierda! ¡¿Ella sabe sobre esto?!
- Lo sabe, se lo dije.."
Mi mente vaga de atrás hacía adelante. Del pasado, hacia el presente. De la charla con Bambam, hacía la cena. De lo que recuerdo, hacía lo que sucede ahora.
Corro al baño para lavar mi rostro, e intentar dispersar todo lo que mi mente se empeña en recrear en mi cabeza una y otra vez. Necesito que está noche acabe. Pero cuando bajo, y aún faltan doce minutos, siento que está noche no terminará pronto.
No.
Ella voltea a verme cuando ingresó a la sala y mi corazón se acelera en el momento que sus ojos hacen contacto con los míos.
"- ¡¿La obligaste a venir?!"
Me sonríe levemente y gira otra vez dándome la espalda.
"- ¡Claro que no!"
El helado en mi copa comienza a derretirse, y aunque se ve delicioso, no puedo probar ni un bocado. Los minutos avanzan con lentitud y mis ojos no se apartan de la aguja del reloj.
Sólo dos..
Sólo dos minutos más..
Mi manos dejan el recipiente sobre la pequeña mesa de la sala y muerdo mis labios, escuchando el ruido de los fuegos artificiales explotando más y más seguido.
Unos segundos y..
- ¡YA SON LAS DOCE!.- Grita mi padre por sobre el ruido aturdidor de las bombas afuera.
- ¡FELÍZ NAVIDAD!.- Mi madre es la primera en levantar su copa.
Un sinfín de "Feliz navidad" le siguen y chocamos nuestras copas un par de veces.
Bambam se acerca a mi y me envuelve con fuerza entre sus brazos. Cierro los ojos y le correspondo el apretón enseguida.
- Felíz cumpleaños Lis..- Murmura sobre mi hombro y a penas noto que estoy sonriendo como idiota.
- ¡A ver, yo quiero saludar a la cumpleañera!.- Mino jala a Bambam de mi lado y me toma entre sus brazos.- Feliz cumpleaños, mi querida sobrina. Ya estás un año más vieja.- Bromea.
- Tu eres al menos quince años más viejo que yo.- Le respondo con diversión.- Gracias tío Mino..
Mi tía Wendy y mis padres son los siguientes. Mi madre llora mientras murmura cuánto he crecido y lo orgullosa que está de mi. En su abrazo, me lleva hasta afuera, para que veamos todos los fuegos artificiales.
- La vida es esto Lisa.- Mi madre aprieta mis hombros y mira hacía e cielo.-..un enorme fuego artificial que sube alto y culmina en algo hermoso.
- ¿Y si no culmina en algo hermoso?
- Entonces aún estás subiendo, cariño..
Miro el perfil de mi madre, alumbrado por colores provenientes del cielo. Sus palabras silencian todo a mi alrededor y mis ojos la buscan desesperadamente.
Y la encuentran.
También mirando el cielo, también iluminada por aquellos colores y su pelo se despeina ante la mínima ráfaga que corre.
"- Ni siquiera sé por donde comenzar. Esto es una locura Lisa.. Lo juro.
Me quedo en silencio ante sus palabras burscas. En mi interior, algo se revuelve asquerosamente y siento la bilis subiendo por mi garganta. ¿Qué clase de prima soy?
- Estoy enamorado Lisa.
- No me jodas, eso ya lo sé.
- No Lis.. No entiendes..- Bambam guarda silencio y la sonrisa tensa en su rostro se vuelve una mueca nerviosa.- Supongo que por eso jamás han funcionado mis relaciones.
- Bambam, no entiendo ¿De qué estas hablando?..- Preguntó un poco desesperada.
- Conocí a alguien.. Una persona. Fue.. durante las primeras semanas en la universidad. Estuvimos bebiendo con los muchachos y de pronto apareció..
- Me estás diciendo que.. ¿Te enamoraste de alguien más?.- Preguntó con molestia.
Revuelve su cabello nervioso y esquiva mi mirada.
- Mierda Bambam, ¡Habla!.- Le exijo.
Estoy molesta. Verdaderamente molesta. Mi primo tiene a la mujer de la cual estoy enamorada y él sólo.. ¡¿Se enamora de alguien más?! Maldito destino injusto.
- Por favor Lisa, calmate. Te explicaré tod..
- ¿Qué vas a explicar? ¿Qué engañas a Jennie con..
- Un chico.- Corta mi frase. Me quedo perpleja observandolo mientras él me mira.- La engañe con un chico..
Me quedo sin palabras, atónita, sin saber qué decir exactamente. Mi primo me confienza que es.. ¿Gay?
- Nos conocimos una noche y comenzamos a hablar.. Desde el principio tuve una sensación extraña junto a él.. Pero fue lo suficientemente fuerte para lograr asustarme y decidí alejarme de él.- Suspira mirando sus pies y yo sigo sin poder hablar.- Fue cuando comencé a beber sin control.. Necesitaba parar eso que sentía y supuse que estar con los chicos y volver ebrio era mejor que.. admitirlo.. Pero el idiota de Jackson me descubrió e intento chantajearme.- Su sonrisa desaparece y un dejo de molestia toma su rostro.
- Por eso ustedes..
- Sí, además de estar ebrio.- Aprieto mis puños con enojo mientras recuerdo ese día. Él vuelve su mirada hacía mi y me sonríe con culpa, sus ojos parecen llenarse de lagrimas.- Me enamoré.- Mi pecho se comprime.-.. ni siquiera sé cómo paso pero me enamoré. Fue diferente a cualquier cosa que haya sentido antes. Siento tanto todo esto que hice.. Pero no fue algo que pudiera controlar. Intente estar con Jennie, intente recordar por qué estábamos juntos. Supongo que cuando te fuiste fue mi punto de quiebre y no pude sostenerlo más..
Aún después de su confesión, no puedo evitar que mi pecho arda de rabia, no puedo evitar sentirme molesta con él. Es Jennie. Es Jennie la que sufrirá. Porque lo ama. Porque lo ama a él.
- Joder..- Gruño.- ¡Mierda! ¡¿Ella sabe de esto?!.- Mi molestia no causa ningún cambio en él.
- Lo sabe.. Se lo dije..- Se lo dijo y aún así.. ¿Está con él? Duele.- Más o menos.. En realidad ella ya sospechaba, yo confirmé lo que ella sabía.. Y debo decir que lo tomó mejor que tú.- Me acusa.- Fuimos mejores amigos Lis.. Supongo que ella supo de esto incluso antes que yo..
- Y.. ¿Aún así, ustedes dos..
- No.. Terminamos ese mismo día.
Guardo silencio.
- Ella sabe que jamás podría hacerle algo así a propósito.. No lo maneje bien, lo admitó. Pero jamás antes me había.. gustado otro chico.- Murmura lo último.
Terminaron.
Me tomo unos instantes para recuperar cada frase y entonces caigo en el momento.
- Bambam.. ¿Por qué no me lo dijiste?..- Preguntó con más suavidad.- Sabes que yo te habría apoyado..
Él se arroja a mis brazos y deja correr un par de lágrimas. Supongo que para un chico que ha estado buscado el amor durante tanto tiempo y ha sido tan lastimado por chicas, es algo difícil de asumir.
Guardo silencio dejándolo desahogarse en mi hombro, pero aún con él entre mis brazos, no puedo evitar hacerme miles de preguntas. Hay tanto que no tiene sentido.
- Bambam.. Entonces ¿Qué está haciendo Jennie aquí?
Él se encoge de hombros y mira hacia otro lado. Ella sigue aquí. Ellos han terminado. Bambam me confianza que es gay y mi boca deja salir lo primero que se me ocurre.
- ¡¿La obligaste a venir?!
- ¡Claro que no!.- Se alarma ante mi pregunta.- Yo.. En realidad mis padres se lo pidieron, ellos insistieron en que viniera por esta vez.
- ¿Y aceptó así de fácil?
- Dijo que sería una buena oportunidad para hacer lo que no pudo la última vez..
Cuando mis vecinos se aproximan hacía nosotros, para saludar a mis padres y mis tíos. Encuentro el momento perfecto para volver a casa.
Siento la boca llena de arena, mientras entró, aún escucho algunas bombas que estallan a lo lejos. Mi cabeza da vueltas, entre todas las cosas que me están asfixiando y corro a la cocina por un vaso de agua fresca.
Saco una botella del refrigerio y me sirvo el vaso lleno. Unos segundos. Es lo que tarde en beber todo el vaso y estoy por servirme uno más..
- Lisa..- Mi cuerpo se eriza ante su voz. Las bombas siguen explotando pero el ruido ensordecedor proviene de mi corazón.
Volteó casi asustada, y cuando la encuentro de pie a unos pasos de mi, mi boca está seca otra vez. El vestido rojos cuadros que está usando me deja sin aliento. ¿Cómo pase por alto esto toda la noche? No puedo formular respuesta alguna, porque ella camina hacía mi y todo bajo mis pies se mueve.
Ella está tan cerca.
"Terminamos.."
Entonces.. ¿Qué hace aquí?
Se detiene a unos centímetros de mi cuerpo, sin apartar sus ojos de los míos.
- Felíz cumpleaños..- Murmura con una sonrisa y su mano se desliza por mi cintura, la veo acercándose más y detengo el aire en mis pulmones, hasta que finalmente sus labios tocan mi mejilla.
La piel me quema.
- No tenía idea que hoy era tu cumpleaños.- Su aliento golpea mi mejilla y escala hasta el lóbulo de mi oreja.- Así que pensé que podríamos dar un paso mañana..
- ¿Un paseo?.- Mi voz sale casi en un susurro.
Aparta su rostro a penas unos centímetros para observar de nuevo mis ojos y la sonrisa en sus labios sólo provoca que mi pulso se dispare a un más.
- Al museo.. ¿Te gustaría?.- Pregunta y mi cabeza asiente.
Me siento hipnotizada por su cercanía y en ese momento, ni siquiera pienso todo lo que está sucediendo. Sólo no quiero que se aparte de mi.
- Perfecto.. Iremos por la mañana.- Su mano abandona mi cintura y con unos cortos pasos, se aparta de mi.
Me sonríe justo antes de salir de la cocina.
Santo cielo..
Llevo mi mano hasta la zona donde sus labios me tocaron y una sensación cálida se expande por mi pecho, al momento que otro pensamiento intenta apagarlo todo.
¿Y si sólo vino a dejar todo en claro?..
No dejo a Bambam porque ella quería. Lo dejo porque él no la ama.
Entonces Jennie Kim vino a.. ¿Rechazarme?..
El miedo y la felicidad me invaden, dejándome en el medió de la dulce esperanza y la terrible decepción. Jennie Kim vino a terminar con mi corazón para bien o para mal..
La pregunta era.. ¿Cuál de las dos sería?
"Lo que no pudo hacer la última vez."
El museo..
La última vez que vino no visitó ningún museo.. ¿Entonces era eso, cierto? Yo soy chivo expiatorio de su deseo.. No la causa. No la razón. Sólo algo que no podía dejar sin concluir.
Duele.
Duele mucho y aún así, me voy a dormir cuanto antes porque deseo esto..
Deseo que Jennie Kim rompa mi corazón de una vez.
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Este es por mucho, el capítulo más largo de toda la historia.
Y sólo queda uno más..
¿Están ansiosos? Espero que les haya gustado la historia hasta aquí, gracias por su apoyo y su cariño.
Nos vemos en la próxima actualización!!
Love G.