Entre el Amor y el Odio {Hiro...

Af LadyFelska_

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_______ Callaghan, sobrina del hombre que casi destruye San Fransokyo y él causante de la muerte del estudian... Mere

Prólogo.
Capítulo 1: Un Amargo Encuentro
Capítulo 2: ¿Destino o Casualidad?
Capítulo 3: El Mesero
Capítulo 4: Patrulla
Capítulo 5: Trato
Capítulo 6: El Hermano de Hiro
Capítulo 8: Una Gran Presentación
Capítulo 9: La Familia de Hiro
Capítulo 10: Culpabilidad
Capítulo 11: ¡No es una cita!
Capítulo 12: La Señal
Capítulo 13: Mirada Asesina
Capítulo 14: Un Beso
Capítulo 15: Café Caliente.
Capítulo 16: Confesiones.
Capítulo 17: Un lindo gesto.
Capítulo 18: Hormonas.
Capitulo 19: Una buena excusa.
Capitulo 20: Un viaje al Pasado
Capitulo 21: Tadashi está aquí
Capítulo 22: Noticias
Capítulo 23: Inseguridades
Capítulo 24: Preguntas
Capítulo 25: Un mal pronóstico
Capítulo 26: En aprietos
Capítulo 27: Momento equivocado
Capítulo 28: Sin salida
Capítulo 29: Otra perspectiva
Capítulo 30: Cabos por atar
Capítulo 31: Sin solución
Capítulo 32: Reviviendo el pasado
Capítulo 33: Una vida de mentiras
Capítulo 34: Mal entendido
Capítulo 35: A prueba
Capítulo 36: ¿Confiar o no confiar?
Capítulo 37: Deseos

Capítulo 7: Hiro Tiene Novia

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Af LadyFelska_

Una semana había pasado desde la feria estudiantil y desde que descubrió la verdad sobre la muerte de aquél estudiante, Tadashi Hamada, el hermano de Hiro. Desde entonces no se había atrevido a ir a Lucky Cat Café, lo cierto era que no sabía como mirar a la cara a las personas más afectadas por el terrible error de su tío y la culpabilidad que ella sentía no la ayudaba, si que era verdad que ella no tenía nada que ver en todo eso, ella no era culpable de las decisiones que había tomado Robert, pero por alguna razón, se sentía terriblemente mal. Sin embargo, hoy iría por primera vez a la Universidad como estudiante oficial ¿Y que mejor que empezar el día con un delicioso desayuno?

Estaba a tan solo unos metros de la tienda, seguía sin agradarle la idea del todo, pero era su Café favorito ¿no? Lo quisiera o no, terminaría yendo ahí de cualquier forma, debía enfrentar la realidad una vez por todas. Suspiró frente a la puerta, apartando aquellos pensamientos de su cabeza, sabía que el daño ya estaba hecho y no había forma de arreglarlo, asi que lo mínimo que podía hacer, era ser amable con ellos. Tragó grueso y entró por fin a la tienda, la cual estaba recién abierta, por lo que no había nadie más que ella y, por supuesto, Cass; ésta se encontraba terminando de limpiar el mostrador, cuando rápidamente se giró en su dirección al escuchar el sonido de aquella campana que estaba arriba de la puerta, la cual indicaba que alguien había entrado a la tienda.

A la mayor se le iluminaron los ojos al verla y una enorme sonrisa apareció en su rostro, al parecer estaba verdaderamente feliz de verla; ésto tranquilizó un poco a la chica, la cual le devolvió la sonrisa en forma de saludo, se le había olvidado lo amable que era Cass y por un momento había llegado a pensar que tal vez la odiaba, pero era totalmente lo contrario.

—Buenos días, Cass.— Habló alegre la chica quien se había acercado al mostrador.

—Oh cariño, llámame tía Cass.— Le contestó con ternura, a la chica le resultó un poco extraño, pero no le tomó mucha importancia, así que solo le sonrió. —Vienes por Hiro, ¿Verdad? Ahora lo llamo. 

La chica se tensó, no recordaba que según Cass, ellos eran amigos, había olvidado por completo el trato que habían hecho en la feria; Genial su día había empezado mal. Cass caminó hacia una puerta que había cerca y entró, luego de unos segundos escuchó como ésta le gritaba al chico que había venido por él.

Esto no podía ser peor...

—Yo... Ahm.— Habló una vez que Cass se encontraba detrás del mostrador. Quería decirle que realmente no había ido por Hiro, pero no quería empeorar las cosas. —También quería ordenar...— Finalizó mientras reía nerviosamente.

—Oh claro, ¿Lo de siempre?

—Sí, esta vez para llevar, por favor.

—Muy bien.— Rápidamente puso el pedido en una pequeña bolsa y se la entregó a la chica. —La casa invita.— Mencionó con una sonrisa cuando _____ le ofreció el dinero.

—¿Qué? N-no, esto... Es muy amable de tú parte Cass, pero no puedo aceptarlo.— Eso era extraño. Si, Cass siempre había sido muy amable con ella, pero eso ya no era normal. 

—Insisto, cariño. No te preocupes.— Iba a volver a negarle cuando alguien interrumpió.

—¡Hola Cal...— Empezó Hiro alegre, dispuesto a saludarla con aquel ridículo apodo que escuchó decirle Phoebe hace unos días, pero al recordar que debían llevarse bien frente a su tía se corrigió rápidamente. —¡Callie!

La chica se extrañó un poco, pero intentó seguirle el juego, lo saludó con la mano mientras le dedicaba una dulce sonrisa, no era por hipocresía, en realidad era una sonrisa sincera. Hiro miró de reojo a su tía, quien lo veía con una mirada pícara y una media sonrisa en su rostro, ésta le hizo una señal para que continuara y por desgracia, sabía a lo que se refería, el chico rodó los ojos y suspiró, se acercó rápidamente a la chica y antes de que ésta pudiera entender sus intenciones, depositó un no tan corto beso en su mejilla, muy cerca de sus labios, para que desde la perspectiva de Cass, se viera como un beso real.

Hiro se apartó lentamente de la chica con temor a que fuera a reaccionar de mala manera, pero para su sorpresa, no hizo nada, solo estaba allí, frente a él, con la cara completamente roja y mirando a cualquier otro lado que no fuera él; De nuevo, sintió como su estómago se revolvía, ese gesto en ella le parecía tierno y admitió para sí mismo que se veía linda, sintió como sus mejillas empezaban a arder. La chica por su parte, no entendía que acababa de pasar, pero sea lo que sea que haya sido, la descompuso, no podía verle a la cara, sentía que todo le temblaba y se le había olvidado como hablar. Cass solo se limitaba a gritar de felicidad para sus adentros mientras intentaba disimular su alegría. 

Hiro tomó dinero de su bolsillo, al bajar de las escaleras había escuchado la conversación de ambas y como ninguna aceptaría la ofrenda de la otra, decidió que él pagaría el desayuno de Callie. Colocó el dinero en el mostrador, tomó la bolsa que tenía la chica en sus manos y con su mano libre tomó la de ella entrelazando sus dedos. _____ entró en pánico ¿Que estaba haciendo? Intentó soltarse, pero Hiro la sostenía lo suficientemente fuerte para que no pudiera apartar su mano.

—Nos vemos luego tía Cass.— Se despidió Hiro mientras empezaba a caminar a la salida, a la chica no le quedó de otra que seguirlo.

—¡Adiós Chicos!— Habló fuerte, pues ya habían avanzando unos metros. —Amor joven...— Suspiró alegre cuando los chicos salieron por fin de la tienda.

Luego de unos cuantos metros lejos de la tienda Hiro fué el primero en hablar.

—Sé que te dije que cuando estuviera mi tía fingiríamos que no nos odiamos, pero no tenías que venir a buscarme.— Dijo y empezó a reír.

—¡Tú me besaste!— Contraatacó la chica, quien luego de pronunciar esas palabras se sonrojó más que nunca.

—¿Vas a decirme que no te gustó, Calabaza?— Habló en un tono coqueto y la mirada que éste le dedicó después, hizo que su corazón quisiera salirse de su pecho. La chica entró en pánico -nuevamente- y con su mano libre le propinó un golpe en su hombro izquierdo. —Tomaré eso como un sí.— Rió nuevamente.

—¿Por qué lo hiciste?— Se atrevió a preguntar en un hilo de voz apenas audible.

—Mi tía cree que somos pareja.

—¿¡Qué!?

—¡No me golpees!— Se apresuró a decir. —Mis amigos le hicieron creer que eras mi novia solo para fastidiarme.

—¿¡Y por qué no le dijiste que era mentira!?

—¡Traté de hacerlo! Pero no me dejaron explicarle, me interrumpieron un par de veces y bueno... No quise decepcionarla, se veía bastante feliz.— Se rascó la nuca mientras soltaba una risita nerviosa.

—Esto tiene que ser una broma...

—Relájate, Calabaza, solo será por un par de días. Luego podremos decir que yo terminé contigo porque me engañaste con otro chico.— Se encogió de hombros.

—¡No vas a hacerme quedar mal frente a Cass! ¿Que tal si después le pone algo extraño a mi comida?

—Bien...— Rodó los ojos. —¿Tienes una mejor idea?

—Lo pensaré luego.— Suspiró con cansancio, ahora no solo debían actuar como que no se odiaban, sino que fingirían que eran pareja, ¡Genial!... —Oye...— Dijo al percatarse de algo, Hiro la miró y continuó hablando. —Creo que ya... Deberías soltarme.— Señalo sus manos.

Hiro miró en la dirección que le indicaba y se dió cuenta de que aún sujetaba con fuerza la mano de la chica, se ruborizó al instante, había olvidado aquello por completo.

—¡Ah sí!— Soltó bruscamente su mano. —L-lo siento.

Siguieron caminando, ahora en un incomodo silencio, ninguno de los dos se atrevía a hablar y solo se limitaban a centrarse en sus pensamientos, cada quien en su propio mundo. La chica recordó aquella conversación con su madre y que se había prometido a sí misma ser mas amable con Hiro, ahora era el momento perfecto para hablar con él e intentar llevarse bien, quería disculparse por su comportamiento anterior, aunque haya sido él el que comenzó.

—Oye Hiro, yo... Quería disculparme por haber sido tan grosera contigo, tambien por haberte lanzado mi zapato a la cabeza y por golpearte hace rato.— Hiro paró en seco, haciendo que ella también se detuviera, este se giró a verle extrañado y posó su mano en su frente.

—¿Tienes fiebre?

—¿Qué? Claro que no.

—¿Quién eres y que le hiciste a la calabaza gruñona?

La chica no pudo evitar reir, eso había sido estúpido, bastante irritante también, pero fué algo gracioso.

—Eres un idiota.— Habló esta vez entre risas.

—Mucho mejor.— Le dedicó una sonrisa y siguió caminando.

Lidiar con Hiro iba a ser imposible, se había propuesto ser amable con él, pero definitivamente era un idiota. Es decir, ¡Acababa de disculparse! Se tragó todo su orgullo y su respuesta fué hacer un mal chiste, tal vez esa sea su personalidad, sarcástica e indiferente y no tenía caso intentar ser su amiga. Una voz la sacó de sus pensamientos.

—También me disculparía por ser grosero contigo, pero es divertido fastidiarte.

—No me provoques, cerebrito.— Hiro rió por lo bajo.

—¿Y? ¿Que se siente?— Habló acercándose a ella.

—¿Qué?

—Tener un novio tan guapo.— Respondió en tono coqueto acercándose peligrosamente a su cara.

—Espacio personal, imbécil.— Contestó apartando su cara con la mano.

—Te haces la difícil ¿Eh?

—¿Quién es el acosador ahora?— Le siguió el juego cruzada de brazos dedicándole una sonrisa coqueta al chico. —¿Acaso te gusto?

Hiro la miró con una ceja arqueada, no pensó que fuera a seguirle el juego, entrecerró sus ojos con una idea en mente, sabía que la chica era bastante tímida en ciertas situaciones, así que rápidamente se acercó a ella y la acorraló contra la pared colocando sus brazos a los costados de su cabeza, no había nadie en la calle, aún les faltaban unas cuantas cuadras para llegar a la universidad y era bastante temprano. _____ se sonrojó por tercera vez ese día, su corazón latía rápido y sintió con su estómago daba un vuelco, había intentado mantener su postura, pero la cercanía del chico la ponía verdaderamente nerviosa.

—No lo sé.— Habló con voz ronca al momento que se acercaba más a su cara, casi rozando narices. —¿Por qué no lo averiguas?— Acortó aún más la distancia que les quedaba y se detuvo justo antes de rozar sus labios. 

A la chica le temblaban las piernas, no lo veía a los ojos, toda su atención se centraba en sus labios y por una milésima de segundos le paso por la cabeza la idea de probarlos. Ante éste pensamiento la chica entró en pánico y apartó a Hiro de un empujón.

—Está bien, está bien. Tú ganas.— Hiro respondió con una carcajada y la chica presente rodó los ojos empezando a caminar, intentaba tranquilizarse un poco.

—¡Oye espérame!— Exclamó al ver que la chica lo dejaba atrás.

—¿Donde quedó tu odio hacia mí?— Preguntó cuando Hiro estuvo a su lado de nuevo.

—Oh, creo que lo dejé en mi casa.— Se encogió de hombros mientras empezaba a reír, _____ se le unió poco después. —¿Y tú?

—¿Yo qué?

—¿Donde quedó tu odio hacia mi?

—Lo cambié por un "me caes mal".

—Bien, tal vez esto no termine tan mal.— Comentó mientras rodeaba los hombros de su contraria con su brazo.

—No te ilusiones.— Mencionó al momento en que apartaba el brazo de Hiro. —Sigues siendo un idiota.

—Y tú una mocosa engreída.

—Imbécil.

—Amargada.

—Insolente.

—Acosadora.

—Pervertido.

—¿Yo? Pero si tú fuiste la que me toc...

—¡Cállate!

Hiro reía por lo bajo, había encontrado un nuevo motivo de burla, sin embargo no quiso seguir tocando el tema, lo guardaría para algún momento especial. Siguieron caminando y luego de un par de minutos llegaron por fin al instituto, _____ tenía una sonrisa en su rostro, seguía sin creer que estudiaría allí, Hiro por otro lado, no lo notó y siguió caminando de lo mas normal, hasta que se percató de que su contraria no lo seguía.

—¿Que estás esperando, Calabaza?— Preguntó a unos metros de ella cruzado de brazos.

—Deja de llamarme así.— Rodó los ojos y entró a la instalación.

—Bienvenida a la Universidad, nerd.

Tal vez su día no había empezado del todo bien, pero pudo haber sido peor, solo estaba segura de una cosa... 

—Hiro, Tal vez no seas tan malo..



















Espero les guste no olviden votar :)

Fortsæt med at læse

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