Stop Sleep, Please. [Min Yoon...

By LyeMin

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Donde YoonGi visita a su pareja en el hospital, hablándole y susurrándole momentos en lo que estuvieron junto... More

O
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
XIII
XV
- Epílogo -
- Especial -
¡Pst!
GRACIAS POR MIL 💗🤧

XIV

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By LyeMin

Maratón 4/4

¿Recuerdas... "ese" día? —rió amargamente, secando las lágrimas rebeldes de sus mejillas—. Lo recuerdo como si hubiera sido ayer... perdóname, perdóname Leo. Todo es mi culpa, si tan solo me hubiera detenido, si tan soloe hubiera quedado quieto... Tal vez tú... tú estarías... conmigo y no aquí... —las lágrimas volvieron a salir, ésta vez con mayor intensidad—. Perdóname por favor, por favor. Me odio, me odio por lo que te hice, fui tan tonto. La ira me invadió, no estaba pensando y... y....

Era nuestro aniversario.

Ese día había despertado con una gran sonrisa en mi rostro, los chicos se burlaron por eso, pero también me felicitaron.

Estaba tan emocionado por verte.

Tenía todo planeado.

El día anterior a ese, cuando tuve tiempo pasé por una joyería, comprando un bello anillo de oro con una amatista arriba. El anillo tenía grabado en el interior "Mi amor".

No eran grandes palabras, pero para tí y para mí significaban todo.

Al salir ese día de las prácticas lo primero que hice fue bañarme y vestirme formal, había comprado un traje completo para la ocasión además de unos zapatos negros.

Había metido el pequeño cofre de terciopelo en el bolsillo del saco y estaba listo para ir a recogerte.

Con anterioridad, te había avisado que iríamos a un lugar elegante, asi que te había indicado que utilizaras un traje para que al verme así no te confundieras.

Había reservado un restaurante entero para la ocasión, sin personas molestas, solo tú y yo... y lo empleados.

En el camino de ir a comprar un ramo de flores recibí una llamada. Contesté de inmediato, frunciendo mi ceño en cuanto escuché la voz de una mujer.

— Disculpe, ¿es usted Min Yoongi?

— Sí, soy yo. ¿Quién habla?

— Soy del restaurante Sooyu —miré la hora en mi reloj, rodando mis ojos cuando noté que eran las 1 de la tarde.

— Sí sí, ¿qué pasa?

— Lamentablemente su reservación coincide con otra, así que no podremos realizarla. Sin embargo, puede reservar el restaurante para mañana y-...

— ¿¡Para mañana!? —casi grité de la molestia—. ¿¡Por qué no me avisaron antes!? Era un evento de suma importancia.

— Lo siento señor, podemos recomendarle otro restaurante y...

— Gracias por nada.

Corte la llamada, enojado. Guardé el teléfono con brusquedad en mi saco, y por esa estupidez, la caja de terciopelo se salió del bolsillo.

Cayó al piso y se abrió dejando que el anillo saliera y comenzara rodar.

Maldije mi suerte y dejando la caja olvidada salí de prisa tras el anillo. Parecía que el objeto no dejaba de rodar y que nunca podría alcanzarlo.

Maldita sea, necesitaba ese anillo, era demasiado importante.

Según el vendedor, tuvo que pedirle a un hombre del extranjero que le trajera esa amatista, y que por eso había tratado tanto en hacer el pedido. Además, de que no tenía oro en la tienda debido a la escasez de clientes y cuando le pedí que la sortija fuera de oro tuvo que buscar en donde no había para poder conseguir el metal precioso.

— ¡No no no!

El maldito anillo se dirigía a una alcantarilla. Y dejando atrás mi orgullo y dignidad, me lancé para alcanzar el anillo.

Mis dedos lo rozaron. Y eso hizo que se fuera hacia adelante, y debido a que había una bajada; el anillo cayó a la alcantarilla.

— ¡Maldita sea! —exclamé en grito molesto, no me importó la gente al rededor o si me miraban raro, traté de observar a través de las rendijas, pero nada, absolutamente nada.

Quería llorar de la frustración.

Era nuestro tercer aniversario, de veras que ya no quería ser tu novio, ya no más. Quería ser tu esposo, el hombre en tu vida, tu hombro en el cual llorar.

Pero todo se fue a la mierda.

¿Por qué todo de repente me salía mal? ¿Por qué no simplemente todo salió como planee? ¡No es justo! Me había esforzado tanto...

Y, como si el clima estuviera conectado a mis sentimientos, comenzó a llover.

Pero no parecía una lluvia normal, era más una tormenta, hasta habían rayos y eso.

Corrí hasta una cafetería cercana, siendo de casualidad la cafetería de tu rival.

Me quedé en la entrada del lugar, no queriendo entrar para no mojar nada.

Observé los árboles sacudirse con fuerza debido al fuerte viento que traía consigo la lluvia.

Mi teléfono comenzó a sonar y respondí al ver que se trataba de tí.

— Amor...

— Perdóname, iba en camino, te lo juro, la lluvia comenzó y...

— Tranquilo Yoon, no pasa nada. Estoy con Alice y estabamos jugando a las cartas mientras te esperaba. Luego comenzó la lluvia y decidí llamarte.

— ¿Estás con Alice?

— Dios, Yoongi, ¿en serio eso fue lo único que se te quedó grabado?

— Sabes que no me agrada —arrugué la nariz en señal de disgusto.

— ¿Estás arrugando la nariz? No importa —antes de que pudiera contestar me interrumpió—. Cuando deje de llover sólo ven a casa y pasaremos el rato aquí, tranquilo.

Suspiré, frustrado. Luego sonreí, la idea de estar a tu lado se me era tan tentadora.

— Voy en cuanto deje de llover...

Lo cual, no ocurrió de inmediato. Como me había secado entré a la cafetería y me senté en un lugar, saqué mi teléfono dejándolo sobre la mesa y llamé la atención de un mesero.

— Una macchiato, por favor.

— A la orden.

Me quité el saco, dejándolo en el respaldo de la silla para luego arremangar las mangas del traje.

— Aquí tiene caballero.

— Gracias.

Tomé con lentitud del café, observando la lluvia caer afuera con fuerza, propia de una tormenta.

Hace mucho que no ocurría una y debía pasar ahora que te iba a pedir matrimonio. Genial.

Agarré mi teléfono con la mano derecha y marqué tu número.

Un tono, dos tonos, tres tonos... No contestaste.

Volví a llamar, no contestaste.

Dejé el teléfono con brusquedad sobre la mesa, tomé un sorbo de mi café y agarré una galleta de las que estaban en la mesa.

Observé la hora. ¿¡Las tres de la tarde!? ¡Habían pasado tres horas lloviendo!

Ahí mandé todo a la mierda.

Guardé mi teléfono, dejé el dinero y propina en la mesa y con mi café salí de la cafetería.

Corrí bajo la lluvia, de repente recordando que había dejado el saco en la dichosa cafetería.

Al diablo, yo quería ir a tu casa y eso haría. No me importaba que luego estaría enfermo o algo así, da igual, sé que estarás ahí para cuidarme, como siempre lo has hecho.

Mis pies corrían como nunca antes, no me detenía al cruzar la calle, aún estando el semáforo en verde.

Tu casa quedaba un tanto lejos desde donde estaba, pero sabía que algún momento iba a llegar.

Y ahí estaba, frente a tu hogar.

Me acerqué al porche, refugiándome de la lluvia. Escuché unas cuantas risas en el interior, lo cual me hizo fruncir el ceño y chasquear mi lengua.

Busqué arriba, en el marco de la puerta, tocando con la yema de mis dedos la llave de la entrada.

Introduje la llave y en cuanto escuché un quejido abrí la puerta de inmediato.

Mis ojos no daban crédito a lo que veía. Estabas sobre la puta esa, ambos tan cerca uno del otro, con sus rostros rojos y tú tenías el cabello y la ropa desordenados.

Al escuchar la puerta te giraste asustado, abriendo tus ojos como platos al verme.

Recuerdo que en ese momento pensé, en que eras un maldito hijo de puta. Pensé en que todo este tiempo me estabas engañando y yo ni cuenta.

Tal vez cuando ibas al trabajo cogías con esa idiota en tu oficina, pensé.

Perdón. Perdóname.

— ¡Y-yoongi! ¡No es lo que crees!

— ¿Ah no? —reí sarcástico—. Porque parece que ibas a cogerte a la puta aprovechando que yo estaba lejos y que estaba lloviendo, pero no contaste, conque era un buen novio, y que quería verte, no contaste, conque me daría igual ésta estúpida tormenta y que vendría a verte... no, no contaste con eso.

— Espera Yoongi, por favor, escúchame-...

— ¡Cállate, tú... zorra!

Observé tus ojos llenarse de lágrimas ante el insulto. Te habías alejado hace mucho de esa estúpida y estabas frente a mí, a unos cuantos metros.

— Yoongi por favor...

— Terminamos.

— ¿Qué...?

— Me escuchaste puta, así tal vez puedas seguir cogiendote a la perra esa de atrás.

Salí de tu casa, importandome poco si aún llovía o no. Caminé bajo la lluvia con rapidez, queriendo alejarme lo más rápido de ti.

— ¡Yoongi espera!

Te ignore, siguiendo mi camino sin mirar atrás.

— ¡Yoongi te lo puedo explicar! ¡Yoongi, Yoongi! ¡Amor, por favor!

Cerré mis puños con fuerza, sintiendo mi garganta doler y mis ojos picar.

— ¡Te amo, por favor! ¡Tan sólo espera!

Crucé la calle sin problemas, ignorándote.

— ¡Yoongi por fav-...!!

El sonido de un claxon me hizo frenar, al igual que el sonido de un auto derrapando y el característico sonido de un choque.

Casi sin querer, me fuí dando vuelta lentamente.

Mis manos fueron hasta mi boca, observando horrorizado la escena frente a mí.

El capó del auto estaba lleno de sangre; tu sangre.

Y tú estabas tirado a unos cuantos metros, sangrando.

Sin dudarlo corrí hasta ti, tomándote en brazos mientras que las lágrimas salían sin control.

— Leo... Leo por favor háblame, háblame por favor —tus ojos estaban cerrados, te veías tan pacífico. Y si no fuera por la sangre en tu cabeza y pecho, diría que estabs descanzando—. Perdón, perdón, perdón, debí detenerte yo-...

— ¿Yo...?

— Si amor, aquí estoy —respondí de inmediato, tomando su mano con fuerza.

— M-..e du-e...

— Tranquilo, la a-ambulancia ya viene y-...

— Yo..on..

— Bebé, bebé no te duermas, te amo, quédate conmigo, por favor.

— T-..e am-..o

— No... —murmuré con miedo al observar tus párpados cerrarse. Palme con suavidad tu mejilla, sintiendo lo fría que estaba—. No no, ¡Leo despierta! Vamos amor... ¿¡Por qué tardan tanto!? Bebé por favor despierta, te necesito, te necesito tanto amor. Por favor, abre tus bellos ojos para que pueda verlos. ¿Ya te he dicho que son como dos soles hermosos? Amor, amor por favor... Te amo, despierta, no te vayas... t-te necesito, eres lo m-mejor que tengo, lo mejor que me ha pasado en la vida. Tienes lo mejor de mí, por favor, no te vayas, tengo miedo de dejarte ir, no quiero que te vayas. Todo es mi culpa, y-yo de verdad no pienso todas esas cosas de tí, fue la molestia, lo juro, sabes que te amo, te amo demasiado... no me dejes... no sé quién sería sin tí, Leo... Leo por favor...

Después es eso, lo único que recuerdo es que los paramédicos me separaron de tí. Lloré y grité, queriendo estar a tu lado. Y por tantas emociones mezcladas, me desmayé.

Al día siguiente, me enteré de que estabas en coma. El golpe en tu cabeza había sido demasiado grave, te habían operado, pero aún así, quedaste en coma.

En cuanto llegue al departamento los chicos me abrazaron y lloraron conmigo. Cuando fuí a mi habitación compartida... ¿qué decir? La molestia me cegó.

Comencé a arrojar todo, a romper todo. No fue hasta que Hoseok entró y me detuvo, que pare.

Hoseok estuvo a mi lado desde ese día, ha sido un gran amigo...

Debes despertar, ya no queda mucho tiempo...





¿¡QUIÉN ESTÁ LLORANDO!? ¡SÓLO SE ME METIÓ ALGO EN EL OJO!
Perdón si quedó kk 😔
Traté de hacer la mejor posible y espero que les guste cómo quedó.
Gracias a esas personas que comentaron pidiendo éste capítulo, son unos amores ♥
Bueno, me despido, adiooos!






Falta poco : )

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