As bajo la manga | RESUBIENDO

Galing kay Heatherdelrey

600K 22.6K 17.6K

El jefe de la mafia se ha obsesionado con el único hombre que no puede tener, el mejor policía de la ciudad. ... Higit pa

🃏 Leer antes de jugar
01 ♣️ Esa noche en el club
02 ♣Nos encontramos
03♣ Él vino a impresionarme
05 ♣El crimen fue cometido

04♣ Lo logró

28.9K 2.4K 1.6K
Galing kay Heatherdelrey

KAAN.

Ella se queda viéndome mientras abrocho mi pantalón, con las comisuras de los labios curvas, solo observa en silencio.

Puedo pasar la noche a veces, pero por encima de ello soy su amigo y tiene ciertos comportamientos que me preocupan. Incluso si no soy fan de la psicología me gustaría que controlara su salud desde que se apartó un poco de su novio. Ese sujeto parece ser un espiral tóxico, no hay que ser un genio para saber que anda en malos pasos.

—Hera, deja a ese hombre, sorprenderte cuando alguien te trata bien indica que las cosas ahí van mal.

—Por supuesto que van mal, lo estoy engañando contigo.

Ah, cierto.

—Pero considéralo, no estés con alguien que solo te hace sufrir.

Un ligero "¿No?" rompe el vacío del cuarto, ya vestida se mira al espejo, petrificada, con la mirada fija en ella misma. Las manos le tiemblan, cuando alcanzo a levantarme un sollozo se escapa de sus labios.

Este tema le afecta, quizás soy muy duro con decírselo directo, mas es de nunca acabar, no puede solo ignorar que su novio no la valora. No le da el trato que merece y puede que haya sido una buena persona en el pasado por lo que me contó, pero ya no existe, a veces las personas cambian para mal y es algo que se debe aceptar.

Se pasa un dedo por la mejilla secándose las lágrimas, la vocecita de empatía en mi cabeza me obliga a ir a consolarla.

No sé manejar sentimientos, ¿Qué hacía mi familia cuando yo estaba triste? Aparte de regañarme, darme dinero o decirme que me vaya de casa. 

Pongo mis manos sobre sus hombros, miramos al otro en el reflejo, su respiración aún está acelerada.

—No pasará este mes sin que acabe, lo prometo. —asegura Hera.

—Mira —suspiro—, lo siento, lo dije de una manera fuerte. Era un consejo básico de alguien que no sabe nada del amor.

—Lo tomaré en cuenta —se gira a abrazarme—. no te preocupes.

Nuestro abrazo en esa aburrida habitación de motel se corta por el sonido del tono de llamada, su teléfono está sobre la mesa de luz, que suene a esta hora puede significar varias cosas y ninguna buena, estoy preparado para guardar silencio como si fuera un monje cuando el mío empezó a vibrar entre mis bolsillos.

Observamos las pantallas al mismo tiempo, es uno de los números de la estación, sin embargo es de madrugada, no tienen por qué llamar y menos a nosotros.

Le hago una seña para que no conteste, lo que tengamos que oír lo podemos hacer desde un solo móvil. Deslizo el icono verde esperando que la persona al otro lado de la línea hable, coloco el altavoz, confundido porque no se oye nada.

—¿Hola? ¿Kami?

—Me llamo Kaan. —le recuerdo.

—¡Kaan! ¡Gracias a Dios contestas! —grita contra el micrófono, provocando que el audio se escuche horrible—. Al fin.

—¿Qué pasa?

—Tuvimos una emergencia, el personal no da abasto y es realmente importante, quería saber si la forense y tú podrían venir más temprano.

—¿Qué tan temprano? —cuestiona Hera.

—¡Hera! ¡Estás ahí también! Qué bien, pues lo más que puedan, sé que no es su horario y no tienen por qué, pero me quedé sola, no entiendo cómo manejar todo con esta gente.

Pobre Lana, ¿Dónde está el jefe para ayudarla?

Considerando la hora, seguro en su quinto sueño.

—¿Qué necesitas? Cuéntanos. —insto.

—Ya mandé pedir forenses de otros lugares, pero van a tardar un poco y la señora Galanterie...

¿No es el mismo apellido que el pelirrojo?

Hera me arrebata el teléfono. 

—¿Qué le pasó a ella?

—Nada, a ella nada, se encontró un cadáver en su casa.

¿Si saben que compartir estos datos es ilegal? Ni siquiera debería llamarnos, pero vamos, es Lana.

Luego de un largo rato de pegar el móvil a su oreja, afirma decidida.

—No te preocupes, voy para allá. —informa Hera.

Al cortar la llamada, pone sus mejores ojos de cachorrito al mirarme, está loca si piensa que voy a ir en un horario extracurricular a verles la cara de payasos, necesito dormir. Estoy agotado.

—Por favor. —farfulla.

—Ni lo pienses —me separo de ella—. no me apetece en lo más mínimo.

—¡Te daré lo que sea! ¡Por favor!

—¿Consideraras hablarlo con él? —arqueo una ceja, incrédulo de que este trato sea fructífero, todos los otros fracasaron cuando se trata de él.

Sabe a lo que me refiero, por lo que asiente.

Subimos a su auto, las calles están vacías, no se escucha siquiera un pitido, algunos alumbrados dejaron de funcionar por las últimas tormentas por lo que hay sitios donde la luz amarilla parpadea dando un efecto terrorífico. Me pondría alerta de no haber investigado antes de mudarme, no hay crímenes o actos delictivos —a excepción de Rosario— desde los últimos cincuenta años, incluso se encuentra poca información sobre el asesino, más limpio aún.

Me parece extraño que Hera se sepa la dirección a la que hay que ir de memoria o que movilicen a cualquier individuo posible por un simple cadáver, no estoy diciendo que no sea relevante, pero cuanto drama. Las familias adineradas suelen estar involucradas con la mafia, corrupción, drogas, tráfico u otra forma de obtener dinero fácil, normal que cometan otras cosas peores.

—Este viaje está siendo aburrido. 

—Kaan, acaba de morir una persona. —me regaña.

—¿Por qué estás tan tensa?

—¿Y si es él?

¿Se está refiriendo a Rosario?

—¿Por qué? Aunque no sé, no soy detective, no me pregunten a mí. —bromeo.

—Necesitamos un detective. 

—¿Y si obligamos a Dan a venir? Siempre dice que no duerme bien, entonces no sería despertarlo.

—¡Si! ¡Salida de amigos! No lo hacemos hace como cuatro horas —exclama animada—, ya tocaba.

Lo unidos que nos hemos hecho en un par de meses es increíble, pasamos la mayoría del tiempo juntos así que mi hermano ya los conoce como "tíos", como no hay muchas actividades que hacer eso solo nos lleva a poder interactuar más e incluso cuando las hay. Desviamos de ruta hacia su casa sin llamarlo, el plan es literalmente irrumpir en propiedad privada y gritarle hasta que salga. Muy legal.

Su vecindario es agradable, las luces funcionan mejor que en lo que rodea la gran mansión a donde vamos, los aullidos de perros nos obligan a poner un poco de música para que el camino no se haga serio. Por alguna razón se siente como una fiesta, quizás son las feromonas liberadas o que no nos toca algo interesante nunca.

Los bailecitos sacados de redes sociales de Hera no me paran de hacer reír, es horrible y no digo que yo no lo sea, mirar esos videos en los almuerzos nos ha maldito, el teléfono suena esperando que ya estemos en la escena del crimen, mas no es nuestro horario ni esto forma parte del contrato, no pueden quejarse al respecto.

¿No tomamos demasiado como para presentarnos así? El orden en esta ciudad es extraño.

—¿Qué decimos? —murmuro abriendo el pequeño portón de hierro.

—Está conectado en WhatsApp, hagamos un escándalo. —comunica ella al checar su teléfono. 

—Vale, ¿Qué gritamos?

—¡Policía! —vociferó Hera golpeando la puerta—. ¡Queda arrestado por exceso de facha!

—¿Qué es facha? —pregunto en un susurro.

—No importa, sígueme el juego.

—¡Su facha es muy ilegal para este pueblo! —pateo la puerta—. ¡Abra o disparo!

Las carcajadas de Dan atraviesan la pared, algunas cosas caen al suelo causando un ligero estruendo, por fortuna apagamos la música para que al menos eso no sea lo que despierte a los vecinos.

—¿Qué carajos hacen aquí? —cuestiona antes de saludar.

—Vístete y ven con nosotros, será divertido. —ordena Hera.

—¿Cómo sabes que no está vestido? —le pregunto en voz baja.

—¡Me conoce! —responde en un grito Dan.

Nos abre la puerta luego de colocarse una bata, hay un combo de Murder-Kink en el suelo junto al control remoto mientras que el penúltimo episodio de Bojack Horseman se reproduce, la temporada final puede ser fuerte para algunos. Tiene el cabello desordenado con una papa frita encima, nos invita a entrar.

—¿Por qué los dejé ser mis amigos? —suelta él en un quejido al peinarse.

—Porque nos amas, ponte un pantalón. —contesta Hera.

—Voy —busca entre su armario que, ocasionalmente está ubicado en la sala—, ¿A dónde vamos?

—A la casa de Ezra. —menciono de mala gana.

—¿Qué? —pregunta con el ceño fruncido—. ¿Disculpa?

—Me obligó, con una pistola, casi muero Dan. —me defiendo.

—No me sorprende, las personas con cabello pintado son peligrosas, mira al joker. —cita riendo.

—¿Vas a acompañarnos o no? —reitera Hera.

—¿Tengo opción?

—No. —respondemos al unísono.

Ya pasaron treinta minutos desde la llamada, me pregunto cómo lo estarán manejando, mandaron pedir un equipo especial para revisar el cuerpo, lo que me da un toque de curiosidad por cómo debe estar para que el que tenemos no sea suficiente. Los rayos rojos y azules de las patrullas nos indica cual de todas las hermosas construcciones es, podría calcular ocupa una manzana entera o más con solo ver su entrada.

Los compañeros están parados al lado de una piscina, Dan se coloca su tarjeta de identificación al igual que Hera, busco mi placa en mis bolsillos corriendo a comentarle algo antes del show.

—Pensé que solo hacías autopsias. —admito a metros de ella.

—No solo eso, solo estoy algo confundida ¿Por qué tengo que hacer el informe aquí mismo? No es propicio hacerlo aquí, ni legal.

—Hablando de ley... —musito.

El pelirrojo sale junto con el chico del bastón a recibirnos, me impresiona su tranquilidad a pesar de todas las consecuencias legales que tendrá.

El agua de la piscina está manchada de rojo por doquier, hay pequeños bultos flotando y uno mayor en el centro que me imagino qué es.

¿Cómo metieron eso sin que se den cuenta? Si es que no lo pusieron ellos, por supuesto.

Odio tener que hablar con ellos por trabajo.

—Buenas noches, señor Galanterie. Un gusto verlo de vuelta. —fuerzo una sonrisa.

—El mundo es un pañuelo. —dice notablemente sorprendido.

—No tan grande como para absorber toda esa sangre, ¿No? —señalo la piscina.

—Mire Kaan, no tengo mucho tiempo, solo dígame una cifra suficiente, se la doy a usted y su grupo para proceder a largarse.

Lleva su mano al bolsillo interior de su traje, sacando un tablón de papeles, la chequera llamativa en exceso, destella bajo las luces de la policía, con su mano libre toma una pluma, empezando a escribir. Arrugo las cejas, espero en silencio a que aclara que es un chiste, cosa que no sucede.

—¿Qué dijiste? 

—Lo que escuchaste —sacude su bolígrafo—. Una cifra.

—Debes estar bromeando, quiero hablar con tu padre o la figura de autoridad aquí —me muerdo la lengua, debería tratar mejor a las personas en horario laboral—. Por favor.

—Soy yo.

—Está bien, pero ¿El verdadero señor dónde está?

Pone los ojos en blanco fastidiado, pasa de mí yendo hasta nuestro comisario, al parecer se ofende pronto. Debe de estar muy cegado para creer que puede arreglar esto con su sucio dinero o que es un ser superior que no tiene por qué hablar conmigo, si algo está claro es que va a hablar, hay un muerto en su casa.

Escudriño a la señora que nos observa a través de una puerta de vidrio, luce serena alrededor del resto de sus hijas, al menos no toda la familia tiene mala pinta. No quiero interferir con el trabajo de mis colegas, como ya mencioné soy el menos indicado para estar aquí ya que no poseo una labor exacta como mis amigos, estoy feliz por ello puesto que tampoco me gusta meterme mucho, tengo mis propias margaritas por regar.

¿El resto del clan estará bien? ¿No tendrán que estar en el patio de una persona desagradable contra su propia voluntad?

Rodeo la piscina sin inmiscuirme, el color intenso de la sangre es suficiente para mantenerme alerta, sus entrañas bailan entre sí en el agua. La charla sobre si pudo haber sido el mismo asesino es absurda, uno es delicado y este parece estar lleno de odio, también es extraño la poca visibilidad que está teniendo, número reducido de agentes, las patrullas no hacen ruido, ninguno habla fuerte, nos llamaron en lugar de ponerlo en el grupo o en el sitio general.

¿Por qué no están apresando a nadie? Sé que no hay pruebas, aunque joder, que se van a hacer los sorprendidos y ¿Se lo dejarán pasar?

En una esquina, el joven del bastón está acuclillado sosteniéndose con dificultad de la zona de escaleras a la piscina, sus uñas cortas rasguñan el metal. Sin girarse a verme, retrocede unos centímetros antes de hablarme, me asusta un poco cómo actúa.

—¿Estaremos bien? —cuestiona con timidez.

Me da ternura ese chico, aunque a la vez miedo, las vibras de traumas que restriega con su mirada me preocupa, es como si fuera de esto estuviera en una realidad más alejada pensando en otros temas. No se viste como los demás, es más simple y no tiene todas las capacidades que nosotros, tengo el instinto de protegerlo.

—Por supuesto que sí —miento— es solo un mal rato, no suele pasar.

—¿Por qué no suele pasar?

—Porque es un asesino que no va a matar a cientos de personas, a cada una le pone dedicación y tú no eres su tipo.  —explico con intención de calmarlo.

Mentira, ni siquiera sé si es él o cuál es su tipo, solo quiero que deje de mirarme asustado.

—¿Uno serial?

—En efecto —asiento— ¿Sabes lo que es uno?

Se queda callado varios minutos casi sin parpadear o respirar observando fijo el cuerpo, empiezo a dudar de su estabilidad mental.

—Sí.

—Mira el lado positivo, no es tan malo —trato de inventar una excusa—. además nosotros te vamos a proteger.

—No me pueden proteger de alguien así, es muy obsesivo, si quisiera hacerme algo lo hará.

—Hey, eso no es cierto ¿Por qué lo dices?

—Porque las muertes tienen mucho detalle, son como flores que planta, les da cuidado antes de sacarlas al sol. —no hay rastro de vida en sus ojos, habla sin emoción y pareciera que leyera un panfleto en su manera de contar esto.

—¿Cómo sabes? —indago por curiosidad.

—Por cómo actúa, lo hace con un propósito, todos tienen uno.

—Pareces saber de asesinos seriales. —concluyo, él retrocede un paso.

—No. 

—¿No?

—Lo básico.

El joven tocó el agua, mi reflejo al instante fue tomarlo de los hombros para detenerlo, por alguna razón algo dentro mío grita que se quería meter. Se levanta como si nada a dar dos vueltas enteras por los bordes, camina tan ligero que parece ser un fantasma, un muerto en vida.

No hay brillo en su mirada, perturba como se sienta a observar el cuerpo o algunos trozos de carne, más que nada por su naturalidad, demuestra estar acostumbrado a este tipo de aberraciones.

—Es un regalo. —comenta, casi no se le oye.

—¿Un regalo? —insisto en sacarle conversación.

—La envolvió en su cabello, le dio un aspecto presentable y se lo trajo hasta su casa —mientras explica mueve las manos describiendo el proceso—, como un regalo.

—¿Por qué alguien regalaría un cadáver?

—No le está regalando un cadáver  —niega con la cabeza—, le está regalando un crimen.

¿Y si está bajo el efecto de una sustancia? Es lo más lógico.

—¿Para qué? —cuestiono.

—¿Para que sepa que es especial? —teoriza el hombre.

—Qué macabro.

Desde el piso, eleva su rostro hacia mí, nuestros ojos se encuentran, aunque sigo sin ver vida en los suyos, respira hondo y con una seriedad que me deja helado, susurra apenas moviendo los labios:

—Lo considera bonito. —añade de la nada.

—Eso es...  —dudo de si sacar mi teléfono para anotar—. Impactante.

—Es su propósito —afirma—,y lo logró.

Ipagpatuloy ang Pagbabasa

Magugustuhan mo rin

53.5K 4.9K 39
▸ 𖥻 no + min = ♡ ˑ 𖦹 ⊹ ᨘ໑ ¡ jaemin es un chico inteligente y apasionado por la moda, sueña con convertirse en un reconocido diseñador de modas. al...
1.9K 1.1K 24
La vida de Carter parecía normal,tenía buenas notas,era popular,era responsable ,se divertía con responsabilidad ,tenía una novia,tenía un mejor amig...
1.6M 126K 50
Daphne y Reece han presenciado un asesinato. Salvo porque no hay cuerpo, no hay rastro, y la persona a la que creían haber visto está viva. ¿Qué pasó...
24.7K 3.4K 44
Park Jimin el alfa más deseado de toda la preparatoria Min Yoongi, un chico nerd poco convencional >> ¿podrá Jimin lograr enamorar a su rebelde omeg...