Sin saber de amor

By CGarcia__28

16.3K 1.2K 86

Unos cinco años atras, una noche en un club de Italia, donde dos vidas darían un significativo cambio, ambas... More

Capitulo 1
Capítulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Recuerdo
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capitulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 25
Capítulo 26
Capitulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Cap 36

Capítulo 24

330 28 0
By CGarcia__28

Me dirijo a mi casa, el reloj de mi coche marcan la una de la madrugada, conduzco por las vacías calles de la ciudad, una luz roja hace que detenga mi coche y espere. Mi celular suena y veo que es Moretti, antes de contestar el semáforo cambia su color y arrancó mi coche.

No avanzó mucho cuando varios coches se posicionan enfrente del mío provocando que frene de golpe e impidiendo que pase, mi corazón se empieza a acelerar del miedo, intento retroceder mi coche de un impulso, sin pensarlo incluso me sorprendo de lo rápido que he reaccionado pero otra camioneta se estacionan detrás.

Al voltear de nuevo hacia enfrente miro a Arthur parado frente a mi auto, coloca su celular al oído, entrando una llamada a mi celular.

Contestó asustada y con coraje.

- ¿adónde vas, favorita? - no despegó la vista de él, sus labios se mueven y lo escucho por el celular pero es suficiente para tenerme muerta de nervios.

- a mi casa - digo, una mofa sonrisa aparece en él, volteando al suelo incrédulo a mis palabras.

- ¿con quien estabas? - dice, es una pregunta retórica, porque sé que él tiene la respuesta pero la quiere oír de mi y sabe que no contestaré con la verdad para protegerlo.

- quítate... o te arrastró - digo apretando el timón con fuerza.

- hazlo - responde, levanta su cabeza retandome.

Tomo el valor para hacerlo y él espera ver hasta donde llegaré.

- no me dejas otra opción, mi vida - cuelga la llamada, mete sus manos en sus bolsillos como esperando que haga algo o que pase cualquier cosa, dando una orden con un simple movimiento de su cabeza, intranquila por saber que es lo que trama, mi respiración es agitada, esperando alguna brutalidad de su parte, una acción de él pero no hace nada más que verme tan rígido.

Doy un brinco al oír a mi costado fuertes golpes tratando de deshacerse del vidrio de mi coche, un hombre con furia golpea el vidrio con su codo logrando que se quiebre poco a poco, mis nervios me paralizan intentando tener una idea para salir de este mismo espacio, intento salir por otra puerta pero él ha terminado su trabajo.

Al reventar la ventana el hombre abre la puerta e intenta sacarme pero lo recibo con una patada justo en su pecho. Abren las demás puertas para sacarme de una forma u otra, concentrada en deshacerme de uno, alguien logra tomarme del cuello y sacarme.

Me dirigen a unas de la camionetas negras, intentando evitarlo, lucho con las pocas fuerzas de mi cuerpo escapar de sus redes. 
Empiezo a gritar con fuerza, a pedir ayuda, intento poner mi cuerpo rígido para que no puedan conmigo.

- ayudenme. - grito con fuerza con la esperanza de que un individuo en esta desolada calle me ayude, veo que Arthur da otra señal esta vez con su mano y ponen una cinta en mi boca, mis ojos ven como Arthur se sube a unos de los coches y a mi me suben a otro.

Después de una lucha campal entre los hombres que me custodian y yo, hemos llegado al aeropuerto donde me bajan con mis manos atadas, era la única forma que me tuvieran sumisa ante la situación. Me bajan del coche y alguien me coloca en su hombro para subirme al jet, pataleo para que no me suban, pero es imposible, me duele la garganta de ahogar mis gritos.

Me mareo luego de que me dejan caer en unos de los cómodos asientos del lujoso jet privado del jefe de la mafia. Me quitan la cinta de mi boca y escucho pasos acercarse a mi.

Suspiro mientras Gerard ata mis tobillos.
A un lado de mi, Arthur deja caer su cuerpo en unos de los asientos, evitó hacer contacto visual con él.

Sonrió - eres patético... No puedes conmigo, necesitas a tu ejército para subirme a un avión, para que este contigo. - digo para provocarlo.

- o no puedes tocarme sin deshacerte de deseo - continuo. Volteó lentamente a él y con su mirada tan serena, como si fuera un día cualquiera tomando un placentero viaje.

- sigue, pero sólo dime que parte del coronel quieres conservar - guiña su ojo. Niego con la cabeza al darme cuenta que sólo así me puede tener junto a él, con amenazas, no trata tan siquiera de mostrarme que conmigo será diferente.

Una azafata se acerca a mí ofreciéndome champaña, le sonrió de manera sarcástica agradeciendo y tomando como puedo la copa de su charola.

Bebo de la champaña con dificultad, tanto grito me dejó sedienta, pero las cintas de mi manos no hacen fácil llevar la Copa a mi boca, dejando caer la mayor parte de la bebida, veo mi blusa como si fuera una bebé aprendiendo a comer, rendida veo hacia la ventana. Me interrumpe de nuevo la azafata mostrándome ropa cómoda diciéndome que es un vuelo largo y que sería mejor estar comoda.

La quedo viendo preguntandome si verá la cinta con las que estoy atada de pies y manos.

- dejalas aquí... veré si el jefe quiere soltarme para ponerme comoda en este placentero viaje. - digo con ironía.

La mujer se va, no sin antes preguntarle a Arthur si necesita algo.

- quítale las cintas - le ordena a la azafata. Ella vuelve a mi y comienza a quitar la cinta de mis manos y luego la de mis tobillos.

Me libera de ellas y se marcha, veo las marcas en mi muñeca. Volteó detrás de mi asiento viendo que un grupo de hombres que cuidan a Moretti van en el mismo espacio.
Me levanto de mi asiento y comenzando a desvestirme, quitando mi blusa y luego mi falda, quedando en ropa interior, él voltea furioso hacia un costado asegurándose que sus hombres no se atrevan a ponerme un ojo encima, furioso y sin ganas de discutir sólo le queda ver como terminó con su paciencia sobrepasando los límites.

Al quedar únicamente con mi lencería, le tiro la ropa con coraje en su rostro, él las toma a centímetros de él y las aparta para seguir con el panorama, tomo la ropa que me han traído y me doy cuenta que es ropa de él, una camisa y un pantalón de pijama.

Suspiro tratando de no hacer más berrinche, me pongo únicamente la camisa que cubre perfecto mi cuerpo y me dejó caer en el asiento, esperando llegar adónde quiera que vayamos.

~
Siento como tocan mi pierna, abro un poco mis ojos aún viendo borroso del sueño que me invade, veo a Arthur tratando de despertarme, antes de que me despierte él deposita un beso cálido en mi muslo en su mente pensará que no he sentido sus labios y el segundo tan tierno que le tomó darme ese beso.

- Amalia - escucho que me llama, pero intento hacerme la dormida. Escucho su voz diciendo que él me cargará.
Siento sus manos en mi piernas y en mi espalda, levantándome para sacarme del avión, hemos llegado a nuestro destino.

Siento como entramos al coche y él aún me sostiene entre sus brazos.

- si sabes que no estoy dormida - le digo sin abrir los ojos.

Escucho como ríe tranquilamente - sí, claro que conozco lo caprichosa que es la mujer de mis sueños.- responde, abro mis ojos al sentir como como acaricia mi mejilla y su mirada concentrada en mi.

Llegamos a una enorme casa, de estructura clásica por fuera como si fuera un castillo remodelado y por dentro de diseños de última generación, tan bien diseñada como esas imágenes tan inspiradoras que guardas en Pinterest, tanto lujo en esta casa para que nadie la disfruté. Él me dirige a una habitación para que pueda darme una ducha y cambiar mi ropa.

- traje un poco de tu ropa... - dice un poco agotado cerrando las cortinas de la habitación - mañana iremos a comprarte más, si quieres - se dirige a mi.

- que atento mi dulce secuestrador  - digo con ironía, me recargo en una pared esperando a que salga. Suspira viéndome seriamente, me meto al baño antes de que empiece con sus ataques de ira.

Terminó de ducharme, salgo del baño lista para dormir. Necesito pensar con la cabeza fría que hacer ante esta locura, pidiéndole al cielo más fuerzas para no dejarme caer en una mala decisión.

Al salir del baño veo a Arthur en la cama, profundamente dormido sin su camisa, veo que está golpeado nuevamente de su abdomen y su pecho, la piel de este hombre nunca descansa de ser lastimado, no hay rincón de su cuerpo donde su piel este sana, la herida que cause está vendada con marcas de sangre que aún sale de esta.

Merece ser feliz, merece llegar a un lugar y sentirse tranquilo, sin prejuicios, sin infierno que lo atormente día y noche, todos merecemos llegar a ese tiempo donde todo finalmente es diferente, donde te amen tan distinto, donde tengas un poco de lo que la vida te negó en algún momento.

Pero una voz en mi interior me dice que no soy yo esa persona con la que estará siempre a su lado. Las palabras de aquella carta suenan en mi cabeza, sólo roban un momento de tu vida para demostrarte lo extraño que puede llegar a hacer pero aunque desees aunque no lo entiendas, no se quedan en tu vida.

~
Veo por mi ventana que Arthur está con sus socios en la piscina, cada uno con sus trajes finos y con sus relucientes joyas, veo la piscina libre y no me habían dado unas ganas inmensa de nadar como ahora.

Me pongo un bikini negro y una salida de baño de tela transparente del mismo color y detalles dorados.
Salgo de la casa el viento levanta mi salida de baño mientras camino por el jardín a dirección a la piscina.

Veo como los hombres colocan sus ojos en mi mientras me acerco aún más a su pequeña tardeada donde no me han llamado ni mucho menos invitado, Arthur que está de espalda y aún inconsciente de lo que pasa concentrado hablando con su padrino y otro de sus socios.

Llegó a la orilla de la piscina, coqueta sonriendole aquellos hombres que no ignoran ni un segundo de mi presencia.

- ¿les importa caballeros?- digo a un grupo de hombres que me miran fascinados y niegan con su cabeza contestado a mi pregunta.
Estoy segura que ahora tengo la atención de todos, hasta de mi querido Arthur.
Me quito la salida de baño tan provocadora como puedo y me lanzo a la piscina.
Me quedo un momento sumergida, intentando nadar hacia la otra orilla pero escucho que alguien más se ha tirado a la piscina y siento como me toman y me llevan a la superficie de manera brusca.

- ¿que demonios haces? - dice entre diente Arthur luego de sacarme de bajo del agua.

- qué? No es una fiesta? - digo con ironía.

Aprieta sus labios- entra a la casa...

- no - me suelto de sus agarre e intento hacer que mi cuerpo flote en el agua pero antes de hacerlo Arthur me toma de nuevo con más fuerza, sacandome de la piscina.
Me arrastra hacia la casa, entramos a la casa por la cocina y sus empleados me entregan una toalla.

- gra... - no termino de agradecer cuando me empieza a jalar de nuevo.

- ya sueltame... Me estás lastimando - entramos a una de la múltiples habitaciones de su hogar.

- déjate de ocurrencias o de verdad te encierro...

- no me puedes tener encerrada, quien te crees que eres - me suelto con fuerza de su agarre y en el mismo movimiento de soltarme le suelto un golpe sin intención en su mejilla.

Veo que respira fuerte evitando mostrar que le ha dolido el golpe, y yo tapó mi boca para evitar burlarme del golpe.

- estas COLMANDO MI PACIENCIA - da una golpe a la pared exactamente a un costado de mi rostro, borrando mi sonrisa pero no bajando mi guardia.

- no me alejaras de ti por muchas locuras estúpidas que hagas... - dice furioso aquel hombre empapado alejándose de mi para cambiar su traje estropeado.

- entonces cansemonos de los dos - él ignora mis palabras y sigue su camino.

Observo la habitación tan lujosa, de detalles modernos y una combinación de colores neutros que hacen acogedora aquella habitación.
Él se dirige al baño escucho el agua de la ducha sonar.

Camino lentamente hacia el baño.
Veo como el agua se desliza en su ancha y marcada espalda, mientras tiene su rostro completamente levanto dejando que aquellas gotas fluidas caigan en su rostro.

Quito mi traje de baño, y al quedar completamente desnuda un impulso hace que abra aquella puerta de cristal para estar con él.
Mis manos tocan suavemente cada costado de él hasta que mis manos llegan a su pecho y deposite un cálido beso en su hombro ayúdame alcanzar con las puntas de mis pies, nuestras almas desenfrenadas hacen locuras con los deseos de nuestros cuerpos, en mi un simple deseo de entender porque el destino sigue poniéndolo en mi camino, sacando provecho de su presencia para sasear mi lado más masoquista que pueda existir satisfaciendo mi excitante calor que provoca su presencia, la curiosidad por saber el propósito de su llegada a mi vida me mantiene conectada a él.

Él recibe mis manos en su pecho, entrelazandolas.
- no que no te gustaba estas ridiculeces - dice con ironía aprovechó que no me mira y sonrio.

- esta bien... Me voy - quito mis manos de él y antes de abrir de nuevo la puerta me rodea con su brazo mi cuerpo. Nuestros cuerpos mojados se tocan, y él empieza a sonreír dando besos en el cuello.

unas de sus manos empiezan a subir por mi cuerpo sintiendo una ráfaga de calor subiendo mi cuerpo, esa corriente que sólo él ha podido provocar en mi y aunque ha calmado esa sed sigo queriendo cada vez más de él.

Su mano se pasea a lo ancho de mi clavícula y al llegar al costado con su brazo cubriendo mi cuerpo, se empuja en mi, de una forma calmada mientras su mano libre sube hasta llegar a mi cadera. Mi cuerpo se mueve con el suyo sintiendo placer, mis débiles manos tocan el cristal empañado al desear más de él, mis gemidos comienzan a salir, agachó mi cabeza con mi boca abierta para respirar mejor ya que el deseo acelera mi respiración.

Mientras su miembro me posee él levanta mi rostro con su mano sintiendo su respiración chocar en mi rostro, mi espalda toma bien su postura, acomodandose en su cálido pecho y mi cabeza se inclina un poco, cierro mis ojos disfrutando de sus suaves embestidas que empiezan a subir de nivel.

Una mano de él sube por un costado de mi cuerpo haciendo vibrar mis costillas, sigue subiendo hasta llegar a mi mejilla y comienzo a sentir su respiración chocar en mi oido.

- dime si te lástimo - su movimiento comienzan a ser constantes y nuestros gemidos en gritos de placer

Empezamos a ahogar nuestros gritos al oír a su padrino insistente en la puerta, siento que Arthur se excita más pero sabe como controlar sus jadeos, me apoyó colocando una mano en la pared, estoy a punto de gritar de deseo, no puedo seguir ahogando mis gemidos que él provoca llenando mi cuerpo de placer.

Antes de que me libere Arthur me voltea, penetrando mi sexo diciéndome en un susurro de deseo y desesperación que me anhela.

Estoy a punto de venirme, rodeó su cuello con mis brazos, y él esconde su rostro en el mío.
Arthur da un suspiro fuerte, al llegar al orgasmo, sus labios abiertos dando suspiro fuertes de alivio rozan mi mejilla.

Da un golpe con fuerza dentro de mi haciendo que clave mis uñas en su marcada espalda.
Disfruto de mi orgasmo junto a él.

Él intenta sacar su miembro de mi pero lo detengo colocando mis manos en su espalda baja, pidiéndole más.
Me complace dando tres embestidas más con fuerza haciéndome gritar con una sonrisa en mi rostro satisfecha de él.

- ¿algo más para la princesa? - dice sin aire con nuestras frentes juntas.

- disfrutemos mientras dure - digo dulcemente viendo como su sonrisa desaparece lentamente y su mano se encuentra con mi mejilla. Perplejo queriendo entender mis palabras, talvez dandole vueltas al asunto para identificar si es un nuevo juego mío cuando en realidad sólo es aceptar que ahora el tiempo me está dando la oportunidad de conocer lo más profundo de mi alma, de entender que nada llega en color de rosas tal y como lo imaginábamos. Me entregare a la oportunidad de conocer a Arthur Moretti que nadie conoce.

~

Continue Reading

You'll Also Like

3.7M 162K 134
Ella está completamente rota. Yo tengo la manía de querer repararlo todo. Ella es un perfecto desastre. Yo trato de estar planificada. Mi manía e...
110K 6.7K 26
"Mírame solo a mi Jungkook" "¿Acaso no lo hago Taehyung?" "No,solo la miras a ella" Porque amarte es lo más bonito y doloroso que me ha pasado. #kook...
572K 95K 73
Kylian Craig tiene claras dos cosas: enamorarse debilita y todo se puede negociar, así que cuando se da cuenta de que una de sus más grandes inversio...
1M 27.7K 32
Cuando las personas que más amas, te rompen, es difícil volver a unir esos pedazos. Victoria Brown, creía que cuando amas, la brecha para perderte a...