¿Boda por accidente? Pregúntale a la ley de Murphy
Capítulo 2. Te servirán la tostada con mantequilla, aun cuando no la hayas pedido así
A la mañana siguiente, Thor se presentó a trabajar al establo como de costumbre, excepto que ahora vio una presencia extra: Loki
El joven estaba vestido con un par de jeans ceñidos a su esbelta figura junto con un cardigan bastante elegante para ser usado durante el día y en ese lugar. A pesar de su impactante elegancia, Thor sumió los labios cargando una paca de paja hacia una de las cuadras para alimentar a los animales y pretender que no se había sorprendido de verlo.
Cuando no pudo evitar cruzar miradas con el ojiverde, se acercó con precaución, limpiándose el sudor de la frente con una pañoleta antes de dirigirse a él.
—Buenos días, señorito Laufeyson
Loki se recargó sobre un cimiento de madera, observando al rubio y sacó de su bolsillo derecho su teléfono celular para tomarle descaradamente una foto al nórdico parado frente a él.
—Buenos días, futuro esposo —devolvió el saludo finalmente, echándose un paso hacia atrás cuando notó que Thor intentaba quitarle el teléfono, seguramente para borrar su retrato digital.
—¡Bórrala! ¡Bórrala! —pedía mientras estiraba su brazo para alcanzarla.
Loki estaba divirtiéndose. Era gracioso que Thor, siendo casi el doble de musculoso y aventajando su estatura, no pudiera quitarle el aparatejo. Se movió hacia fuera del establo, corriendo hacia los jardines, donde Thor lo siguió sin recato.
—Oh, vamos Thor. Es solo una inocente foto —alegó al ser interceptado "accidentalmente" por el mayor. —¿Qué tiene de malo?
Thor lo había tomado de la cintura para evitar que escapara y ahora estaba buscando el condenado móvil, pero no lo encontraba. ¿Dónde carajo lo había escondido el insolente?
—Sé que la subirás a tus redes sociales. Cada foto que tomas la compartes —reprendió.
—¿Y?
—No quiero que sepan dónde estoy —explicó alarmado.
—Oh, ¿Quiénes?
—Mis padres. Se supone que no deben enterarse de mi ubicación. Conociéndolos deben tener un equipo intentando localizarme como sea y eso incluye la identidad cibernética
—Uhm, huelo resentimiento —apuntó Loki dejándose seguir inspeccionando. —¿Imposiciones sociales, una treta familiar inquebrantable, una huida prematura, quizá? Vamos, puedes decirme
—No te incumbe, solo... Borra la maldita foto
Loki alzó una ceja y, a modo de capricho, se alejó del nórdico para sentarse sobre un tronco de fresno seco.
—Si quieres que la borre, primero llévame a mi habitación —mencionó el ojiverde alzando los brazos, dándole a entender a Thor que quería ser cargado hacia allá.
El rubio pasó su mano por la cara. Increíble, el señorito ahora lo tomaba por estúpido. No entendía su forma de actuar, él solo era un humilde trabajador de establo... Oh, con el pequeño cambio de que, desde el día anterior, era el prometido del hijo de los Laufeyson.
Volvió a recapacitar. No tenía muchas opciones en ese momento, ¿o sí? Se acercó al ojiverde, pasando sus manos por debajo de sus piernas y espalda para poder levantarlo del tronco, caminando de regreso a la residencia de sus patrones.
Restaban 20 metros para la entrada principal y durante el corto tiempo que Thor tuvo a Loki contra su pecho, se extrañó de que el joven se mantuviera callado y sereno, como un gato dormilón. Frente a la puerta, la cual le costó trabajo abrir, Thor entró con dificultad para mantenerse en equilibrio y observó la terrible escalera de caoba en espiral que dirigía al segundo piso.
—¿En serio tengo que...?
—¿Quieres que borre la foto o no? —preguntó Loki con sarna, pero sonriendo.
Thor suspiró y comenzó a subir por los escalones. Menos mal que eran amplios o quizá se hubiera tropezado por no poder ver sus propios pies. Agh, era demasiado raro el asunto, nunca tuvo una comunicación bidireccional con Loki y ahora lo había comenzado a fastidiar solo por ser su prometido. Bueno, debía imponer su punto de vista, ¿cierto? Si, ya vería ese jovenzuelo presumido su suerte cuando lo bajara.
—Ya llegamos, ¿feliz? —mencionó el rubio estando frente a la puerta de la habitación de Loki.
—Casi... Recuéstame
—¡¿Qué?! No hablas en serio
Thor miró por unos segundos al menor, pero terminó cediendo ante la petición. Llegó a la enorme cama y lo colocó sin mucho decoro encima de ésta. Cuando Loki retiró sus manos de su cuello, se sentó en la orilla esperando por la entrega del teléfono hasta que finalmente el ojiverde se levantó su pantalón a la altura del ombligo y sacó su móvil de sus calzoncillos.
—Oh, dioses —expresó Thor cuando notó el pequeño escondite y recibiéndolo en su mano.
—La contraseña es "Thorpe-y-yo" —respondió Loki, recostándose con singular tranquilidad.
Thor rodó los ojos y escribió la contraseña, revisó la galería de imágenes, pero... No encontró ninguna foto suya; tan solo halló un montón de fotos de jardines, estatuas, museos, edificios turísticos y, añadiendo su presencia, mucho Loki. Loki por ahí y Loki por allá en fotos propias, o selfies. Confundido revisó más carpetas de imágenes, pero fue el mismo cuento: no estaba su rostro. Le devolvió su móvil al ojiverde y se quedó mirándolo inquisitivo.
—¿Dónde tienes mi foto, Loki?
—¿Cuál foto, Thor?
—Déjate de juegos. No es gracioso
Loki alzó los hombros. —Si me das un beso, te diré
Como si le hubieran arrojado tomates, Thor se levantó y caminó rápido hacia la pared. Mierda, seguía con ese asunto. Era ridículo pensar que podría estar cómodo con la idea de un matrimonio arreglado, pero Loki no parecía mortificarse; él en cambio, no deseaba que esto llegara demasiado lejos... ¿O solo estaba pensando demasiado las cosas? Es decir, el azabache era todo un modelo de belleza y besaba bien, además estaba seguro que no tendría inconveniente con ser el pasivo durante el sexo...
—Oh, no. Eso no. Yo no entro en esos modos —pensó Thor en voz alta, señalando a Loki.
—¿Modos? ¿Cuáles... modos? —preguntó curioso, levantándose para poder dirigirse al rubio. —¿Besarnos?
—Exacto
—¿Qué te da miedo? —cuestionó Loki, pegando sin recato su cuerpo al de Thor, aprovechando que éste se sostenía de la pared. —¿Temes que te guste?
El rubio tragó saliva. Podía sentir todo el cuerpo restregado del chico sobre su persona y lo peor es que no sabía si negarse rotundamente o... Mierda, era demasiada sensualidad, sus ojos verdes como esmeraldas que lo estaban observando con lujuria; sus manos encima de sus pectorales, dibujando círculos encima de su camiseta sudada por el trabajo de la mañana; sus labios rosas entreabiertos y esbozando una maquiavélica sonrisa, como si supiera el efecto que le había causado.
Era imposible de resistir.
—Dime, Thor... ¿Estás tentado a dejarte llevar por tu deseo? —preguntó siseando, enredando sus brazos alrededor del cuello del nórdico y pegándose aún más hasta sentir que sus entrepiernas se cruzaban.
El nórdico sentía seca la boca y el corazón palpitando como mil demonios. Tomó de los hombros a Loki y le plantó el maldito beso codicioso con fuerza. Bajó sus brazos a su cintura y continuó besándolo hasta que se agotara. La estrategia, según Thor, era simple: lo besaría hasta que Loki se abrumara tanto que le sería imposible seguir el juego y le ordenaría que lo dejara en paz, y con suerte, eso echaría para atrás los planes de boda. Bueno, esa era la idea, y quizá sonaba bien en su cabeza, pero Loki no parecía darse por vencido.
Entonces adoptó otra medida. Llevó a ciegas de vuelta a la cama al ojiverde mientras permanecía con su boca unida a la suya, mordiendo de vez en cuando sus labios y metiendo su lengua y probando su sabor. Odiaba admitirlo, pero Loki lo estaba... ¿Excitando?
—Te dije ayer puedes hacer más cosas además de besarme —escuchó de pronto en su oído, seguido de un suspiro ahogado y el empuje de Loki para intercambiar posiciones.
Ahora el azabache estaba a horcajadas suyas, viéndolo con aire orgulloso desde arriba.
—Te recuerdo que tienes que borrar mi foto —sacó a colación, tratando de calmarse, aunque sintiera perfectamente el reborde de las nalgas de Loki contra su entrepierna.
—Ah, eso... Jamás te tomé una foto —confesó el ojiverde. —Si te fijaste, la última imagen es una selfie mía. Alcé la cámara para tomarme la foto, pero estaba usando la cámara frontal
—¿Entonces por qué me hiciste cargarte y besarte? —preguntó con enojo, a pesar de que la adrenalina del beso seguía presente.
—Es divertido —respondió Loki. —Vamos, no te perjudicaría adrede. Aunque también quería comprobar algo
Thor entrecerró los ojos. Parecía que a Loki le encantaban los juegos con tintes eróticos, pero... Mierda, no podía creer que se había dejado llevar por la vibra. Aunque no le tomara una foto, este truco solo era otra manera de hacerlo quedar en ridículo, ¿o no?
—¿Qué querías comprobar?
Loki bajó su rostro hasta quedar a centímetros del otro y sonrió de lado. —Definitivamente me casaré contigo
Por poco Thor tiene un colapso nervioso al escuchar sobre el matrimonio. Carajo, no había tomado en cuenta que Loki, quizá estaba malinterpretando su comportamiento y chantaje emocional. Y es que, es que...
—¡No! ¡Eso es una reverenda...!
—¿Estupidez? —completó la oración Loki, despreocupado. —No lo veas así. Podrás tener la mitad de mi herencia, se resolverán tus problemas financieros y no te quejarás de no tener una vida sexual muy activa. ¿Hace cuánto que no follas a alguien? Apuesto que llevas meses de abstinencia
Lo había dejado callado. Thor desvió la mirada, pero los movimientos de caderas de Loki lo hicieron encararlo nuevamente.
—Eh... No estoy seguro que sea buena idea
—¿No me deseas?
El nórdico no sabía exactamente porqué el enojo y la frustración de no saber negarse simplemente habían cambiado en segundos a un impulsivo sueño húmedo consciente, por así llamarlo. Es decir, tener a Loki encima suyo con su aroma embriagante y belleza ofreciéndole un sinnúmero de noches de pasión era... Mucho para procesar. No era gay; de serlo, entonces hubiera tenido muchos problemas en la preparatoria, pero con Loki le daban ganas de destrozar la cama ahí mismo.
—Tal vez... —respondió.
El ojiverde bajó entonces de su abdomen y se acurrucó a su lado. —Quiero que tengamos una cita para que lo aceptes
Thor giró hacia él y miró con atención su reacción: —¿Por qué te quieres casar conmigo, Loki? No quisiera que te sintieras miserable al entender que estarás conviviendo conmigo las 24 horas del día. Casi ni nos conocemos. Soy empleado de tus padres.
—Créeme, estoy más que feliz con la idea —afirmó, posando su mano sobre el pecho del otro. —Y no has respondido lo que te pedí
—¿Una cita, eh?
—Exacto. Tú mismo lo has dicho: necesitamos conocernos
Thor miró al techo y suspiró. No podía creerse que en serio considerara la oferta. Tenía mucho qué pensar, pero al mismo tiempo, Loki lo estaba convenciendo cada vez más de que estar juntos como pareja podría resultar bien. Era una reverenda puntada en los huevos, pero, ¿por qué tenía ese travieso halo irresistible? ¿qué le había hecho Loki para confundir su supuesta heterosexualidad?
—De acuerdo, hagámoslo... La cita —aclaró.
—Oh, arruinando la diversión del momento. Cuando nos casemos, no podrás negarte a tomarme en todas las posturas y habitaciones de la mansión —siseó con erotismo cerca del rostro del nórdico, acariciando su barba corta. —Si no fuera porque mis padres están por llegar, te haría el mejor sexo oral de tu vida
—¿Tan seguro estás de querer follar? Podría tener eyaculación precoz o disfunción eréctil, yo que sé
—Ja, ja. Oh, Thor, amor... Grábate esto en su preciosa cabeza: tu enorme y deliciosa polla va a follarme tarde o temprano, y cuando eso pase, sabrás que tu disfunción eréctil se volverá un "blue balls" por las ansias de querer destrozar mi culo diario
Acto seguido, Loki pasó su lengua por el cuello del rubio y parte de sus labios, besándolos al final con posesividad y ahínco. Thor por su parte no rechazó el beso, pero quedó sorprendido por saber que su supuesto prometido era más pervertido de lo que creía.
Loki se levantó de su cama para ir a recibir a sus padres, no sin antes voltear de nuevo hacia el otro y dejar que notara una erección en sus pantalones, dándole a entender que era todo un deleite compartir el mismo espacio físico. Ante esto Thor lo siguió con la mirada y hasta que Loki abandonó el cuarto, metió su mano dentro de su propio pantalón para acomodarse el miembro para evitar que siguiera palpitando.
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Esa misma noche, al acabar su jornada laboral, Thor recibió un mensaje de Loki. Parecía que se volvería un ritual textearse durante esas horas.
Thor arrojó el teléfono a un lado de la cama, donde estaba acostado. Bostezó y releyó lo que había escrito. Tomó su ropa y una toalla para meterse a duchar. Ahí dentro reflexionó lo que había sucedido ese día.
—Entonces... Te gusta Loki —se dijo a sí mismo mientras se miraba al espejo.
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"Blue balls" es una manera de decir que dejas con ganas a la persona, que te calentaste pero no acabaste el asunto, que prendiste el boiler sin meterte a bañar... Uhm, o sea, que te quedaste cachondo/ prendido/ excitado.
Espero que les esté gustando la historia. Cualquier comentario o sugerencia es bienvenida. ¡Muchísimas gracias por los votos! ¡Los adoro, bellezas!