Κοίτα με Άλφα |Mírame Alfa|

بواسطة TikaIgnis

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Pobreza, padres irresponsables y deficientes, familia disfuncional y además omega. Kenneth McCormick intent... المزيد

Tostadas con Mantequilla.
Pay de manzana.
Café y Vainilla.
Manzana.
Omegas.
Análisis.
Soul Mate.
Negación.
Dudas.
El mundo, por Karen.
La vida sigue.
Un paso adelante.
Pequeños detalles.
Instintos
Decisiones.
Decisiones (2)
Sentimientos velados.
¿Manada?
Acosado.
Instintos Alfa
6 Meses es mucho/poco tiempo.
Forzado.
¿Qué es lo que quiere un omega? (Pip)
Una relación para nada oficial. (Kyman)
Cosas que hacemos ¿sin pensar?
En el fondo, eres un manipulador... eres un alfa.
Cuando un alfa decide vincularse.

Marcas y cicatrices.

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بواسطة TikaIgnis

<<"Leopold solo tenía 5 años cuando conoció a su tío Budd, era el hermano de su padre y por ende un orgulloso Stotch, también era alfa y eso era doble orgullo para la familia. Bastó una ojeada de su parte para que le dijera a todos que él sería un omega, desde ese día todos los miembros de la familia cambiaron su trato para con él, cambiaron sus actividades extras, acondicionadolo a ser alguien hogareño y familiar, el "omega perfecto".

Ya era bastante malo que su abuela lo tratara mal desde que se conocieron y que ahora sus amorosos padres hicieran igual, pero lo peor fue cuando su tío comenzó a "prepararlo parar servir a una alfa".... apenas había cumplido 8 años cuando fue masturbado por primera vez, no fue nada agradable y desde ahí tuvo mucho miedo de estar con Budd Stotch a solas. 

Debido a que como futuro omega era una victima constante de cualquiera que fuera "superior" a él, se le prohibió tener contacto con otros niños, comenzaron a educarlo en casa llegando a ser muy exigentes con cada acción y reacción que tuviese, cuando cumpliera la edad suficiente sería propuesto con alguna alfa que pagase bien por él.

Estaba triste, se sentía terriblemente solo, tenía miedo de todos y odiaba su cuerpo, odiaba ser "tan lindo y sensible" como solía decirle Budd. Odiaba a Budd, lo odiaba con todos su pequeño e inocente corazón. Leopold dejó de sonreír, ya no solía tener iniciativa, era mejor esperar a que le dieran la orden y obedecer....

Hasta que en la casa de al lado se mudó una nueva familia y apareció ella, una niña gorda, grosera, berrinchuda y muy mandona.

Erica Tenorman se había colado al jardín trasero con intenciones de robar frutillas del cultivo de su madre.

Esa mañana le tocaba regar el jardín y revisar que tanto habían ido creciendo las frutas, hasta que una ancha espalda obstaculizó su ruta hacia el invernadero, al girarse un rostro sucio con rastros de jugos de frutillas y la boca llena de la misma fruta lo miraron con desprecio. Tragó con rapidez comenzando a toser, preocupado se acercó a la niña invasora y con suaves palmaditas intentó ayudarla a despejarse, como muestra de agradecimiento le jaló del cuello de la camisa y le amenazó que si abría la boca le arrancaría el cuero cabelludo...">>

—Oh, buenas tardes Kenneth ¿no te toca trabajar hoy?

—¡No! ¡Ah! Buenos días señor Leopold, hoy el señor Tweak me a dado el día libre.

Charlotte y Butters se rieron.

—¿Señor Lepold? Que raro suena eso, Butters ¿no le has dicho que no sea tan formal?

—Es un muchacho educado, siempre se agradece interactuar con jóvenes con modales.

Por su parte Karen se lanzaba a los brazos de su hermano con efusividad, le encantaba cuando él la iba a buscar, solía ir a comprar algún dulce, desviarse hacia la plaza y pasar un rato en los juegos infantiles. Kenny fingía ser un monstruo marinos y ella era una pirata que lo enfrentaba con cañones mágicos.

Algo avergonzado Kenny intentó relajarse. Había algo que quería preguntarle al futuro tutor de su hermanita.

—Disculpe señor Leopold.

—¿Si?

Tener su atención sobre él, sentir su mirada fija en la suya, notar la diferencia de tamaños sin necesidad de intimidarse, rodearse del agradable aroma que emanaba ese alfa y además ser tratado tan respetuosamente, solo faltaba que se retirara el barbijo para poder sentir que toda su atención era únicamente para él.

—¿Kenneth?

Sintió su rostro arder, llevó su mano a su bufanda y procedió a cubrir la mitad de la cara, como siempre hacía, además notó como su aroma se escapaba de entre sus ropas y superaba al inhibidor de feromonas. "Mierda". Tenía que actuar rápido. 

—Quería saber si... no le ....— Leopold no tenía una mirada penetrante, solo lo observaba atento y con obvia curiosidad, aún así Kenny no podía evitar sentirse pequeño, frágil, o mas bien representar eso para que aquel alfa buscase protegerlo. —Ammm... ¿no le molesta si en mis días libres... —apartó la mirada avergonzado y preocupado ¿había notado sus pecas? ¿que pensaría de ellas? sabía que a mucha gente no le gustan las pecas, o lo de sus dientes, tenía un espacio bastante sobresaliente entre sus dientes frontales, por suerte no tenía dientes chuecos y su maldición le había impedido la perdida permanente de alguna de sus piezas, pero muchos niños se burlaban de él por ese espacio.... o su pelo, siempre parecía despeinado ¿Leopold pensaría que era un descuidado por tener ese desastre de nido sobre su cabeza? Se bañaba todos los días, sin falta, claro que no olía a flores porque solo contaba con un jabón blanco sin olor en particular... ¡Pero al menos estaba limpio! ¡¡¡AARRGG!!!! Debió esforzarse más con su cabello antes de ir por Karen, 5 minutos más en el baño del instituto y quizás preguntarle a Craig si tenía gel o algo para el pelo.... 

Entonces una suave mano tocó su hombro volviéndolo a la realidad. Pestañeó un par de veces notando como Leopold estaba de cuclillas frente a un grupo de niños y les acomodaba algunas prendas, les limpiaba el rostro o la nariz para luego despedirse con un movimientos de mano.

Charlotte le miraba fijamente, parecía preocuparse por algo.

—¿Qué?

—¿Estás bien? Te quedaste callado durante varios minutos, ni te diste cuenta cuando Butters te pidió que lo disculpases por un momento y se apartó.

—¿Ah?

—Tu rostro está todo rojo—. Levantó sus manos y le tocó la frente, luego tocó ambas mejillas y sus dedos. —No siento que tengas temperatura.... ¿no te duele nada?

Kenny negó con la cabeza mientras apartaba con delicadeza las manos de Charlotte, ahora se sentía realmente avergonzado ¿Leopold pensaría que era un retrasado o que le daba miedo? Quizás pensaba que era un niño tonto... ¿como pasaba del entusiasmos a la auto compasión? ¿Que importaba lo que pensara un alfa?.... Si, si importaba que pensara "ESE ALFA".

Nuevamente centró su atención en el maestro de Karen, ella había estado jugando con algunos de sus compañeritos y se le había soltado uno de sus moños, Leopold le cepillaba el cabello con cuidado mientras ella, como toda una señorita, permanecía sentadita moviendo sus piernitas ligeramente mientras cantaban una canción infantil acompañada por su maestro y otros niños. 

—¿No te parece que Butters sería un buen padre?

—Si—. Susurró sonando más como un suspiro relajado. 

La canadiense, atenta a la expresión soñadora del adolescente, sonrío complacida. Recordando a las novias de Butters y aquellos que tuvieron algún crush con su colega, solo había visto esa expresión de bobo enamorado en dos personas. 

Finalmente todos los niños se retiraron con sus respectivos padres quedando solo Karen, que se aferraba con fuerza a la mano de su maestro mientras caminaban hacia la puerta del establecimientos para alcanzar a Kenny.

—¡¡Vamos Kenny!!— 

El entusiasmo de Karen parecía haber aumentado, se le notaba que disfrutaba jugar con sus compañeros de clase, así como alguna vez llegó a disfrutar él de niño. 

—¿Les acompaño a su casa?

El corazón de Kenny comenzó a golpear con fuerza y no pudo evitar una gran sonrisa. 

<<—Mierda Kenny, no actúes como un retrasado, tienes que dar una buena impresión.>> Volvió a recriminarse, tenía que dar una buena imagen ante ese alfa. ¡Arrrgg! ¿Por qué lo ponía tan nervioso? <<—Respira Kenny, solo debes decirle "No, gracias" educadamente y despedirte como lo harías con un amigo.... como lo harías con Karen... sin los abrazos y besos... ¿como se sentirán los brazos de ese alfa...? ¡¡CÉNTRATE KENNY!!>>

—Si, por favor. <<¡MIERDA!>>.

 El maestro de Karen achinó sus ojos, parecía que estaba sonriendo bajo su barbijo, Kenny pensó que ese objeto estaba sobrando, solo le había visto el rostro una vez y le parecía que no tenía nada que ocultar. Aunque le quedaba la ligera sospecha que no era para cubrir sus cicatrices.

Charlotte se despidió dejando solo a los tres, aunque parecía más bien que estaban ellos dos.

Kenny no entendía porque estaba tan nervioso y centrado en todo lo que ese alfa hiciera o no, además sus feromonas estaban tan apetecibles, pese a que al parecer (e igualmente  que él) la estaba camuflando con un inhibidor. 

—¿Te preocupa el tiempo que compartirás con Karen?

—¿¡Ah?!

Leopold lo miraba de esa forma firme pero sin llegar a ser amenazante, rara vez un alfa lo miraba así, como un igual. 

—No te negaré pasar tiempo con ella, habrán reglas y restricciones pero serían de horarios y lugares—. Butters había estado dirigiendo la marcha y hasta ese momento Kenny notó que estaban próximos a llegar a la plaza, Butters extendió su mano hasta la menor para que le diera su mochila y le dijo que no se alejara mucho mientras jugaba. —Ven, tomemos asiento. 

Obediente, Kenny siguió al alfa aunque vaciló sobre la distancia que debería tener en la banca de piedra; obviamente no se pegaría al alfa, sería como mandarle el mensaje de que era alguien fácil, tampoco se sentaría en la otra punta, lo mejor sería espera a que el maestro se sentase y una vez sus piernas marcaran el margen él se acomodaría con un espacio "normal" para que no hubiesen roces "accidentales".  

Aún dudando si seguía muy cerca o muy lejos, frente a él aparecía una manzana.

—Lamento si no te gustan las frutas, no suelo ofrecer dulces por el asunto de las caries.

¿Cómo rechazar esa suculenta fruta mientras se le entregaba desinteresadamente? ¡Además podía verle bajarse el barbijo! Aunque también no pudo evitar reír un poco al pensar en el cliché de la manzana sobre el escritorio del maestro. Si Leopold fuese su maestro, le llevaría una manzana todos los días solo para verle el rostro completo. 

Sin perder más tiempo le dio un buen mordisco a la fruta ¡Estaba deliciosa! 

Por su parte Leopold sacó una navaja para cortar rodajas de la fruta, el omega se sintió avergonzado y embelesado, Leopold era tan elegante hasta para comer una simple fruta... mientras que él parecía un cerdo hambriento, si tan solo supiera que el maestro Stotch devoraba la fruta igual que él o lo hacía hasta que uno de sus colegas le dijo que era asqueroso verlo tragarse cada manzana que llegaba a su poder y ser salpicado con el jugo de esta. 

—Karen mostró mucho entusiasmo con la mudanza. Aunque en ocasiones se le veía pensativa y triste.

—¿Qué? ¿Por qué?

Leopold lo miró directamente, Kenny dejó de masticar solo para concentrarse en el rostro del mayor, quería memorizarlo, ahora había algo de luz del día y su aspecto era mucho mejor al de la cafetería.

—Puede que para ella, por su condición de infante, lo vea de una forma mas inocente, casi como una aventura, pero tu hermana es más despierta que otros niños de su edad, ella tienen los mismos sentimientos que tu.

—¿Ah?

—¿Aun me odias por entrometerme en sus vidas?

Kenny se levanto de golpe dejando caer la manzana a casi terminar y tirando el cuello del saco del maestro.

—¡¡Yo no te odio!!—Gruñó, estaba enojado ante la idea de que pensara así. Tal vez en un inicio desconfiaba de él ¡¡Por un demonio!! No lo conocía. Pese a que tampoco es que actualmente conociera realmente al verdadero Leopold Stotch, pero había estado haciendo pequeñas cosas por él y Karen que resultaban grandes cambios para ambos... adoraba al maestro Stotch, lo tenía en un pedestal como su salvador y ser de absoluta devoción... ¡Admiración y gratitud a alguien que tenia como su héroe! ¡Así es, él admiraba a Leopold y por eso se sentía bobo a su lado! No estaba enamorado de él.... ¿Enamorado? ¿Ahora por que se le cruzaba esa palabra por la cabeza?

Regresando a su realidad, soltó inmediatamente al maestro al darse cuenta que tiraba de sus ropas casi aproximando sus rostros. ¿Lo arruinó? ¡Si, lo había arruinado! 

<<—Dios ¿por que me odias?>>

Y mientras Kenny se lamentaba mentalmente su raro comportamiento, Butters sonreía al recordar a alguien que también tenía esos impulsos siendo una niña.

Erica jamás daba las gracias de la forma convencional, era grosera y altanera, siempre agrediendo a quien fuera y eso que solo tenían 8 años. Aunque a medida que se fueron conociendo supo que el hecho que ella le dirigiera la palabra, que lo buscase para quejarse de todos (sobre todo del tipo que se tiro a su madre para que por accidente saliera ella o del inútil del pelirrojo pecoso de mierda que tenía que llamar "hermano Scott"), o el simple hecho de pedirle que le ayudara con la tarea, o que le intercambiara música....era su forma de tenerle aprecio. Erica no era alguien que quedara en evidencia, siempre obraba para parecer que le debías algo y así lo sintió hasta los 12 años.

Butters se pasó una mano sobre las cicatrices de su cara, aún no recibía respuesta de Erica, ni una llamada o un "Deja de hincharme los ovarios, puto alfa entrometido", nada. Esperaba que estuviese bien, sana y salva. 

—Lo-lo siento, yo no soy violento.

Escuchó decir a su lado, Kenneth le estaba dando la espalda con la cabeza gacha y algo encorvado, parecía arrepentido por su reacción anterior, Butters negó con la cabeza ¿quien decía que los omegas eran sumisos? al menos no lo diría él. Con los pocos omegas que tuvo contacto y logró relacionarse, todos tenían su carácter. Kenneth era igual, desde que se conocieron había estado con sus defensas en alto, pendiente a cada movimiento y desconfiando por cada pequeña acción.

E intentado seducirlo para quebrarlo.... tal vez una acción inconsciente tras dedicarse a vender su cuerpo. 

¿Por qué sus instintos de alfa no dejaban de rastrear las feromonas del menor? Buscando restos ajenos sobre él como si tuviese derecho de chequear su cuerpo.... Que estúpido había sido al pensar que podía soportar el delicioso aroma del joven McCormick y como odiaba la condición de alfa/omega por forzar a tener reacciones tan primitivas. Él jamás iría tras un omega solo porque su alfa interior le dijera que olía bien. Era tan ridículo como seguir a una mujer solo porque se ve estupenda, Butters consideraba esas actitudes muy superficiales y en caso de un alfa hacia un omega, algo aberrante.

—Tranquilo, Kenneth, aún eres joven, los cambios de humor son normales a tu edad.

Kenny frunció el ceño

—Pero te agradezco que me lo digas, no quería llegar a contaminar tu alma por separarte de Karen. Quiero que sigas a su lado, no dejes de ir a buscarla después de clases en tus días libres. ¡Es más! Si tienes las tardes libres puedes pasarte por mi casa para compartir tiempo con ella. Karen le contó a Tricia que suele hacer sus tareas contigo.

—Intento ser un buen ejemplo... amm...

Kenny se deprimió, él no podía ser ni siquiera un ejemplo para Karen.

—¡Ey! Nunca es tarde para intentar mejorar—. Dirigió su mirada hacia la pequeña castaña que en ese momento saltaba sobre los neumáticos de colores intentando no caerse. —No todas tus acciones pueden definirte... —Butters se mordió la carne interna del labio, no quería pensar en ese cachorro entregando su cuerpo a otros. 

—¿Por qué es tan amable conmigo?

¿Kenny lo estaba cuestionando? Era probable que lo hubiese ofendido sin querer, podía percibir sus feromonas, estaba triste y asustado. 

Butters acomodó su barbijo nuevamente para cubrirse el rostro. No quería seguir persiguiendo las feromonas con aroma a manzana. 

—Desde pequeño siempre he querido ser tratado de la forma en como trato a los demás, aunque si no puedes conseguir que todos sean amables, entonces no está mal que marques limites. ¿Quieres ser grosero conmigo? 

—No.

Butters sonrió internamente.

—Espero, algún día, poder ganarme por completo tu confianza. Vamos cachorro, es hora de irnos. 

<<Llevaba un par de años siendo "amigo" de Erica Cartman (ella le había dicho que Tenorman era un apellido de cretinos). Pese a fingir ser una buena niña ante el matrimonio Stotch, era una bruja con todos, aunque con Butters había dejado de ser tan violenta, seguía insultándolo pero ya no le pegaba. 

Erica, a sus 10 años, despertó como una omega (pese a que lo normal eran los 12 años). Las cosas para ella se volvieron tan insoportable como lo era para él.

Un día se coló a su habitación por la ventana llorando. Le contó su horrible secreto y Butters comprendió porque ella era tan repelente. No confiaba en la gente. Su sufrimiento era similar al de Butters, ambos sentían que estaban rodeados de enemigos en su propia familia. Compartiendo su dolor, Butters le contó su desgracia y como su Tío Budd había pasado de tocarlo a intentar violarlo, temía terriblemente no poder escapar nuevamente, sentía que Budd estaba preparando todo para que las cosas se dieran si o si. 

—Debes decirle a tu madre, Erica, ella te cuidará.>>

Al llegar a su casa, colgó su saco, dejó su portafolio sobre la mesa del living y se dejó caer sobre el sofá. Acomodó sus cojines y cerró los ojos.

Aun sentía el aroma de Kenneth flotando sobre él, o tal vez su mente estaba tan obsesionado con esas feromonas que le hacían recordar su olor. Se relamió al aspira un poco más fuerte, no había puesto el inhibidor sobre su barbijo, conscientemente quería inhalar la escancie del muchacho pese sentirse como un asqueroso pervertido. Kenneth era un cachorro y lo que lo movía hacia él eran solo sus feromonas. 

Butters siempre había sentido atracción por las mujeres, era un alfa heterosexual, jamás había sentido la necesidad de ir tras otros omegas, estaba seguro que más de un par le habían intentado seducir, pero nadie logró interesarle o mínimamente provocarlo y entonces Karen, una mañana, llegaba oliendo a manzanas captando todo su interés. Ni siquiera había sido de forma directa, solo bastó una pequeña partícula para que todo su organismo como alfa se pudiera alerta y comenzara a rastrear. 

Abrió los ojos para mirar la hora, tres horas recostado sobre los cojines del sofá. Realizó su rutina para irse a dormir, cepilló sus dientes, confirmó el seguro de ventanas y puertas, vació sus riñones, dejó su ropa para el día siguiente preparada en un mueble al lado de la puerta de su habitación y programó las dos alarmas para irse a dormir.

—¿Por qué tenía que ser un omega.... un omega tan joven?— Preguntó a nadie. ¿Que importaba ahora? Conscientemente había estado manipulando todo para que Kenneth formara parte de su vida.  No sería su alfa pero al menos cuidaría a los niños McCormick mientras los tuviese cerca.

Se giró hacia el velador y alzó su celular.

—¿Donde estas, Erica?

<<—¡Butters, Butters ven, ven pronto!

—¿Que sucede?

—¡¡VEN!!

Sabía que se ganaría un terrible castigo y todo empeoraría cuando dentro de poco entregasen los resultados sobre su sub genero, pero Erica estaba muy alterada y como se lo había prometido, tenía que ayudarle.

Trepó por el árbol y de un salto algo peligroso logró ingresar a la habitación de Erica.

Ella estaba tratando de sostener la puerta, pese a que tenía puesto el seguro, a su lado estaba el teléfono sin el cable, del otro lado de la puerta alguien golpeaba con furia intentado derribarla, ella estaba aterrada y en celo.... 

—Erica ¿que sucede?— Sin comprender mucho la situación se acercó a ella y la abrazó, estaba buscando algo, el origen de ese olor tan fuerte. Erica olía delicioso.

—Él inte-intentó mar-mar-marcarme. ¡¡Quiere violarme!!

—Pero es tu hermano.

—¡¡No lo es!!

Butters, confundido, observó el cuello descubierto de Erica, se notaban marcas de manos, al parecer en el forcejeo la estranguló, también sabía (por la brutalidad de los golpes en la puerta) que Scott era una amenaza. Miró por la ventana rápidamente, ¿podrían huir por ahí? No, una vez Erica intentó salir y se torció un tobillo, lo otro sería enfrentarse al enardecido alfa pero ellos eran tan pequeños y débiles, no lograrían nada contra Scott... 

—¿Y si te marcó yo?

Sabía que solo un alfa puede marcar a un omega, pero ¿y si ya habiendo una marca en la nuca de Erica lograba hacer retroceder a Scott?

—¡¡También e-eres un ome-omega, imbécil!! 

Entonces la puerta se zafó de las bisagras y el temible aspecto de Scott Tenormal se asomó bajo el marco. Butters, guiado por un instinto de supervivencia, se lanzó al cuello de Erica y la mordió, tal acción le costó el ojo izquierdo pero a cambio salvó a su amiga y también despertó como alfa.>> 

Mandó un par de mensajes y aguardó los minutos que su celular tenía programado antes de apagar su pantalla.

Necesitaba saber que Erica estaba bien. 

.

.

Apagó su celular al momento que lo escuchó sonar por quita vez, sabía quienes podían ser aquellos que estarían jodiendo tanto, tal vez debería contestar pero no tenía ganas de ser regañada ni que le dijera como debía comportarse o nada. Menos por Butters, ese ya se creía su hermano, siempre tras ella criticando cada mala acción que realizaba. 

Levantó la copa de vino con aroma a frutilla mientras cambiaba de canal. 

Se sentía muy triste últimamente y todo por culpa de la maldita marca que le había hecho el judío de mierda. ¿Como es que la conexión con el pelirrojo era tan fuerte? Ni cuando Heidi estaba con sus días le afectaba tanto, aunque lo atribuía a que ambas eran mujeres y compartían el mismo síntoma mensualmente. 

Pasó sus dedos sobre su cuello desnudo pero evitando la nuca. No era necesario confirmar nada, el judío estaba deprimido y ella pasaba a sentirse así. ¡¡Que manera de joderle su soltería, carajo!! Ella quería celebrar, libre ahora de poder aventurarse a nuevas experiencias sin sentirse culpable por lastimar los sentimientos de Heidi.... 

Bebió rápidamente el vino.

—Solo durará dos meses, siempre dura dos meses. 

En el fondo, la marca no era tan malo, solo quizás cuando el alfa responsable estaba cerca del omega, de esa forma le resultaba fácil realizar sus intentos de control mental y siempre podía sentir claramente los pensamientos del otro, era diferente a solo comprender lo que las feromonas trasmitían. 

—Deja de hacer lo que estés haciendo y vete a dormir, no puedo disfrutar mi velada.

Esperaba que su indignación le llegase, maldita sea, era como mandarse mensajes con el celular.... ahora que lo pensaba ¿el judío sabría que la había marcado? 

Volvió a llenar su copa pero solo sorbió un poco.

No debía importarle, en dos meses la marca se borraría, esas cosas no eran para siempre, así que dentro de dos meses finalmente sería una omega libre, mientras tanto se beneficiaria con la marca para mantener al margen a los alfas.

—Mira, el judío resultó no ser tan inútil...

Cambió nuevamente de canal dando con una película con un momento intimo entre dos amantes, el calor subió a sus mejillas mientras fragmentos de esa noche regresaban a su mente.

Listo, se emborracharía esa noche para poder irse a dormir. 

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