Encuéntrame

By blue_woods

784K 87.9K 117K

Saint Rose es uno de los internados más respetados y aclamados del mundo por su excelencia académica. Lo que... More

Encuéntrame - ¿Cuántos secretos puedes guardar?
Prólogo
Capítulo 1: La cabaña del horror.
Capítulo 2: Todos son culpables hasta que se demuestre lo contrario.
Capítulo 3: Tic toc, Heaven.
Capítulo 4: 100 años manchados de sangre.
Capítulo 5: 100 años manchados de sangre.
Capítulo 6: Los zapatos de Crystal.
Capítulo 7: El mensaje de Drea.
Capítulo 8: Los expedientes de Zack y Tanner.
Capítulo 9: El corazón roto de Lia.
Capítulo 10: La llave de Stella.
Capítulo 11: Atentamente,...
Capítulo 13: Conóceme.
Capítulo 14: Sigo aquí.
Capítulo 15: Sigue ahí.
-
Capítulo 16: Compromisos, segundas oportunidades, fin.
Capítulo 17: La caja de pandora de Saint Rose.
Capítulo 18: La verdad nunca es una opción.
Capítulo 19: La basura va en el sótano.
Capítulo 20: Amigos y enemigos.
Capítulo 21: Guarda este secreto por mí.
Capítulo 22: Más cerca que lejos.
Capítulo 23: Clases de biología.
Capítulo 24: Suiza o mentirosa.
Capítulo 25: Encuentros y desencuentros.
Capítulo 26: Nuestras sombras.
Capítulo 27: Detrás de ti.
Capítulo 28: La jugadora perfecta.
-
Capítulo 29: El último baile.
Capítulo 30: Ídem.
Capítulo 31: El huracán Heaven.
Capítulo 32: Con amor, Ian.
Capítulo 33: Confía en mí (o quizás no).
Capítulo 34: Cuerda floja.
Capítulo 35: Vencer y perder.
El comienzo del final
Efecto dominó.
Epílogo: Tantos secretos podrían matarte.
Agradecimientos.

Capítulo 12: La unión en tiempos oscuros.

14.3K 1.8K 1.3K
By blue_woods

Drea en multimedia! 

Camino abrazando mi almohada. Soy consciente de las miradas que recibo, pero intento no demostrar que tienen efecto en mí. Ya todos saben que fui interrogada por la policía y estoy muy segura de que existen diversas opiniones sobre mí en estos momentos. Pero intento mantener la calma. Sé que no hice nada malo. Es decir, sí estuve allí, pero no le hice nada malo a Stella. Que piensen lo que quieran.

Me encuentro con Ian. Ninguno de los dos dice ninguna palabra mientras caminamos bajo la atenta mirada de los alumnos que se encuentran en los pasillos de la cafetería. Encontramos un rincón vacío, nos apropiamos de él. Tomamos asiento allí para poder hablar tranquilos, sin que los demás nos estén lanzando cuchillos con la vista.

—Rhett me beso —suelto en voz baja— Y yo lo besé a él —ladeo la cabeza— Bueno, en fin, nos besamos.

Ian a mi lado, se atraganta con la bebida que lleva y comienza a toser. Hago una mueca mientras le doy unas palmaditas en la espalda.

—Pensé que habías decidido no hablarle nunca más —dice en cuanto se recupera, dándome una mirada burlona.

—Así fue hasta que supuse que fue él quien le dijo al FBI que estuve en la habitación de Stella, entonces discutimos y nos besamos, y luego la señorita Donnet nos descubrió —le resumo la vergonzosa situación que pasé hoy.

—¿La señorita Donnet los descubrió? —me pregunta, aguantando la risa.

Asiento con la cabeza, haciendo una mueca.

—Espera, ¿Pensaste que fue Rhett? —me pregunta, confundido— Él está con nosotros. Somos un equipo.

—Rhett es un idiota. No es parte de nuestro equipo.

La decisión que tomó básicamente atrajo al FBI hacía mí. Por la mirada que Ian me da, sé que siente ganas de decir algo en su defensa, pero decide guardárselo. No insisto en saber que es.

—Yo tenía razón —dice más animado.

Arqueo una ceja.

—¿En qué? —pregunto.

—Estás bajo el hechizo de Rhett —se ríe.

—Me cae mal —digo aguantando la risa.

—No te cae mal. Sólo estás bajo su hechizo —me río sin entender a qué se refiere— Estás bajo su hechizo y odias estarlo. Te gusta. Pero lo ocultas odiándolo.

Dejo de reírme, preocupada por que tenga razón. Al instante lo descarto. Rhett es guapo, sí, lo dije anteriormente. Pero reconocer el atractivo de una persona, no significa que te gusta. Mucho menos besarlo. Nuestro beso fue un error. Ambos estábamos estresados. Él quería que me callara y yo estaba tan nerviosa que no podía dejar de hablar. Fue solo un estúpido beso que no volverá a repetirse y quedará entre nosotros.

Y Jazmín.

—No me gusta —aclaro con seguridad.

Ian sonríe forzadamente. Frunzo el ceño, extrañada.

—¿Qué no te gusta?

Al oír la voz de Ross, comprendo la reacción rara de Ian. Le doy una mala mirada antes de voltear para ver al chico que sí me gusta. Él se sienta junto a mí y coloca una de sus manos sobre la mía.

—Las películas de terror —me encojo de hombros.

—A mí tampoco, en realidad —me dice sonriendo por la coincidencia, pero luego su ánimo decae— Escuché que la policía habló contigo. ¿Estás bien?

Asiento con la cabeza.

—Fue un malentendido. Alguien mintió diciendo que me vieron salir de la habitación de Stella —entorno mis ojos.

—¿Por qué dirían algo así? —suelta, negando con la cabeza. Ian se encoje de hombros en respuesta— No les interesa Stella —remoja sus labios— Arruinan la investigación con acusaciones falsas.

Convierto nuestro toque de manos en un apretón. Se me encoge el corazón al verlo tan triste y preocupado por Stella. La pequeña sonrisa que me da cuando hago eso, hace que imite su gesto. No puedo evitar escuchar esa pequeña voz en mi cabeza susurrando el nombre de Rhett y recordándome que nos besamos. Al instante mi sonrisa decae, él lo nota, pero cuando va a decir algo al respecto, alguien más lo interrumpe.

V se sienta frente a nosotros. Rompe nuestro apretón de manos, para tomar mis dos manos y verme con rostro apenado. Le miro confundida. Ian y Ross también observan la escena, extrañados.

—No puedo creer que te haya interrogado la policía —me dice, negando con la cabeza— Y también sé que hay personas que en este momento piensan que eres sospechosa —agrega, encogiéndose de hombros— Pero quiero que sepas que confío en tu inocencia.

—¿Gracias? —digo, pero suena más como pregunta.

—Oh, no me agradezcas. Solo soy una persona coherente —sonríe— Eres pequeña. No podrías asesinar a alguien.

—Oye, V —le dice Ian— Creo que podrías trabajar con el FBI —se burla manteniéndose serio— Es decir, con tan buena conclusión...

—Deja el sarcasmo de lado, Ian —le dice V— Estoy aquí para mostrarte mi apoyo y ayudarte en lo que pueda... —se encoje de hombros.

Ian y yo nos miramos de reojo, extrañados.

—¿Qué sabes? —le pregunta Ian.

—No sé nada —replica, haciéndose la desentendida.

—Ya suéltalo, V —le dice Ross, fastidiado.

V aprieta sus labios, apenada.

—Escuché que la persona en hablar con la policía fue Drea Brown —hace una pausa— Pero esto no está cien por ciento confirmado, así que agradecería que no mencionaran mi nombre si utilizan está información —añade, sonriendo.

No puedo decir nada porque a lo lejos veo caminando a Drea, Lia y Charlotte. Bajo la mirada pensando si debo confrontarla o no. La nota que me dejó el asesino, dejaba muy en claro que él había sido quién me delató con la policía. Pero, ¿Y si no es él? ¿Y si es ella y es Drea Brown?

—¿Cómo sabes eso? —le pregunta Ross, sin creer que su amiga es capaz de hacer algo así.

—Son rumores —se encoje de hombros— Eso dicen y yo solo escucho.

—Quizás oíste mal...

Esta situación debe ser bastante estresante para Ross. Todos sus amigos parecen ser traidores.

—Puedo asegurarte que no hay ningún problema con mi audición, Ross —le responde, entrecerrando los ojos.

Ross suspira, sin saber que más decir y posiblemente dudando de Drea.

—Ross... —Rhett se detiene al ver que estoy junto a su mejor amigo.

Al instante de hacer contacto visual con Rhett, bajo la mirada, fingiendo interés por mis uñas. Sé que nos volveríamos a ver, es decir, estamos en un internado y nuestro círculo es el mismo. Pero no creí que sería tan pronto y mucho menos cuando estoy dándole la mano a su mejor amigo.

—Tu madre necesita que repartamos las bolsas de dormir.

Puedo sentir la mirada de Ross sobre mí y decido dejar mis uñas para verlo con una pequeña sonrisa.

—No te preocupes por mí. Ve —le digo, soltando su mano.

Ross duda.

—¿Quieres que hable con Drea? —me pregunta.

Niego con la cabeza.

—Ya oíste a V. Es solo un rumor —me encojo de hombros.

V aprieta sus labios en una sonrisa. Al parecer esa no es la respuesta que esperaba recibir.

Ross decide aceptar mi decisión de guardar silencio y dejar a Drea tranquila. Se acerca para besar mis labios. Lo cual me sorprende y lo alejo, colocando una mano en su pecho. Me alejo al mismo tiempo que lo empujo levemente.

—No hagas esperar a tu amigo —le digo sonriendo.

La confusión de Ross solo dura escasos segundos, pero puedo notar que la de V es más persistente.

Ross se pone de pie con una pequeña sonrisa. Miro a Rhett y me encuentro con sus ojos cafés viéndome. Esperaba que aparte la mirada de la misma forma que yo, pero no lo hace. Como temía, mis mejillas vuelven a recordar lo que pasó y me delatan.

Miro a V con una pequeña sonrisa forzada, pero ella me observa con curiosidad.

—Gracias por creer en mi inocencia —suelto, nerviosa— Y contarme lo de Drea —agrego.

Lo último que necesito en estos momentos es que la chismosa de Saint Rose se entere de mi beso con Rhett. Lo esparciría en cuestión de minutos.

—No hay por qué —contesta viéndome divertida— Tengo... tengo que hacer otras cosas —se pone de pie sin perder esa mirada de sé-lo-que-hiciste— ¡Adiós, chicos!

Cuando voltea dejo que mi sonrisa se desvanezca. Ian a mi lado me observa con una mano en su mentón, intrigado.

—¿Quién besa mejor? —me pregunta.

Entorno mis ojos, empujándolo levemente y enojándome conmigo misma por no tener una respuesta a su pregunta.

—¿Crees que Drea lo haya hecho? —le pregunto, frunciendo las cejas.

—No lo sé —me contesta— Pero... podríamos hablar con ella.

—¿Y decirle qué? —hago una pausa— «¡Hola, Drea! ¿Le dijiste a la policía que me viste salir de la habitación de Stella?» —fijo una voz alegre.

—Eh... —alarga Ian—...sí —contesta con tono obvio.

Dejo caer mis hombros, resoplando.

—Eso significaría que Drea es la asesina y no Stella —cubro mi rostro con mis manos, frustrada.

—No creo que sea la asesina. Quizás te vio realmente.

—Exacto. Me vio —le contesto, mirándolo— Luego habló con el FBI porque...

Me detengo antes de decir algo de lo que puedo arrepentirme luego.

Por un segundo olvidé que no le conté la carta que recibí a Ian. No quiero hacerlo porque entonces tendría que explicarle porqué que el FBI me interrogue es mucho más importante de lo que parece.

Ian me observa confundido, esperando a que termine mi oración. Aprieto mis labios y tras soltar un suspiro, le cuento sobre la carta.

—¿Quieres decir que intenta inculparte? —me pregunta Ian al finalizar mi relato.

Le miro arqueando una ceja. Ian no puede comprender por qué llevarme frente al FBI implica mucho más que inculparme por asesinatos que no cometí, más bien sería ayudarlos a cerrar un caso por el cual están a punto se rendirse. Bueno, no es que no puede comprenderlo, mejor dicho, no puede saberlo.

—Sí, quiere inculparme —miento, bajando la mirada.

Me siento mal por mentirle, pero no tengo otra alternativa.

—Entonces, ¿Qué haremos? —pregunta.

—Nada —digo— Aún.

(...)

Drea observa el piso con la mirada perdida, mientras trenza su cabello. Desde que habló con Jazzy, no ha dicho ninguna palabra, ni soltado una lagrima más. Solo está en silencio, mirando el suelo y tocando su cabello.

¿Será ella realmente la asesina? No la conozco en lo absoluto, pero no creo que sea ella. Hay una parte dentro de mí que me dice que está pobre chica no sería capaz de dañar a su novia.

Bueno, ex novia.

Sin embargo, hay otra parte que dice que todo está muy claro. Es decir, Stella engañó dos veces a Drea. Una de ellas con Zack lo cual explicaría por qué lo mató. Pero sabemos que él fue asesinado por un secreto, el cual al parecer Stella también sabía. ¿Tenía que ver con Drea? ¿Con Stella? Es muy confuso.

Lucy sabía ese secreto o estaba a punto de saberlo y eso la convirtió en el siguiente objetivo de Drea. Ahora fue por Stella. Pero, ¿Qué hay de Tanner? ¿Decidió simplemente dejarlo e ir por su novia?

Oh por Dios, Tanner.

Con todo lo de Stella y Drea, olvidé que él también es sospechoso en mí investigación.

Me encuentro con Drea viéndome extrañada. Me perdí sacando conclusiones, que olvidé dejar de mirarla y ahora debe pensar que estoy loca o en el peor de los casos, que la descubrí.

—Me gusta tu pelo —le digo sonriendo.

Drea eleva sus cejas, extrañada, pero no dice nada.

—¿Haz hablado con Tanner? —le pregunto a Lia.

Lia deja de colocarse humectante en las piernas, para verme confundida por mi pregunta. Charlotte deja de prestarle atención a su celular para ver a la rubia con una ceja arqueada.

—Quizá —contesta Lia, bajando la mirada a sus piernas.

—¡Lia! —exclama Charlotte— Pensé que la charla que tuvimos hizo efecto en ti.

—Lo hizo —asiente y hace una mueca—Durante quince minutos.

Charlotte niega con la cabeza para volver a centrarse en su celular. Lia me mira.

—¿Por qué la pregunta?

—Solo preguntaba...

Lia mira detrás de mí e imito su gesto. Drea la observa durante unos segundos y vuelve a bajar la mirada, trenzando y destrenzando su cabello.

Cuando dije que está callada, hablo en serio. No ha intercambiado una palabra con Lia y Charlotte, quienes son sus amigas. Ni siquiera cuando V vino esparciendo veneno con sonrisas. Nada.

—Voy a cepillar mis dientes. ¿Me acompañas, Heaven? —me pregunta Lia.

Acepto su invitación, cansada de soportar la tensión que hay entre todas ellas. Como nos separaron y pusieron a los chicos en otro sector, no tengo otra alternativa que aguantar el ambiente incómodo. De lo contrario ahora estaría con Ian. Él posiblemente siga insistiendo por una respuesta a su estúpida pregunta de «¿Quién besa mejor? ¿Rhett o Ross?» Pero sinceramente es mejor que esto.

—Drea y yo discutimos hoy. Bueno, ella habló y yo solo escuché. Está enojada conmigo —me cuenta al estar lo suficientemente alejadas de las demás— Con todos, en realidad. Por eso no habla —agrega, ladeando la cabeza— Nos culpa por la desaparición de Stella. Cree que si no la hubiéramos excluido, ella estaría aquí con nosotros.

—Eso es estúpido.

—Charlotte opina lo mismo —hace una pausa— Pero, no puedo evitar sentir que Drea tiene razón. Quizás si yo hubiera sido menos estricta... —le interrumpo.

—Debes dejar de sentirte culpable por enojarte con Stella —le digo— Era tu amiga y estuvo con tu novio. Estabas en todo tu derecho de estar enojada.

—Hoy iba a hablar con ella en la práctica de Vóley —me cuenta jugando con sus dedos— Pero se fue en pleno partido por una discusión con Drea. Ella le dijo cosas muy hirientes y no la culpo, Stella la engañó con dos personas, después de todo —ladea la cabeza— Pero no podía saber que estaba mal y no ayudarla, así que también me fui para buscarla... pero entonces me encontré con Tanner, y hablamos, y cuando me di cuenta ya no estaba en su habitación.

La parte que cree que Drea es culpable está diciéndome que abra los ojos y vaya a buscarla. Pero la parte que cree que es inocente me dice que espere un poco más. Básicamente estoy teniendo un conflicto dentro de mí.

—Si no me hubiera detenido a hablar con Tanner, quizás ahora las cosas serían distintas —Lia vuelve a hablar, dejando el neceser donde tiene su cepillo de dientes sobre el lavabo— Así que no, Heaven. No puedo evitar sentirme culpable.

Me da una mirada antes de adentrarse a uno de los cubículos.

No discuto con Lia. Si se siente culpable, no hay nada que pueda decirle que pueda ayudar. Por lo menos así lo siento en estos momentos. Quizás mañana cuando se tranquilice, intentaré hablar nuevamente con ella y tal vez solicite la ayuda de Charlotte. Después de todo, ambas pensamos igual.

Oh por Dios, Charlotte.

Hoy apenas pude hacer contacto visual con ella sin sentirme una basura. Las veces que intentó establecer una conversación casual conmigo, respondí monosílabos que eran imposibles de contestar. No puedo simplemente hablarle como si nada hubiera pasado.

Charlotte y yo comenzamos con el pie izquierdo. Ahora tampoco somos amigas, pero me cae bien y creo que yo también a ella, y yo besé a su novio. Bueno, Rhett inició el beso, pero yo le seguí.

Ahora no solo no puedo hablarle a Ross, ni a Rhett, sino también a Charlotte.

Saint Rose apesta.

Resoplo.

—¿Qué tienes? —me pregunta Lia dentro del cubículo.

—Quiero irme a mi casa —contesto, recostándome sobre una de las puertas.

—Yo también —admite saliendo.

(...)

—Heaven...

Reconozco la voz de Charlotte, pero no me muevo.

—Heaven...

Me cubro más con la manta.

—¡Heaven!

Levanto mi cabeza para verla, tras sentir un manotón.

—¿Acabas de golpear mi trasero?

Charlotte sonríe divertida.

Me incorporo con mucha flojera y froto mis ojos con mis puños. No puedo evitar soltar largos bostezos durante todo el proceso.

—Hablas dormida —me dice Lia.

Está sentada sobre su saco de dormir, cubierta por su manta hasta la cabeza y me observa con los ojos achinados por haber estado durmiendo. Decido no responder a eso y la ayudo a levantarse, teniéndole una mano. Acepta gustosa y me contagia un bostezo.

—Drea fue al baño hace más de media hora —nos cuenta Charlotte entre susurros para no despertar a nadie más— Y aún no ha vuelto.

—¿Y? —pregunto, frunciendo el ceño— Quizás está mal del estómago.

Las palabras de Charlotte parecen despertar a Lia.

—También hay un asesino suelto, Heaven —me dice Lia, preocupada.

Finalizo mi bostezo con el ceño fruncido. Lia tiene razón, pero ella no sabe que Drea podría ser la asesina.

—Hay que ir —asiento, comprendiendo la preocupación de ambas— Pero hay oficiales afuera...

—Podemos salir por la cocina —propone Charlotte— No podrán vernos si salimos por ahí. No creo que estén custodiando allí —se encoje de hombros.

Lia y yo asentimos.

Caminamos en puntillas por temor a levantar a alguien más y que no podamos salir a buscar a Drea. No hay nadie en la cocina y al asomarnos por la puerta de salida de allí, sonreímos al ver que el universo se puso de nuestro lado.

Nuevamente caminamos con cuidado porque hay supuestamente hay oficiales custodiando todo el lugar, pero solamente hemos visto a los que están en la entrada principal. Ellos estaban atentos al frente, si hubieran volteado un poco, nos hubieran visto y estaríamos fritas. Pero, como dije, el universo está conspirando a nuestro favor.

Al estar dentro del baño, cierro la puerta detrás de nosotras. A simple vista, no hay nadie y el silencio es sepulcral. Siento mi piel erizarse, vuelvo a abrazarme a mí misma, frotando mis brazos con las palmas.

—¿Drea? ¿Estás aquí? —pregunta Charlotte.

—¿Drea? —ahora es turno de Lia— Vinimos en son de paz.

Camino lentamente, mirando debajo de las puertas. Cuando una persona está dentro, se asoma una sombra o de lo contrario, puedes ver sus zapatos. Finalmente encuentro uno donde ocurre lo primero. Lia y Charlotte no tardan en acercarse.

—Drea, por favor no hagas esto —le dice Lia con voz dulce— Por favor, sal y habla con nosotras. Sé que todos actuamos como estúpidos al alejarnos de Stella —Charlotte aprieta sus labios, no está de acuerdo con lo que dice— Pero ahora debemos estar más juntos que nunca. Por favor, perdimos a Savannah, Zack y posiblemente Stella. No nos ignores, nos necesitamos.

Me recuesto sobre el lavabo, esperando que hagan las paces y podamos volver a dormir. Ha sido un día bastante largo. Lo último que necesito es presenciar cómo hacen las paces. Es aburrido y por más que ayudará a que todo deje de ser tan incómodo, no me interesa.

No hay respuesta del otro lado. Eso impacienta a Charlotte.

—Drea, sé que te sientes triste y muy enojada porque Stella no esté. Créeme, te entiendo —le dice Charlotte. Desde donde estoy puedo notar que sus ojos se cristalizan a medida que habla— Perdí a mi hermano y a mi mejor amiga. Preferiría estar en la cárcel a estar en este maldito internado, pero sigo aquí porque tengo un novio genial y amigos geniales...

Bajo la mirada al escuchar que nombra a Rhett.

—... Y no descansaré hasta que la o el maldito que los asesinó este en la cárcel o en el mejor de los casos, muerto —se encoje de hombros, sonriendo secamente con lágrimas en los ojos— Así que por favor, Drea. Siento tu dolor y te entiendo. Sal. No queremos que estés aquí sola. No quiero perderte a ti también.

La respuesta de Drea sigue siendo la misma: silencio.

Charlotte nos mira indignada al no obtener respuesta de Drea. Niega con la cabeza y acerca su puño a la puerta para tocar, pero al mínimo roce, esta se abre un poco. Frunzo el ceño. La puerta está abierta.

Ahora la mirada que me dirige Charlotte es de preocupación, puedo notar como poco a poco su enojo desaparece. Lia frunce el ceño, extrañada. Mientras que yo, vuelvo a sentir mi piel erizarse.

La mano temblorosa de Lia se posa sobre la puerta para empujarla y abrirla por completo, pero no puede. Algo impide que la puerta termine su objetivo. Charlotte asoma su cabeza para ver dentro del cubículo.

—¡No, no, no!

Charlotte se mete dentro del cubículo. Me acerco para ver qué sucede. Ella no deja de murmurar cosas que no entiendo. Abre la puerta con su blusa blanca manchada de sangre. Sostiene torpemente el cuerpo inconsciente de Drea.

Tiende el cuerpo de Drea en el suelo y solo me paralizo al ver su cuello totalmente ensangrentado. Cubro mi boca al sentir ganas de vomitar. Miro el cubículo donde se encontraba y el retrete está lleno de sangre. Se estaba desagrado allí. Mis nauseas incrementan.

—No tú Drea —dice Lia, sollozando frente a su cuerpo— No puedes ser tú.

—¿Qué...? —pregunta Charlotte, alterada. Puedo ver sus manos manchadas con la sangre de su amiga temblar— No tiene pulso. No tiene... ¡No tiene pulso! —grita, comenzando a llorar.

—Iré por ayuda —consigo decir sin vomitar.

Corro sintiendo todo mi cuerpo temblar. El baño está bastante alejado de la cafetería, pero el sector donde se encuentran los chicos está mucho más cerca. Cuando doblo en una esquina, choco con alguien. Miro a Rhett sorprendida y él también a mí, pero no es momento de pensar en nuestros asuntos. Ross a su lado abre la boca para preguntar algo, pero me adelanto.

—Drea Brown está muerta —consigo decir antes de vomitar.

Me equivoqué al decir que el universo conspira a nuestro favor.

¡El sábado nuevo capitulo! Cada vez nos acercamos más al final y quedan menos personajes... ¿El asesino no parará hasta finalizar con Heaven? ¿Es Stella la verdadera asesina? ¿O hay alguien más que sabe ocultar muy bien sus secretos? ¿Shippean a Rhett y Heaven? ¡Yo sí! :)

¡Gracias por leer!

Continue Reading

You'll Also Like

15.6K 1.4K 28
Continuación de "𝑳𝒂 𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂 𝑱𝒂𝒑𝒐𝒏𝒆𝒔𝒂" Bulma Brief ya no es la misma chiquita de hace años, no, ahora es todo una mujer hecha y derecha...
Más te vale By lunabox

General Fiction

306K 28.5K 47
Ángel siempre lo ha tenido todo. Siempre se sale con la suya. Tiene mucho dinero y nadie que le pare los pies, hasta en lo que él llama una broma pes...
13.8K 1.1K 19
Una joven humana, llena de secretos y traumas, acabó rompiendo la regla más importante que había en una Inglaterra del siglo XIX apestada de vampiros...
505 216 38
Los escritos de Diario de un Ángel son un reflejo de las locuras que danzan en mí imaginación. Existe una palabra para definir el momento en que fant...