Me asusto tanto cuando todos van a por mí, que cierro los ojos y escucho como si algo se chocase con un cristal, abro los ojos y observo sorprendida como todos los cuerpos a mi alrededor están calcinados. Dominick está asombrado y asustado por partes iguales, pero agarra mi mano y comenzamos a correr, buscando a nuestra gente.
Aunque ellos nos encuentran mucho antes, con Félix cubierto por veneno, y sé que ha sido él quien ha acabado con la mayoría de los vampiros.
—¡Alec! —Exclamo con una sonrisa al verlo ileso y con una sonrisa. Salto a sus brazos y me aferro a él con fuerza. —Te quiero mucho, mucho, mucho.
Alec introduce su nariz en mi cuello y aspira con fuerza, quedándose con mi aroma. Escucho detrás de nosotros como Dominick está contándoles lo que he hecho, pero presto atención a lo que dice Jane.
—Nos atraparon y nos llevaron lejos, a una granja abandonada, pero Félix se logró soltar y acabó con todos de una vez. —Dice Jane. —Y hemos acabado con el problema de los neófitos. Al parecer, Aro y Caius no tenían nada que ver, según lo que he conseguido sacarles.
—¿Y por qué nos quisieron aquí? —Pregunta Dominick mientras Alec me mantiene agarrada con fuerza, sin soltarme, y sé que si estuviéramos solos, me diría lo que está pensando.
—Ni idea, pero parece que quieren que seamos un grupo de misiones más especializado. —Dice Félix encogiéndose de hombros. —Volvamos a casa.
Sonrío y me quedo pensando mientras Alec camina hacia el coche. Sé que esta es mi familia, incluso Dominick lo es. Voy a vivir con ellos para siempre, eternamente.
Ahora, Volterra es mi hogar.
F I N